lunes, 22 de noviembre de 2021

Palacio de los Marqueses de Fontalba, hoy Fiscalía General del Estado

 Gracias a la iniciativa de "Bienvenidos a Palacio" pude acceder este fin de semana al Palacio del Marqués de Fontalba por dentro. Os animo a conocer algo más la interesante historia de su propietario y de los artistas que intervinieron en la construcción y decoración del mismo. El marquesado de Fontalba es un título nobiliario que fue creado el 29 de mayo de 1894 por la regente MªCristina de Habsburgo para el arquitecto Francisco de Cubas y González Montes, que ya había recibido previamente el marquesado pontificio de Cubas (1886), título que no tiene nada que ver y puede confundir con el marquesado de Cubas español, creado por Isabel II y era el que ostentaba Carlos Falcó, por ejemplo. Por tanto, el famoso arquitecto Francisco de Cubas fue el I Marqués de Fontalba. Conocido por proyectar varias residencias nobiliarias en Madrid, especialmente en el cercano Paseo de Recoletos (para el Duque de Sesto o para los López Dóriga), así como importantes arquitecturas religiosas en el Madrid de fines s. XIX, como la iglesia de la Sta.Cruz o la catedral de la Almudena, de cuyo gran proyecto inicial sólo se terminó la cripta. Por cierto, en ella se encuentra la capilla funeraria de los marqueses de Cubas y los Condes de la Almudena, título que llevaría por primera vez su hijo.

                               Capilla funeraria de Francisco de Cubas en la cripta de la Almudena
                                                                    (SIEMA Matritensis)

Capilla de los Condes de la Almudena en la cripta de la catedral. Aquí yacen los primeros condes, 
el II Marqués de Fontalba (SIEMA Matritensis)

El hijo de Francisco de Cubas, Francisco de Cubas y Érice, heredó el título de II Marqués de Fontalba. Se casó en 1891 con Encarnación Urquijo y Ussía, hija de los famosos banqueros que asesoraban al rey Alfonso XII. El matrimonio tuvo 7 hijos. Este II Marqués de Fontalba eligió los solares en torno a la Castellana, donde se situaban las mejores residencias aristocráticas del nuevo Ensanche madrileño. El eje de los tres paseos (Prado, Recoletos y Castellana) se llenó de palacetes desde finales s XIX y hasta los años 20. Y aquí, en la zona de la huerta de Loinaz, proyectó en 1911 la residencia para su gran familia el arquitecto José María Mendoza y Ussía, también familiar, que se había formado con el propio Francisco de Cubas y o con Ricardo Velázquez Bosco. Fue modelo para las residencias aristocráticas de la arquitectura de la restauración alfonsina. Concibió una arquitectura ecléctica, donde mezclaban el arte clásico, con el modernismo y las nuevas tecnologías de cristal o metal. Ocupaba una planta rectangular de 985m2, como edificio originalmente exento y rodeado de jardines. Se organizó el espacio en tres plantas más los sótanos (aquí se ubicaron la cocina, bodegas, despensas, depósito de carbón o comedor de la servidumbre. Hoy reconvertidos esos espacios en biblioteca y archivos). En la planta baja los despachos del marqués, el comedor de gala, la centralita o la capilla. La primera planta era para las estancias privadas o dormitorios, tanto de la familia como de invitados, así como baños y tocadores. El último piso lo formaban los espacios para la servidumbre.


