Gracias al Museo Thyssen- Bornemisza podemos disfrutar en Madrid, hasta el 18 de mayo, de una exposición única que nos acerca a los paisajes y bodegones de Cèzanne, pero desde un punto de vista o perspectiva muy original. El 1969, el artista Robert Smithson lanzó la teoría de que la obra de Cèzanne había sido muy simplificada y tergiversada, sobre todo, por los cubistas. Afirmaba que en Cèzanne se producía una dialéctica entre la pintura al aire libre y la realizada en el estudio. Es lo que se quiere afirmar con esta muestra, que nuestro artista concibe los paisajes ordenándolos como si de una naturaleza muerta se tratara y, al revés, trabaja los bodegones con rasgos de sus paisajes o pintura al aire libre. El Museo Thyssen-Bornemisza tiene en su haber varias obras de Cèzanne, pero el 90% de obras de esta exposición viene de fuera de España, así que merece la pena admirarlas "in situ".
"Ladera en Provenza" (1890, National Gallery de Londres)
Cèzanne nace en Aix-en-Provence en 1839 y muere, también en su querida tierra del S de Francia, en 1906. Marchó por primera vez a París en 1861, pero no le gustó nada la ciudad, llena de ruidos, oscura, y con muchas obras (pues se encontraba inmerso en el París de las reformas de Hausmann). De esta primera etapa no hay ninguna obra en la exposición. Sí que hay bastantes de su período impresionista, es decir, entre 1870 y 1878. En esa época pasa muchas horas con su amigo Pisarro y participa también en la 1ª y 3ª exposiciones impresionistas, pero se aleja de la ciudad de París y prefiere vivir con su compañera Hortense en LÉstaque, Aix, Pointoise o Auvers. Cèzanne admiraba a Pisarro, decía de él que "fué como un padre para mí, semejante al buen Dios". A su vez, Pisarro confió siempre en su talento, como lo muestran estas palabras "Nuestro Cèzanne nos da esperanzas, y he visto y tengo en casa una pintura de una intensidad y de un vigor notables. Si, como espero, se queda algún tiempo en Auvers y se va a vivir allí, acabará por sorprender a muchos artistas que se precipitaron en condenarle"(carta de Pisarro a Guillemet, sept 1872). Pero durante la década de los 80 rompe con el mundo artístico de París y comienza su etapa de madured. Incluso una obra suya llegó a ser admitida en el Salón Oficial en 1882. Aunque vive habitualmente en Aix, suele realizar muchos viajes, especialmente tras la herencia recibida en 1886 a consecuencia del fallecimiento de su padre. Ese año de 1886 es clave para Cèzanne: rompe con Zola definitivamente, se casa con Hortense y sabrá de la última exposición de los impresionistas, de los cuales se había separado, ya que opinaba que su pintura no era realista, sino que lo real era captar la esencia de las cosas, es decir, las formas de los objetos y la luz impresionista cambia los contornos, las formas.
Su etapa final. En la década de los 90 eligió la propiedad familiar de Jas de Bouffan en Aix para trabajar con tranquilidad. Aunque también alquilaría en 1891 un apartamento en París, especialmente para su mujer y su hijo, que no disfrutaban de la solitaria vida que llevaba su padre en contacto con la naturaleza. Después de vender esa finca en 1899 irá alquilando diferentes cabañas, estudios o puestos donde trabajar a solas con sus paisajes. El último, donde falleció y que inaugura la muestra, era un terreno que compró en 1901 al N de Aix, en la colina de Les Lauves, donde se construyó un estudio de dos pisos con bellas vistas sobre la catedral y la ciudad por un lado, y sobre el monte por otro. Habitualmente solo recibía la visitas de su ama de llaves y de su jardinero. Le interesan los efectos plásticos, los volúmenes, las formas y el color. En 1904 escribía: "Todo en la naturaleza se modela según la esfera, el cono, el cilindro. Hay que aprender a pintar sobre la base de esas figuras simples; después se podrá hacer todo lo que se quiera". Cézanne es realmente el padre de la pintura moderna. Tuvo un éxito tardío, ya que su primera exposición individual no tuvo lugar hasta 1895 y, por cierto, no gustó nada al público, pero si a artistas de la talla de Renoir, Monet, Degas o Matisse. A raíz de la exposición póstuma que se celebró en París en 1907 comenzaría a desarrollarse el Cubismo.
