lunes, 22 de mayo de 2023

Colegio Máximo e Iglesia de los jesuitas en Alcalá de Henares. Capilla de las Sagradas Formas.

 Nada más coger la calle Libreros llama la atención la magnificencia del que fue Colegio Máximo de los Jesuitas y su iglesia. Hoy quiero contaros un poco su historia y evolución. San Ignacio de Loyola llegó en 1526 a Alcalá de Henares, con la idea de estudiar Filosofía y Teología. Se alojó primero en el hospital de Santa María la Rica y, después, en el de Antezana (donde trabajaba en la cocina). En esta ciudad logró un gran número de seguidores y dejaría encargado a Francisco de Villanueva, antiguo colegial de la universidad alcalaína, la organización de un colegio jesuita en la misma. El primer colegio jesuita de Alcalá se fundó en 1546 y estaba ubicado en parte trasera de la ermita de los doctrinos. Allí estuvieron los jesuitas  antes de trasladarse a esta nueva sede de la calle Libreros. Por eso, como homenaje y recuerdo de ese primer lugar, se colocó la escultura de San Ignacio de Loyola realizada por José Luis Vicent (1957). Para este Colegio Máximo los jesuitas contaron con los fondos que les proporcionaron Leonor Mascareñas, aya de Felipe II, y Juana de Austria (ambas colaborarían también para la creación del colegio imperial de Madrid). Melchor de Bueras será el arquitecto que diseñe el nuevo colegio, inaugurado a comienzos s XVII en esta nueva ubicación. La fachada exterior presenta zócalo de granito y muros lisos de ladrillo visto, dividido en tres pisos con sobrias ventanas cuadradas. Una fina línea de granito separa los diferentes pisos. La cubierta es de teja árabe. Dentro de esa sobriedad destaca la puerta de ingreso con molduras partidas barrocas. Estaba pensado para 60 colegiales.

      Vista general de parte de la iglesia y todo el muro del colegio de los jesuitas (SIEMA Matritensis)

Enlace de lo viejo (colegio máximo de los jesuitas) y lo nuevo (facultad de derecho)
(SIEMA Matritensis)

El Colegio Máximo Jesuita de Alcalá, que se fundó cuando Madrid todavía no era sede de la corte, tenía suma importancia. Además en Alcalá había universidad y en Madrid no. En el s XVIII y en los sucesivos siglos sufrió numerosas reformas. Cuando fueron expulsados los jesuitas, el rey Carlos III mandó utilizar esta sede como Real Universidad de Alcalá, separándola del colegio de San Ildefonso. Entonces se  realizó la escalera monumental de Ventura Rodríguez, que todavía se conserva. Con el traslado de la universidad a Madrid entró en decadencia. Pero después volvió a ser colegio de formación jesuita ( por ejemplo el actual Papa Francisco estudió aquí en 1970-71) y, también se construyó la facultad de derecho de Alcalá, en la parte de atrás, siguiendo el estilo de muros de ladrillo rojo y base de piedra, con un moderno contraste entre lo viejo y lo nuevo. También se integran un colegio de primaria, secundaria y FP. 

                   Vista de la imponente fachada barroca de la iglesia jesuita (SIEMA Matritensis)

Estatua de San Pablo, realizada por Pereira (SIEMA Matritensis)

Pasado la sobria fachada del colegio nos encontramos con la monumental fachada barroca de grandes dimensiones de lo que fue la iglesia de los jesuitas. Construida enteramente en piedra la fachada. La iglesia se inició con las trazas primeras del jesuita Bartolomé Bustamante, pero luego siguieron los trabajos Francisco Mora y su sobrino Juan Gómez de Mora. Quedó finalizada en 1625. Al exterior vemos la división en tres partes. La parte central presenta la entrada principal bajo un gran arco barroco, rodeado de columnas pareadas y frontón barroco partido. Dos columnas de orden gigante y capitel compuesto se muestran a los lados, separándolas de los cuerpos laterales. En el medio vemos nichos con las esculturas de San Pedro y San Pablo (del escultor barroco Pereira). El siguiente cuerpo de la parte central está iluminando por la ventana del coro que se sitúa a los pies de la iglesia. Nichos con las esculturas de San Ignacio y San Francisco Javier (también de Pereira) y columnas estriadas de capitel compuesto. Remata esta parte central el frontón triangular con las bolas Austrias. Los dos cuerpos laterales de la fachada presentan puertas rectangulares de entradas, rematadas por frontón semicircular y escudos. Y luego vemos el típico alerón barroco que une el cuerpo central con los laterales.