Francisco de Cubas y Érice, II Marqués de Fontalba (título que ostentó entre 1899-1937)

Palacio del Marqués de Fontalba con la fachada original

Gustó tanto el diseño que el Ayuntamiento de Madrid le otorgó el premio a la mejor casa construida en 1912, premio que les llegó unos años después, en 1914. El II Marqués de Fontalba, Primer Duque de Cubas y Primer Conde de la Almudena fue asesinado en 1937. En 1944 el ejército lo compró y lo utilizó como Consejo Supremo de Justicia Militar. Aquí, por ejemplo, se celebraron las vistas del Tejero por el 23-F. Desde 1991 funciona como Fiscalía General del Estado. Ha sufrido a lo largo de siglo XX y XXI varias remodelaciones. Una grande en 1997 y la última es del 2006, como indica la placa en la entrada por la calle Fortuny. Esas remodelaciones han tocado la fachada principal, en su parte central sobre todo, dejando sólo el arco central de entrada y poniendo dos pequeños ventanales con forma de arcos a sus lados. También quitaron los sillares que le daban un toque clásico y el mirador acristalado con columnas de la parte central, dejando solo ventanales rectos. Igualmente ya no lo remata el escudo de los marqueses de Fontalba. El resto de muros de la fachada y huecos con su decoraciones se mantiene igual. Comparando la fotografía histórica de principios s XX con la actual se ven claras las diferencias.
Fachada actual del Palacio Marqués de Fontalba, que da a la Castellana
(SIEMA Matritensis)

Vista de la fachada con la fuente y jardines delanteros, que en su momento, fueron los más importantes y de gran extensión, como era lo normal en los palacios de fines s XIX (SIEMA Matritensis)

Restos de la portería original del palacio por la entrada desde la Castellana
(SIEMA Matritensis)

Vista de los jardines, portería a la derecha, y verja de separación del palacio con 
respecto al Pº de la Castellana (SIEMA Matritensis)

    Para lograr una mayor intimidad separaban la entrada al palacio mediante jardines hacia el paseo. Por esa verja se accedía en carruaje o coche. Tras atravesar el vestíbulo subías al patio central, en torno al que se distribuyen todos los espacios. Desde el primer momento estaba cubierto por esa gran vidriera de cristal de principios de siglo. Localizamos una firma, en la esquina derecha de la misma, pero no era de la casa Maumejean. En esta planta baja, en un lateral se ubicaba la habitación para el sacerdote, la capilla y la sacristía. Hoy son despachos. En la parte central visitamos lo que fue el comedor de gala, comunicado con la antigua  sala de billar, y otras salas. También estaba en esta planta el despacho del marqués (hoy ocupado como despacho del Fiscal General) y una pequeña habitación donde se colocó la primera centralita telefónica, que comunicaba también los espacios interiores de un palacio de Madrid. La diseñó Siemens. Lo que más impacta en la visita es la decoración espectacular de este patio central cubierto. Fue diseñada por el escultor Ángel García . Este artista se había formado en las obras del Palacio de Fomento (hoy Ministerio de Agricultura), pero después intervendrá en mucha decoración de los edificios madrileños, repitiendo los mismos modelos. Por ejemplo es el artífice de las cariátides del antiguo Banco del Río de la Plata o de esculturas en el Palacio de Comunicaciones (donde disponía de un taller de 130 operarios tallando piedras). Tal era su valía que en 1933 le nombraron titular de la cátedra de escultura decorativa y ornamentación de la escuela superior de la escuela superior de pintura, escultura y grabado. Tras la guerra civil volvería a su labor como docente.

Vista de la galería superior del patio y la moderna vidriera (SIEMA Matritensis)

Detalle de las volutas modernistas con hojarasca del patio (SIEMA Matritensis)

Maravillosos trabajos del escultor Ángel García en el patio, que van en aumento en la balaustrada del piso superior, arcos, enjutas y cornisas. Realizados en estucos que, muchos se pintaban después con óleo y patina (SIEMA Matritensis)

Espectacular vista del patio con la escalera al fondo y sus lámparas de época, que son de cristal y bronce, muchas de la Granja o cedidas por Patrimonio Nacional (SIEMA Matritensis)

