Hoy vamos a disfrutar del primer parque público de Madrid, el Parque del Oeste. La parte más antigua del mismo estaría situada entre la Avda de Séneca y el Pº de Moret, muy cerca del intecambiador de Moncloa. Las obras de construcción de este gran parque comenzaron en 1893 y esta primera fase del mismo nos ocupa hasta su inauguración en 1905. Se extendía sobre el solar de lo que fue el vertedero más grande de Madrid, situado en las afueras, por la zona del oeste, más allá del ensanche madrileño que se estaba edificando entonces. El proyecto fue diseñado por el ingeniero agrónomo y director de jardines del Ayuntamiento de Madrid, Celedonio Rodrigañez y Vallejo. Algunos monumentos de esta primera etapa desaparecieron, sobre todo los dedicados a las guerras de 1898 y las esculturas de héroes de la Guerra de África de 1909, así como el quiosco, cascada o la fuente de la fama de Ribera (ésta la habían trasladado desde Antón Martín a la glorieta del entonces llamado Paseo de coches y hoy la podemos contemplar junto al Museo de Historia de Madrid).
Al final del Paseo de Coches, donde hoy encontramos el monumento a Simón Bolivar, se localizaba el Monumento a los héroes de las Guerras Coloniales, realizado por Julio González Pola y Aurelio Cabrera Gallardo. Se divisaba desde lejos por estar en lo alto de la colina, con su templete con cuatro pares de columnas en las esquinas y cada lado rematado con un frontón; en el centro albergaba la escultura de la madre patria abrazando a un herido; lo remataba una gran esfera de la tierra y, sobre ella, una mujer con laurel y corona; también presentaba esculturas de 3 ms de personajes históricos como Magallanes, Vara del Rey o Núñez de Balboa.
Plano del Parque del Oeste (SIEMA Matritensis)
Monumento a los héroes de las guerras coloniales, que no existe
(Fotografía histórica)
Cuando se jubiló Celedonio Rodrigañez continuó las obras del nuevo parque Cecilio Rodriguez, formado con el anterior, y del cual todos conocemos los famosos jardines que llevan su nombre en el parque del Retiro de Madrid. Decidió quitar del parque todos esos recuerdos de las guerras de 1898 y de África, así como la escultura a Pablo Iglesias que habían colocado durante la República. Pero vino el parón ocasionado por la Guerra Civil, ya que este parque y sus monumentos fueron muy dañados en esta contienda, por estar situado a las puertas de Madrid y de la cárcel Modelo, lo que lo hacía un punto estratégico. Aún hoy encontramos restos de disparos en esculturas, o 3 nidos de ametralladoras del ejército nacional. Cecilio Rodriguez volvió a hacerse cargo del diseño del parque entre 1940-48 y ese paisaje inglés, con su ría, senderos, praderas, colinas y ornamentación de ese fuerte desnivel de 600ms se lo debemos a él. Después, en los años 50 y 60 del s. XX, se amplió la extensión del parque hasta Príncipe Pío, con los conjuntos de la Rosaleda de Ramón Ortiz (1956) o el parque de la tinaja, de los cuales ya hablamos en http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2014/06/ermita-de-san-antonio-de-la-florida.html . Por último se ampliaría con los Jardines del Templo de Debod, inaugurados en 1972.
Torre del Museo de Ámérica vista desde este parque (SIEMA Matritensis)
Faro de la Moncloa desde el Parque del Oeste
(SIEMA Matritensis)
Arco de Moncloa desde este parque (SIEMA Matritensis)
Denso arbolado por todo el parque (SIEMA Matritensis)
Una propuesta de recorrido que hacemos desde SIEMA Matritensis sería la siguiente:
Estatua de José Gervasio Artigas Es un regalo del gobierno uruguayo en 1975 y copia de la que realizó el escultor Juan Luis Blanes en 1898 en la ciudad uruguaya de San José de Mayo. Vestido con las botas pamperas o de gaucho características. Con ella empezamos a recorrer una serie de esculturas y monumentos escultóricos, donde la mayoría están dedicados a héroes americanos. No sabemos la razón: si es por la cercanía del Museo de América o intercambios políticos de la época.
