martes, 20 de junio de 2023

El Jardín de la Fundación Juan March

 El jardín de la Fundación Juan March, con sus 1600m2, forma parte de este moderno centro cultural contemporáneo en pleno barrio de Salamanca, con entrada por la fachada que da a la calle Castelló nº 77. La Fundación Juan March la creó, en 1955, el famoso financiero español Juan March Ordinas. Con el nieto del fundador, Juan March Delgado, se convocó un concurso para realizar un edificio nuevo y lo ganó el arquitecto José Luis Picardo en 1971. El nuevo edificio, de 18000m2, se inauguró en 1975. A esos habría que añadir el jardín. Consta de un auditorio y el salón azul, biblioteca, salas de exposiciones y una gran colección de arte contemporáneo que ha ido aumentando con el tiempo, hasta llegar a las 1900 obras. El diseño paisajístico del jardín podemos decir que sigue el concepto de arte global, ya que integra en un mismo espacio arquitectura, escultura, vegetación y agua. Utilizando variados materiales para todo ello. Desde las puertas y verjas de acceso, hasta las diversas esculturas y sus peanas, así como la pérgola, estanques, caminos, muretes.

                         Vista general del edificio Fundación Juan March y, al fondo, se perciben
                             los járdines, que fue lo último que se diseño (SIEMA Matritensis)

En el archivo fotográfico de la Fundación Juan March, con la signatura 259349, vemos el edificio del mismo en construcción, fechado en 24-01-1974 y todavía no estaban los jardines, que es lo último que se terminó. A la izquierda del mismo se extiende el gran jardín con el patio de la Fundación Juan March. Dos grandes esculturas de su colección permanente nos reciben ya desde el exterior del edificio. "Lugar de encuentro VI" , de Eduardo Chillida (1975) y el "Órgano", de Eusebio Sempere (1977). La de Chillida, en un primer momento se pensó en colgarla dentro del edificio, pero luego se desestimó por el excesivo peso. Chillida crea un conjunto donde juega con los espacios y los volúmenes, donde se encuentran ambos, con la misma idea que tiene la Fundación Juan March, de ser un lugar de encuentro intelectual, cultural, abierto. Aunque está realizada con pesado hormigón armado, Chillida lo trató con ácido clorídico para poder cambiar el color y la misma textura de ese material haciéndola más rugosa.

                              "Lugar de Encuentro VI ", de Eduardo Chillida, 1975 (SIEMA Matritensis)

Luego vemos el "Órgano" de Sempere, constituida por diferentes varas de acero inoxidable, que al colocarla se le añadió un motor para moverlo. Pero hoy en día no se utiliza, ya que sólo el viento es suficiente para mover esas varas de acero, y crear sonido o cambios de luz. 

                     "Órgano" de Eusebio Sempere, acero inoxidable, 1977 (SIEMA Matritensis)

Desde el interior se puede acceder por la tienda al jardín de la Fundación Juan March. José Luis Picardo diseño una puerta de bronce de dos hojas para acceder al patio desde la sala de exposición, aunque hoy en día lo imposibilita un cristal. Esas puertas están decoradas con hierbas en diagonal, así se integran mejor en el espacio al cual van a dar acceso. Pasamos entonces a un gran patio rectangular, con un centro de arena en medio (también rectangular) rodeado por suelo de pizarra. En uno de los lados están el estanque con murete, cascada y escultura de M.Chirino ("El viento de Balos", 1977) y, en el otro extremo, junto a la verja de la calle, vegetación y las dos esculturas de Torner y Berrocal. Aparte de alguna otra de la exposición temporal que hay ahora mismo. 


  Puertas en bronce de José Luis Picardo, que comunican la sala de exposiciones
                     con el  jardín de la Fundación Juan March (SIEMA Matritensis)


 "El viento de Balos", 1977, de M. Chirino (SIEMA Matritensis)

                         En esta parte izquierda del patio vemos al fondo " Castilla: la rectitud de la cosas", de                             Torner, 1983 y parte de un mini de la exposición temporal actual (SIEMA Matritensis)

Gustavo Torner en "Castilla: la rectitud de las cosas" (1983) utiliza el acero cortén en toda ella, llegando hasta el propio suelo. Sus líneas rectas, la sobriedad y finura buscan reflejar esa austeridad y verdad de las tierras castellanas.  Su diseño en ángulos rectos y líneas rectas contrasta con la escultura cercana de "Almudena", diseñada por Miguel Ortiz Berrocal. Fundida en bronce en el taller de los hermanos Bonvicini de Verona cuando nuestro artista residía en Italia. Es toda ella más maciza y llena de nudos y curvas.

