jueves, 23 de junio de 2022

El Pintor Paret y Madrid

 Con esta entrada os animo a que descubráis, si todavía no lo habéis hecho, o que profundicéis en la figura de este gran pintor del s XVIII español, a quien el Museo del Prado dedica una merecida retrospectiva. Cuando escribí el libro "El Rey perdido: D. Luís de Borbón, figura clave de Madrid y Boadilla" (2016) ya percibí la poca información que había sobre el pintor Paret para el gran público y lo interesante que resultaba su figura en todos los aspectos. No voy a hacer una reseña de la exposición del museo del Prado, sino simplemente comentar la relación de este pintor con la corte y vida de Madrid. Luis Paret y Alcazar es un importante pintor madrileño, ya que nació en la capital en 1746, el mismo año del nacimiento de Goya,  otro gran pintor que terminó eclipsando a Paret. Paret terminó su formación académica mucho antes que Goya. Estando en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando entró en contacto con Mengs, quien se percató de su talento y lo recomendó al Infante Don Luís de Borbón. En su primer autorretrato, realizado en Madrid, ya se aprecia su simpatía, su mirada inteligente y expresiva, su elegancia, así como la curiosidad de haberse hecho un lazo al cuello con la cinta de la coleta.

                            Primer autorretrato que conocemos de Paret. Es una miniatura sobre márfil,                                            realizada en 1770, con témpera y guache ( Museo del Prado)

El Infante D. Luís de Borbón se portó con el pintor como un gran amigo y mecenas. Comenzó por financiarle un viaje de formación en Roma, en 1763. Paret regresó a Madrid en 1766, año de la finalización de la segunda residencia del infante D.Luís, el palacio de Boadilla del Monte. Ese mismo año la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando premió a Paret en un concurso, con un tema de gusto neoclásico (en la obra "Anibal en el templo de Hércules en Cádiz).

                El Infante D. Luis de Borbón , de Gónzalez Ruíz, 1754 (Colección Sueca)

Fachada principal del palacio del Infante D.Luís de Borbón en Boadilla del Monte 
(SIEMA Matritensis)

Paret desarrolló su arte en cuadros de pequeño formato, sobre la temática de vida cortesana y sociedad, de carácter festivo y alegre. Aunque esta moda ya triunfaba en Francia e Inglaterra, en España no terminaban de gustar tanto. Al que sí llamaron la atención fue al Infante D. Luís de Borbón, quien le encargaría en 1767 el "Baile de máscaras". En esta obra que bien refleja Paret el ambiente festivo y abigarrado de ese baile de carnaval que tenía lugar en el famoso teatro del Príncipe. A pesar del trazo rápido y desdibujado, no nos falta detalle.

Baile de máscaras, 1767 (Museo del Prado)

Constituían, además, una temática muy adecuada a la decoración del palacio del infante D. Luís en Boadilla. Este era considerado un lugar de residencia temporal, con el objetivo de descansar en las jornadas de caza, de organizar fiestas, bailes, conciertos y de alojar las colecciones del infante, así como su gabinete de ciencias naturales. De 1770 es el encargo de "Las parejas reales". Esta obra si es de gran formato y representa la fiesta hípica conocida como las parejas reales, celebrada en Aranjuez el  6 de junio de 1770. Formaba parte de las tradicionales fiestas de la corte en este sitio real durante la primavera. En ese juego se organizaban 4 grupos de jinetes que se cruzaban y debían manifestar su dominio del caballo ibérico al son de la música. El nombre hace referencia a que los que encabezaban cada grupo pertenecían a la realeza. En este caso el infante D. Luis de Borbón era uno de los que encabezaban la cuadrilla e iba vestido elegantemente de blanco y verde. Paret realizó varias copias de este cuadro con el fin de poder regalarlas a otros miembros de la familia real, como el infante D. Gabriel, por ejemplo. Al fondo se ve el paisaje y, a la derecha del cuadro, viene pintado el lateral del palacio de Aranjuez donde se decoraba el balcón real. En toda la explanada que hoy en día se ve aún con arena, se celebraba la fiesta de las parejas reales. En esta obra vemos dividido también el público: el cortesano a la derecha y el populacho a la izquierda.

Las parejas reales , de 1770 (Museo del Prado)

Siendo pintor de cámara del infante D Luís realizaría otra escena de interior, la "Tienda del anticuario Geniani", en 1772, describiendo con naturalidad el momento en que una dama entra en esa tienda que se localizaba cerca de la puerta del Sol. "La Puerta del Sol", de 1773, describe otra escena cortesana ambientada en la puerta del Sol, con la iglesia del Buen Suceso de fondo, la torre del convento de los mínimos de la Victoria, la fuente de la Mariblanca original. O la escena de galanteo de  "La carta", con un fondo artificial más rococó y afrancesado.