Detalle de las botas del General Artigas (SIEMA Matritensis)
Detalle de la hoja, con forma de abanico del gingko bilova
(SIEMA Matritensis)
Gingko bilova gigante al final de todo un paseo con numerosos gingkos, que tantas
propiedades medicinales tienen (SIEMA Matritensis)
Monumento a José SanMartín. Es copia del que Joseph Daumas realizó para la ciudad de Buenos Aires en 1962, inspirado en la estatua ecuestre de Felipe IV. La escultura ecuestre en bronce de este general que liberó Chile y Perú, falleciendo más tarde en Francia, destaca por su situación en esta plaza elevada rodeado de plátanos.
Conjunto de la bonita plazuela del general San Martín (SIEMA Matritensis)
Detalle de la escultura ecuestre de San Martín (SIEMA Matritensis)
Lago (SIEMA Matritensis)
Sombras y luces en las praderas del parque, que parecen naturales, pero siguen todo un diseño
de paisajismo inglés realizado por Cecilio Rodriguez (SIEMA Matritensis)
Otro rincón de las praderas, con los senderos al fondo (SIEMA Matritensis)
Fuente de la salud: Aunque en el plano de Nogueira ya aparece un manantial en este mismo punto, esta fuente en piedra se debe a obras de reforma de los años 40. Resultó muy popular y se pensaba que sus aguas tenían propiedades medicinales. Incluso se llegó a pensar en hacer un balneario. Las mujeres venían aquí a llenar sus cántaros y botellas, hasta que en los años 60 se comprobó que no era muy saludable.
Vista de la Fuente de la Salud (SIEMA Matritensis)
Ría y manantial. El parque estaba recorrido por el llamado "arroyo de San Bernardino", que se canalizó. Hay un manantial desde donde el agua corre hacia abajo y, por el lado donde no hay manantial, la ría está desarrollada mediante obras de ingeniería hidráulica.
Manantial con su rocalla artificial (SIEMA Matritensis)
Puente de madera sobre la ría, con todo su vergel alrededor (SIEMA Matritensis)
Vista de la ría, con salto de agua. Da la sensación de que estamos recorriendo
la campiña inglesa (SIEMA Matritensis)
la campiña inglesa (SIEMA Matritensis)
Vista general de la ría (SIEMA Matritensis)
Puente y ría con reflejos (SIEMA Matritensis)
Escalera de bajada a la ría (SIEMA Matritensis)
Monumento a Federico Rubio y Galí. Es uno de los dos que quedan de antes de la Guerra Civil, junto al de Concepción Arenal. Está esculpido en piedra y bronce por Miguel Blay y fue inaugurado por Alfonso XIII en 1906, a los pocos años de haber fallecido este importante médico. Federico Rubio desarrolló una gran labor política y de investigación. Es el fundador de la Escuela Profesional de Enfermería en España (1896) y miembro del Real Colegio de Cirujía de Londres. Aparece sentado con autoridad, recibiendo flores de la mano de una madre con su hijo (éstos realizados en bronce).
Grupo escultórico del Dr. Federico Rubio (SIEMA Matritensis)
Monumento a Elena Fortún. Fue financiado por un grupo de amigos de la escritora, cuyo verdadero nombre era Encarnación Aragoneses, más conocida por el nombre artístico de Elena Fortún. Lo realizó José Planes y se inauguró en 1957. En medio aparece la escritora rodeada de sus personajes más famosos: Celia y Cuchifritín.
Elena Fortún rodeada de los personajes de sus libros (SIEMA Matritensis)
Monumento a Miguel Hidalgo. Constituye una reproducción del original realizado en mármol por Enrique Alciati, en 1910, y que está hoy al pie de la columna de independencia del Pº de la Reforma de México. Ese se había hecho para conmemorar el centenario de su ejecución en 1811. Hidalgo era un cura ilustrado, muy culto, que hablaba seis idiomas. Luchaba contra las injusticias que organizaba el virrey del momento, pero en verdad nunca promovió la independencia de España, aunque lo tomen como el germen de la independencia en México. Aquí lo regaló México en 1979. Aparece de pié Hidalgo, con su traje de cura, no de militar y, a los lados las figuras femeninas que simbolizan la Gloria y la Historia. Luce mucho en esta rotonda de gran visibilidad.