                                   "Almudena", de Miguel Ortiz Berrocal (SIEMA Matritensis)

Ahora tenemos una gran oportunidad de verlo, a la vez que disfrutamos de la muestra temporal "Escala: escultura (1945-2000)". Mediante esta nueva exposición en la Fundación Juan March encontramos como la escultura contemporánea desde 1945 desarrolla las diferentes acepciones del concepto de escala, tanto como mera medida, así como progresión o proporción. Cambia nuestra visión de la misma según los diferentes tamaños que veamos juntos y el espacio en que están situados. Muy impactante, por ejemplo, esa gran rata descompensada sobre una cama con una persona a tamaño natural. Los artistas utilizan el espacio exterior para hacer una auténtica escenografía y montaje único con sus obras de arte. Por ejemplo en el tamaño del "Miniscort" de Elisabeth Wright, de 1999, utilizando aluminio, metacrilato, acero y piezas de coche reales. O los "Three chinese" de Juan Muñoz, de 1999, a escala menor de la real y que se pueden ver paseando por un camino del jardín.

   Vista interior de la exposición, que también se extiende al jardín. Ahí vemos la obra de Katharina Fritsch "Man und Maus", 1991-92, de la Kunstsamulung Nordheim (Fundación March)

"Miniscort", de Elisabeth Wright, 1999 (SIEMA Matritensis)

"Tres chinos", de Juan Muñoz , 1999, en bronce (Fundación Juan March)

Descendemos por unas pequeñas escaleras hasta la cafetería, que se nos muestra realizada con elementos del propio jardín, rodeada de agua, piedras, recortes de boj y de falso jazmín. Justo después de la cafetería entraríamos en el jardín privado de la Banca March, del que no se permiten realizar fotografías. Luego seguimos descendiendo por una pequeña rampa hasta la pérgola de hierro, bajo la que se exponen piezas de la muestra temporal, en este caso veríamos fragmentos de la novela de  Munster por Dominique Gonzalez Foerster, 2007. Antes del estanque los "artefactos para un sedente rodante", de madera, realizados por el estudio de diseño los diez. Por el cenador del fondo se escucha la escultura sonora a base de grabaciones de aves, por Oswaldo Macia , 1999. 

Detalles del estanque que va rodeando la cafetería bajo la pérgola (SIEMA Matritensis)


Entrada a la Biblioteca de préstamos de la Fundación Juan March
desde el jardín  (SIEMA Matritensis)

También encontramos dos esculturas permanentes pertenecientes a una colección privada y que están en depósito en la Banca March. El impresionante "Laberinto húmedo", de Cristina Iglesias , del 2016, realizado con polvo de bronce, resina de poliester, fibra de vidrio y acero inoxidable. A mí particularmente me gusta más que sus puertas para el cubo de Moneo en el museo del Prado. Y, para terminar, como no mencionar la maravillosa escultura de Blanca Muñoz, "Talismán II", también del 2016, y situada al otro lado del gran estanque. Esta escultura de acero inoxidable es como un ser vivo, que va cambiando según recibe la luz del sol en las diferentes horas del día. Regresamos hacia la estancia de biblioteca de préstamos de libros que facilita la Fundación Juan March y que comunica también con el jardín. Desde aquí agradecer a la Fundación Juan March, y a su director de Comunicación, Guillermo Nagore, las facilidades dadas para realizar esta entrada y seguir difundiendo ese patrimonio  tan especial y variado que tiene Madrid. Aprovechad, porque esta es una ocasión única hasta el 2 de julio. 

Maribel Piqueras










miércoles, 14 de junio de 2023

Rascainfiernos de Fernando Higueras

 Desde aquí queremos agradecer a Lola Botia su esfuerzo por mantener el legado del arquitecto Fernando Higueras y convertir en Fundación Fernando Higueras la última vivienda y estudio de este genial arquitecto, conocida como Rascainfiernos. Pude visitarla recientemente y estoy encantada de poder escribir unas líneas sobre la misma. Vendría a completar otras entradas de este blog dedicadas a la figura de Fernando Higueras, que deberían revalorizar por todo lo que aportó como genial arquitecto. http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2019/04/el-arquitecto-fernando-higueras-y-madrid.html  http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2021/07/fernando-higueras-en-pozuelo-santa.html. La primera de ellas se refiere a la exposición retrospectiva de Higueras, que la misma Lola Botia organizó en el Museo ICO en el 2019. Y la segunda de esas entradas al blog nos remite a la última obra maestra de Higueras en Madrid, la Iglesia de Santa María de Caná. Aunque realmente la última sería Rascainfiernos, situada en la calle Maestro Lasalle nº 36 de Madrid. 

                         Fernando Higueras tocando la guitarra clásica ( SIEMA Matritensis, foto
                              tomada de la muestra en el Museo ICO en 2019 )

Retrato de su primera mujer, Elena Cárdenas, realizado porHigueras en 1950
 ( SIEMA Matritensis, foto tomada de la muestra en el Museo ICO, 2019 )

En un momento muy complicado de su vida, con escasos clientes para su obra y una matrimonio a punto de separarse, Fernando Higueras compró unos terrenos en 1972 para hacer una pequeña vivienda a su mujer y sus cinco hijos. El jardín en la parte trasera contaba con licencia para piscina. En ese jardín y, separada de la vivienda para su mujer, pensó en construirse una vivienda como cueva, volviendo a los orígenes, a la naturaleza, un "rascainfiernos" como término opuesto a los rascacielos. Es una obra que tardó mucho en hacerse. En parte porque el espacio era muy pequeño y no podían ayudar grandes maquinarias entrando en el jardín de la vivienda y, además, Higueras se llevaba tan mal con su mujer que el que supervisaba las obras era su amigo, el pintor y arquitecto donostiarra, José Manuel Ábalos. Excavaron dos plantas cuadradas, de 9 x 9 m2, iluminadas por luz cenital a través de cuatro tragaluces de 2x 2m2. Se creaba un microclima independiente de la temperatura exterior, sin necesidad de recurrir a calefacción ni aires acondicionados.

