El famoso Paseo del Prado termina con esta nota de vanguardia situada justo en frente del Real Jardín Botánico. El estudio de los arquitectos suizos, Herzog y De Meuron, consiguió esta maravilla del s.XXI.Lo que más llama la atención es el sentido de apertura del edificio. Se asienta abierto por sus cuatro lados a una plaza exterior. La sección cubierta de la plaza presenta un falso techo con placas metálicas de diversas inclinaciones. La arquitectura nos muestra una estructura irregular, pero abierta a integrarse con edificios industriales anteriores, como era la Estación Eléctrica del Medio Día sobre la que se construyó el Caixa Forum. Son 10.000 m2 organizados en siete plantas. Destaca su maravillosa escalera que consigue el efecto de irse ensanchando según vamos subiendo (gracias al uso de una curiosa ingeniería a base de moldes de caucho). A eso hay que añadir la gran luminosidad conseguida por los reflejos del hormigón blanco en los muros de la escalera. El Caixa Forum se pensó como un espacio verdaderamente abierto a la cultura y a la educación, por eso consta de auditorium y diversas salas de exposiciones donde la entrada es libre. Recomiendo subir a la cuarta planta para visitar el restaurante y cafetería, donde encontramos varios espacios para pasar un rato agradable. Podemos observar los enrejados de acero oxidado y las modernas lámparas con forma de lágrima. El mobilario es moderno y cómodo. Además Mario, el excepcional Chef del restaurante Arturo, nos deleitará a diario con unos menús muy económicos, pero llenos de calidad, variedad y originalidad. Tanto para pocas personas como para grupos grandes. Eso sí, no olviden reservar.
Continuando nuestro recorrido descubrimos también la naturaleza, ya que en el s.XXI se procura integrar a las personas con su entorno paisajístico y natural. Por eso las dos fuentes en la parte de atrás del edificio. Y el muro verde o "pared vertical" de 24 ms de altura. Diseñado por el botánico francés Patrick Blanck, que ya había trabajado anteriormente en otros no tan grandes como este( como pueden ser los de Paris, Bruselas, Nueva York o Bangkok). Coloca perfectamente unas 15000 pantas, de 250 especies, sin necesidad alguna de tierra, solo a base de agua y nutrientes. Este muro presenta visiones diferentes en otoño que en primaavera, pero el artista creador de esta belleza supo poner un tipo de vegetación que siempre está verde, para así no dejar demasiados huecos mustios en otoño. Resaltan los contrastes de colorido entre el naranja del ladrillo de la antigua estación y el óxido de la parte de arriba con el fuerte verde de la pared vertical.Una vez terminada la visita al Caixa Forum podemos hacer un alto en otro negocio con encanto. Me refiero a la tienda de la marca Piel de Toro, situada en Paseo del Prado 42. Destaca entre tantos bares para turistas y negocios de souvernirs. Esta franquicia sevillana creada en 1995 nos ofrece, con su característica marca, polos, camisas, sudaderas y mucha ropa de calidad para poder realizar un buen regalo en estas fechas.Os recomiendo hablar con Carlos de mi parte. Además, en la tienda siempre hay exposiciones de cuadros.
