lunes, 26 de septiembre de 2022

Embassy, Margaret Taylor y el Madrid de los espías

 Madrid cierra a menudo locales emblemáticos, locales históricos. Uno de los que más pena me ha dado es el cierre, en el 2017, de Embassy, en P º de la Castellana nº 12. Embassy cuenta en su haber cantidad de anécdotas, novedades para la época y un sin fin de historias de espías dentro de sus paredes. Muy peculiar fue también su fundadora, la inglesa Margaret Taylor. Margaret llevó una vida de película. Nació en 1891 en Southampton, hija de una humilde madre soltera lavandera de origen irlandés. Pasó su niñez en Bormouth y se casó joven con un armador danés, lo que le permitió viajar por el mundo. Terminaría divorciándose del mismo a fines de los años 20. Luego pasaría a encandilarse con un británico con el que llevó una vida de lujo en la India. En ese país Margaret aprendió costumbres inglesas refinadas y toda la ceremonia en torno al té. Su interminable periplo la llevaría a París, donde nació su hija Consuelo, fruto de la relación con un famoso diplomático español, que llegaría a reconocer a su hija y darle los apellidos del padre: Linares Rivas.

                              Retrato más conocido de Margaret Taylor, ya en España (El Español)

Tumba de Margaret Taylor en el cementerio inglés de Madrid (SIEMA Matritensis)

Fachada del cementerio inglés en Madrid (SIEMA Matritensis)

En Madrid fundó Embassy en 1931. Eligió el emblemático Pº de la Castellana, al lado de la embajada alemana y muy cerca también de la embajada inglesa, situada en la calle Fernando el Santo nº 16. Se instalaron Margaret y Consuelo en el piso 2, justo encima del restaurante cafetería que habían inaugurado. El edificio era un elegante bloque de viviendas de principios del s XX, decorado con balcones miradores de hierro y cristal en el chaflán de esquina, sobre la entrada principal a Embassy. Ménsulas con decoración vegetal, adornos de molduras clásicas, elegante remate en la cornisa, balcones de hierro y buenas maderas en las puertas. Todo era elegancia y solemnidad en las fachadas del edificio.
Ese exterior se mantiene, así como la decoración del portal de entrada, la caja original del ascensor y las puertas de madera e hierro que servían a las diferentes entradas a las viviendas particulares.

Chaflán del edificio Castellana 12, con los miradores de hierro y cristal (SIEMA Matritensis)

                                Portalón de entrada a la vivienda de Margaret ( SIEMA Matritensis)

Elegante portal del nº 12, con las maderas y puertas de cristal tallado originales, 
así como toda la decoración de los casetones del techo ( SIEMA Matritensis)

Maderas originales en el portalón, con ese estilo ecléctico, de principios s XX
(SIEMA Matritensis)

Puerta original de entrada a la propia vivienda de Margaret Taylor (SIEMA Matritensis)

En los años 30 del s XX se puso de moda. Destacaban la elegancia de camareros y personal, así como el modo de servir las comidas y la ceremonia del té. Todo ello siguiendo una rígida etiqueta. También gustaba mucho la terraza exterior, inspirada en las que Margaret había conocido en París. Era un local muy abierto a las mujeres, que podían ir solas cuando quisieran. Se convirtió en un centro de reunión de anglófilos y diplomáticos en Madrid. También admitía a alemanes. Durante la II Guerra Mundial, Margaret reconoció en público su apoyo a la causa de Churchill y no temía al servicio de inteligencia alemán en Madrid, además, contaba con el apoyo personal de Serrano Suñer. Su propia vivienda y el bajo eran espacios utilizados por los servicios de la inteligencia británica. Incluso desde los baños, situados en el bajo, llegaba un pasadizo hasta el piso de Margaret.  Sabemos que Walter Starkie, director del British Council y que vivía en el cercano Pº del Prado, mantenía numerosas reuniones en el local de Embassy. También lo frecuentaban muchos miembros de la embajada británica, como el periodista Tom Burns, casado con la hija del Doctor Marañón, Mabel Marañón.  Mabel era íntima de Consuelo, hija de Margaret. Desde 1936 estuvo exiliada con su padre en Londres y regresó en 1942, casándose dos años después con Tom Burns. Mabel siempre se preocupó de las relaciones entre España e GB y de la situación de los españoles que vivían en Gran Bretaña. Por eso fundó en Londres la Anglo Spanish Society y la Spanish Welfare Fund. Ambas bien conectadas también con Embassy. También Margaret dió cobijo a los perseguidos por los nazis, especialmente a muchos judíos. Durante la Guerra Civil tuvo que cerrar el local. Otras muchas anécdotas e historias del mismo podéis descubrir en las visitas culturales guiadas por Siema Matritensis al Madrid de los espías en octubre y noviembre del 2022. Echar un ojo a las redes sino recibierais nuestro mail mensual. Twitter e Instagram @siemamanencanto o Facebook Siema Matritensis. Así como recibir más información a través de info@siema.es 

