lunes, 22 de mayo de 2023

Colegio Máximo e Iglesia de los jesuitas en Alcalá de Henares. Capilla de las Sagradas Formas.

 Nada más coger la calle Libreros llama la atención la magnificencia del que fue Colegio Máximo de los Jesuitas y su iglesia. Hoy quiero contaros un poco su historia y evolución. San Ignacio de Loyola llegó en 1526 a Alcalá de Henares, con la idea de estudiar Filosofía y Teología. Se alojó primero en el hospital de Santa María la Rica y, después, en el de Antezana (donde trabajaba en la cocina). En esta ciudad logró un gran número de seguidores y dejaría encargado a Francisco de Villanueva, antiguo colegial de la universidad alcalaína, la organización de un colegio jesuita en la misma. El primer colegio jesuita de Alcalá se fundó en 1546 y estaba ubicado en parte trasera de la ermita de los doctrinos. Allí estuvieron los jesuitas  antes de trasladarse a esta nueva sede de la calle Libreros. Por eso, como homenaje y recuerdo de ese primer lugar, se colocó la escultura de San Ignacio de Loyola realizada por José Luis Vicent (1957). Para este Colegio Máximo los jesuitas contaron con los fondos que les proporcionaron Leonor Mascareñas, aya de Felipe II, y Juana de Austria (ambas colaborarían también para la creación del colegio imperial de Madrid). Melchor de Bueras será el arquitecto que diseñe el nuevo colegio, inaugurado a comienzos s XVII en esta nueva ubicación. La fachada exterior presenta zócalo de granito y muros lisos de ladrillo visto, dividido en tres pisos con sobrias ventanas cuadradas. Una fina línea de granito separa los diferentes pisos. La cubierta es de teja árabe. Dentro de esa sobriedad destaca la puerta de ingreso con molduras partidas barrocas. Estaba pensado para 60 colegiales.

      Vista general de parte de la iglesia y todo el muro del colegio de los jesuitas (SIEMA Matritensis)

Enlace de lo viejo (colegio máximo de los jesuitas) y lo nuevo (facultad de derecho)
(SIEMA Matritensis)

El Colegio Máximo Jesuita de Alcalá, que se fundó cuando Madrid todavía no era sede de la corte, tenía suma importancia. Además en Alcalá había universidad y en Madrid no. En el s XVIII y en los sucesivos siglos sufrió numerosas reformas. Cuando fueron expulsados los jesuitas, el rey Carlos III mandó utilizar esta sede como Real Universidad de Alcalá, separándola del colegio de San Ildefonso. Entonces se  realizó la escalera monumental de Ventura Rodríguez, que todavía se conserva. Con el traslado de la universidad a Madrid entró en decadencia. Pero después volvió a ser colegio de formación jesuita ( por ejemplo el actual Papa Francisco estudió aquí en 1970-71) y, también se construyó la facultad de derecho de Alcalá, en la parte de atrás, siguiendo el estilo de muros de ladrillo rojo y base de piedra, con un moderno contraste entre lo viejo y lo nuevo. También se integran un colegio de primaria, secundaria y FP. 

                   Vista de la imponente fachada barroca de la iglesia jesuita (SIEMA Matritensis)

Estatua de San Pablo, realizada por Pereira (SIEMA Matritensis)

Pasado la sobria fachada del colegio nos encontramos con la monumental fachada barroca de grandes dimensiones de lo que fue la iglesia de los jesuitas. Construida enteramente en piedra la fachada. La iglesia se inició con las trazas primeras del jesuita Bartolomé Bustamante, pero luego siguieron los trabajos Francisco Mora y su sobrino Juan Gómez de Mora. Quedó finalizada en 1625. Al exterior vemos la división en tres partes. La parte central presenta la entrada principal bajo un gran arco barroco, rodeado de columnas pareadas y frontón barroco partido. Dos columnas de orden gigante y capitel compuesto se muestran a los lados, separándolas de los cuerpos laterales. En el medio vemos nichos con las esculturas de San Pedro y San Pablo (del escultor barroco Pereira). El siguiente cuerpo de la parte central está iluminando por la ventana del coro que se sitúa a los pies de la iglesia. Nichos con las esculturas de San Ignacio y San Francisco Javier (también de Pereira) y columnas estriadas de capitel compuesto. Remata esta parte central el frontón triangular con las bolas Austrias. Los dos cuerpos laterales de la fachada presentan puertas rectangulares de entradas, rematadas por frontón semicircular y escudos. Y luego vemos el típico alerón barroco que une el cuerpo central con los laterales.

                    Vista general de la antigua iglesia de los jesuitas, hoy parroquia de Santa María
                                                          (SIEMA Matritensis)

Los retablos barrocos originales de esta iglesia y los lienzos de Nardi situados en el retablo central fueron quemados en 1936 por grupos anticlericales. También ese mismo año incendiaron la antigua parroquia de Santa María de la plaza de Cervantes, donde fue bautizado el famoso escritor. Así que, después de la Guerra Civil, se decidió trasladar la advocación de Santa María para esta iglesia jesuita y convertirla en parroquia diocesana. Lo que sí podemos ver todavía es la arquitectura original: con planta de cruz latina de una sola nave abovedada y capillas laterales muy grandes, de planta cuadrada, que se comunican entre sí. Sobre cada capilla un balcón sujeto por ménsulas y balaustrada barroca. También barroco el coro alto a los pies de la iglesia. 