Claraboyas exteriores para la luz cenital de Rascainfiernos 
( Foto de mi amigo Carlos Osorio)

Vivienda de su familia en la parcela, por donde se entra al jardín y es la 
fachada que se aprecia desde la calle (SIEMA Matritensis)

Vista general de las dos plantas de Rascainfiernos (SIEMA Matritensis)

Planos de la vivienda ( expuestos en la muestra del museo ICO)

Este espacio tiene 8 metros de altura, sin tabiques ni ventanas, sino con muros de hormigón. Hay además, como vemos en el plano, una quinta claraboya para el descansillo de la escalera. Aquí vivió Fernando Higueras sus últimos años, hasta que falleció el 30 de enero del 2008. De sus muros cuelgan planos, fotos, obras de arte. Él mismo diseñó también todo el mobiliario: mesas, sillas bajas y muy cómodas, muebles de cocina, etc. En el sótano primero encontramos la pequeña cocina, el dormitorio y salón y un baño. El dormitorio está adaptado ahora a museo y se quitó la cama, metiendo archivadores y libros. En el sótano segundo una gran sala estudio de arquitectura y un baño. Llama la atención la sencillez y modernidad del mobiliario, completamente de vanguardia. 

Salón y biblioteca presidido por el dibujo de Antonio López de la corona 
de espinas en construcción (SIEMA Matritensis)

Pequeña cocina integrada y diseñada por él mismo (SIEMA Matritensis)

Escalera de caracol de madera de entrada a la vivienda, iluminada el 
hueco por una quinta claraboya (SIEMA Matritensis)

Luz cenital (SIEMA Matritensis)

Las paredes se nos muestran "empapeladas" por fotografías y planos, como éstas imágenes 
familiares que colgaban en su dormitorio (SIEMA Matritensis)

Su antiguo dormitorio transformado en la actualidad (SIEMA Matritensis)

Archivadores en su dormitorio (SIEMA Matritensis)

Ir a Rascainfiernos es ambientarnos en la obra y vida de Fernando Higueras. No es para nada un arquitecto brutalista, como se ha dicho alguna vez en la prensa, sino que aquí percibimos su amor por la belleza, la naturaleza, los orígenes del hombre con sus primeras viviendas subterráneas. Yo le veo muy relacionado con la arquitectura orgánica de Frank Lloyd Wright y con la arquitectura popular. A través de fotos y planos que cuelgan de las paredes vemos la evolución de su obra, desde su "refugio de alta montaña" (1958), hasta el proyecto premiado de las "diez residencias de artistas en el Pardo" , pasando por las casas particulares a Lucio Muñoz en Torrelodones, a Cesar Manrique en Cercedilla. Así como las viviendas militares, el Instituto de Patrimonio Cultural, las viviendas en Somosaguas, Santa María de Caná. Muy interesante todo su trabajo en las islas Canarias, como el maravilloso hotel Las Salinas (en hormigón blanco y con espectaculares jardines colgantes) y todos los proyectos que hizo en Lanzarote, también bajo suelo. 

Sala estudio en el sótano segundo (SIEMA Matritensis)

Casa de César Manrique en Cercedilla con la terraza volada (SIEMA Matritensis)

Diferentes imágenes de las Salinas (SIEMA Matritensis)

Sillas y muebles bajos diseñados por él mismo. Doy fe de lo cómodos que son 
(SIEMA Matritensis)

Esquemas de arquitectura subterránea pensados para Lanzarote, antes de construir Rascainfiernos
SIEMA Matritensis )

Desde aquí agradecemos a Lola Botia el gran esfuerzo que hace para mantener Rascainfiernos y la Fundación Fernando Higueras sin ningún tipo de ayuda. Así que hacemos un llamamiento para que la consejería de cultura del Ayuntamiento de Madrid o la Comunidad de Madrid lo tomen en cuenta para disponer de un nuevo museo en Madrid dedicado a este genial arquitecto que tanto aportó  a la capital de España y a la arquitectura. Merece la pena cuidar y promover su legado. Fernando Higueras es un auténtico genio, que muchas veces vemos oculto por la atención de los medios a su ajetreada vida personal o a los artistas que decoraron sus obras, cuando él fue el genio arquitectónica detrás de las mismas. Os paso  también los datos de contacto por si queréis visitarlo.

Maribel Piqueras

Las visitas a la Fundación se realizarán  con cita previa, abierta a todos los públicos, a través de nuestro correo-e: 

 fundacionfernandohigueras@gmail.com 

Tlfn: 913 450 755
C/ Maestro Lasalle, 36 - 28016 Madrid