Terraza de Embassy (el Español)

Embassy antes de cerrar (ABC)

Salón de Embassy en 1935 (el Español)

Margaret traspasó en 1975 su negocio a los hermanos Rivera. Ella falleció en Madrid en 1983. Su cuerpo descansa en el cementerio inglés, como hemos podido comprobar por las fotos y las visitas realizadas al mismo por Siema Matritensis.  La doble vida que había llevado se mantuvo en secreto hasta tarde, más bien cuando falleció en 1995 Tom Burns y su hijo James contó muchos detalles de la vida de su padre y todo el trajín de espías británicos en Embassy. Embassy siguió ofreciendo sus sandwiches únicos, sus pastas y bollería especial, sus tes y meriendas, decayendo en el s XXI, lo que motivó su cierre en el 2017, aunque sigue abierta alguna filial, como en Aravaca, ya no es lo mismo. 

Maribel Piqueras

Obras en lo que fueron los salones de Embassy en el 2022. Mantienen las finas columnas
de hierro y los altos techos, pero nada más (SIEMA Matritensis)

Imagen antigua de Embassy. Se mantiene igual el exterior del edificio, con esos miradores en el chaflán de esquina  y los balcones y adornos en los laterales.














miércoles, 14 de septiembre de 2022

Mercado de San Miguel

 Hoy me quiero detener en este mercado de hierro único en Madrid, que representa actualmente un mercado gourmet de lo más atractivo. ¿Conocen su historia?. El nombre le viene de la iglesia parroquial de San Miguel de los Octóes, una de las parroquias medievales del Madrid que aparece en el fuero de 1202. Suponemos que sería de estilo mudéjar, sencilla, de ladrillo y con una alta torre, que todavía queda manifiesta en el plano de Texeira. En esa parroquia se bautizó Lope de Vega. Durante el Renacimiento y Barroco la parroquia sufrió muchas transformaciones y adaptaron la decoración interior a los tiempos. Sufrió un devastador incendio en 1790, que llevó a aconsejar a los arquitectos municipales su demolición. José Bonaparte decretó su demolición en noviembre de 1809, buscando abrir espacios en el centro histórico. El solar se convirtió en una plaza pública donde se celebraban mercados al aire libre, además, con la ventaja de estar cerca del área comercial de la Plaza Mayor. En este mercado se vendían productos perecederos en cajas de madera. Tanto Pascual Madoz, como Mesonero Romanos nos mencionan como era ese mercado hacia mitad del s XIX. 

                              Plano de Texeira donde se aprecia la iglesia de San Miguel,  que da a la 
                             calle San Miguel, cerrada en su parte posterior por una pequeña plazuela 
                                             donde se inicia la Cava de San Miguel (SIEMA Matritensis)
                             
Según avanzaba el s XIX se siguieron las teorías higienistas de los arquitectos, médicos y científicos de la época, que buscaba hacer de los mercados lugares más salubres, con puestos donde conservar mejor los alimentos, sitios para facilitar descargar, espacios que no interrumpieran el tráfico rodado por el centro de Madrid, etc. Por tanto se llegó a diseñar un primer proyecto realizado por Joaquín Henri en 1835, del que sólo se llegaron a construir dos portadas delanteras para ocultar las hileras de cajones. El Ayuntamiento procedió en la década de los 70 a construir mercados cubiertos, como Mostenses, Cebada, Chamberí o la Paz. Inspirándose en las estructuras de hierro que se daban ya en otras capitales europeas. Pero el de San Miguel se construyó más tarde, entre 1913-1916, con el arquitecto Alfonso Dubé y Diez.
                         Rótulo que aparece en la fachada con el año de inauguración y el nombre
                         del arquitecto que lo supervisó (Leticia para SIEMA Matritensis)