martes, 20 de diciembre de 2011
martes, 15 de noviembre de 2011
CAMPO DEL MORO Y MADRID RÍO
Hoy os recomiendo un bonito paseo para realizar en otoño. Mediante este recorrido conoceremos la importancia del río Manzanares y su vinculación con la ciudad a través de diferentes épocas históricas. Iniciamos la visita en el Real Jardín del Campo del Moro. En él se sigue la moda paisajista inglesa o jardín romántico del s.XIX, con sus praderas, senderos tortuosos, pequeñas plazas, exóticos pabellones de reposo y lagos. Todo parece muy natural, cuando está perfectamente planificado. Esta zona verde situada junto al río y en la parte de atrás del Palacio Real estuvo siempre bastante descuidada. Estaba formada por bosques y cazaderos. El curioso nombre con que se la conoce se debe a un levantamiento del caudillo musulmán Ali Ben Yusuf en 1109. Es decir, unas decenas de años después de que el rey Alfonso VI conquistara la ciudad. De entre esa población mudejar que se mantuvo en Madrid surgió un pequeño grupo rebelde que se escondía en esta zona boscosa. Después de sofocar la rebelión se quedó con ese nombre. En el pasar de los siglos se siguió sin atender esta zona del Campo del Moro, dedicándose todos los esfuerzos en mejorar el Alcázar. Con Felipe V se utilizó para almacén de piedra granítica de las obras del palacio y para campo de entrenamiento de la guardia real. Carlos III tampoco estuvo interesado en esta zona de jardines junto al palacio. Pero sí Bonaparte, que mandó a Juan de Villanueva diseñar el eje central y el famoso tunel que comunicaba con el reservado de la Casa de Campo. El primer ajardinamiento efectivo del parque lo llevó a cabo Narciso Pascual Colomer con un proyecto aprobado en 1844, para hacer honor a la mayoría de edad de la reina Isabel II. Pensó en un diseño rectangular manteniendo el eje central de Villanueva, donde trasladó las dos famosas fuentes (la de los Tritones desde los jardines de Aranjuez y la de las Conchas desde el jardín del Palacio del Infante D.Luís). También dividió el terreno en bosquetes por medio de un trazado geométrico de calles y lo rodeó de un perímetro arbolado. Entre ambas fuentes ideó una cascada que no se llegaría a hacer. Incluso de esa época de Pascual Colomer queda la "Estufa de las camelias", justo detrás de la Fuente de los Tritones. Ese proyecto quedó muy dañado hasta la regencia de MªCristina quien, rememorando su boda celebrada en el salón-comedor de palacio con vistas a estos jardines ,quiso recordar a su difunto marido con una reforma romántica debida a Ramón Oliva. Conservaría lo anterior y en la calle principal se instaló un "salón" para fiestas al aire libre, donde Repullés realizaría todas las obras complementarias, como el curioso chalet de corcho (siguiendo la moda por el exotismo oriental) o el elegante chalet grande o de la reina (como un pabellón gótico de la zona alemana, con un gran salón con zócalos de madera y chimenea de mármol, office, tocador y baño). En los años 60 del s.XX se plantó el cesped de moda del eje central y se construyó el moderno pabellón destinado a Museo de carruajes, que hoy no tiene ese uso. También del s XX es la pequeña rosaleda con fuente de piedra en medio y el lago con puente de rocalla, que aumenta todavía más el romanticismo.
Fuente de las Conchas y Paseo Central
(Foto SIEMA)
Chalet de corcho (Foto SIEMA)
Campo del Moro, Paseo de Madroños
(Foto SIEMA)
Madroños junto al lago (SIEMA)
Chalet grande (Foto SIEMA)
Lago con líneas sinuosas (Foto SIEMA)
Ranita surtidor en el centro del lago (SIEMA)
Puente de rocalla
Bancos de granito decorados con ménsulas junto al
lago (Foto SIEMA)
Parte central de la rosaleda del Campo del Moro
(Foto SIEMA)
Volvemos a salir al Pº Virgen del Puerto, recorriendo el exterior del Campo del Moro para observar en la esquina uno de los pabellones de guardia. Cruzamos a la altura del Puente de Segovia, el puente de piedra más antiguo de Madrid, que fue construido por Juan de Herrera -el mismo arquitecto del Monasterio del Escorial- en el sXVI para observar una porcíón de Madrid Río. Es impresionante comprobar como un proyecto del sXXI integra tan bien todo el patrimonio histórico anterior que existe en esa zona. Entre el Puente de Segovia y en Puente del Rey recorremos ese paseo de vanguardia que forma parte de esos 7 km aprovechados al cemento y a la ciudad para beneficio de los ciudadanos. Pensando en su ocio(zonas de paseos, deporte, alquiler de bicicletas, columpios, areas de descanso, etc..) y también con un gran sentido minimalista en la construcción, así como empleo de materiales y vegetación autóctona. No hay elementos altos que rompan la perspectiva y unidad espacial que se da en la zona. El granito, la madera, las fuentes se integran con el espacio verde. La fuente de 16 chorros de la fotografía parece salir del propio río. Incluso los columpios responden a esa idea ambientalista al estar hechos de madera y cuerdas, dando sensación de ser parte del propio paisaje.