                    Vista general de la antigua iglesia de los jesuitas, hoy parroquia de Santa María
                                                          (SIEMA Matritensis)

Los retablos barrocos originales de esta iglesia y los lienzos de Nardi situados en el retablo central fueron quemados en 1936 por grupos anticlericales. También ese mismo año incendiaron la antigua parroquia de Santa María de la plaza de Cervantes, donde fue bautizado el famoso escritor. Así que, después de la Guerra Civil, se decidió trasladar la advocación de Santa María para esta iglesia jesuita y convertirla en parroquia diocesana. Lo que sí podemos ver todavía es la arquitectura original: con planta de cruz latina de una sola nave abovedada y capillas laterales muy grandes, de planta cuadrada, que se comunican entre sí. Sobre cada capilla un balcón sujeto por ménsulas y balaustrada barroca. También barroco el coro alto a los pies de la iglesia. 

       Dinamismo barroco en los balconcitos miradores y en la línea de cornisa (SIEMA Matritensis)

Púlpito de mármol grisáceo (SIEMA Matritensis)

Como he comentado ya, salvo la barroca capilla de las Sagradas Formas, la decoración del interior de la antigua iglesia de los jesuitas es toda moderna y bastante sencilla, buscando devociones que gusten a los fieles. Para el retablo de madera se han realizado copias de Murillo, Maino, etc. Las pequeñas hornacinas del crucero contienen un Sagrado Corazón y una Virgen de Fátima. Nada más entrar, a la derecha, encontramos la imagen de estilo andaluz que representa a María Santísima de la Soledad Coronada. En homenaje a la nueva advocación como parroquia diocesana. Pertenece a una antigua cofradía alcalaína: la "antigua, ilustre y fervorosa hermandad y cofradía de María Santísima de la Soledad Coronada y Sagrado descendimiento de Nro Señor Jesucristo" (fundada en 1508). Sufrió varios traslados a lo largo de los siglos: capilla de mínimos, Magistral, esta iglesia de nuevo en la capilla de las Sagradas Formas, la Magistral (quedando destruída la imagen original en 1936). Se realizaron más imágenes de la misma. La de 1950 la destruyó una carcoma cuando estaba ubicada en las Bernardas. Así que la talla actual es del escultor sevillano Castillo Lastrucci (1961). En el año 2009 se adquirió una nueva talla del Descendimiento, de Jesús Méndez Lastrucci. Todos estos datos están sacados de la historia de la hermandad. También existen otras capillas con la Sagrada Familia y con Vírgenes. Al fondo, a la derecha, la puerta de entrada a la Sacristía (donde está una fuente de mármol de diferentes colores, s XVIII). A la izquierda, la puerta de entrada a la capilla de las Sagradas Formas, de la que hablaré a continuación. 

