domingo, 26 de febrero de 2012

BASÍLICA DE S.FRANCISCO EL GRANDE Y HOSPITAL DE LA VENERABLE ORDEN TERCERA FRANCISCANA

BASÍLICA DE S.FRANCISCO EL GRANDE

Esta iglesia fué construída en el emplazamiento del antiguo convento franciscano que era el nucleo de esta arrabal del Madrid de los Austrias. El rey Carlos III, tan afín a la orden franciscana y no a los jesuítas (como habían sido sus antecesores en el trono durante los s.XVI y XVII), decidió demoler el viejo convento y construir uno majestuoso. El nuevo lo diseñó F. Francisco Cabezas: pensó en una planta circulár con profundas capillas entre pilares y la cúpula más grande de todo Madrid (33 ms de diámetro). Se inspiró en el panteón de Agripa y en la iglesia del Sto. Sepulcro de Jerusalem. Además, aquí se concentraba la Obra Pía de los Santos Lugares. Pero el Arquitecto Municipal y la Real Academia pusieron muchas pegas al proyecto, ya que pensaban que los refuerzos de las capillas no podrían aguantar el empuje de la gran cúpula. Así que, al final, decidieron suprimir el tambor con columnas sobre el que se asentaba la cúpula. Cabezas, muy cansado de esperar y luchar, abandona la dirección de la obra en el año 1768. Más tarde, en 1776, continuarían las obras Sabatini y Miguel Fernández. Se cubrió la iglesia con la cúpula sin tambor, se construyó el convento y la fachada neoclásica. En el interior trabajarían pintores y decoradores del s.XVIII como Bayeu (que realizó las pinturas del retablo primitivo), Goya, Maella, Ferro, del Castillo, los hermanos González Velázquez. Por fín, en 1784, se inauguró la iglesia con la advocación de Nra Sra de los Ángeles, pero se conoce popularmente como San Francisco el Grande por sus dimensiones.
Bajando desde la Plaza de la Paja es como se percibe en todo su esplendor la fachada neoclásica. Es convexa y consta de dos cuerpos. Abajo tres huecos de arcos de medio punto separados por columnas dóricas de orden gigante y arriba tres grandes ventanales con remates rectos. En el centro lo remata un pequeño frontón con los escudos de la orden. Se aprecia la gran cúpula con linterna que descansa sin tambor y las dos torres con campanas de carrillón en los laterales(8 en un lado y 11 en otro que se colocaron en 1882). Otra vista interesante del exterior se da si nos situamos hacia la izquierda, sobre el parque de las Dalias, para contemplar el inmenso muro lateral y las cubiertas abovedadas de las capillas así como los solidos pilares entres ellas ( como en la fotografía siguiente)
También a este edificio le afecta la convulsa historia del Madrid del s.XIX. En 1808 lo ocuparon tropas francesas. José Bonaparte lo convirtió en hospital civil y si este rey se hubiera mantenido más tiempo en su trono habría sido capaz de desarrollar el proyecto de hacer una calle grande y ancha para comunicar el Palacio Real con S.Francisco y establecer en la iglesia las Cortes. En 1834 sufrió una matanza de frailes por las turbas, lo que llevó a cerrar la iglesia al culto hasta 1927. En esos años se convirtió en panteón de hombres ilustres y aquí estuvieron las tumbas de Ventura Rodriguez, Juan de Villanueva, Garcilaso, Calderón de la Barca o el Marqués de la Ensenada por ejemplo. De Cánovas del Castillo parte la idea de reformar el templo de nuevo. Estamos en una época de estabilidad política con la Restauración, de gran bonanza económica y en los años 80 del sXIX se acomete una gran decoración del interior del templo. Aquí se celebraron los funerales de la reina Mª Mercedes y será una iglesia muy utilizada por la realeza.