Puente de Segovia (Foto SIEMA)
En este paseo redescubrimos la ermita de Virgen del Puerto, edificio de carácter religioso que formaba parte de la remodelación de esta parte del río realizada durante el mandato del Marqués de Vadillo, alcalde de Madrid mientras reinaba Felipe V. Le encargó a Pedro Ribera la construcción de esta ermita en honor a la Virgen del Puerto, patrona de Plasencia, de donde era oriundo este alcalde. Presenta las molduras en la fachada y movimiento que imprime Ribera a todas sus obras. Durante los actos anticlericales de 1936 incendiaron el interior quemando el retablo original de Ribera. El actual, que no desmerece, es fiel réplica del de Ribera.
Interior de la ermita de Virgen del Puerto
(Foto SIEMA)
Terminaremos por el puente del Rey, creado por Isidoro González Velázquez en 1817 para comunicar le Palacio Real con el Reservado de la Casa de Campo. Después, por la Puerta del Rey (1811), diseñada por Juan de Villanueva, se accedería a la zona de la Casa de Campo. El Reservado eran unos terrenos que Felipe II compró a la familia de los Vargas para utilizarlos como área de descanso y coto de caza cercano al Alcázar de los Austrias. Como buen príncipe renacentista se mandó hacer una Galería de las Grutas que hoy está en restauración. Será su hijo Felipe III el que le de entidad a la zona encargando a Gómez de Mora la construcción del palacete de la casa de campo y obras de ajardinamiento (que aparecen en la pintura del s.XVII). El jardín se organizaba de manera clásica como un espacio rectangular al N del edificio y la calle principal, que partía del centro acogía los elementos escultóricos más importantes: como la estatua ecuestre de Felipe III que hoy está situada en la Plaza Mayor de Madrid o la Fuente de las águilas. Los sucesivos monarcas realizaron obras en el reservado. Fernado VI amplió su extensión hacia el N y el O. Sabatini acondicionó el exterior del palacete dejándolo, más o menos, como lo conocemos hoy en día con ese aire neoclásico. Ver más en http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2014/05/el-palacete-de-la-casa-de-campo.html
Ilustración del s XVII con el palacete de la Casa de Campo
Madrid Río desde el Puente del Rey y entrada a la
Casa de Campo (Foto SIEMA)
Silueta de la Virgen del Puerto en Madrid Río
(SIEMA)
Del Puente del Rey a Palacio Real
(Foto SIEMA)
Del Reservado hacia la Puerta del Rey y Palacio Real
(Foto SIEMA)
Palacete de la Casa de Campo
(Foto SIEMA)
Después de este recorrido de 2 horas se pueden hacer varias opciones. Sentarse, si hace bueno, en las diferentes terrazas contemplando las vistas de la zona. Pasarse a dar una vuelta a la antigua estación del Norte o Príncipe Pío, hoy reformada como centro comercial pero que mantiene la fachada original. Por último, andar un poco a conocer la famosa Casa Mingo, donde sirven el tradicional pollo acompañado de sidra. Durante el otoño nos encanta hacer este recorrido.
Maribel Piqueras
martes, 25 de octubre de 2011
EL REY SOL EN EL PRADO
Conviene visitar en la parte de abajo, cerca de la Puerta de Murillo, la sala del Tesoro del Delfín,curiosa herencia del Gran Delfín de Francia a su hijo Felipe de Anjou. Son colecciones de objetos de lujo, fabricados en piedras duras o cristal de roca, como el salero de ónice que es la pieza estrella, realizado en oro macizo, con incrustaciones de diamantes, rubies, esmeraldas, esmaltes, etc..Como negocio con encanto cerca del Museo del Prado está "Estado Puro", un puesto que pretende servir tapas en estado puro, originales, cuidando que sean materiales de calidad. Este restaurante depende del vecino hotel NH Paseo del Prado. Situado en la Plaza de Cánovas del Castillo presenta, de una nueva manera, la ensaladilla rusa, los mejillones tigres, la tortilla o los boquerones fritos. El espacio es pequeño, pero acogedor, con unas bonitas vistas al Paseo del Prado y sus fuentes.