María Santísima de la Soledad coronada (SIEMA Matritensis)

Cartela del origen de la hermandad situada junto a la imagen de la Virgen (SIEMA Matritensis)

Moderno conjunto escultórico del Descendimiento en otra de las capillas
(SIEMA Matritensis)

Detalle del altar mayor (SIEMA Matritensis)

Coro barroco y ventana de iluminación a los pies de la iglesia (SIEMA Matritensis)

Crucero con la puerta de la Sacristía (SIEMA Matritensis)

Puerta original de entrada a la capilla de las Sagradas Formas desde la 
cabecera de la iglesia (SIEMA Matritensis)

La Capilla de las Sagradas Formas  es lo que más nos impresiona de todo este conjunto y nos traslada al pleno barroco del s XVII. Construida entre 1678-1687 como capilla anexa a la cabecera de la iglesia de los jesuitas y con entrada independiente desde el exterior. Se hizo para conmemorar el milagro de las 24 formas consagradas. Contaré al lector que, el 1 de mayo de 1597, el padre jesuita Juarez confesó a un morisco que le presentó una tela donde recogía 24 formas consagradas que había ido robando en diferentes iglesias. Como el jesuita pensó que no era prudente consumirlas, ya que podrían haber sido envenenadas para matar sacerdotes (hecho que ya había sucedido alguna vez en España), decidió guardarlas en una urna de plata hasta que se corrompieran, hecho que nunca sucedía. Los jesuitas mandaron hacer un estudio científico de esas formas y determinaron, en 1619, que era un hecho milagroso que siguieran sin corromperse. Mandaron exponerse en una custodia de plata y nácar dentro de esta capilla anexa en 1687. En el año 1777 se trasladaron a la Magistral. Al comienzo de la Guerra Civil fué escondida en sitio secreto esa custodia tan especial y sólo sabían su localización tres hombres, que fueron asesinados en la guerra, así que desde entonces está oculta y desaparecida la original. Todo en esta capilla está orientado a la veneración de ese milagro eucarístico barroco. La capilla resulta un cubo adosado a la cabecera de la iglesia, la planta es centralizada, cubierta con una gran cúpula con tambor y linterna. La custodia se exponía en el altar, delante de un lienzo de la Virgen con un retablo barroco de madera policromada. Se ve una réplica de la custodia original, con 24 formas sagradas que se van cambiando. Los frescos de la cúpula fueron realizados en 1689, tras la finalización de las obras arquitectónicas de la capilla. Los pintó Juan Vicente Ribera, con la ayuda de Juan Cano de Arévalo. Representan diversas alegorías del milagro eucarístico, incluso, justo encima de la custodia, aparece un ángel que porta una espada de fuego y la custodia original del s XVII. Todo el estilo se inspira en las quadratturas barrocas que enseñaron en Madrid la escuela de Mitelli y Colonna. La arquitectura se funde con la pintura, en formas, movimiento, colores. En la base, entre grandes columnas pintadas al fresco en color azul, llenas de guirnaldas , surge toda la exhuberante decoración. Con el paso del tiempo han perdido nitidez las imágenes de los frescos.

Vista de la cúpula, con los frescos, las ventanas del tambor, donde dos de las ocho,
 están cegadas y pintadas y la linterna (SIEMA Matritensis)

Frescos de la parte justo encima del altar, en el centro la figura del ángel con la espada
de fuego y la custodia original (SIEMA Matritensis)

Altar barroco de las Sagradas Formas (SIEMA Matritensis)

Procesión de las Sagradas Formas saliendo de la Magistral, por Félix Yuste 
(SIEMA Matritensis)

Es maravilloso el trasladarse al mundo del barroco y, también, contemplar con que gran cariño y cuidado han organizado la adoración perpetua en esta capilla de las Sagradas Formas. La custodia, algo diferente a la original, presenta en el interior ocho lados con tres sagradas formas en cada lado. Desde el exterior una bonita y reforzada puerta de acceso nos recuerda las figuras de los niños mártires de Alcalá de Henares. Desde una pequeña plaza se contempla la inmensa cúpula barroca con tambor, pechina y chapitel de pizarra. Todo en ladrillo visto, como los muros, de la capilla, donde todavía se ven los mechinales cuadrados. Salimos por el callejón de las Sagradas Formas que bordea la iglesia jesuita. Con estas bonitas imágenes del exterior nos despedimos. Ya sabéis que podéis seguir nuestra actividad cultural de difusión del patrimonio de Madrid y su comunidad, así como las visitas guiadas que hacemos (sólo publicamos las abiertas a inscripciones individuales, no las de grupos privados o empresas) en agenda de la web www.siema.es , Twitter o instagram @siemamadencanto y Facebook Siema Matritensis.

