La Quinta de los Molinos es un jardín situado entre la calle Alcalá y la calle Juan Ignacio Luca de Tena, junto al metro Suanzes. Ya no es un gran desconocido en este Madrid, además también es uno de los jardines públicos que más horario de apertura tiene (desde 6.30h-22h en primavera y verano). Las fincas situadas en este camino de Alcalá se pusieron de moda entre la nobleza del sXVIII para desarrollar en ellas quintas con espíritu ilustrado y científico en los cultivos, así como lugares de ocio. Esta propiedad y muchas más alrededor pertenecieron al Conde de Torre Arias. El VI Conde de Torre Arias, D. Alfonso Pérez de Guzman el Bueno, regaló en 1920 esta porción del parque que conocemos al arquitecto D. Cesar Cort Boti y, a cambio, éste le construyó al Conde un palacio en la calle General Martínez Campos. Pero al fallecer el arquitecto, en 1978, este parque quedó un poco abandonado hasta que la familia Cort firmó un convenio con el Ayuntamiento en 1982, por el cual se podía edificar la parte no arbolada del N de la finca y convertir la Quinta de los Molinos en jardín público.
Uno de los molinos que dan nombre a la finca, situados en las partes más
altas de la misma (Foto SIEMA Matritensis)
La Quinta debe su nombre a dos molinos, como el de la foto superior, que se trajeron de los EEUU por la familia Cort en los años 20. Para esos años significaban una estructura metálica eólica muy moderna con la cual extraer agua de los pozos para regadío de la finca. En toda la finca se notan los orígenes alicantinos de la familia Cort que plantó, utilizando modernas tecnologías, grandes extensiones de almendros, olivos y pinares que le recordaran a su tierra. Parece que estamos de paseo por una finca junto al Mediterráneo, ya que todo el diseño es muy natural, con sus senderos, cultivos, fuentes bajas y anchas, paredes blancas, etc...La sencillez y pureza de líneas es la nota característica del recorrido. Desde la calle nada indica que tras una estructura sencilla de una sola altura que estemos a la entrada de la finca. Pasando por esos arcos arcos abovedados, pintados de rosa y crema, con entradas diferenciadas para carruajes o peatones se puede iniciar el recorrido por un paseo asfaltado rodeado de plataneras.
Entrada vista desde la calle Alcalá, con el cártel
indicativo (Foto SIEMA Matritensis)
Pórtico de entrada (Foto SIEMA Matritensis)
Pequeña plaza junto a la entrada
(Foto SIEMA Matritensis)
Avenida de plátanos (Foto SIEMA Matritensis)
Contraste de colores y plantas junto a la avenida central
de plataneros (Foto SIEMA Matritensis)
Esa avenida es la única asfaltada. Se le echó cemento sobre el bonito empedrado original. En las primeras fuentes nos desviamos hacia una pequeña alberca y gruta hacia la izquierda. Toda la finca está llena de albercas y fuentes bajas, de ladrillo y cal la mayoría.
Gruta artificial (Foto SIEMA Matritensis)
Alberca al lado de la gruta
(Foto SIEMA Matritensis)
Después, a través de caminos de tierra nos metemos entre almendros en flor (si estamos en marzo, que es la época más bonita para visitar el parque) y nos vamos aproximando a una vaguada cerca de la zona más urbanizada junto al palacete y estanque ovalado. La finca cultiva también olivos y todo una flora típica del Mediterráneo. En la época de floración de los almendros parece que te encuentras en Japón por la cantidad de flores que se ven y todo bien alineado.