En el patio se muestran unas vitrinas con objetos curiosos relacionados con la Fiscalía General del Estado. La antigua sala de billar comunicaba con el comedor de gala. Todavía se puede ver el techo de casetones de zinc, que imitan el estilo renacentista, y las puertas originales de finas maderas con bronces y con espejos en uno de los lados. El comedor de gala sí presenta el suelo de maderas original, pero las lámparas son de cristal de la Granja, los relojes o jarrones están en depósito por el Museo  Nacional de Artes Decorativas o por Patrimonio Nacional, así como muchos de los cuadros que pertenecen al Museo del Prado. La pequeña sala del consejo fiscal, con su mirador acristalado a los antiguos jardines. Pero hoy han perdido esas vistas por las viviendas que se construyeron en la parte trasera del palacio. En ella llaman la atención unos pequeños cuadritos que son copia de las pinturas que adornan el Tribunal Supremo.  Otra sala de reunión muestra los regalos recibidos desde otros países y cuelga de sus paredes un tapiz flamenco.

Puertas originales de madera y cristal en la que fue la antigua Sala Billar
(SIEMA Matritensis)

Techo de casetones de zinc pintados de gris  y lámpara de cristal de la Granja en 
la antigua Sala Billar (SIEMA Matritensis)

El que fuera Comedor de Gala hoy es gran sala de juntas, pero mantiene el suelo original. Todo el resto de decoración son obras en depósito provenientes de diferentes museos (SIEMA Matritensis)

Detalle del suelo del antiguo comedor (SIEMA Matritensis)
Jarrón en el comedor. Al fondo la decoración en mármol y bronce de las paredes
(SIEMA Matritensis)

Reloj del comedor (SIEMA Matritensis)

Relojes y candelabros a juego en lo que fue el antiguo comedor de gala (SIEMA Matritensis)


Lámpara chandellier de cristal de la Granja (SIEMA Matritensis)

Pequeña sala del consejo fiscal con mirador semicircular (SIEMA Matritensis)

Pequeños cuadros que representan el Derecho Natural y Derecho Romano y copian la decoración que se encuentra en el Tribunal Supremo. Cuelgan en sala del consejo fiscal (SIEMA Matritensis)

Mirador de cristal visto desde el exterior (SIEMA Matritensis)

Otra de las salas de reunión de la parte baja con tapiz flamenco en la pared (SIEMA Matritensis)

Moderna sala de recibir cuando viene alguna autoridad extranjera (SIEMA Matritensis)

Desde esta planta baja, que es la de los salones abiertos al público, pasamos por la escalera principal hacia el piso de arriba. Impresiona la escalera de mármol con balaustrada de madera y adornos modernistas de bronce. Así como la decoración de estucos modernistas vegetales del techo de la misma. En esta primera planta, donde antes se disponían los dormitorios y otras habitaciones privadas, ahora son todo despachos. De las paredes del pasillo cuelgan grabados de vistas de sitios reales, que están en depósito por patrimonio. 

Otra ornamentación original en mármol y bronce al arranque de la escalera
(SIEMA Matritensis)

Detalle de la balaustrada en bronce y madera de la escalera (SIEMA Matritensis)

Trabajos decorativos en el techo y arcadas superiores de la escalera
(SIEMA Matritensis)

Grabado que representa la vista general de la Granja de San Ildefonso desde el campo santo.
 De P. Blanchar, en depósito por P.N (SIEMA Matritensis)

Tras fallecer su mujer, Encarnación Urquijo y Ussía, el II Marqués de Fontalba decidió emprender reformas en la parte trasera del palacio, donde los jardines traseros. Edificó, en 1931, dos edificios de viviendas, comunicados por una escalera central con barandilla de hierro y vidrieras. A ambos lados situó dos patios de luces, que también presentan vidrieras. Hoy en día, esas viviendas de alquiler, dan a la entrada por la calle Fortuny nº 4 y también se adaptaron a la sede de la Fiscalía. Con imágenes de esta parte reformada a comienzos de los años 30 del s XX por el Marqués me despido. Podéis seguir nuestra actividad cultural y las visitas libres, es decir, con posibilidad de inscripción individual (ya que las de grupos privados o empresas no las publicamos) en agenda de www.siema.es , twitter o instagram @siemamadencanto o facebook Siema Matritensis. También podéis disponer de cualquier imagen o texto de esta entrada indicando su procedencia. Nada más agradecer a la Comunidad de Madrid la posibilidad de haber accedido a este patrimonio histórico de Madrid tan importante.

