martes, 22 de diciembre de 2015

Invernadero del Palacio de cristal de la Arganzuela

Dentro de los diferentes edificios que integraban el enorme Matadero de Madrid se construyó, en 1940, la nave para almacén de patatas que sería renovada para usarla como invernadero en 1992. El modelo seguía los palacios de cristal de finales de s XIX construidos en Viena y Londres. Está situado en el Paseo de la Chopera nº 10 y abren sólo por la mañana. De planta rectangular, agrupaban a su vez más de un espacio diferente en su interior, siendo el central más ancho y elevado. Todavía hoy llama la atención la elegancia de su arquitectura en hierro y cristal, sus juegos de luz y volúmenes. Con los remates de cabezas de toro propios del Matadero. En la entrada principal, se eleva la nave central con cubierta a dos aguas de hierro y los remates de cabezas de ganado. Queda armoniosamente retranqueada tras una entrada en arco. En la actualidad el ladrillo ha sido estucado de blanco, que con el metal gris genera un bonito contraste. Antes de este invernadero se habían construido en España otros edificios de hierro y cristal, el más llamativo en Madrid es el Palacio de cristal del parque del Retiro.

Cartel explicativo a la entrada (Foto SIEMA)

Entrada principal ( Foto SIEMA)

Nada más pasar el umbral nos recibe un gran pasillo rectangular donde se dispone una fuente alargada en medio. Sirve como distribuidor de los diferentes jardines que podremos encontrar en su interior. En general, como todos los espacios del Matadero, éste también está abierto a la celebración de eventos, si se diera el caso.
Hall principal (Foto SIEMA)

Yo lo descubrí realizando una visita familiar y me dí cuenta que los niños se lo pasaban en grande y que, además, era un espacio donde las familias podían aprender mucho de plantas tropicales y desérticas. Es en realidad un jardín botánico de 7100 m2 con 9.000 especies de plantas. Todo ello muy bien dispuesto a través de pasillos centrales y laterales, sobre suelo de ladrillo o, a veces, enrejado, con rampas y fácil acceso a los pisos superiores. La flora tropical se alberga en un espacio invernadero con mucha humedad, cerca del 80% y una temperatura de 27 grados. Completa la instalación una ría artificial, con peces variados y tortugas. Toda la muestra está catalogada y bien explicada. Además, se ha cuidado también la escenografía y el gusto en la decoración.
Vista del Invernadero tropical (Foto SIEMA)

Pequeño puente y tortugas (Foto SIEMA)

Enormes cañas de bambú (Foto SIEMA)

Impactantes raices exteriores (Foto SIEMA)

Camelia japónica decorativa dentro del Jardín Tropical 
(Foto SIEMA)

Otra planta muy decorativa que los niños llamaban "flor pájaro"
(Foto SIEMA)

Las instalaciones dedicadas a las plantas del desierto no dejan de asombrarnos tampoco. Aquí la sequedad es total y encontramos una gran variedad de cactus, algunos con flores. Las mujeres descubrimos el famoso Aloe tan apreciado por la cosmética e industria farmaceútica, o los niños los cáctus que se arrastran y otros cuyas espinas son como pelusas, pero pinchan.

Vista parcial del pabellón del desierto con la rampa que asoma al fondo
(Foto SIEMA)

Otra vista de la sección del desierto donde se aprecian los pilares de sujección, rampas superiores y techumbre acristalada (Foto SIEMA)