       Dinamismo barroco en los balconcitos miradores y en la línea de cornisa (SIEMA Matritensis)

Púlpito de mármol grisáceo (SIEMA Matritensis)

Como he comentado ya, salvo la barroca capilla de las Sagradas Formas, la decoración del interior de la antigua iglesia de los jesuitas es toda moderna y bastante sencilla, buscando devociones que gusten a los fieles. Para el retablo de madera se han realizado copias de Murillo, Maino, etc. Las pequeñas hornacinas del crucero contienen un Sagrado Corazón y una Virgen de Fátima. Nada más entrar, a la derecha, encontramos la imagen de estilo andaluz que representa a María Santísima de la Soledad Coronada. En homenaje a la nueva advocación como parroquia diocesana. Pertenece a una antigua cofradía alcalaína: la "antigua, ilustre y fervorosa hermandad y cofradía de María Santísima de la Soledad Coronada y Sagrado descendimiento de Nro Señor Jesucristo" (fundada en 1508). Sufrió varios traslados a lo largo de los siglos: capilla de mínimos, Magistral, esta iglesia de nuevo en la capilla de las Sagradas Formas, la Magistral (quedando destruída la imagen original en 1936). Se realizaron más imágenes de la misma. La de 1950 la destruyó una carcoma cuando estaba ubicada en las Bernardas. Así que la talla actual es del escultor sevillano Castillo Lastrucci (1961). En el año 2009 se adquirió una nueva talla del Descendimiento, de Jesús Méndez Lastrucci. Todos estos datos están sacados de la historia de la hermandad. También existen otras capillas con la Sagrada Familia y con Vírgenes. Al fondo, a la derecha, la puerta de entrada a la Sacristía (donde está una fuente de mármol de diferentes colores, s XVIII). A la izquierda, la puerta de entrada a la capilla de las Sagradas Formas, de la que hablaré a continuación. 

María Santísima de la Soledad coronada (SIEMA Matritensis)

Cartela del origen de la hermandad situada junto a la imagen de la Virgen (SIEMA Matritensis)

Moderno conjunto escultórico del Descendimiento en otra de las capillas
(SIEMA Matritensis)

Detalle del altar mayor (SIEMA Matritensis)

Coro barroco y ventana de iluminación a los pies de la iglesia (SIEMA Matritensis)

Crucero con la puerta de la Sacristía (SIEMA Matritensis)

Puerta original de entrada a la capilla de las Sagradas Formas desde la 
cabecera de la iglesia (SIEMA Matritensis)

La Capilla de las Sagradas Formas  es lo que más nos impresiona de todo este conjunto y nos traslada al pleno barroco del s XVII. Construida entre 1678-1687 como capilla anexa a la cabecera de la iglesia de los jesuitas y con entrada independiente desde el exterior. Se hizo para conmemorar el milagro de las 24 formas consagradas. Contaré al lector que, el 1 de mayo de 1597, el padre jesuita Juarez confesó a un morisco que le presentó una tela donde recogía 24 formas consagradas que había ido robando en diferentes iglesias. Como el jesuita pensó que no era prudente consumirlas, ya que podrían haber sido envenenadas para matar sacerdotes (hecho que ya había sucedido alguna vez en España), decidió guardarlas en una urna de plata hasta que se corrompieran, hecho que nunca sucedía. Los jesuitas mandaron hacer un estudio científico de esas formas y determinaron, en 1619, que era un hecho milagroso que siguieran sin corromperse. Mandaron exponerse en una custodia de plata y nácar dentro de esta capilla anexa en 1687. En el año 1777 se trasladaron a la Magistral. Al comienzo de la Guerra Civil fué escondida en sitio secreto esa custodia tan especial y sólo sabían su localización tres hombres, que fueron asesinados en la guerra, así que desde entonces está oculta y desaparecida la original. Todo en esta capilla está orientado a la veneración de ese milagro eucarístico barroco. La capilla resulta un cubo adosado a la cabecera de la iglesia, la planta es centralizada, cubierta con una gran cúpula con tambor y linterna. La custodia se exponía en el altar, delante de un lienzo de la Virgen con un retablo barroco de madera policromada. Se ve una réplica de la custodia original, con 24 formas sagradas que se van cambiando. Los frescos de la cúpula fueron realizados en 1689, tras la finalización de las obras arquitectónicas de la capilla. Los pintó Juan Vicente Ribera, con la ayuda de Juan Cano de Arévalo. Representan diversas alegorías del milagro eucarístico, incluso, justo encima de la custodia, aparece un ángel que porta una espada de fuego y la custodia original del s XVII. Todo el estilo se inspira en las quadratturas barrocas que enseñaron en Madrid la escuela de Mitelli y Colonna. La arquitectura se funde con la pintura, en formas, movimiento, colores. En la base, entre grandes columnas pintadas al fresco en color azul, llenas de guirnaldas , surge toda la exhuberante decoración. Con el paso del tiempo han perdido nitidez las imágenes de los frescos.

Vista de la cúpula, con los frescos, las ventanas del tambor, donde dos de las ocho,
 están cegadas y pintadas y la linterna (SIEMA Matritensis)

Frescos de la parte justo encima del altar, en el centro la figura del ángel con la espada
de fuego y la custodia original (SIEMA Matritensis)

Altar barroco de las Sagradas Formas (SIEMA Matritensis)

Procesión de las Sagradas Formas saliendo de la Magistral, por Félix Yuste 
(SIEMA Matritensis)

Es maravilloso el trasladarse al mundo del barroco y, también, contemplar con que gran cariño y cuidado han organizado la adoración perpetua en esta capilla de las Sagradas Formas. La custodia, algo diferente a la original, presenta en el interior ocho lados con tres sagradas formas en cada lado. Desde el exterior una bonita y reforzada puerta de acceso nos recuerda las figuras de los niños mártires de Alcalá de Henares. Desde una pequeña plaza se contempla la inmensa cúpula barroca con tambor, pechina y chapitel de pizarra. Todo en ladrillo visto, como los muros, de la capilla, donde todavía se ven los mechinales cuadrados. Salimos por el callejón de las Sagradas Formas que bordea la iglesia jesuita. Con estas bonitas imágenes del exterior nos despedimos. Ya sabéis que podéis seguir nuestra actividad cultural de difusión del patrimonio de Madrid y su comunidad, así como las visitas guiadas que hacemos (sólo publicamos las abiertas a inscripciones individuales, no las de grupos privados o empresas) en agenda de la web www.siema.es , Twitter o instagram @siemamadencanto y Facebook Siema Matritensis.