Tienda del anticuario Geniani, de 1772 (Museo Lázaro Galdiano)

La Puerta del Sol, de 1773 (Museo de Bellas Artes de la Habana. Cuba)

La Carta, 1772 (Museé Goya de Castres)

El Infante D. Luis de Borbón encargó a Ventura Rodriguez la construcción del palacio de Boadilla del Monte. Un palacio único, inmerso en la naturaleza que lo rodeaba, de ahí su extensión horizontal y sus terrazas laterales, para no romper la perspectiva de las vistas y abrazar esa naturaleza y bosques que lo rodeaban. Era la residencia de todo un príncipe ilustrado. En la parte de atrás, hacia el río, de desarrolla un jardín ilustrado en forma de varias terrazas. Una es un plano estético y de flor, donde se situó la fuente de las conchas (que actualmente se localiza en el jardín del Campo del Moro). A esa primera terraza se salía directamente desde la gran sala de música de la parte inferior. Luego habría más terrazas, ya con presas, molino, bodegas, pequeño zoo y huertas. Y , al otro lado del palacio, el gallinero.  En la parte superior, junto a su dormitorio, alojaba el infante sus colecciones de pinturas, libros y su gabinete de ciencias naturales, para el que encargó a Paret algunas láminas de pájaros que tenía y de su cebra. En estas obras Paret desarrolla un dibujo preciso, colorista, muy vivo y completo, con aguadas. En cuanto a la cebra, que escribe con Z, comentar que el infante D. Luís tenía la única cebra de la que había constancia en España en esos momentos. Una vez muerta, la disecó. En la lámina, aparece también el cepillo que usaban para limpiarla y las mantas para abrigarla.

Oropéndola, 1774, aguada sobre cartulina, donde identifica al macho y a la hembra con números
(Museo del Prado)

Cebra, 1774 (Museo del Prado)

Primera terraza en obras (SIEMA Matritensis)

Huertas del palacio en primavera, por aquí circularía la cebra (SIEMA Matritensis)

Trabajando para el infante se produce también el contacto con el resto de la familia real, como su hermano, el rey Carlos III. En torno al cuadro titulado "Carlos III comiendo ante su corte", de 1771-72, hay muchas incógnitas todavía: ¿ quién se lo encargo en concreto? ¿por qué Paret puso a su antojo una decoración que no se correspondía con la decoración real de esa sala?. Está ambientada en una saleta del palacio real de Madrid, en la que el rey Carlos III seguía un determinado protocolo para comer. El rey comía solo, acompañado de un gran número de cortesanos y de sus perros favoritos. Se ve claramente todo el ambiente político de la época: Grimaldi a la izquierda, el conde de Aranda a la derecha, el cardenal Fernández Portocarrero, etc.

Carlos III comiendo ante su corte , 1772 (Museo del Prado)

Paret se llevaba muy bien con el infante D. Luis de Borbón, el cual era mucho más mayor que él, pues le llevaba veinte años. Juntos se iban de correrías amorosas y fiestas por Boadilla. El asunto llegó a manos del rey, que estaba pendiente de organizarle el matrimonio, desde que el infante había renunciado, con 27 años, a todos sus cargos eclesiásticos como cardenal-diácono. El Consejo de Castilla ordenó el exilio de Paret a Puerto Rico en 1775. Paret no perdió su sentido del humor (como se ve en el autorretrato como campesino puertorriqueño cargando plátanos, cuyo original mandó al rey Calros III con una dedicatoria y él se quedo con la copia).Después, reconsiderarían su caso y, en mayo de 1778, le conmutaron la pena del destierro por alejamiento de la corte, para evitar poder encontrarse con el infante D. Luis. Se asentó en Bilbao, donde se casó con Mª de las Nieves Micaela Fourdinier y accedió también a ser miembro de la real academia de Bellas Artes de Bilbao en 1780. 

Autorretrato de Paret, en 1776 (Museo de Bellas Artes de Puerto Rico)

                                      Maria de las Nieves Micaela Fourdinier, de 1783, muy al gusto francés y 
                                    donde  aparece tocando una serenette (Museo del Prado)

Paret no volvería a encontrarse con su amigo y mecenas, el infante D. Luis de Borbón, quien falleció en 1785. Pero sí gozó el favor de su hermano, Carlos III, que le encargaría en esos años una serie de vistas y planos sobre los puertos del Cantábrico. Reinando Carlos IV, en 1789, Paret es autorizado ya a vivir de nuevo en la corte y regresa a Madrid. De sus últimos años en Madrid el pintor nos ha dejado dos joyas. El 23 de Sept de 1789 juraba como Príncipe de Asturias Fernando VII, escena que mandaron los reyes pintar a Paret. El pintor la terminó en 1791, como indica en su firma. La escena tuvo lugar en el interior de los Jerónimos. Se aprecia en esa Jura de Fernando VII como era la arquitectura y decoración original de esta importante iglesia antes de que los franceses la destrozaran. Se ve el retablo que había mandado poner Felipe II, el presbiterio en alto más ancho y al que se accedía por medio de unas escaleras entre balaustradas laterales, los balconcitos de las tribunas. Arriba, a la derecha, los reyes con un Fernando VII muy niño aún. Gracias a lo que gustó esta Jura de Fernando VII obtuvo puestos importantes en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Un poco después iniciaría unas vistas de Madrid, también por encargo, como la del Jardín Botánico del paseo del Prado, pintada entre 1792-99, y que resultó inacabada la parte derecha. Pensamos que por el fallecimiento de Paret el 14 de febrero de 1799. Un pintor que consiguió, no sólo reflejar los edificios del Madrid que pintaba, sino los ambientes festivos en la capital. Espero que os haya gustado su figura y talento tanto como a mí.

Maribel Piqueras

                                           Jura de Fernando VII, 1791 (Museo del Prado)

                      El Jardín Botánico desde el Paseo del Prado, entre 17922-99 (Museo del Prado)





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