Creo que es uno de los rincones imprescindibles para ir este invierno y estar calentitos aprendiendo. Además, hoy como negocio con encanto hemos escogido todas las ofertas culturales que se dan dentro del propio Matadero. Matadero Madrid es un espacio promovido por el Área de Gobierno de las Artes, Deportes y Turismo del Ayuntamiento de Madrid. Se creó en el 2006, pero no se abrió al público hasta el 2007, ampliando cada vez más las ofertas culturales y las diferentes naves que se usaban. La idea es tener un laboratorio interdisciplinar de creación actual. Está compuesto por entidades públicas y privadas. Dentro de las primeras podemos destacar las Naves de El Español, con teatro gestionado por el Teatro Español y el Café Teatro o la Cineteca inaugurada en el 2011. Entidades privadas serían Central de Diseño, que es una plataforma para la promoción de diseño gestionada por la Fundación Diseño de Madrid (DMAD) o la Extensión AVAM, gestionado por Artistas Visuales Asociados de Madrid; la Casa del Lector, la Fundación Germán Sánchez Ruiperez. En fín, que todo tipo de arte contemporáneo vinculado a Madrid tiene es bienvenido a este espacio.
Vista del Matadero ( Foto cisartlodgers)

El Matadero de Madrid ha pasado por diferentes lugares desde su origen en ribera de Curtidores. El de Legazpi fue uno de los últimos traslados del mismo a las afueras de la ciudad. El arquitecto Luis Bellido comenzó su construcción en 1911, no inaugurándose hasta 1924. En él estaban integrados los diferentes sectores: producción, dirección y administración. Numerosas naves de ladrillo formaban el Matadero, con su mercados de abastos, sus viviendas también para personal y tren interior para transporte entre las naves. El edificio de la Casa del Reloj, situado en el centro era el eje administrativo. Durante la Guerra Civil se empleó para depósito de municiones y después se siguió acondicionando. Las reformas más importantes llegaron con la década de los 80, cuando se transformó la Casa del Reloj en sede de la Junta de la Arganzuela. En los 90 los antiguos establos de vacuno se convirtieron en sede del Ballet Nacional de España. En 1996 se cerró definitivamente como Matadero para darle un uso cultural a todo el recinto. El año 2011 ha sido clave con la apertura de la cineteca, de la nave 16 y del invernadero. Los madrileños tenemos otro gran espacio del que disfrutar en Madrid. Espero que os guste.

Maribel Piqueras

domingo, 13 de diciembre de 2015

Ingres en Madrid

Estos días se puede visitar en Madrid la gran restrospectiva del pintor Ingres en el Museo del Prado. Es la primera vez que en España se organiza una muestra sobre este gran artista y, creemos, que merece la pena hacer un alto en estas Navidades para visitarla. La exposición está montada siguiendo un orden cronológico de su obra. Jean-Auguste  Dominique Ingres nació en 1780 en la localidad de Montauban, en el Midi francés, y morirá en 1867 en París. En su larga vida vió cómo Francia pasaba del Antiguo Régimen a los cambios de las sociedades modernas. Vivió de joven la Revolución francesa y se formó en sus principios. Trabajó para el Imperio Napoleónico. Contempló las revoluciones liberales de 1830 y 1848 en Francia y las restauraciones de la monarquía en aquel país. También vivió la época del desarrollo industrial y el gobierno de Napoleón III con los gustos españoles que aportó la Emperatriz Mª Eugenia de Montijo. Una larga vida donde ver muchos cambios que, además, no le gustaban mucho. Haremos un recorrido por lo más emblemático de cada una de las salas:

SALA I.  UN ARTISTA Y MÚLTIPLES FORMACIONES

Ingres recibió en su propio hogar la primera formación, de manos de su padre, pintor que le enseñó a dibujar y que le regaló numerosos grabados de artistas clásicos. Desde siempre el preferido por Ingrés era el pintor Rafael. Cuando Ingres contaba sólo 10 años de edad ya pintaba y dibujaba de maravilla. Su padre le matriculó en la Academia de Tolouse (1791-96) y a la vez seguía estudios musicales de violín, participando en varias orquestas. 1797 será un año clave, pues pasa a formarse con David en el taller que éste tenía en París. David era un pintor neoclásico y muy vinculado a la política del momento en Francia. En el arte se vuelve la mirada al mundo clásico, Grecia y Roma, para expresar contenidos heroicos y los valores de la Revolución. Se busca el racionalismo y las formas puras clásicas.