Maribel Piqueras

Escalera central para acceder a las viviendas de alquiler propiedad del Marqués y construidas en la parte trasera del palacio (SIEMA Matritensis)

Otra vista desde el hall de entrada a la elegante escalera de las viviendas en
alquiler (mármol, barandilla de madera y hierro, vidrieras)


Exterior de uno de los patios de luces (SIEMA Matritensis)

Entrada por la calle Fortuny nº 4, que se edificó con posterioridad (SIEMA Matritensis)

Techo de la entrada a viviendas, con funciones prácticas ( SIEMA Matritensis)

Placa de la inauguración por los reyes del edificio tras la rehabilitación del 2006. 
Por la entrada de Fortuny (SIEMA Matritensis)
































jueves, 18 de noviembre de 2021

Palacio de Godoy o Palacio de los Secretarios de Estado

 Hoy en día está de plena actualidad el Palacio de Godoy o de los Secretarios de Estado, a raíz de los trabajos sobre sus sótanos y almacenes que daban a la "calle nueva" o Bailén, y que han salido a la luz con motivo de las obras de la nueva Plaza de España. Con esta entrada pretendo que el lector realice un pequeño viaje en el tiempo a dicho edificio. El cargo de secretario de estado es un puesto político que se introdujo en España con los Borbones. Aunque pudiera derivar del antiguo secretario del consejo de Estado de la época de los Austrias, no es lo mismo, y el de los Borbones acumula mucho más poder y trato directo con el rey. Estuvo operativo con esa denominación desde 1714 hasta 1841. Carlos III encomendó a Sabatini las trazas de una nueva residencia para los Secretarios de Estado, cargo que ocupaba en aquel entonces Grimaldi. Sabatini lo proyectó en 1776, pero las obras se alargaron en el tiempo hasta 1782. El primero que lo pudo habitar fue Floridablanca.

                                   Francesco Sabatini por Goya (Meadows museum. Dallas, EEUU)

José Moniño, Conde de Floridablanca, retratado por Goya en 1783, fecha en que utilizaría el palacete de Secretarios de Estado nuevo. Al fondo, a la derecha, Sabatini rodeado de planos (SIEMA Matritensis, imagen tomada en la exposición "los orígenes del Banco de España")

Sabatini aparece retratado en la primera imagen como ingeniero militar, con un florete en la mano y no sujetando planos de arquitecto. Sabatini siempre anteponía su condición de militar a la de arquitecto y eso se manifestaba también en sus obras, donde vemos una gran solidez, monumentalidad, fuertes cimientos, columnas y bóvedas. Buscaba la seguridad del edificio ante todo. En el Palacio de los Secretarios de Estado Sabatini supo adaptarse al terreno inclinado y desarrollar una escenográfica composición que desde la fachada principal del edificio embocaba perpendicularmente la calle nueva. Precisamente colocó la fachada principal hacia la calle más estrecha por que hacía la actual calle Bailén las diferencias de cotas complicaban más el acceso. De hecho los peldaños más bajos de la escalera de entrada invadían algo la calle en su fachada oriental. Entre ese lado de la escalera hacia el E y las caballerizas del palacio de Secretarios de Estado quedo un fragmento que se incorporó a la huerta del colegio de María de Aragón. Como la cota quedó entonces a media altura, se construyó una escalera adosada al muro de contención que delimitaba los terrenos de lo que quedó para los frailes vecinos. 