Después de esta introducción a la vida y obra de nuestro personaje haremos un pequeño paseo por las salas de la exposición.
1. RETRATO DE UN DESCONOCIDO
"Retrato de un campesino" (1905-06. Museo Thyssen)
Con esta obra del propio museo nos introducen en la muestra. Es la obra sin terminar del viejo jardinero y amigo Vallier. En ella mete el paisaje en el interior, en la terraza, es más, fusiona su personaje vestido con el traje azul de los campesinos de la Provenza, con el azul y verde de la naturaleza de detrás.
2. LA CURVA DEL CAMINO
Cézanne huía de las modernas carreteras y prefería, con su mochila y bártulos de pintar a cuestas, patear los caminos rurales, bosques o senderos montañosos y rocosos. A veces se cansaba mucho, sobre todo con la edad y la diabetes, pero insistía con una gran fuerza de voluntad. Son caminos de la Provenza, de los alrededores de París, incluso de sitios más lejanos como la Normandía o Suiza. Sus caminos nos invitan a entrar utilizando el recurso de la curva, pero en seguida nos bloquean el paisaje con hileras de árboles, o rocas o casas que nos impiden ver el horizonte.
"El camino del bosque" (1870, Frankfort, foto cortesía del Thyssen para puntafinanews)
Obra de su etapa impresionista, donde lo que importa es la atmósfera general, los juegos y contrastes de luces en ese camino bloqueado al fondo con árboles frondosos y rocas. Se ve la degradación de tonos en los verdes y la pincelada típica de Cézanne que no es a base de pequeños toques nunca.
"Paseo en Chantilly" (1888, The Toledo Museum of Arts)
En la imagen superior vemos una vista de Chantilly, localidad cercana a París donde Cèzanne estuvo ese año alojado en el hotel de la Cour. También trabajó ese mismo año con Pisarro, Van Gogh y Gauguin. Sigue atendiendo un poco a los efectos lumínicos, pero interesándose cada vez más por sintetizar las formas. Estructura el paisaje de manera muy ordenada, lo compone como una naturaleza muerta: dos cuerpos de árboles en vertical a los lados, las formas horizontales del camino con las sombras, al fondo lo bloquea con el hotel, con sus formas geométricas. Pinceladas rápidas en paralelo con degradación de tonos, marcando los bordes de las formas con una tonalidad muy oscura.
3. DESNUDOS Y ÁRBOLES
En el interior de esta sala vemos desnudos de Cézanne, quien copió mucho esta temática en el Louvre, por ejemplo de Tiziano,Tintoretto o Poussin. Pero estas escenas en Cézanne no son de carácter mitológico, sino que forman parte del paisaje mismo. Las figuras de bañistas nunca las pintó del natural, las copiaba de modelos de fotos, revistas, grabados o su misma imaginación. Curiosamente separa los sexos. Hay una fuerte relación entre los paisajes pintados en la finca de Jas de bouffan y los bañistas.
En el interior de esta sala vemos desnudos de Cézanne, quien copió mucho esta temática en el Louvre, por ejemplo de Tiziano,Tintoretto o Poussin. Pero estas escenas en Cézanne no son de carácter mitológico, sino que forman parte del paisaje mismo. Las figuras de bañistas nunca las pintó del natural, las copiaba de modelos de fotos, revistas, grabados o su misma imaginación. Curiosamente separa los sexos. Hay una fuerte relación entre los paisajes pintados en la finca de Jas de bouffan y los bañistas.
"Bañistas"(1880. Detroit institute of Art)
Es casi una pintura simbólica, ya que los bañistas representados en el riachuelo que corre por la finca de Jas de Bouffan son los cinco amigos de juventud de Cézanne y no están pintados al natural en esos años. Todos ellos eran en realidad mucho más mayores entonces. Siempre repite los mismos puntos de vista de paisaje de la finca, con los castaños frondosos, casi humanizados, como la mano formada por hojas que parece secar al personaje de la derecha. En la figura humana busca los efectos plásticos. Se aprecian muy bien sus pinceladas en paralelo.