Maribel Piqueras

                      Detalle de la cúpula de las sagradas formas al exterior (SIEMA Matritensis)

Vista exterior donde se aprecian la forma de cruz griega y los mechinales o huecos 
cuadrados en las paredes (SIEMA Matritensis)

Entrada directa desde el callejón a la capilla (SIEMA Matritensis)


Callejón de las Sagradas Formas (SIEMA Matritensis)

Callejón de las Sagradas Formas (SIEMA Matritensis)










jueves, 11 de mayo de 2023

convento Mercedarias de D.Juan de Alarcón

 Hoy me voy a detener en uno de los conventos barrocos más difícil de ver en Malasaña y que, además, aloja el cuerpo incorrupto de la beata Mariana de Jesús, que es copatrona de Madrid. Me refiero al convento de Mercedarias de Don Juan de Alarcón. Situado en la calle Valverde nº 15, pero a la iglesia se entra por la esquina de la calle Puebla. Aunque es una fundación de 1606 debida a una piadosa viuda burgalesa, Dª María de Miranda (señora de Montalvo), popularmente se le conoce con el nombre de su confesor, D. Juan de Alarcón, quien fue el ejecutor de sus últimas voluntades. Este dió posesión a las monjas de dicha fundación el 9 de febrero de 1609, pero las obras de construcción de la iglesia no comenzarían hasta 1643, quedando terminadas por Eugenio Diego Delgado en 1656. Delgado trabajaba con Gómez de Mora y en la iglesia se pueden apreciar las líneas originales arquitectónicas del barroco madrileño, así como otras obras de arte como el retablo mayor. Los últimos estudios demuestran que Delgado estuvo trabajando para la familia de los Cortizos: Luisa de Hierro y su cuñado, Sebastián Cortizo, crearon un patronato para continuar las obras de la iglesia y también tener allí su panteón familiar. Eran una familia de conversos judíos, pero protegidos por el valido Luis de Haro. Tras atravesar por una gran crisis económica, esta familia de los Cortizos vendió el patronato a Laura María Lentini (Duquesa de la Montaña) quien, como estaban mal vistos por la sociedad del momento los conversos judíos, decidió borrar su huella en la decoración de la iglesia y realizó algunos cambios incluso en los escudos de los Cortizo que todavía se mantienen.

                       Vista general del convento de las Mercedarias de D. Juan de Alarcón, 
                                    con la iglesia en primer plano (SIEMA Matritensis)

Entrada de granito barroca al colegio por la calle Valverde. En la parte superior
el escudo de la orden Mercedaria (SIEMA Matritensis)

Fachada y entrada lateral al convento por la calle Valverde. Vemos la Inmaculada en la 
hornacina y los escudos retocados de los Cortizos  en los laterales (SIEMA Matritensis)

Fachada principal de la iglesia por la calle Puebla (SIEMA Matritensis)

Otra entrada principal al convento por la calle Puebla (SIEMA Matritensis)

Al exterior el convento ocupa un gran solar. El conjunto está formado por el convento en sí, el colegio y la iglesia. Las Mercedarias no son monjas de clausura, sino que se dedican a la enseñanza. En el exterior vemos los muros de ladrillo lisos, el granito en zócalos y molduras de las puertas, los alerones de madera y las cubiertas de teja. Siguiendo las líneas de la arquitectura religiosa barroca madrileña, que se inspira en la iglesia de la Encarnación. La fachada de la iglesia tiene una estructura vertical dividida en tres cuerpos: tres arcos de entrada sujetos sobre pilares de granito, siendo mayor el arco central; el cuerpo central con las ventanas que iluminan el coro alto; frontón triangular con cruz para remate. Toda la estructura flaqueada por dos pilastras gigantes toscanas.

                     Interior de las Mercedarias con su importante retablo central (SIEMA Matritensis)

La iglesia presenta en planta una cruz latina. El crucero es muy corto y se cubre con una sencilla cúpula con pechinas decoradas, visible desde el exterior. La nave presenta tres tramos abovedados con lunetos laterales que la iluminan. Todas las molduras decorativas de yeso son muy sencillas. 

                          Bóveda central y cubiertas de la iglesia, de gran sobriedad (SIEMA Matritensis)

Llama la atención y es la joya barroca de la iglesia su retablo mayor. Fue tallado en madera policromada en dorados por los hermanos de la Torre. De un gran arco sostenido por columnas corintias cuelga el gran lienzo del pintor Juan de Toledo, de casi 8 ms de largo, titulado "La Apoteosis de la Inmaculada". Juan de Toledo realizó también los lienzos de la parte inferior, que representan a San Pedro Nolasco y a San Antonio de Padua. La Inmaculada Concepción es la patrona de las Mercedarias, lo mismo que la Virgen de la Merced. Por eso todas las iglesia mercedarias en Madrid tienen a la Inmaculada en su advocación (por ejemplo las Góngoras o la iglesia de la calle Silva). La "Apoteosis de la Inmaculada" nos muestra toda una composición de gloria barroca, organizada en círculos, con numerosos escorzos, movimiento y colorido. En la parte de abajo aparecen símbolos de las letanías del rosario. Después la Inmaculada Concepción rodeada de arcángeles y ángeles que le sostienen la bola a los pies. Hay un tercer círculo con querubines que le arrojan flores y un cuarto círculo donde los bienaventurados contemplan la escena. En la parte superior vemos a la Santísima Trinidad. Ahora os muestro más detalles del mismo.