               Palacio de los Secretarios de Estado pegado al colegio de María de Aragón, luego Senado, 
               tal como aparece en la maqueta de León Gil de Palacio, que se encuentra en el Museo de                           Historia de Madrid ( nº inventario general maqueta 3334)

Hall de entrada al Palacio de Secretarios de Estado con las robustas escaleras y columnas
de granito que proyectó Sabatini (SIEMA Matritensis)

La planta era triangular y el palacio no ocupaba gran espacio. Las dos fachadas principales del palacio utilizaron sobrios materiales: zócalos de granito (se van ensanchando según la diferencia de cota al llegar a la c/ Bailén) y muros de ladrillo con piedra en las embocaduras de las ventanas. La entrada principal consta de una arco clásico de medio punto. Sobre el mismo dos modillones de piedra sujetan el balcón principal. Los huecos de la planta baja van rematados por molduras rectas de granito, pero los huecos de la planta noble llevan frontones triangulares. La cornisa y la línea de impostas que separa los dos pisos principales también es de piedra. En el interior encontramos mármoles y buenas maderas, así como frescos en las bóvedas, realizados por artistas como José del Castillo o Zacarías González Velázquez.

Entrada principal al palacio de Secretarios de Estado (SIEMA Matritensis)

Fachada Sur, que es la principal, del palacio de Secretarios de Estado
(SIEMA Matritensis)

Este palacio es conocido con muchos nombres diferentes, por ejemplo como Palacio de Godoy. Ésto se debe a que Godoy lo usó como residencia al ser nombrado secretario de Estado en 1792, incluso lo compró como propiedad privada suya (cambiándolo por unas casas en propiedad que tenía cercanas a la iglesia de San Marcos). Encargó al arquitecto Juan Cuervo las obras de ampliación hacia el lado O, que no aparecen en el plano original de Sabatini. ¡ Y mira que le costó hacer la nueva crujía, porque tuvo que romper los sólidos muros y bóvedas que había realizado Sabatini en ese lado!. Godoy diseñó y decoró de nuevo el palacio a su gusto. Encargó en 1800 al francés Demósthene Dugour, que trabajaba para los sitios reales en tiempos de Carlos IV, que decorara los diferentes salones de la planta superior, su propio despacho y la escalera de honor. Dugour utilizó maderas nobles de la mejor calidad para cubrir el despacho de Godoy, bronces y porcelana del Buen Retiro para el carro de Atenea sobre la puerta. Ese despacho se desmontó con las obras de el nuevo cuartel general de la armada en la c/ Montalbán de 1929 y se trasladó allí.  En 1807 vendió el palacio al Almirantazgo, pero se reservó todos los derechos de propiedad de muebles y pinturas. En la época en que lo habitaba Godoy estaba lleno de obras de arte que hoy lucen en el Museo del Prado. Por ejemplo, los cuatro tondos de Goya nos recibían al inicio: los que representan la agricultura, la ciencia, la industria y el comercio. También colgaban allí la Venus del espejo de Velázquez, el retrato de la condesa de Chinchón, las dos majas de Goya, "Sto. Tomás de Villanueva" de Murillo y obras de otros autores como el Veronés, por ejemplo. Pintores como Juan de Mata Duque o Manuel Muñoz de Ugena realizaron nuevos frescos de temática pompeyana o mitológica para Godoy.

Manuel Godoy como Conde consorte de Chinchón por  Bayeu

La Condesa de Chinchón , 1800, Goya (Museo del Prado)

Una de las cosas que más llaman la atención es la decoración de la escalera de honor por Dugour, en la cual hizo uso de los efectos ópticos para agrandar el espacio, como abrir y colocar escalones imposibles de subir, o amplias arcadas y columnas.