Nada más atravesar el pórtico de entrada nos damos cuenta de las grandes riquezas que atesora. Está todo él pavimentado de mosaicos, con zócalos, pilares y pilastras revestidos de mármol. a lo que hay que sumar los trabajos en madera de nogal americano sobre las tres puertas de entradas, con talla que recuerda al plateresco: representan a Cristo crucificado entre los dos ladrones, con recuadros de escenas del Antiguo y nuevo Testamento. Rodeado todo ello por cordones de la orden franciscana y cruces de Jerusalem.
La inmensidad y unidad espacial que se logra con la gran cúpula nos deja sin aliento. Al pié de las pilastras de la rotonda se sitúan 12 apóstoles en marmol de Carrara realizados por diferentes escultores del s.XIX, entre los que destacan el S. Mateo de Mariano Benlliure o S.Andrés y S. Bartolomé de Ricardo Bellver. Todos los trabajos de marmol para los altares de las capillas, el altar mayor, escaleras y púlpitos son de la casa Nícoli. Esta familia de escultores oriundos de Carrara llego a España en tiempo de Isabel II y establecieron un exitoso taller en Madrid, donde trabajaban por catálogo según modelos renacentistas o barrocos italianos, pero también diseñaban escultoras originales de ellos mismos. Trabajarán en los más importantes palacios del s.XIX de Madrid. Las vidrieras de la parte baja de la cúpula fueron construídas por la casa alemana Mayer y Cía y tratan de temas marianos. Los ocho paneles como gajos de naranja que la decoran están realizados en oleo sobre una base de yeso, de ahí su color tan brillante. Los dos mayores representan a Nra Sra de los Ángeles sobre el altar Mayor y los estigmas de S. Francisco sobre el coro.
Recorriendo las capillas por orden, vemos que las dos más antiguas, decoradas en la etapa original de 1783-84 son las situadas junto a la entrada, como la de la fotografía de arriba que corresponde a la Capilla de S.Antonio, por la escultura de S. Antonio de Padua sobre el altar mayor. Es una capilla de estilo barroco, toda ella es del s.XVIII, como la "Immaculada" de Maella, la curiosa "Sagrada Familia" de Gregorio Ferro a la izquierda ( con esa iconografía rococó de San José tan cariñoso con el Niño)y el "Abrazo de Sto. Domingo a San Francisco" de José del Castillo. La Capilla de las Mercedes es de estilo renacentista, con el altar de mármoles florentinos, pero rodeada ya de monumentales lienzos del s.XIX con el tema de fondo del amor a los niños o al Niño Jesús. La Capilla de la Pasión  es de estilo bizantino y en ella intervienen artistas de renombre en la pintura realista o histórica decimonónica española,como Moreno Carbonero o Muñoz Degráin (con el cuadro simbolista del "Entierro de Jesús") . En cuanto a la Capilla Mayor destacan los paneles realizados por Alejandro Ferrant y Dominguez en 1885 con escenas de la aparición de Nra Sra de los Ángeles a San Francisco y la visita de éste al Papa, además de las monumentales esculturas en madera imitando bronce los los cuatro evangelistas. Pero, obre todo, nuestros ojos se van a la sillería plateresca procedente del Monasterio del Parral en Segovia, e intalada aquí en el siglo XIX (es una maravillosa talla realizada por un discípulo de Berruguete) y se puede apreciar en la siguiente foto.

Continuamos el recorrido al otro lado del altar mayor por la Capilla de la Virgen del Olvido, con la pequeña imagen barroca encontrada tras una vidriera bajo el coro, que es la que da nombre a la capilla y los impresionanteslienzos que tratan el tema de la institución de la orden de la Immaculada por Carlos III y la proclamación de este dogma. Hay que decir que la bandera de Europa, azúl con las estrellas de fondo, se basa en los colores e imágenes de esta orden creada por Carlos III. La siguiente Capilla de Santiago rinde homenaje a las órdenes militares españolas. Y, por último, la más antigua de San Bernardino, donde se encuentra el gran lienzo de Goya junto a sus coetáneos. Es esta una de las primeras obras de Goya a su llegada a Madrid, cuando está trabajando como cartonista para la Real Fábrica de Tapices y, de hecho, mantiene las características de este periodo (gama variada de luminosos colores, escenas de paisaje, composiciones complejas de muchos personajes). Representa a San Beranrdino predicando a Alfonso V de Nápoles y a sus cortesanos. A la derecha aparece un Goya joven autoretratado.
Tras el altar mayor se puede  acceder a otras joyas de la iglesia, como son la Antesacristía y Sacristía. En ellas el suelo es de madera finas, las bóvedas con frescos de Contreras del s.XIX, pero destaca la sillería que recorre todas las paredes: es una sillería procedente del Monasterio del Paular, en talla plateresca. El oscuro de la madera sobre la tonalidad roja de la pared crea un llamativo contraste. Los lienzos de la sacristía son copia de Jesús y los 12 apóstoles de Ribera . En la Sala Capitular está lo más bonito de la sillería bajo otra bóveda de Contreras. Rodeando la sacristía y bordeando el altar mayor se situá la antigua sillería, mucho más sencilla, del s.XVIII. Estos tres tramos rectangulares se utilizan como pinacoteca, para exponer obras provenientes de diferentes conventos franciscanos, muchos de ellos demolidos o expropiados por la desamortización. Van desde el s.XVI al XIX y encontramos , especialmente en el tramo tercero, las mejores obras de arte de Zurbarán, Alonso Cano, Ricci, Pacheco y Velázquez o González Velázquez.