     "Apoteosis de la Inmaculada Concepción" del pintor y militar Juan de Toledo (SIEMA Matritensis)

Detalle de la parte superior del lienzo (SIEMA Matritensis)

Detalle de la parte inferior del lienzo (SIEMA Matritensis)

Juan de Toledo realizó también el lienzo del "Sueño de San José" para el altar lateral y las pinturas de la parte inferior que muestran a San Pedro Nolasco entregando la regla a la orden y la del milagroso viaje desde Mallorca a Barcelona de fray Raimundo de Peñafort. Igualmente se encargó Juan de Toledo del cuadro sobre la puerta de la sacristía, que no lleva el marco original, y que restauró la Comunidad de Madrid magistralmente.

                                        Retablo del sueño de San José (SIEMA  Matritensis)

San Pedro Nolasco haciendo entrega del reglamento de la orden a las mercedarias 
(SIEMA Matritensis)

Milagroso viaje en barco de Raimundo de Peñafort (SIEMA Matritensis)

San Pedro Nolasco, sobre la puerta de la sacristía (SIEMA Matritensis)

También en el altar mayor conviene destacan el lienzo de Palomino representando la Adoración de los magos, los escudos a los pies del retablo (de los Cortizo retocados), el gran sagrario (desplazado de su posición original) y la mesa de altar  con su preciosa y minuciosa decoración original del s XVIII realizada a base de piedras duras, ágatas y jaspes..

                             Se puede apreciar la decoración barroca de la mesa de altar y, 
                               a la izquierda, abajo, uno de los escudos (SIEMA Matritensis)

Detalle del Sagrario con las pinturas inferiores del retablo detrás (SIEMA Matritensis)

La Adoración de los magos, de Palomino (SIEMA Matritensis)


Respecto al resto de las obras de arte de la iglesia no son de la época original, sino que hubo cambios al traer, en 1837, el cuerpo incorrupto de la beata Mariana de Jesús desde el convento de mercedarios de Santa Bárbara que tirarían. En octubre de 1931 la iglesia fue asaltada por turbas anticlericales y, durante la Guerra Civil saquearon su patrimonio y convirtieron el convento en checa. Las monjas tuvieron que vender también algunas de las obras por causa de la crisis que atravesaban. Por tanto, el resto de los retablos es posterior a la Guerra Civil. Los ensambladores santiagueses hermanos Parcero realizaron los retablos de la Beata y de la Virgen de la Merced, así como el púlpito y confesionarios en estilo barroco o los dos coros.

Retablo de la Virgen de la Merced, con las esculturas laterales de San Pedro Nolasco y Sta. María Cervellón. El pequeño lienzo de Santiago a caballo lo remata (SIEMA Matritensis)

Detalle de la Virgen de la Merced, donada en el s XVIII por la casa 
de Medina Sidonia (SIEMA Matritensis)

Retablo de la beata Mariana de Jesús, suya escultura descansa sobre su arcón sepulcral.
(SIEMA Matritensis)

Confesionario (SIEMA Matritensis)

Púlpito (SIEMA Matritensis)

Detalle del retablo de San Ramón Nonato, con sus símbolos: en su mano derecha, la palma del martirio con tres coronas, por los tres intentos de martirio que sufrió y, en la izquierda, la custodia eucarística
(SIEMA Matritensis)

La Beata Mariana de Jesús es la otra gran protagonista. Maria Ana Navarro Romero nació en Madrid, el 17 de enero de 1565, de familia pudiente que trabajaba para la corte de Felipe II, ya que su padre vivía en la calle Santiago y servía de peletero. Fue bautizada en la iglesia de Santiago, donde una placa y una escultura nos lo recuerda. Ver http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2015/10/iglesia-de-santiago-y-san-juan-bautista.html  . Era la mayor de cinco hermanos y su padre se volvió a casar, teniendo también numerosa prole con la segunda esposa. Maria Ana cuidaba de sus hermanos. Recibió presiones para casarse, pero se determinó a al vida religiosa. En 1613 fue recibida como terciaria de la orden de la Merced por fray Felipe Guimerán, maestro general de la orden. Vivió en una pequeña casa vecina al convento de los mercedarios descalzos. Ya en vida tenía mucha fama de santidad y acudían a ella numerosos pobres o madrileños necesitados de sus favores. Eran conocidas sus virtudes, experiencias místicas, su amor a la Eucaristía, sus penitencias y atención a los pobres. Cuando falleció, el 17 de abril de 1624, se inició el proceso de beatificación alentado por la piedad popular de Madrid y el propio rey Felipe IV. Unos años después, en 1627, se abrió su sepultura y se comprobó que su cuerpo estaba incorrupto y desprendía un agradable olor. Sólo el rostro estaba desfigurado por las manipulaciones para obtener la máscara mortuoria que había realizado Vicente Carducho y su taller. Su escultura se colocó en 1636 en la antigua puerta de Alcalá. En 1783 el papa la declaró beata, con lo cual, el Ayuntamiento la proclamó copatrona de Madrid junto a San Isidro. El sepulcro fue regalo de la reina Isabel II y en la iglesia  también se encuentra una escultura de la santa realizada por Juan Pascual de Mena. Todos los 17 de abril se expone su cuerpo para veneración de los madrileños. Pero la iglesia sólo se puede visitar los miércoles, previa petición a las Mercedarias. Una de ellas, Mª Ángeles Curros y Ares, es historiadora y te cuenta todo tipo de detalles sobre la iglesia. Espero que os haya gustado saber un poco más de esta otra copatrona de Madrid y de la iglesia que acoge su cuerpo. Con estas otras interesantes imágenes me despido.