Vista de la Cava de San Miguel, a la que da una de las 
partes del Mercado (SIEMA Matritensis)

Mercado de la Cebada, fotografía del servicio fotográfico municipal
realizada en 1929 (SIEMA Matritensis)

Como vemos en las imágenes, el cercano mercado de la Cebada, también seguía esas construcciones de hierro de fundición, con arcos y finas columnas. De ese tipo de estilo en Madrid sólo queda hoy el mercado de San Miguel. Se inauguró en dos fases, para no interrumpir el día a día de la venta en dicho mercado. Todavía llama la atención la estructura con esos soportes de hierro de fundición, las cubiertas, los característicos desagües. Quedan muy decorativas esas finas columnas de hierro con capiteles  y la crestería de cerámica sobre el tejado. El acristalamiento es muy posterior. 

Una de las entradas principales al mercado (SIEMA Matritensis)

Vista lateral con la sucesión de las finas columnas de hierro con los curiosos
capiteles vegetales modernistas (SIEMA Matritensis)

Detalle de la crestería de cerámica (SIEMA Matritensis)

En el interior también se mantuvieron las cubiertas de hierro originales, incluso la decoración de columnas de hierro que separaban las líneas de los puestos. Empezó como pequeño mercado y algunos puestos gourmets de productos españoles, pero ha ido derivando a mercado gourmet más abierto (hay productos de otros países, como Italia), donde poder tomarse unas tapas y beber algo. Aunque lo que predomina es el producto español de calidad: quesos, vinos, empanadas, pescados o dulces. 

Sistema de cubiertas con vigas de hierro en la nave central del mercado (SIEMA Matritensis)

Esmerada decoración en las columnas que separan las hileras de puestos. Hierro,
madera y cerámica, son los elementos predominantes (SIEMA Matritensis)

Uno de los puestos que más nos llama la atención es La Hora del Vermut. Está aquí desde que se abrió el mercado y lo llevan dos socios, uno español (José Manuel Santander) y otro austriaco (Hans Redhammer). La Hora del Vermut es el puesto nº 25, pero tienen también el 23 y 24 para completar con encurtidos. Son unos enamorados de esta bebida tan castiza, que lleva años de moda en la capital. Ofrece más de 80 tipos de vermut nacionales y te aconsejan muy bien cuál de ellos probar, bien acompañados de aceitunas rellenas gordales, banderillas, gildas tradicionales o aliñadas. También puedes tomar sangrías de lo más originales. Aquí los puestos no se hacen la competencia. Si hay alquilado un puesto de vinos, ya no puede alquilarse uno para vender el mismo producto. Algo que nos parece muy adecuado. Hemos decidido seleccionar este puesto para la ruta del vermut en Madrid (tabernas históricas y más) que guiaremos en octubre. Estar atentos a nuestras redes, sino recibes habitualmente el mailing mensual. Twitter o Instagram @siemamadencanto  o Facebook siema matritensis o agenda de www.siema.es . Agradezco desde aquí la atención recibida por Hans y sus explicaciones sobre los orígenes de su negocio y los vermuts. Aquí os dejo más imágenes de su puesto. No tenéis más que daros una vuelta para saborear todas esas propuestas, eso sí, con una buena tapa primero.

Maribel Piqueras
                          La Hora del Vermut en el mercado de San Miguel (Leticia para SIEMA Matritensis)

La autora con Hans y Leticia brindando por el comienzo del curso
(SIEMA Matritensis)

Vista general de los tres locales (SIEMA Matritensis)

Listado de precios y oferta en general (SIEMA Matritensis)

Algunas de las aceitunas ara acompañar al vermut (SIEMA Matritensis)

Originales sangrías que podemos degustar aquí (SIEMA Matritensis)