Se podría contar mucho más de la iglesia de San Francisco. Durante la Guerra Civil sirvió, por ejemplo, de almacén de obras de arte procedentes del cercano Palacio Real. El Papa Juan XXIII la elevó a Basílica Menor en 1963. En 1980 se declaró monumento histórico artístico y hoy es una de las mejores iglesias para visitar y para casarse. Dependiendo también de los franciscanos, en la cercana calle de Bernabé 13 conviene aprovechar y visitar el hospital del s.XVII del cual hablaré ahora.

IGLESIA Y HOSPITAL DE LA VENERABLE ORDEN TERCERA

Si San Francisco es de sobra conocido, no ocurre lo mismo con esta joya oculta del Madrid barroco. Su historia comienza en 1678 cuando, a la vez que se termina la ejecución de la adyacente Capilla del Cristo de los Dolores junto a San Francisco, se funda este hospital para los cofrades enfermos. El mismo arquitecto de esa capilla, Marcos López, así como Felipe Sánchez, son los que realizan las trazas de este hospital. Las obras durarán desde 1679 hasta 1686 en que se inaugura. Consta de un patio sobre el que se configuran las dos galerías del hospital. Sobre las paredes de la planta baja de ese patio cuelgan obras de arte como "La Immaculada" de Pereda. También se mantiene intacta la escalera del doble rampa del s.XVII en torno a la cual se muestran cuadros de Carreño de Miranda, Van Dyck o Sánchez Cotán.

Este hospital se declaró, en 1887, establecimiento de beneficiencia particular por orden del Duque de Abrantes y todavía hoy en día funciona como hsopital, siendo habitual poder acceder a esto que estoy comentando los días de diario. La fachada de la iglesia es un gran rectángulo con una puerta de arco de medio punto. Es convexa, rematada en ático mixtilíneo. Todo ello generando el contraste de luces y movimiento tran propio del Barroco. El interior responde a una sola nave donde las separaciones son pilastras de capitel dórico con retablos barrocos de madera dorada entre los arcos. La cornisa que recorre la nave es muy sobresaliente. Está toda ella abovedada y, sobre el crucero, hay una cúpula de tambor sobre pechinas con escudos de la orden franciscana. El retablo, sin embargo, es posterior, neoclásico del s.XVIII


Junto a estos monumentos del Madrid histórico aparecen negocios interesantes. Por ejemplo, en la vecina calle con el nombre de nuestro patrón, en San Isidro Labrador nº 13, está La Tahona de San Isidro. Se puede decir de ella que es "pequeñita, pero matona" porque encuentras de todo realizado de modo artesanal. Desde comida salada  para llevar ( guisos, lentejas, spaghetty, lasaña, empanadas,ensaladas), dulces como todo tipo de tartas o magdalenas, rosquillas, hasta quesos, pan , patés, latas. Los que atienden son un encanto. Yendo ya para el Mercado de la Cebada encontramos una tienda muy apropiada para esta épcoca de carnaval, me refiero al almacén Fiesta cerrada, en la calle Oriente nº 3. Aquí hay todo tipo de disfraces para niños y adultos, así como complementos de fiesta, bromas, cosas de cumple, etc....

viernes, 3 de febrero de 2012

CASA DE LA VILLA

El haber estado hace poco en un acto oficial en esta Casa de la Villa me permitió recorrer sus estancias con detenimiento y me animó a divulgar los tesoros que esconde en este blog. Es en tiempos de Felipe IV, un "Austria menor" que resultó grande para Madrid, cuando la ciudad se decide a tener una sede en condiciones para el órgano más representativo del gobierno de esta villa y corte. Desde la época medieval el concejo de la villa se había reunido en esta misma plaza, llamada del Salvador, por la iglesia del mismo nombre donde se reunían los del Concejo. Por seguir la tradición decidieron mantener en este mismo sitio la Casa de la Villa. Su construcción sigue el proyecto de Gómez de Mora (1644) aportando sus notas características al urbanismo madrileño del s.XVII. Edificación sobria, con gran zócalo de granito y muros de ladrillo, rematada por torres chapiteles apizarradas en las esquinas y sin apenas decoración en su origen, salvo la ornamentación con frontones triangulares de piedra en los balcones del piso principal.