Maribel Piqueras 

Escultura de la Beata Mariana de Jesús adorando la Eucaristía, 
por Juan Pascual de Mena (SIEMA Matritensis)

Estandarte de la Beata con el escudo de las mercedarias, que colocaron
en la iglesia el 17 de abril del 2023 (SIEMA Matritensis)

Veneración del cuerpo de la beata el 17 de abril del 2023 
(SIEMA Matritensis)































jueves, 20 de abril de 2023

Museo Cerralbo

 Este palacio situado en la calle Ventura Rodríguez nº 17, esquina con Ferraz, es uno de los más importantes para conocer la forma de vida y el gusto artístico de la aristocracia española de fines s XIX. Su dueño, D. Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII Marqués de Cerralbo, nació en Madrid en 1845. Desde pequeño se aficionó a coleccionar monedas antiguas y también era un hombre apasionado por la literatura, el arte y la historia. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid, donde coincidió D. Antonio del Valle, haciéndose muy amigos. Escribía poemas y participaba en veladas literarias. Era un hombre muy polifacético. Llegó a financiar y dirigir más de un centenar de excavaciones arqueológicas desde su palacio de Santa María la Huerta (Soria), participando en el debate que hubo en el congreso sobre el Proyecto de Ley de excavaciones (1911). Incluso, ese mismo año, recibió el premio de historia Martorell por su obra titulada "Páginas de Historia Patria por mis excavaciones arqueológicas".

                   Retrato del Marqués de Cerralbo por Soriano, en una de las galerías de 
                      la planta principal de su palacio madrileño (SIEMA Matritensis)

El Marqués de Cerralbo con grandes mamíferos prehistóricos
 procedentes del yacimiento de Torralba.

Con 24 años ingresó en las filas del partido carlista. En 1872 sería elegido diputado por Ledesma (Salamanca), donde también tenía propiedades. En 1885 asciende a senador del reino. Entre 1890 y 1900 fué el representante en España de D. Carlos de Borbón, afincado en Venecia y que era considerado por los carlistas como el legítimo rey de España. Con el cambio de siglo y la pérdida de las colonias el marqués de Cerralbo abandonó un poco esta causa, que volvería a asumir en la figura de Don Jaime, hijo de D. Carlos de Borbón, entre 1913-1919.

                  Dedicatoria de D. Carlos de Borbón al marqués en 1897 (SIEMA Matritensis)

En 1871 el Marqués de Cerralbo se casó en Vitoria con Maria Manuela Inocencia Serrano, curiosamente era viuda, muy guapa y mucho mayor que él, ya que le sacaba 29 años y tenía dos hijos de su edad,  del primer marido, Antonio del Valle. Con el patrimonio de sus dos hijos, Antonio y Amelia, y junto a su nuevo marido unían numerosas pertenencias y colecciones que les desbordaban, decidieron hacerse un palacio mucho más grande del que ya poseían en la calle Pizarro. El arquitecto Alejandro Sureda realizó los planos, aconsejado siempre por el marqués, que le mandaba numerosos dibujos de fachadas o planos sobre cómo distribuir las estancias. Las obras duraron desde 1885 hasta 1893. Como Sureda falleció en 1891, le sucederían Luis Cabello Asó y su hijo. En este palacio se percibe el eclecticismo propio del s XIX. El conjunto se articula en torno a tres fachadas y un jardín interior. Presenta un aire clasicista al exterior, con balcones rematados por frontones. Observamos cuatro torreones cubiertos por pizarra, aunque en el diseño original eran torreón con remate de terraza, pero en 1960 se cubrieron con estas nuevas torres de chapitel apizarrado. El ala que da al jardín tiene detalles neomudéjares en ladrillo.

                          Fachada principal, por la calle Ventura Rodríguez, con los dos portones
                                 para entrada y salida de carruajes (SIEMA Matritensis) 

Fachada a la calle Ferraz, donde se aprecian dos de los cuatro torreones del palacio
(SIEMA Matritensis)

Torreón abierto que hace esquina en el jardín, con muros de ladrillo abajo y, sobre ellos, 
la terraza mirador con balaustrada y columnas clásicas (SIEMA Matritensis)

Jardín interior, de planta triangular, adornado por bustos. Al fondo se puede apreciar la torre con el capitel de pizarra. (SIEMA Matritensis)

Vista interior del jardín con el estanque romántico y el jabalí copia del florentino (SIEMA Matritensis)

El palacio lo registró a nombre de sus hijos, quienes eran los que más lo usaban y más habitaciones ocupaban, ya que los padres pasaban más tiempo en su palacio de Santa María de la Huerta o viajando por Europa, especialmente por Italia y Francia, donde adquirieron muchos objetos de su colección. Cuando falleció el Marqués de Cerralbo, en 1922, donó a la nación el gran patrimonio atesorado para que sus colecciones "perduren siempre reunidas y sirvan para el estudio de los aficionados a la ciencia y al arte". En 1924 el Estado español acepta ese legado, que se amplía con la herencia de la Marquesa de Villa Huerta, quien fallece en 1927. En 1934 se constituyó la Fundación Museo Cerralbo y en 1944 se organizaron los espacios para poderlo disfrutar como museo. Aunque, con los años, se han hecho algunos cambios en el piso Entresuelo.

Fiesta en el palacio del marqués de Cerralbo. Fotografía antigua 
realizada en el salón de baile del mismo

Ahora me gustaría recorrerlo desde aquí con vosotros. ¿Os venís?