Maribel Piqueras

                      Detalle de la cúpula de las sagradas formas al exterior (SIEMA Matritensis)

Vista exterior donde se aprecian la forma de cruz griega y los mechinales o huecos 
cuadrados en las paredes (SIEMA Matritensis)

Entrada directa desde el callejón a la capilla (SIEMA Matritensis)


Callejón de las Sagradas Formas (SIEMA Matritensis)

Callejón de las Sagradas Formas (SIEMA Matritensis)










jueves, 11 de mayo de 2023

convento Mercedarias de D.Juan de Alarcón

 Hoy me voy a detener en uno de los conventos barrocos más difícil de ver en Malasaña y que, además, aloja el cuerpo incorrupto de la beata Mariana de Jesús, que es copatrona de Madrid. Me refiero al convento de Mercedarias de Don Juan de Alarcón. Situado en la calle Valverde nº 15, pero a la iglesia se entra por la esquina de la calle Puebla. Aunque es una fundación de 1606 debida a una piadosa viuda burgalesa, Dª María de Miranda (señora de Montalvo), popularmente se le conoce con el nombre de su confesor, D. Juan de Alarcón, quien fue el ejecutor de sus últimas voluntades. Este dió posesión a las monjas de dicha fundación el 9 de febrero de 1609, pero las obras de construcción de la iglesia no comenzarían hasta 1643, quedando terminadas por Eugenio Diego Delgado en 1656. Delgado trabajaba con Gómez de Mora y en la iglesia se pueden apreciar las líneas originales arquitectónicas del barroco madrileño, así como otras obras de arte como el retablo mayor. Los últimos estudios demuestran que Delgado estuvo trabajando para la familia de los Cortizos: Luisa de Hierro y su cuñado, Sebastián Cortizo, crearon un patronato para continuar las obras de la iglesia y también tener allí su panteón familiar. Eran una familia de conversos judíos, pero protegidos por el valido Luis de Haro. Tras atravesar por una gran crisis económica, esta familia de los Cortizos vendió el patronato a Laura María Lentini (Duquesa de la Montaña) quien, como estaban mal vistos por la sociedad del momento los conversos judíos, decidió borrar su huella en la decoración de la iglesia y realizó algunos cambios incluso en los escudos de los Cortizo que todavía se mantienen.

                       Vista general del convento de las Mercedarias de D. Juan de Alarcón, 
                                    con la iglesia en primer plano (SIEMA Matritensis)

Entrada de granito barroca al colegio por la calle Valverde. En la parte superior
el escudo de la orden Mercedaria (SIEMA Matritensis)

Fachada y entrada lateral al convento por la calle Valverde. Vemos la Inmaculada en la 
hornacina y los escudos retocados de los Cortizos  en los laterales (SIEMA Matritensis)

Fachada principal de la iglesia por la calle Puebla (SIEMA Matritensis)

Otra entrada principal al convento por la calle Puebla (SIEMA Matritensis)

Al exterior el convento ocupa un gran solar. El conjunto está formado por el convento en sí, el colegio y la iglesia. Las Mercedarias no son monjas de clausura, sino que se dedican a la enseñanza. En el exterior vemos los muros de ladrillo lisos, el granito en zócalos y molduras de las puertas, los alerones de madera y las cubiertas de teja. Siguiendo las líneas de la arquitectura religiosa barroca madrileña, que se inspira en la iglesia de la Encarnación. La fachada de la iglesia tiene una estructura vertical dividida en tres cuerpos: tres arcos de entrada sujetos sobre pilares de granito, siendo mayor el arco central; el cuerpo central con las ventanas que iluminan el coro alto; frontón triangular con cruz para remate. Toda la estructura flaqueada por dos pilastras gigantes toscanas.