Escalera de honor del Palacio de Godoy, con los efectos ópticos que diseñó Dugour (ABC)

Cubiertas de la escalera de honor del Palacio de Godoy(un serenotransitandolaciudad)

Con la invasión francesa el palacio de Godoy fue ocupado por Murat en 1808. Durante el s.XIX  alternaron diferentes instituciones en el edificio. Por unos años, desde 1819, albergó las dependencias de la Biblioteca Real. En 1826 se utilizó por las secretarías de estado de Gracia, Justicia, Hacienda y Marina hasta que un incendio, en noviembre de 1846. aconsejó ubicar esos ministerios en otro lugar. Por eso fue conocido un tiempo como palacio de los ministerios. Luego permanecerían en este edificio sólo las dependencias del Ministerio de Marina (de ahí el nombre de la plaza de la Marina española), al que en 1853 se unió la ubicación aquí del Museo Naval también. Este museo se trasladaría a la sede actual del Pº del Prado en 1932.

Despacho de Godoy (Cuaderno de viaje 360)

Museo naval en el Palacio de Godoy, cuando era Ministerio de Marina (Laurent, 1880)

Durante la II República se hacen obras de ampliación en la calle Bailén, se decide demoler las Caballerizas de palacio real realizadas por Sabatini y la crujía que amplió Godoy hacia el O del palacio original de los secretarios de Estado. En el antiguo palacio de Sabatini se ubica después de la guerra civil el museo del pueblo español. En 1975 se reforma el edificio para adaptarlo a su uso actual, como Centro de Estudios Constitucionales. A raíz de las obras de la Plaza de España y alrededores salieron a la luz lo que había cubierto la calle Bailén en 1935. Los sótanos y almacenes del palacio de Godoy, es decir la ampliación que mandó hacer Godoy por ese lado del antiguo palacio de secretarios de Estado. Actualmente piensan hacer un museo de esos restos arqueológicos y que se puedan visitar. Con esta imagen termino la entrada de hoy. Ya sabéis que podéis seguirnos en agenda de la web www.siema.es , twitter o instagram @siemamadencanto o Facebook Siema Matritensis.

Maribel Piqueras

Restos del palacio de Godoy (secretos de Madrid)









martes, 2 de noviembre de 2021

Goya y los orígenes de la colección del Banco de España

 Me ha sorprendido gratamente la exposición sobre Goya y los orígenes del Banco de España, que permanecerá abierta al público hasta el 26 de febrero del 2022, en la sala de exposiciones del Banco de España. El Banco de San Carlos se fundó en 1782 por el rey Carlos III. Consistía en una sociedad anónima, creada por medio de acciones con capital privado y que podía emitir billetes convertibles en oro y plata. Se instaló en la calle Luna, en un edificio noble perteneciente al Conde de Sástago, que adaptaría y ampliaría el arquitecto Pedro Arnal en 1785. Para decorar con prestancia las instalaciones del banco se empezó a adquirir un patrimonio importante en cuadros, mobiliario, relojes, etc. Así los despachos, salas de juntas, biblioteca y capilla lucirán con la solemnidad que corresponde. En la exposición se muestran en la primera sala los retratos del rey Carlos III, los príncipes de Asturias (Carlos y María Luisa) y cuadros piadosos para el oratorio, así como algún objeto litúrgico para el mismo, como una cruz de plata. El Director del Banco de San Carlos encargó el retrato del rey a Mariano Salvador Maella en 1782. Este artista tomó como modelo el que Mengs había realizado en 1765, así que, curiosamente, el rey aparece sin envejecer, pero con el añadido de la banda azul y blanca de la orden de Carlos III que el rey había instituido después, en 1771. 