Son pocos españoles los que conocen que el famoso Luís XIV, el Rey Sol, es el abuelo de Felipe V, nuestro primer Borbón. Con él llegaron a España numerosas novedades. En cuanto al arte se refiere podemos detenernos en los cambios en el protocolo, que se reflejan en la construcción de enormes palacios, donde el llamado "cuarto del rey" ocupe alas enormes dentro del propio palacio. También ahora se da un uso público a los espacios antes íntimos para los monarcas (como el dormitorio, vestidor o cuarto de baño). Ese absolutismo real está representado en la pintura a través de imágenes del monarca donde se ensalza su majestad por medio de grandes composiciones, decoraciones lujosas y determinados símbolos de pompa. El eje es el rey y todo lo que le rodea, de ahí el desarrollo de todas las manufacturas reales para promover ese lujo. Ese centralismo queda plasmado también en el control, por parte del Estado de las Reales Academias.
Hay una sala en el Prado donde se puede estudiar la evolucion de todos esos retratistas francese formados en el Paris de Luis XIV. Desde Hoausse,que es el primero que llegó y muestra una pintura que combina la sobriedad anterior con el refinamiento frances, como el "retrato de Luís I", en la foto superior. Jean Ranc, vinculado a la familia del retratista Rigaud cambia ya el estilo de retrato cortesano por completo, como puede verse en sus obras de "Carlos III niño" o "Felipe V a caballo", todos ellos muy refinados, pomposos, coloristas y llenos de símbolos. Pretendiendo dar una imagen concreta del nuevo Rey. Para finalizar, será Van Loo, el último retratista francés en llegar a la corte, en 1737, el que nos intruduzca en una pintura menos detallista, pero más rococó. Con grandiosas composiciones llenas de arquitecturas y personajes fantasiosos, de lujo en las estancias y vestidos, sin olvidar la personalidad del retratado, como el melancólico rey de su "Familia de Felipe V", donde el monarca ni siquiera ocupa el eje de la composición, sino su mujer, Isabel de Farnesio, que es la que se apoya en la corona.
viernes, 14 de octubre de 2011
La Capilla del Obispo en Madrid
Junto a la Plaza de la Paja, que era un importante centro comercial del Madrid de los siglos XIV y XV, se edificó esta Capilla del Obispo en estilo plateresco. Pertenecía al conjunto residencial de la prestigiosa familia de los Vargas pero, hasta hoy en día, el arquitecto que la diseñó permanece en el anonimato. Presenta numerosos elementos góticos, como los contrafuertes exteriores o las bóvedas de crucería. En planta nos encontramos con una sola nave ancha, con ábside poligonal y bóveda baja en el coro, al principio, para elevarse después. Es un ejemplar único en Madrid y atravesar sus muros nos hace retroceder en el tiempo hasta finales del gótico.
Planta de la Capilla del Obispo, desde las escaleras de acceso que dan a la Plaza de la Paja
y constan de dos tramos simétricos renacentistas
Interior de la Capilla del Obispo con toda su magnífica decoración
escultórica (Foto SIEMA)
En el exterior los Vargas se edificaron un palacete de piedra y, la apariencia es de estilo renacentista, con los tramos de escaleras enfrentados, la galería de arcos clásicos en la parte de arriba, los sillares de piedra, los diferentes patios hasta el acceso a la capilla. Refleja un macizo clasicismo a la Plaza de la Paja. Todo ese exterior está muy reformado y moderno. No así la gran puerta de madera con el que ingresamos en el recinto, que tiene adornos platerescos del primer tercio del s XVI, así como el escudo del Obispo de Plasencia.
Contrafuertes de la capilla por el ábside exterior (SIEMA) |
La decoración escultórica es posterior a la época de construcción de esta capilla como monumento funerario para la importante familia Vargas, y su responsable es Francisco Giralte, discípulo del toledano Alonso de Berruguete. Trabajó en la Capilla entre 1544 y 1550 para los Vargas en tiempos del Emperador Carlos V. A él debemos el gran retablo de madera policromada de tres calles tras el altar que rellena toda la pared. Representa entrañables escenas de la vida de Jesús y de la Virgen, pero colocadas sin seguir un orden estricto, tampoco son proporcionadas las figuras y el tamaño de la de Jesús es algo superior a los demás personajes (siguiendo modelos de la iconografía gótica). Estos elementos del s.XV se alternan con un incipiente renacimiento, lo que es propio del estilo plateresco del s.XVI.