                     Interior de las Mercedarias con su importante retablo central (SIEMA Matritensis)

La iglesia presenta en planta una cruz latina. El crucero es muy corto y se cubre con una sencilla cúpula con pechinas decoradas, visible desde el exterior. La nave presenta tres tramos abovedados con lunetos laterales que la iluminan. Todas las molduras decorativas de yeso son muy sencillas. 

                          Bóveda central y cubiertas de la iglesia, de gran sobriedad (SIEMA Matritensis)

Llama la atención y es la joya barroca de la iglesia su retablo mayor. Fue tallado en madera policromada en dorados por los hermanos de la Torre. De un gran arco sostenido por columnas corintias cuelga el gran lienzo del pintor Juan de Toledo, de casi 8 ms de largo, titulado "La Apoteosis de la Inmaculada". Juan de Toledo realizó también los lienzos de la parte inferior, que representan a San Pedro Nolasco y a San Antonio de Padua. La Inmaculada Concepción es la patrona de las Mercedarias, lo mismo que la Virgen de la Merced. Por eso todas las iglesia mercedarias en Madrid tienen a la Inmaculada en su advocación (por ejemplo las Góngoras o la iglesia de la calle Silva). La "Apoteosis de la Inmaculada" nos muestra toda una composición de gloria barroca, organizada en círculos, con numerosos escorzos, movimiento y colorido. En la parte de abajo aparecen símbolos de las letanías del rosario. Después la Inmaculada Concepción rodeada de arcángeles y ángeles que le sostienen la bola a los pies. Hay un tercer círculo con querubines que le arrojan flores y un cuarto círculo donde los bienaventurados contemplan la escena. En la parte superior vemos a la Santísima Trinidad. Ahora os muestro más detalles del mismo.

     "Apoteosis de la Inmaculada Concepción" del pintor y militar Juan de Toledo (SIEMA Matritensis)

Detalle de la parte superior del lienzo (SIEMA Matritensis)

Detalle de la parte inferior del lienzo (SIEMA Matritensis)

Juan de Toledo realizó también el lienzo del "Sueño de San José" para el altar lateral y las pinturas de la parte inferior que muestran a San Pedro Nolasco entregando la regla a la orden y la del milagroso viaje desde Mallorca a Barcelona de fray Raimundo de Peñafort. Igualmente se encargó Juan de Toledo del cuadro sobre la puerta de la sacristía, que no lleva el marco original, y que restauró la Comunidad de Madrid magistralmente.

                                        Retablo del sueño de San José (SIEMA  Matritensis)

San Pedro Nolasco haciendo entrega del reglamento de la orden a las mercedarias 
(SIEMA Matritensis)

Milagroso viaje en barco de Raimundo de Peñafort (SIEMA Matritensis)

San Pedro Nolasco, sobre la puerta de la sacristía (SIEMA Matritensis)

También en el altar mayor conviene destacan el lienzo de Palomino representando la Adoración de los magos, los escudos a los pies del retablo (de los Cortizo retocados), el gran sagrario (desplazado de su posición original) y la mesa de altar  con su preciosa y minuciosa decoración original del s XVIII realizada a base de piedras duras, ágatas y jaspes..

                             Se puede apreciar la decoración barroca de la mesa de altar y, 
                               a la izquierda, abajo, uno de los escudos (SIEMA Matritensis)

Detalle del Sagrario con las pinturas inferiores del retablo detrás (SIEMA Matritensis)

La Adoración de los magos, de Palomino (SIEMA Matritensis)


Respecto al resto de las obras de arte de la iglesia no son de la época original, sino que hubo cambios al traer, en 1837, el cuerpo incorrupto de la beata Mariana de Jesús desde el convento de mercedarios de Santa Bárbara que tirarían. En octubre de 1931 la iglesia fue asaltada por turbas anticlericales y, durante la Guerra Civil saquearon su patrimonio y convirtieron el convento en checa. Las monjas tuvieron que vender también algunas de las obras por causa de la crisis que atravesaban. Por tanto, el resto de los retablos es posterior a la Guerra Civil. Los ensambladores santiagueses hermanos Parcero realizaron los retablos de la Beata y de la Virgen de la Merced, así como el púlpito y confesionarios en estilo barroco o los dos coros.