José de Villarreal realizó, en 1653, las trazas definitivas, donde el patio es el protagonista. Pero no con recorridos circulares en torno al patio, sino tangenciales, para agilizar. Hasta los años noventa del s.XVII no se finalizaron los trabajos en ella para su uso como Casa de la Villa. En tiempos de Carlos II se recargó la decoración con el estilo propio de esa época: las molduras sobre las puertas principales, los escudos y remates de las torres corresponden al trabajo durante ese reinado de José Olmo y Teodoro Ardemans. De esa época son también los frescos de Palomino(1692-96)que cubren el Salón de Sesiones. Ahora mismo lucen en todo su esplendor en este salón que da a la Plaza de la Villa, con los retratos de los sucesivos monarcas que intervinieron en la construcción de esta Casa y sus mujeres. Se acaban de restaurar buscando la frescura y colorido original y quitando todo el mobiliario isabelino. En ellos Palomino sigue bastante el estilo de Giordano. Hasta que el Ayuntamiento de Madrid se trasladó al Palacio de Cibeles actual las sesiones tenían lugar en esta sala decorada como la fotografía de abajo
Otra importante y luminosa sala, que da a la calle Mayor, es el Salón de Recepciones. En una sala de paso, antes de llegar a él, se expone la famosa Custodia de Plata del s.XVI. La bóveda que cubre este salón presenta escudos de Madrid en los laterales y un gran escudo central, donde se aprecia la unión de España y Portugal. Aquí, al igual que el resto de salas del piso superior, se muestran copias de cuadros de Goya, como "La alegoría de Madrid". Goya pintó esta obra, en 1810, originariamente para José Bonaparte, con un retrato de este monarca en forma de medallón y la mujer clásica simbolizando Madrid. Después cubrió el retrato por la inscripción y fué un homenaje a la ciudad y al levantamiento del 2 de Mayo( tal como está en el original del Museo del Prado). En 1789, Juan de Villanueva incorporó la columnata neoclásica que se asoma a la calle Mayor, con lo que lucían más las autoridades asomándose a este balcón para presidir los desfiles o procesiones de esta calle tan importante.

Seguimos avanzando a lo largo de los siglos y se decidió, en el s.XIX, cubrir el patio con una cristalera artística y el suelo con baldosas de cristal(todo ello desapareció, quedándose el mombre de Patio de Cristales).También  se elevó el suelo y cerraron los balcones que daban a la galería. En 1896 estos balcones se convirtieron en puertas rematadas por bustos de personajes históricosdel siglo de oro, como Lope de Vega, Quevedo o  Francisco de Vargas, En la Guerra Civil se destruyó este patio, reconstruyéndose en la década de los cuarenta con esta moderna vidriera con escenas de Madrid (S. Isidro y Sta. María de la Cabeza, la puerta de Alcalá.). Una vez realizada la visita recomiendo conocer cuatro negocios con encanto en la zona. Empezaremos dándole un toque italiano auténtico a esta calle Mayor donde, además, se sitúa el Instituto Italiano de cultura, del cual hablaremos en otro blog. El primero de ellos es Geppetto (Mayor 78, http://www.geppettoitalia.com/ ), la tienda de regalos artesanos de madera que incluso se pueden personalizar.Este negocio lo conocí personalmente en Florencia y me pareció impresionante su manera de trabajar la madera. Giuseppe gestiona con gran amabilidad esta tienda de la calle mayor desde hace tres años y en ella puedes encontrar de todo, además se muestra un video con el trabajo del maestro fabricante originario de Urbino. Bastante más adelante, en la otra acera, completaría esta nota italiana tomando algo propio de la cocina italiana en Grazie Mille. No hay que perderse sus panes especiados, postres, pizzas, capuccinos o cualquier tipo de pasta.Los miércoles sobre las 21h realizan intercambios de lengua italiana u otros idiomas.

Ahora seguimos dando un aire muy cultural al recorrido visitando dos librerías. En Libería A & M JIMENEZ podemos encontrar libros y estampas antiguas de todo tipo pero, sobre todo, de carácter jurídico. Realizan servicio de compra-venta. Existe desde los años treinta y hoy en día la atiende Mario Jiménez. Más especializada en temática de Madrid está La Librería ( Mayor 80), editorial que desde 1986 promueve la ciudad de Madrid con sus libros. Hay de todo, desde monográficos muy profundos hasta publicaciones más divulgativas. Es la mejor para adquirir material que te permita conocer la historia de Madrid en sus diferentes etapas, los artistas madrileños, los barrios y edificios emblemáticos, los jardines, árboles, sierras, calles, etc...Ha ampliado su repertorio con postales, grabados y cuadernos. Imprescindible para sumergirse en este Madrid con encanto.