Retablo plateresco y cubiertas góticas de final del sXV
de la Capilla (Foto SIEMA)
Junto al retablo de Giralte están los monumentos funerarios en alabastro de Francisco de Vargas, consejero de Isabel la Católica y fallecido en 1524, y el de su mujer Inés de Carvajal. En la pared de la derecha vemos el impresionante sepulcro renacentista tallado en alabastro del hijo de ambos y que es el que da nombre a la capilla: Gutierre Carvajal y Vargas, obispo de Plasencia. En él aparece el obispo en actitud orante, acompañado de tres de sus clérigos. Al fondo la escena de la Oración en el huerto. A los lados las escenas de "Cristo después de la flagelación" y las "Lágrimas de San Pedro". Arriba el "Ecce Homo". En el basamento unos preciosos niños cantores. La técnica del alabastro nos acerca y hace más vivo lo representado. Os animo a adentraros en esta capilla cerrada durante tanto tiempo y ahora encomendada su custodia a la reciente orden de Las Hermanitas del Cordero. Por la mañana se puede verla tranquilamente sobre las 12.45 y por la tarde de días laborables a las 18h. Luego también se puede participar del culto público.
Tumba del Obispo (Foto SIEMA)
Las puertas de madera que dan paso a la Capilla, son de Cristobal de Rojas y presentan un fino labrado en estilo plateresco. Representan la "Expulsión de Adán y Eva del Paraiso", "la Anunciación", el escudo del obispo y escenas de batallas del Antiguo Testamento, como la de los Amalecitas, con Moisés al fondo rezando, o la batalla de José contra los Gabaenitas, con el sol parado en el centro. Muy bien esculpida la diferente profundidad de las figuras. Lo pueden comprobar en las siguientes imágenes:
Puerta con el escudo del Obispo de Plasencia y una escena de la
Anunciación (Foto SIEMA)
Detalle de las puertas de caoba (Foto SIEMA)
La residencia palaciega y la capilla funeraria pasó por manos de diferentes familias del linaje Vargas, que además se fueron emparentando con otros antiguos linajes de Madrid, como Lujanes o Zapata. En 1920 la capilla del obispo pasó a pertenecer a la casa de Alba, adquirida por matrimonio. En ella se continuaron celebrando ceremonias, visitas, pero no se cuidó ese patrimonio adquirido, así que en 1980 pasó a depender del arzobispado de Madrid, con la idea de hacer una buena restauración y que fuera un lugar de culto.
Nada más salir por la escalera renacentista de dos tramos por la cual se accede os invito a deleitarse con algo más mundano, en el Cafe Bar Delic . Es uno de los negocios con encanto de la zona. Regentado por Elena García-Guereta. Nos gusta el ambiente tranquilo que hay por las mañanas, donde se pueden degustar sus cafés, tes o infusiones acompañadas de las originales tartas caseras. Para mediodía recomiendo su comida internacional. Por la noche el ambiente cambia totalmente, lo mismo que el de la zona de la plaza. Ahora música más movida y unos cócteles de impacto. Con ello nos despedimos por hoy: Podéis seguirnos también en facebook Siema Matritensis o en twitter e Instagram@siemamadcencanto. Así como participar en las visitas guiadas que se publican en agenda en la web www.siema.es
Maribel Piqueras
lunes, 3 de octubre de 2011
Las Salesas Reales
Hoy vamos a detenernos en la historia de las Salesas Reales y algún negocio curioso de su entorno. Sta.Bárbara es mucho más que una iglesia casamentera, como ahora podreis comprobar. Debemos la construcción de tan magnífica obra a la reina Bárbara de Braganza, mujer de Fernando VI. Cuando éste accede al trono, en 1746, Bárbara de Braganza empezó a preocuparse por tener una residencia donde ir si quedara viuda y unos grandes ingresos. Su preocupación estaba motivada por la débil salud de su marido y las malas relaciones con la madrastra de Fernando VI, Isabel de Farnesio. En 1749 compra los terrenos y las obras durarán desde 1750 hasta 1757. Era un conjunto muy amplio(iglesia, convento, residencia real) que realmente ocupaba toda la manzana. Y aquí residieron las monjas de la orden de la Visitación o Salesas Reales hasta su expropiación por parte del Estado en 1870, cuando esa parte pa. só a utilizarse como Palacio de Justicia. Francois Carlier diseñó el proyecto, pero como tenía mucho trabajo en los sitios reales, tanto de España como en el extranjero, le encargó a Francisco Moradillo la continuación de los trabajos.