Vista general del Monumento a Hidalgo (SIEMA Matritensis)
Placa conmemorativa de que fue regalado por la ciudad de México
(SIEMA Matritensis)
Detalle del realismo en el rostro y vestiduras (SIEMA Matritensis)
Monumento a Miguel Hernández. Justo al otro lado del Pº de Ruperto Chapí, se divisa esta moderno conjunto constituido por un medallón de bronce con el rostro del poeta (basado en un dibujo de Buero Vallejo) y las ocho columnas de piedra caliza que lo rodean, todo situado sobre un muro de piedra arenisca rosácea. Formas geométricas y minimalistas nos muestran el monumento promovido por la Asociación de expresos y represaliados políticos y costeado por el Ayuntamiento. Es obra de Dominguez Iceta y se colocó en este punto en 1985.
Vista general del monumento a Miguel Hernández (SIEMA Matritensis)
Monumento al Maestro. Esta estatua de piedra con un maestro sentado enseñando a un niño fue esculpida por Víctor de los Ríos, por iniciativa del Profesor Dr Chico y Rello. Ambos nombres están inscritos en la base. A lo que se añadió el nombre de la Asociación de la capa española. De expresiones muy dulces en los gestos y rostro. Como anécdota comentar que para hacer de niño posó el nieto mayor de Franco, Francis Franco. Se inauguró en 1965.
Escultura al Maestro (SIEMA Matritensis)
Otra imagen de la misma (SIEMA Matritensis)
Simón Bolivar. Escultura ecuestre del libertador, esculpida por Emilio Laiz Campos, donada por las naciones bolivarianas de entonces e inaugurada en 1970. Situada en la colina donde estuvo el monumento a los héroes de las guerras de 1898. Bajando y, al otro lado de la carretera, encontramos pequeñas esculturas como la llamada "Puerta de Madrid", el mapa de la península ibérica, Juan Montalvo y otros. Aunque nosotros preferimos ascender por la acera de la derecha.
Detalle del monumento a Simón Bolivar (SIEMA Matritensis)
A sus pies una de las primeras visitas después del confinamiento
(SIEMA Matritensis)
Monumento a la Virgen. Una moderna Inmaculada con un rosario se sitúa sobre una columna, en cuyas paredes aparecen tallados los misterios del rosario. Un ángel de pié, en la base. Sólo aquí encontramos una mujer como artista escultora, se trata de la segoviana Prudencia Sanz. Se inauguró en tiempos del alcalde Álvarez del Manzano.
Monumento a la Virgen (SIEMA Matritensis)
Detalle de la moderna Virgen del rosario en bronce (SIEMA Matritensis)
Fuente homenaje a Villanueva. Espectacular esta fuente homenaje al genial arquitecto neoclásico, Juan de Villanueva. En su ejecución intervinieron diversos arquitectos y escultores entre 1946-51 (Victor D´Ors, Santiago Costa, Joaquín Nuñez Vera y otros). Tiene 20 ms de altura y está rematada por la flor de lis de los Borbones para los que trabajó Villanueva. En ella las columnas son parte fundamental, como así sucedió en vida de Villanueva. Todo son formas geométricas y unos pequeños relieves en la base. Estuvo instalada en la Glorieta de San Vicente, hasta que se restauró la Puerta de San Vicente. Entonces se instaló en este punto estratégico en 1995, como indica la placa anexa.
Vista general de la fuente de Villanueva (SIEMA Matritensis)
Detalle de la base (SIEMA Matritensis)
Placa junto a la Fuente de Juan de Villanueva (SIEMA Matritensis)
Placa junto a la Fuente de Juan de Villanueva (SIEMA Matritensis)
Eduardo Rosales da nombre al elegante paseo. Aquí está situada una escultura en piedra del pintor, patrocinada por el CBA en 1922. Aunque aquí no se instaló hasta las reformas urbanísticas de 1968. Pintor especializado en pintura histórica, como el famoso cuadro del "Testamento de Isabel, la Católica". Pasamos el busto de Paul Harris, de 1983, que rinde homenaje al fundador del Rottary Club y llegamos al conjunto escultórico de la Infanta Isabel o "la Chata", cuya residencia estaba en la cercana calle de Quintana. Se encargó en 1951, al celebrarse el centenario del nacimiento de esta primera hija de Isabel II, pero no se inauguró hasta 1955. Intervinieron en el mismo el arquitecto García Loma (que incluso diseñó un mirador para asomarse al parque en su parte trasera) y el escultor Zaragoza, que la representa expresiva, rodeada por un castizo con capa y una florista. Así la hace más cercana al pueblo de Madrid como realmente estuvo en vida la Chata.