GRAN PORTAL Y ESCALERA DE HONOR

Nada más atravesar las dos puertas simétricas que servían para dar entrada y salida a los carruajes, vemos una pequeña escalera a la derecha, que conducía a las cocinas, calderas y guarda arneses del semisótano (hoy en día se localizan en este punto la sala de exposiciones temporales y el salón de actos). En el piso bajo un pequeño distribuidor desde donde arranca la escalera de honor. La barandilla de hierro forjado procede del palacio de Bárbara de Braganza, que se usó como Tribunal Supremo cuando el marqués se estaba haciendo el palacio. Toda la decoración alude al origen nobiliario del propietario. Desde los lienzos imitando frescos de la parte baja (La derrota de la armada holandesa en 1635 por el almirante Contreras, I Duque de Alcudia o la defensa de la Coruña por el II marqués de Cerralbo  en 1592), realizados ambos por Soriano Fort. O los tapices de escudos de armas elaborados en el siglo XVII en Bruselas (con escudos de los Carvajal, Padilla, Acuña y Enríquez) o en Pastrana (las armas de los Silva, los Mendoza o de la Cerda). Pero destaca el escudo de armas de los Cerralbo, realizado en estuco con relieve muy sobresaliente en 1893. Es un escudo partido, donde aparecen las armas de la casa de su mujer a la derecha y, en el otro lado, las suyas.

 Vista del arranque de la escalera de honor. A la izquierda de aprecia el lienzo de la "defensa de la        Coruña por el II Marqués de Cerralbo", pintado por Soriano Fort (SIEMA Matritensis)

Parte alta de la escalera, con los tapices de armas del s XVII y la barandilla (s XVIII) procedente del antiguo palacio de Bárbara de Braganza (SIEMA Matritensis)

Impresionante escudo de armas del marqués de Cerralbo (SIEMA Matritensis)

"Santo Domingo en Soriano", de Pereda, adquirido tras la venta de las obras del 
antiguo convento dominico de Santo Tomás  (SIEMA Matritensis)

PLANTA ENTRESUELO

En esta planta se situaban las estancias privadas, por tanto, las que estaban decoradas de manera más sobria. Al comienzo del recibimiento de verano sale un pequeño pasillo, a la derecha, que te conduce a taquillas y a una sala de exposiciones (Juan Cabré)
1. Recibimiento de verano Estancias alargadas y muy fresquitas, porque dan al jardín (que se sitúa al N). Destacan obras de arte religioso de los siglos XVI (como "San Agustín y Santa Mónica", de Girolamo Muziano) o del s XVII ( "Alegoría de la Eucarístía", del taller de Valdés Leal, "Visión de San Antonio", de Pereda o "San José con el niño"). Vemos también un reloj inglés de pared del siglo XVIII, con pesas.
2. Jardín
3. Salón rojo. Es el primero de los tres salones que se abren al jardín. El Marqués lo usaba de despacho de diario para atender a proveedores o administradores y así no tuvieran necesidad de pasar por el resto de estancias del edificio. Junto al escritorio se puede ver el retrato de su antepasado, Fernando Aguilera y Contreras, XV Marqués de Cerralbo. La tapicerías y paredes están hechas con un rojo fuerte. 

Vista general del Salón rojo (SIEMA Matritensis)

Escritorio y retrato del XV Marqués de Cerralbo (SIEMA Matritensis)

4. Salón amarillo. Se usaba como comedor sencillo de diario y también como gabinete de reunión para personas de confianza. El papel pintado es el original. El tapizado de seda amarillo, así como el color de las cortinas le da nombre a la sala. La mesa es de caoba maciza y las sillas inglesas llevan respaldo calado. La lámpara de bohemia está hecha con cristal de vidrio de cobre y bronce dorado. 

Vista general del salón amarillo (SIEMA Matritensis)

5. Salita rosa. No es original, sino una recreación como salita de compañía femenina con muebles y decoración cedida por la propia marquesa de Villa -Huerta.

Salita rosa ( Museo Cerralbo)

6. Dormitorio del marqués. Utilizado mucho tras enviudar. En esa butaca falleció en agosto de 1922. La decoración de la cama es de inspiración barroca, con ese cabecero de cuerpos torneados y remates como pináculos.    
 
Dormitorio del marqués (SIEMA Matritensis)

7. Pasillo. Estrecha estancia que comunica con la escalera de servicio, decorada con recuerdos carlistas.

Vista general del pasillo (SIEMA Matritensis)

8. Recibimiento de invierno y capilla. Cruzamos de nuevo la gran escalera de honor para pasar al recibimiento de invierno y a esta ala más cálida de las habitaciones de la planta del entresuelo, ya que daban al O y al S. Ambas estancias son muy sencillas y este recibimiento ocupa menos espacio que el de verano. Destaca el gran espejo, los retratos de los reyes Austrias y una bastonera de cerámica de Zuloaga (1880)

Recibimiento de invierno (SIEMA Matritensis)

Vista de la sencilla capilla de la planta entresuelo (SIEMA Matritensis)


9. Salón de confianza. Espacio amplio que ocupaba el chaflán y se utilizaba como zona algo más vistosa para recibir invitados en el piso de diario. Destacan la enorme lámpara de cristal de Murano con forma de barco, así  como los numerosos objetos de porcelana de Meissen (incluso en los marcos de una vitrina expositora).
Vista general del llamado Salón de Confianza (SIEMA Matritensis)

Detalle de la impresionante lámpara de cristal de Murano sobre la mesa central
(SIEMA Matritensis)

Reloj de bronce dorado en el salón de confianza (SIEMA Matritensis)

Vitrina con decoración de ébano y porcelana Meissen (SIEMA Matritensis)

10. Gabinete de la marquesa de Villa-Huerta. Es un espacio íntimo recreado con muebles de la marquesa de Villa-Huerta y de cuyas paredes cuelga un cuadro copia del Arca de Noe de los Bassano. A la derecha del mismo se ve un pequeño anexo con una puerta que conduce a un aseo con todas las modernidades de la época (incluso un elegante retrete de porcelana)

                                   Gabinete de la Marquesa de Villa-Huerta ( SIEMA Matritensis )

Aseo unido al gabinete de la marquesa de Villa Huerta (Museo Cerralbo)

11. Salón comedor. Esta amplia sala de la planta entresuelo se utilizaba como salón comedor y sala de estar a la vez. Vemos una mesa circular ampliable, un diván, un escritorio en la esquina, cuadros de flores o bodegones con comida (siglos XVII-XVIII) y un relój inglés del s XVIII.