"Torso masculino" (1799, Montauban, Museo Ingres)
"Torso masculino" es la obra más antigua de Ingres que han traido, representa sus habilidades para el concurso de torsos que se hacía en la Academia. En esa época ya estaba de moda pintar desnudos al natural, que no tenían por qué ser bellezas ideales, sino personas altas, bajas, gordas, flacas, jóvenes o ancianas, de todo tipo. Ingres es perfecto con el trazo, con el dibujo. Suele darles ciertas sinuosidades, como la curvatura praxiteliana y sus modelos siempre están con cierto giro. También dibuja con todo detalle todas las partes del puerto, incluso los dedos de los piés.

"Aquiles recibe a los embajadores de Agamenón" (1801. Escuela de Bellas Artes de París)

Ingres considera el manejo del dibujo como la parte más importante en la formación de todo artista. El dibujo para él representa 3/4 partes del resultado final de la obra. Con sólo el dibujo considera que se pueden representar casi todos los aspectos del objeto: sus formas, sombras, expresión y composición. El color es lo último y serán tonalidades muy suaves.Con la obra de "Aquiles recibe a los embajadores de Agamenón" ganó el famoso Gran Prix en 1801. Se basa en una escena del libro IX de la Iliada, de Homero, su autor preferido. Contrastan los embajadores fornidos de la derecha con las figuras sinuosas de Aquiles y Patrocio en su tienda. El dibujo es magistral. Por circunstancias políticas no pudo disfrutar de la beca e ir a Roma hasta 1806.

II Y III. RETRATOS ÍNTIMOS Y PRIMEROS RETRATOS OFICIALES.

Ingres siempre quiso ser reconocido como un gran pintor de historia o de grandes hechos épicos, pero como la beca no llegaba empezó a aceptar retratos, un género que no le gustaba nada. En estos primeros retratos hay amigos suyos como Francois-Marius Granet, pintor que vivió mucho tiempo en Italia dibujando monumentos de Roma. Por eso el retrato de su amigo sobresale con naturalidad del fondo, que parece un decorado de Piero de la Fancesca. O retratos encargados por las personalidades del momento, como el de la señora Riviere, que era mujer de un alto dignatario francés y a través del cual se puede estudiar la moda de la época del Imperio que inició Josefina Bonaparte. O el funcionario italo-francés Jacques Marquet , el músico Paganini o los de Napoleón. El de Napoleón Bonaparte como Primer Cónsul se lo encargaron como homenaje a la ayuda que prestó Napoleón en la reconstrucción de Lieja, ciudad que habían destruído las tropas austriacas. Es de perfecto dibujo, calidades flamencas y gran colorido en verdes y rojos
"Francois-Marius Granet"( 1807. Museo Granet en Aix-Provence. Foto Artehistoria)

"Napoleón Bonaparte Primer Cónsul" (1804. Lieja, Museo de Bellas Artes)

"La señora Riviere" (1805. Louvre. Foto Hª delamodaylostejidos.blogspot)

"Napoleón I en su trono imperial" (1806. Louvre, depósito en el Museé de lÁrmée)

El retrato de Napoleón lo realizó a título personal y recibió muchas críticas, ya que en una época donde se llevaban los héroes clásicos, es totalmente goticista. Sentado como emperador bizantino, con unas calidades  y plegados flamencos que recuerdan a Van Eyck. Es realmente un dibujo fotográfico, se palpa el terciopelo, las pieles, los dorados, las sedas, lleva en sus brazos la mano de Carlomagno y el báculo del Emperador Carlos V.