Retablo de la Virgen de la Merced, con las esculturas laterales de San Pedro Nolasco y Sta. María Cervellón. El pequeño lienzo de Santiago a caballo lo remata (SIEMA Matritensis)

Detalle de la Virgen de la Merced, donada en el s XVIII por la casa 
de Medina Sidonia (SIEMA Matritensis)

Retablo de la beata Mariana de Jesús, suya escultura descansa sobre su arcón sepulcral.
(SIEMA Matritensis)

Confesionario (SIEMA Matritensis)

Púlpito (SIEMA Matritensis)

Detalle del retablo de San Ramón Nonato, con sus símbolos: en su mano derecha, la palma del martirio con tres coronas, por los tres intentos de martirio que sufrió y, en la izquierda, la custodia eucarística
(SIEMA Matritensis)

La Beata Mariana de Jesús es la otra gran protagonista. Maria Ana Navarro Romero nació en Madrid, el 17 de enero de 1565, de familia pudiente que trabajaba para la corte de Felipe II, ya que su padre vivía en la calle Santiago y servía de peletero. Fue bautizada en la iglesia de Santiago, donde una placa y una escultura nos lo recuerda. Ver http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2015/10/iglesia-de-santiago-y-san-juan-bautista.html  . Era la mayor de cinco hermanos y su padre se volvió a casar, teniendo también numerosa prole con la segunda esposa. Maria Ana cuidaba de sus hermanos. Recibió presiones para casarse, pero se determinó a al vida religiosa. En 1613 fue recibida como terciaria de la orden de la Merced por fray Felipe Guimerán, maestro general de la orden. Vivió en una pequeña casa vecina al convento de los mercedarios descalzos. Ya en vida tenía mucha fama de santidad y acudían a ella numerosos pobres o madrileños necesitados de sus favores. Eran conocidas sus virtudes, experiencias místicas, su amor a la Eucaristía, sus penitencias y atención a los pobres. Cuando falleció, el 17 de abril de 1624, se inició el proceso de beatificación alentado por la piedad popular de Madrid y el propio rey Felipe IV. Unos años después, en 1627, se abrió su sepultura y se comprobó que su cuerpo estaba incorrupto y desprendía un agradable olor. Sólo el rostro estaba desfigurado por las manipulaciones para obtener la máscara mortuoria que había realizado Vicente Carducho y su taller. Su escultura se colocó en 1636 en la antigua puerta de Alcalá. En 1783 el papa la declaró beata, con lo cual, el Ayuntamiento la proclamó copatrona de Madrid junto a San Isidro. El sepulcro fue regalo de la reina Isabel II y en la iglesia  también se encuentra una escultura de la santa realizada por Juan Pascual de Mena. Todos los 17 de abril se expone su cuerpo para veneración de los madrileños. Pero la iglesia sólo se puede visitar los miércoles, previa petición a las Mercedarias. Una de ellas, Mª Ángeles Curros y Ares, es historiadora y te cuenta todo tipo de detalles sobre la iglesia. Espero que os haya gustado saber un poco más de esta otra copatrona de Madrid y de la iglesia que acoge su cuerpo. Con estas otras interesantes imágenes me despido.

Maribel Piqueras 

Escultura de la Beata Mariana de Jesús adorando la Eucaristía, 
por Juan Pascual de Mena (SIEMA Matritensis)

Estandarte de la Beata con el escudo de las mercedarias, que colocaron
en la iglesia el 17 de abril del 2023 (SIEMA Matritensis)

Veneración del cuerpo de la beata el 17 de abril del 2023 
(SIEMA Matritensis)