                                          Comedor del entresuelo (SIEMA Matritensis)

12. Sala Mirador. En la esquina de esta planta entresuelo se encuentra la sala mirador o sala de música, donde practicaban piano y presenta un mirador acristalado a la calle Ferraz, que le da el nombre. Podemos ver una radio antigua, un bonito biombo, así como los retratos realizados por el pintor Jacinto Meléndez a los jóvenes reyes Felipe V y Mª Luisa Gabriela de Saboya. Pero el retrato que más llama la atención es el realizado por Federico de Madrazo a la hermana del marqués, la "Marquesa de Aguilera y Gamboa".

 Vista general de la sala mirador, con su decoración y la luz que proviene del mirador
 (SIEMA Matritensis)

                        Precioso retrato de la hermana del Marqués de Cerralbo, Matilde de Aguilera y      Gamboa, realizado por Federico Madrazo en 1873(SIEMA  Matritensis)

                                   Curioso biombo en la sala mirador (SIEMA Matritensis)
 
El mirador que da nombre a esta sala, con cristal y rejería de hierro, que da a la
 fachada del palacio a la calle Ferraz (SIEMA Matitensis)

PLANTA NOBLE

13. Armería. Esta alargada sala se usaba como recibidor o sala de bienvenida y besamanos para los invitados a esta planta noble. La disposición y decoración se inspira en la época medieval. Por ejemplo el techo de estuco, imitando madera, está lleno de heráldica de la familia, o el mobiliario neogótico. Vemos numerosas armaduras completas, yelmos, espadas, escudos. Como la armadura del primer Conde de Alcudia o la del II Marqués de Cerralbo (s XVI).

                    Vista de la Armería o recibimiento en la planta noble (SIEMA Matritensis)

Techo de la Armería, imitando madera y decorado con los escudos de la familia 
(SIEMA Matritensis)

Armadura del I Conde de Alcudia ( s XVI)


14. Baño. Para impresionar a los invitados disponía de una gran bañera de mármol y todos los avances en la grifería de la época
15. Sala árabe. Responde al gusto por el exotismo oriental que tenían en el s XIX y se  solía utilizar como zona de fumar para los caballeros. Buscaba imitar el estilo de las jaimas. Está decorada con objetos provenientes de China, Japón, Filipinas, Marruecos o Nueva Zelanda. Nos llama la atención el bento japonés (juego de cajas contenedores para almacenar y transportar comida (costumbre usada en Japón desde 1610 y que se mantiene en la actualidad, incluso la han puesto de moda en Europa) o el juego chino para fumar opio del s XIX.

Sala árabe y, al fondo, asoma la sala estufa de la esquina (SIEMA Matritnensis)

16. Sala estufa. Aunque originariamente se pensó utilizar como invernadero, el marqués cambió su uso para exponer antigüedades y decidió cubrir los grandes ventanales con tapices.

17. Sala Columnitas. Se utilizaba como sala de reunión para hombres y está decorada siguiendo un gusto más barroco. Llamada así por el conjunto de figurillas (procedentes de excavaciones arqueológicas) dispuestas sobre pequeñas columnas de ágata, alabastro o mármol y situadas en la mesa central. Podemos ver preciosos escritorios napolitanos de ébano y carey, un escritorio salmantino, un mueble carpetero del s XIX e importantes óleos del s XVII cuelgan de sus paredes. Por ejemplo, "Concierto de pájaros" de Arellano, o "Asunción" de Eugenio Caxes (1620). Así como "Nuestra Señora de los Ángeles", de Bartolomé González (1620) junto a la puerta.

Vista general de la Sala Columnitas (SIEMA Matritensis)

Sala columnitas: escritorio napolitano con aplicaciones de ébano, carey y bronce
(SIEMA Matritensis)

Lienzo de Nuestra Señora de los Ángeles, de Bartolomé González, situado también en esta sala
(SIEMA Matritensis)

18. Pasillo. Esta estancia alargada de servicio, que da a la escaleras de servicio y se utilizaba para atender por aquí el Comedor de Gala, está decorada con 80 dibujos, de los 558 dibujos que componían su colección.
Dibujo de Tiziano para decorar este pasillo de servicio (SIEMA Matritensis)

19. Salón vestuario. Muy masculino y para ser visto. Por eso el mobiliario es de estilo francés del s XVIII, como el armario de roble que se remata con tallas doradas, o la exposición central de espadas y sables de los siglos XVIII y XIX. Vemos también butacas de terciopelo y seda bordada o un lavabo reutilizado como mesa tocador.

Vista general del salón vestuario (Museo Cerralbo)

20. Salita Imperio En su origen era el tocador de la marquesa, pero en 1900 se recreó como salita imperio muy femenina, en blanco y rosa, con muebles rococó y neoclásicos. Destacan las pinturas en las puertas de las cuatro estaciones, realizadas por Máximo Juderías y José Soriano.

Salita imperio (SIEMA Matritensis)

Salita imperio y el detalle de las pinturas en las puertas (Museo Cerralbo)

21. Comedor de gala. Con mesa de caoba y nogal alargada para organizar cenas de gala donde se seguía el protocolo "a la francesa" y enmarcada con espejos enfrentados a la presidencia. Destacan las mesas auxiliares, los aparadores, los infernillos y los bodegones que cuelgan de las paredes ( "Bodegón de cocina", de Munari; "Puerco espines y víbora", de Snyders; "Bodegón de sandía, calabaza y flores", de Recco). Originariamente estaban cubiertos los ventanales con cortinajes con escudos de los Cerralbo, pero quedaba muy oscura. 
Vista general del comedor de gala (SIEMA Matritensis)

22. Sala de billar. Podemos contemplar una mesa de billar francesa, decorada con maderas finas y bronces (1855), las sillas son altas, para poder ver la partida. En el techo cuelgan retratos originales famosos, por ejemplo Luis I (Miguel Jacinto Meléndez), retrato de caballero (Tintoretto, 1555) o Luis XIV con coraza del taller de Rigaud.