                       Carlos III con armadura, de Mariano Salvador Maella, 1783 (SIEMA Matritensis)

A destacar también el maravilloso retrato del I Conde de Floridablanca, José Moñino y Redondo, que lleva en el brazo derecho el documento de creación del Banco de San Carlos. Esta obra de Goya, de 1783, se enmarca dentro de las realizadas por Goya cuando ya cuenta en la corte con grandes protectores, como el Infante D. Luís, hermano de Carlos III. El mismo Floridablanca le apoyó también en su carrera en Madrid. En esa misma época Goya pintaría "San Bernardino de Siena" para una de las capillas de la iglesia de San Francisco el Grande. Floridablanca, hombre de leyes que no venía de la aristocracia y que ejercía de secretario de Estado desde 1777, aparece centrado como figura monumental, vestido de verde (color simbólico del dinero y la riqueza) y con la banda azul y plateada de la orden de Carlos III

Retrato del conde de Floridanblanca, por Goya, 1783 (Museo del Prado)

Para la capilla del Banco de San Carlos Maella pintó al santo del que el rey llevaba el nombre, San Carlos Borromeo. También se adquirieron cuadros de la Virgen, como el expuesto de la "Virgen del lirio", del holandés Cornelis Van Cleve (1550). La obra está inspirada en la Madonna Corsini de Andrea del Sarto.

                              Virgen del lirio, de Cornelis Van Cleve, 1550 (SIEMA Matritensis)

La siguiente sección trata de la labor de Juan Agustín Ceán Bermúdez y el Banco de San Carlos. El asturiano Ceán Bermudez ingresó en el recién creado Banco de San Carlos en 1783, animado por su paisano Jovellanos. Allí llegó a ser el primer oficial de la secretaria. Se encargó de organizar el archivo y de crear la iconografía y símbolos específicos del nuevo banco. Como era aficionado a la pintura, en el taller de Mengs conoció a Goya en 1776. Goya lo retrató de cuerpo entero rodeado de su colección de estampas. Facilitó a Goya que retratara también a los primeros directores del banco, a Cabarrús y que incluso Goya fuera accionista en 1785. También en los documentos de cuentas que ordenó Ceán consta el pago de 2328 reales de vellón como pago a Goya por el retrato de José de Toro y Zambrano. Esos reales de vellón son los que dan también título a esta exposición. Comentar que está magníficamente explicada con cartelas y bien expuestos los documentos y obras de arte, así que se hace fácil recorrerla y disfrutarla sin necesidad de guía. Otra faceta de Ceán es ser el primer historiador de las bellas artes en España, para lo cual redactó el "Diccionario histórico de los más ilustres profesores de Bellas Artes de España".

                     Ceán Bermúez retratado por Goya entre 1786-93 (SIEMA Matritensis)

Diccionario histórico de los más ilustres profesores de bellas artes de España, de Ceán Bermúez. Edición de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1800. Al principio estaba pensado acompañarlo de medallones e ilustraciones realizadas por Goya, pero al final fue sin ilustraciones
(SIEMA Matritensis)

Libro primero de los acuerdos de juntas generales de accionistas del banco de San Carlos
(SIEMA Matritensis)

R.Ced de erección de la Compañía de Filipinas en 1785
(SIEMA Matritensis)

Acción del Banco de San Carlos a nombre de Francisco de Goya, en 1784 (SIEMA Matritensis)

Thomas Windmills, reloj inglés de sobremesa de 1720 ( SIEMA Matritensis)


En la sala central más grande de la exposición podemos ver los retratos de los primeros directores de la institución, encargados a Goya en los primeros tiempos. Hay otros retratos que se adquirieron más tarde para integrar el patrimonio del banco por su importancia para la historia del mismo, como el de Floridablanca o el del conde de Gausa. El Banco invirtió también en grandes artistas para el diseño de sus billetes, sus edificios o la decoración de los mismos. La exposición ocupa las salas de la ampliación del Banco de España original por la calle de Alcalá ( 1927). El retrato de José de Toro y Zambrano fue el primero de los pintados por Goya, en 1785. Goya retrató también al rey Carlos III, a Floridablanca de nuevo o a Cabarrús, inspirado en el retrato que hizo Velázquez del bufón Pablo de Valladolid. Cabarrús viste de verde y fue el último retrato que hizo Goya para el Banco de San Carlos.

Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán Fernández de Córdoba y de la Cerda, XIII Conde de Altamira, pintado por Goya en 1786 para que colgase en la sala grande de juntas generales. Lo sitúa en esa posición con las piernas hacia adelante ladeadas para disimular lo bajito que era (SIEMA Matritensis)

Miguel Fernández Durán y López de Tejeda, II Marqués de Tolosa, 
pintado por Goya en 1786 (SIEMA Matritensis)

Retrato de Floridablanca de 1783, en la mesa aparecen los planos del canal imperial. Y Goya, autor de la pintura, se autorretrata a la izquierda. Esta obra fue adquirida para la colección del Banco de España en 1986 (SIEMA Matritensis)

Francisco de Cabarrús, 1788, por Goya. (SIEMA Matritensis)

Vista de la sala de exposición con las pinturas de Goya, cada una diferente
(SIEMA Matritensis)

Decoración art decó años 20 en la puerta de acceso a la escalera en esta 
sala grande de exposiciones, situada en la nueva ala de Alcalá del Banco de España
(SIEMA Matritensis)

Techo con adornos de casetones con flores (SIEMA Matritensis)

El recorrido expositivo termina en las obras encargadas ya en el s XIX, procedentes del Banco de San Fernando, el de Isabel II y el de los inicios del Banco de España. En esta sala encontramos una mesa de memoriales seguramente utilizada por los ministros de Fernando VII y una curiosa urna de votaciones que pertenecía al Banco de Isabel II. 

Mesa de memoriales ,1817. (SIEMA Matritensis)

Urna de votaciones, 1844 (SIEMA Matritensis)

Empezamos por el gran retrato de Fernando VII, encargado por el Banco Nacional de San Carlos en 1828 a Vicente López Portaña. El rey posa a sus 47 años, de cuerpo entero, con mucha naturalidad, vestido de capitán general y mostrando el toisón de oro y las cruces de Carlos III e Isabel, la Católica. Otros retratos representan a Isabel II de niña y ya mayor. O el de Ramón Santillán, por José Gutierrez de la Vega, que fue encargado por el Banco Español de San Fernando en 1852 e inaugura otra serie de retratos de directores del banco durante el s. XIX. De Federico de Madrazo el que realizó a Pedro Salaverria. Aunque en el tiempo que lo hizo Madrazo , ya Salaverria no era gobernador del banco. Estos retratos decimonónicos nos muestran a los directores serios, solemnes, en sus despachos. De estilo muy diferente el retrato romántico que pintó Madrazo al XI Duque de Osuna en 1844, adquirido para la colección del Banco de España en 1984. Retrato romántico, donde muestra al Duque de cuerpo entero, vestido a la moda y peinado con esmero. El elegante aristócrata fue hombre polifacético y protagonista de la vida cultural y deportiva en la España isabelina. Soltero de oro, fue un gran mecenas de las artes. 

El Banco de San Carlos pasó a ser el Banco de San Fernando en 1829 y, en 1847, se fusionó con el Banco de Isabel II. Como Banco de España se conoce ya desde 1856. Retratos pintados por Zacarías González Velázquez (como el de 1820 al rey Fernando VII) o por Esquivel, junto a billetes o relojes completan esa pequeña sala.  Con estas imágenes del s. XIX os animo a adentraros en el mundo de los comienzos de las colecciones del Banco de España.

Maribel Piqueras

Retrato de Fernando VII en 1732 por Vicente López (SIEMA Matritensis)

Pedro Salaverría, por Federico de Madrazo en 1881 (SIEMA Matritensis)

XI Duque de Osuna, por Federico de Madrazo en 1881 (SIEMA Matritensis)


Hoffmeyer, reloj de sobremesa, entre 1850-60 (SIEMA Matritensis)

Vitrina con billetes, el de abajo reproduce la imagen del que fue primer gobernador del Banco de España, Ramón de Santillán (SIEMA Matritensis)

Chaflán característico del Banco de España  con la bola y el reloj (SIEMA Matritensis)