4. EL FANTASMA DE SAINT VICTOIRE
Nuestro artista venía observando la silueta de esta montaña toda su vida, desde que nació en Aix, hasta sus estancias en Jas de bouffan o los alrededores de Aix. Pero no será hasta principios de los años 80 cuando la individualice a ella sola en el paisaje. Desde entonces la representará más de setenta veces. Prefería pintarla desde lo alto de la colina de Les Lauves o desde la cantera Bibemus. Solía subir a pintarla a mitad de la tarde, pues esa luz de los atardeceres no desdibuja los contornos y las formas y colores quedan más nítidos. Precisamente pintando dos horas bajo una lluvia intensa en Les Lauves cogería la neumonía que le ocasionaría la muerte. La montaña domina sus paisajes, siempre desde la izquierda y nos aparece como una fuerza mágica que lo invade todo, como se aprecia en las obras de la Scotish National Gallery de Edimburgo o la de Cleveland Museum of Art, la primera de ellas con una vista en invierno y la segunda dentro de una colorida primavera.
"El aparador" (1873, Museo de Arte de Budapest)
En el lienzo "El Aparador" nos lleva al bodegón el paisaje de la Saint Victoire. Incluso la forma del aparador sube escalonada y ocupa todo el fondo como una gran masa marrón montañosa. Divide el mueble con dos tipos de naturalezas muertas: la de arriba, más clásica,donde los objetos no se comunican entre sí. La de abajo nos individualiza la silueta de la montaña con los valles donde se pone la fruta totalmente redonda y comunicándose entre sí, el plato con los bizcochos apilados, la botella y la copa con transparencias. Para hacer más veraz la formas de la naturaleza en sus bodegones Cézanne impregnaba de escayola el mantel y lo fijaba durante días en la misma posición, por eso los pliegues parecen tan acartonados.
"Naturaleza muerta con flores y frutas" (1890, Saaliche Museum of Berlin. web educastur)
En la imagen de arriba retomamos la idea de la montaña y ese paisaje exterior en un interior. Es la misma silueta de la Saint Victoire siempre, con las frutas en los valles, y ese ramaje verde con las coloridas flores que caen de manera muy natural.
"El cántaro de gres" (Fundación Bayeler, 1890. foto www.elimparcial.es)
En la serie sobre el cántaro de gres vemos un Cèzanne interesado por las formas geométricas, el color, las esferas marcando mucho el borde con tonos oscuros y degradando los tonos hacia el interior. Siguen los pliegues montañosos en el cortinaje de la izquierda, la presencia del cántaro que lo domina todo, situado siempre en el mismo punto. En esa imagen ya juega con dos puntos de vista diferentes, como luego lo hará el cubismo. Es una pintura cada vez más sintética y abstracta.
Por otro lado conviene recordar que, a pesar de ser Cézanne un hombre tímido, solitario, muy centrado en su pintura y en la naturaleza, sus obras no reflejan ese carácter tan cerrado que podría haber dado lugar a trabajos más oscuros. Todo en él es luz y color. Aunque si que es verdad que en los paisajes nunca hay un horizonte amplio, despejado o abierto ¿ será por lo introvertido que era?
5. JUEGO DE CONSTRUCCIONES
Llegamos al final de la exposición donde nos muestran obras en las que Cèzanne trabaja el paisaje con cierto clasicismo, ordena la composición con formas geométricas . Sintetiza las formas, todo en él es geometría, usa de planos de color diferentes, gradación de tonos, así como perspectivas diversas. Los cubistas se inspiraron en él. Sus vistas de Gardanne son totalmente cubistas, como un juego de construcciones. En ese escalonado pueblo francés hay una placa que recuerda que ahí nació el Cubismo.
"Gardanne"(1885-86. Metropolitan. Foto de www. traveler.es)
Termino este blog animándolos, a los que todavía no lo hayáis hecho, a visitar la muestra cuanto antes. Y si queréis una visita privada no tenéis más que poneros en contacto con nosotros, por ejemplo, a través de la web www.siema.es. También el verano es una buena época para recorrer la ruta Cézanne en la Provenza francesa. Los lugares emblemáticos están marcados por una C como la fotografía de abajo