Vista general de la sala billar (SIEMA Matritensis)

Detalle de la marquetería de la mesa, con decoración vegetal, y detalles del 
suelo de la sala de billar (SIEMA Matritensis)


23. Salón chaflán. Vistosa sala para tertulias y descanso entre los bailes. En la parte de arriba están pintadas alegorías de la música y la pintura. En los muros podemos ver grandes lienzos que simulan frescos ( Máximo Juderías realizó los siguientes: "Descanso en medio de la siega", "Amanecer en el río Jalón", "Jardín del palacio de Santa María de la Huerta"; José Soriano pintó el "Baile popular en la huerta valenciana"). Destacan entre su decoración la alfombra francesa de Aubussan (s XIX), el reloj de porcelana de Sajonia, los jarrones japoneses de porcelana lacada negra con forma de calabazas (Meiji 1870)  y la campana china de 1800 de metal y esmalte.
 
Vista general del salón chaflán (SIEMA Matritensis)

Jardín del palacio de Santa María de la Huerta (Soria), el lugar preferido por el marqués para residir cuando estaba por España. Pintura de Máximo Juderías (SIEMA Matritensis)

24. Despacho. Es un cuarto de trabajo, pero que presenta muchísima decoración de aparato para impresionar a sus visitas. Gran chimenea y escudo, diversas antiguedades, buró de cilindro fernandino con gran cantidad de objetos de lujo. Lienzos de Tiziano y de los talleres de Van Dyck (retrato de María de Médicis) o de Bronzino (Alejandro de Médicis).

Vista general del despacho (SIEMA Matritensis)

Otra vista del mismo despacho (SIEMA Matritensis)

25. Biblioteca Lugar para estudio con más de 7000 volúmenes, desde incunables hasta obras de 1922. También se exponen en vitrinas monedas y medallas.

Biblioteca (SIEMA Matritensis)

Detalle de una vitrina con medallas y monedas que se exponen en la Biblioteca (SIEMA Matritensis)

26. Galeria I Inicia las galerías situadas alrededor de un patio cuadrado y que convergen al salón de baile, para que así sus invitados disfrutaran de sus colecciones. En esta primera contemplamos retratos de los antepasados del marqués y de él mismo. También hay numerosos divanes y un mueble vitrina en el medio donde vemos las condecoraciones recibidas, como el vellocino de oro o la cruz del Espíritu Santo francesa.
Vista general de la Galería I (Museo Cerralbo)

Condecoración con el vellocino de oro por Carlos de Borbón en 1895 (SIEMA Matritensis)

27. Galería II. Decorada con muebles italianos inspirados en el barroco florentino, como las mesas y sillas realizadas en pino, ébano y márfil que encontramos. De sus paredes cuelgan obras como "La piedad" (Alonso Cano ,1660), "Inmaculada" (Zurbarán, 1665), "Alegoría de la muerte" (Paolino, seguidor de Caravaggio, 1680) o la obra del s XVIII encargada por Carlos III a Paret y que se titula "Vista de Portugalete". En una de las puertecitas que dan a ella, se localiza un retrete de lujo y lavabo con la grifería a la última para la época. 

Galeria II. Silla de ébano y márfil (SIEMA Matritensis)

Galería II. Inmaculada de Zurbarán (SIEMA Matritensis)

Galería II. Vista de Portugalete , pintado por Paret (SIEMA Matritensis)

Retrete y lavabo ( SIEMA Matritensis)


28. Galería III. Curiosa decoración con escritorios, arquetas, bustos de mármol del s XIX. También vemos cuadros como la Piedad (Sebastián Ricci, 1691), Jacob con rebaños (de Ribera, 1638).

Galería III (SIEMA Matritensis)

29. Salón de baile. Es una de las estancias que más impresiona y con la que terminamos esta entrada en el blog. Pensar que está decorada con paneles de ágata de Granada, mármoles pirinaicos y grandes espejos venecianos. Todo ello produce un brillo deslumbrador. Presenta una disposición alargada y anchura suficiente para bailar, tiene también divanes para descansar, así como sillas de madera doradas y tapizadas con sedas. Máximo Juderías realizó las pinturas del techo con  escenas de bailes de los dioses en el centro y, a los lados, interpretaciones del baile a lo largo de la historia (donde hay bailes populares o el propio marqués, con levita roja, bailando la llamada danza de "galope" más fina). Un enorme reloj de bronce plateado y mármol con una escultura neoclásica preside la sala (es de 1850). Subiendo por la escalera principal nos reciben dos figuras candelabro en bronce: un indígena y un niño con bandolera de un entomólogo que estudia los insectos.

Nada más agradecer al Museo Cerralbo las facilidades que siempre da para la visita del mismo y lo agradable que es el personal. Cualquier actividad cultural de SIEMA Matritensis, que sea abierta y no de grupos cerrados o empresas, podéis conocerla en la agenda mensual de www.siema.es; twitter o instagram @siemamadencanto o Facebook Siema Matritensis, así como info@siema.es. El material aquí publicado también lo podéis utilizar, indicando su procedencia. Para más información visitar la web del museo https://www.culturaydeporte.gob.es/mcerralbo/home.html .

Maribel Piqueras
Vista general del Salón de Baile (SIEMA Matritensis)

Entrada del Salón de Baile desde la escalera con las figuras candelabro y columnas
(SIEMA Matritensis)

Tribuna alta para los músicos en el salón de baile (SIEMA Matritensis)

Lámpara de bronce en la salón de baile y que comunica con la Galería 1. Es un niño con una bolsa
llena de insectos que se le suben por el cuerpo (SIEMA Matritensis)