Moradillo realizó algunos cambios en el proyecto original, quitándole cierto dinamismo y añadiendo las torres de los extremos. La planta presenta una sola nave, con amplio crucero y cúpula con esbelta linterna. En la decoración trabajaron los mismos artistas que en el Palacio Real. Para que se vea la importancia que tiene la obra, la mayoría de las esculturas fueron realizadas en mármol por Olivieri, el artista italiano, nacido en Carrara, en cuyo taller se había fundado en 1744 la Academia de Bellas Artes. Olivieri dirigía todos los trabajos escultóricos del Palacio Real y aquí realizó el precioso medallón de la Visitación en la fachada, así como los relieves de la parte inferior. También en el retablo mayor esculpió las de S. Fernando y Sta. Bárbara, S. Francisco de Sales y las de la Fe y la Caridad (todas ellas con la maestría y viveza que le caracteriza).
En cuanto a la decoración pictórica destacan los pintores italianos, como Corrado Giaquinto, quien trabajó el "S. Francisco de Sales y Sta. Juana Chantal"en la capilla de la derecha siguiendo un estilo más próximo al Neoclasicismo ( Giaquinto trabajaba también en varios frescos del Palacio Real de Madrid. De Francesco Cignaroli es la "Sagrada Familia" de la capilla de la izquierda (de composición muy original, colorista y barroca). Francesco Mura realizó "La Virgen con el Niño, S.Francisco Javier y Sta. Bárbara" en el lado derecho del crucero y tambien el lienzo principal del retablo mayor. Posteriormente los hermanos González Velázquez terminaron la decoración de las bóvedas.
A destacar también que esta iglesia es panteón real, puesto que aquí se encuentra el monumento funerario de Fernando VI e Isabel de Braganza. Son los únicos reyes, junto a su padre Felipe V e Isabel de Farnesio, que no están enterrados en el panteón real del Escorial. Bárbara de Braganza murió en 1758 y no llegó a habitar en su magna obra. Está enterrada en lo que era el coro bajo de las monjas, a la derecha del presbiterio, y su tumba en un estilo más sencillo que la del Rey la realizó Juan León. Pegado a la que fué su mujer está enterrado el rey Fernando VI, en un elegante monumento, como se puede apreciar en la fotografía, realizado por Sabatini el diseño y esculpido por Francisco Gutierrez en tiempos de Carlos III. Enormes esculturas mitológicas de mármol simbolizan la abundancia y la justicia, sobre la tumba aparecen los símbolos reales(corona, cetro, el mundo) y el Tiempo, el cual sostiene un retrato del rey. Y en la partes superior está la Fama con el escudo de Fernando VI.
Pateando la zona no hay que dejar de pasarse por dos negocios con mucho encanto que os recomiendo. Uno es ALCION Art Gallery , en Orellana nº 14. Aquí encontrareis copias de obras de arte famosas con muy buena relación calidad-precio, suelen trabajar por encargo y su dueño, Oscar Ruíz, es una persona encantadora, de un trato amable y sencillo.Al lado, en Campoamor nº 10, se puede visitar BoMonde, la exquisita tienda de velas aromáticas francesas, así como perfumes franceses e italianos de calidad, todo ello elaborado con productos artesanales siguiendo la tradición de tantos siglos de aprendizaje. Por ejemplo, son maravillosas sus velas francesas que siguen la técnica del s.XVII y van arropadas por un precioso cristal italiano. De verdad, merece la pena conocer ambos negocios que son también otro tipo de arte con encanto.
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