Sencilla escultura del pintor Rosales (SIEMA Matritensis)
Conjunto escultórico de la infanta Isabel, enmarcada por columnas y frontón
(SIEMA Matritensis)
Detalle de la Chata (SIEMA Matritensis)
El Templo de Debod merecería toda una entrada del blog para él solo. Las primeras referencias a este templo las realizaron exploradores del s. XVIII en el Nilo. Ya en el s. XIX tenemos más información del mismo. Primero una muy detallada, recogida por Johann Ludwig Burckhardt, por orden de Napoleón. O también las litografías de pintores viajeros ingleses como David Roberts. En 1907, cuando se construyó la primitiva presa de Assuan, las aguas lo sumergían casi todo el año, menos en verano. Cuando en la década de los 50 del siglo XX Egipto promovió la realización de una segunda presa en la zona, la UNESCO emprendió la "Campaña de Nubia" en 1959. España creó entonces un comité de arqueólogos para salvar el patrimonio de la zona, al mando del Prof Martín Almagro. Rescataron yacimientos arqueológicos y templos en las áreas de Abum Simbel, File y Nubia y crearon un importante fondo egipcio y de Nubia para el Museo Arqueológico Nacional.
Litografía del templo de Debod realizada por David Robert en 1838
(Blog Amigos de Egipto)
Desde 1961 hasta 1970 el templo estuvo almacenado en la cercana isla de Elefantina. En 1968, el Gobierno egipcio se lo regaló a España en compensación por la ayuda prestada. Así que en 1970, con todos los permisos, los bloques fueron transportados hasta el puerto de Alejandría, desde donde un barco los llevaría al puerto de Valencia y, desde allí, a Madrid. Martín Almagro se encargó de la reconstrucción. Con tanto traslado se perdieron bastantes bloques que se sustituyeron por otros de piedra (dejando claro que eran réplicas). El director de jardines, Miguel Herrero Palacios se encargó de diseñar el jardín del templo de Debod en el solar donde estuvo el cuartel de la montaña. Recreando un estanque como si fuera el ambiente del Nilo o muchas palmeras conformando la vegetación alrededor. El 20 de julio de 1972 quedó inaugurado este Jardín del Templo de Debod, que sería lo último en realizarse dentro del amplio Parque del Oeste. El templo estuvo dedicado primero a Amón y luego a Isis. Presenta importantes relieves del s. II a.C y también otros añadidos en la época romana, como el vestíbulo con columnas de acceso.
Mapa de localización de Debod (SIEMA Matritensis)
Vista general del conjunto del templo. En los portones primeros había también adosados
muros en los laterales, que se perdieron (SIEMA Matritensis)
Perfecta simetría de huecos (SIEMA Matritensis)
Parte principal, donde se localizan los relieves y, también los añadidos
romanos (SIEMA Matritensis)
Junto a estos Jardines del templo de Debod y, disfrutando de sus vistas, podemos hacer una parada en la terraza del Palacete de Rosales, donde picotear y tomar algo fresquito en el verano. También es aconsejable ver el atardecer desde el Mirador del jardín del templo de Debod, con espectaculares vistas de Madrid. En fin, un remanso de paz, naturaleza y arte que gustamos de disfrutar y conocer con vosotros. Recordamos que podéis seguirnos en las redes. Twitter e Instagram @siemamadencanto; Facebook Siema Matritensis; web www.siema.es o mail info@siema.es; aparte de contactar y comentar en las redes o por el propio blog, aunque se que os gusta charlar después de cada visita. Disfrutar de Madrid también en el verano.
Maribel Piqueras
Antes de llamarse Jardín del Templo de Debod era el Parque de la
Montaña, como recuerda esta placa (SIEMA Matritensis)
Grandes áreas de palmeras rodean el templo (SIEMA Matritensis)
Vistas desde el Mirador que se encuentra en estos jardines del templo de Debod
(SIEMA Matritensis)
Grupo de SIEMA Matritensis disfrutando del atardecer desde aquí
(SIEMA Matritensis)
Terraza del Palacete de Rosales, con vistas al Parque y suficiente amplitud por sus tres lados,
para picotear y descansar tomando algo fresquito. (SIEMA Matritensis)