La Quinta de los Molinos contiene diversos campos de almendros
(Foto SIEMA Matritensis)
Los más de 4000 almendros aparecen alineados perfectamente
(Foto SIEMA Matritensis)
Otra de las vistas (Foto SIEMA Matritensis)
(Foto SIEMA Matritensis)
Los más de 4000 almendros aparecen alineados perfectamente
(Foto SIEMA Matritensis)
Otra de las vistas (Foto SIEMA Matritensis)
Vista de los campos de olivos, rodeados de pinos y cedros
(Foto SIEMA Matritensis)
Más olivos (Foto SIEMA)
Puente bordeado de mimosas en flor (Foto SIEMA Matritensis)
Cesar Cort era un hombre a la última en cuanto a novedades arquitectónicas. Fue profesor de urbanismo en la Escuela de Arquitectura y también Concejal del Ayuntamiento. Este palacete de tres plantas y cinco alturas (en la parte de la torre), construído entre 1925-40, sigue las teorías del racionalismo de la Escuela Vienesa y nos recuerda al palacio Stoclet de Bruselas de Joseph Hoffmann. En el periodo de entreguerras se siguió mucho esta línea arquitectónica, por eso la fachada se nos muestra desnuda y con líneas rectas muy marcadas. La torre es de volúmenes decrecientes y denota cierto clasicismo con los frontones. También Adolf Loos mencionaba que no quería nada de historicismos y que la ornamentación era un crimen. Al aproximarnos al palacete el jardín cambia el diseño para desarrollar más campo de cesped y decoración floral, así como numerosas fuentes y bancadas de piedra para sentarse alrededor de placitas muy decoradas. Es en esta zona cerca del palacete donde se oye el murmullo del agua que corre, tanto en fuentes bajas de reminiscencias hispano-árabes, como en otras más de art-decó de la época, así como el rumor del chorro central del estanque.
Vista general de la residencia principal o
palacete Cort (Foto SIEMA Matritensis)
Detalle de la fachada, con esa pureza de líneas y volúmenes
(Foto SIEMA Matritensis)
Pequeña fuente situada en el lateral izquierdo del
palacete (Foto SIEMA Matritensis)
Fuente con conchas a diferentes niveles
(Foto SIEMA Matritensis)
Estanque y fuentes junto al parterre frente al
palacete (Foto SIEMA Matritensis)
Otras de las numerosas fuentes decorativas (Foto SIEMA Matritensis)
Otras de las numerosas fuentes decorativas (Foto SIEMA Matritensis)
Estanque y fuentes altas frente al parterre
(Foto SIEMA Matritensis)
Una de las múltiples plazas del parque (Foto SIEMA Matritensis)
Estanque grande con el surtidor en medio y embarcadero
al fondo (Foto SIEMA Matritensis)
Antigua pista deportiva de tenis, que luego se
usó como campo de futbol (Foto SIEMA Matritensis)
Molino junto a la casa de verano
(Foto SIEMA Matritensis)
Cerca se sitúa la llamada "Casa del Reloj" o casa de verano de la familia, de decoración más española, con galerías de arcos y cubiertas de teja. La torre del reloj es la nota moderna y discordante del estilo rústico mediterráneo de la casa. Junto a ella un molino que funciona y el invernadero.
Vista de la casa de verano o del reloj
(Foto SIEMA Matritensis)
Torre del reloj (Foto SIEMA Matritensis)
Antiguo invernadero (Foto SIEMA Matritenis)
Fuente y estanque del merendero (Foto SIEMA Matritensis)
Pila del merendero (Foto SIEMA Matritensis)
También el estilo "art decó" que se desarrolló en España desde 1925 hasta 1936 está presente en algunas fuentes. El estanque ovalado con fuente central le da cierto aire romántico, pero siempre inmerso en lineas constructivas muy sobrias. En el lado derecho de la avenida central hay grandes zonas de almendros, olivos, junto a praderas y pinares y eucaliptos. Campos de lirios se colocan el las laderas. Se han plantado más recientemente paseos de lilos. En definitiva, mucho más que campos de almendros en flor, lo cual lo hace más atractivo para ser visitado en cualquier momento de la primavera. Anímense a conocerlo. Justo en frente del parque, un negocio con encanto que lleva un año abierto. Se trata del restaurante Vicky , donde sus tonos blancos, grandes cristaleras y plantas en las paredes, parecen ser una prolongación de la propia Quinta de los Molinos. Ya sabes que puedes seguirnos en facebook Siema Matritensis o en twitter @siemamadencanto. Y para cualquier duda o ganas de que te organicemos una visita también puedes contactar con info@siema.es. Hasta pronto.
Frutales y eucaliptos al fondo (Foto SIEMA Matritensis)
Pinares (Foto SIEMA Matritensis)
Fachada del restaurante Vicky (Foto SIEMA Matritensis)
Comedor interior (Foto SIEMA Matritensis)
Mesas junto a la barra (Foto SIEMA Matritensis)