IV. ROMA Y LOS MITOS

Ingres conocía las teorías de Winckelman, el gran teórico del Neoclasicismo, que defendía el ideal de belleza y proporciones clásicas, la forma general frente a la particular y lo decorativo del Barroco. Por fin llega a Roma en 1806 y alargará su estancia en Italia hasta 1824, año en que regresó a París y, como David fue desterrado por razones de sus vínculos políticos, Ingres ocupó su puesto como gran maestro neoclásico en la Academia. Ingres vivió esos años en Roma y, también en Florencia, desde 1820, donde la clientela no era el funcionariado del gobierno francés, sino nobles con un arte de gustos más refinados. Volverá a Italia para dirigir la Academia francesa en Roma desde 1835 a 1841. Ese clasicismo se percibe en su gran lienzo "Sueño de Ossian" que se lo encargó Napoleón para decorar el palacio del Quirinal. Se basa en las poesías épicas del bardo Ossian que tanto gustaban al emperador Napoleón. Aparece Ossian con su lira soñando y sobre su cabeza una serie de personajes clásicos desdibujados. También la obra de "Antioco y Estratónice" es puro dibujo clásico con aguada de colores.

"Sueño de Ossian" (1813. Montauban, Museo Ingres. Foto harteconhache)

V. DESAFÍO CLÁSICO

Esta es la última sala donde contemplamos obras del Ingres clásico que lee autores como Virgilio u Homero. Pensaba que los clásicos reflejaban las ansias de eternidad y de verdad. Los griegos pintaban lo que veían, dibujaban la naturaleza tal como era, representaban la verdad, o sea la belleza. Estas eran las ideas de nuestro protagonista. Escribió mucho a sus alumnos, y muchas notas, como "soy un conservador de buenas doctrinas, no un innovador" o " siempre es bello lo que es verdadero". Pensaba que Delacroix y los románticos desvirtuaban el dibujo y, por tanto, la verdad y la belleza. Mientras que Rafael representaba el summum del arte. Rafael para él no sólo era un artista joven y bello, sino que su dibujo, sus rostros bondadosos, su serenidad era pura belleza. En esta sala nos reciben con dibujos preparatorios para la "Apoteosis de Homero"( 1827) que decora los techos del Louvre, que es todo un homenaje a Homero como un dios, coronado con laureles, y centro absoluto de toda la composición. También la gran obra de "Virgilio lee La Eneida ante Augusto, Octavio y Lidia" (1819. Bruselas,Museo de Bellas Artes)

VI. TROUBADOUR

Cuesta pensar que es el mismo Ingres el de estos pequeños cuadros de historia o romances ambientados en las cortes renacentistas y con un dibujo mucho más refinado y decorativo. Como el "Rafael y la fornarina", encantador cuadro que representa al pintor con su amante, que acaba de posar.  O el de "Paolo y Francesca", también de exquisito dibujo al que acompañan finos y armoniosos colores. Se basaba en la historia de la joven Francesca, hija del gobernador de Rávena, que la obligaron a casarse con un señor mayor, Gianciotto Malattesta. Con la mala fortuna que éste tenía un hermano más joven, trovador, que le contaba romances de amor a Francesca y que se acabó enamorando de ella. Descubiertos por Gianciotto, éste les mató a los dos.
"Rafael y la fornarina" (1840. Columbus. Art Museum de Ohio)

"Paolo y Francesca" (1819. Angers, Museo de Bellas Artes de Legs)

VI. INGRES Y EL XIV DUQUE DE ALBA

Cuando falleció la famosa XIII Duquesa de Alba, Cayetana, sin descendencia en 1802, el ducado pasó a su primo Carlos Miguel Stuart y Silva. Es entonces cuando los Stuart ingleses y los Berwick se enlazan con la casa de Alba. El XIV Duque de Alba entabló una gran amistad con Ingres en Roma y le hizo numerosos encargos. Además, Carlos era un gran intelectual y amante del arte, que engrandeció el patrimonio de los Alba con escultura clásica, arqueología, pintura italiana ( como "La Virgen de la granada" de Fra Angélico) o grabados de Durero. También patrocinó a pintores españoles que residían en Roma. Ingrés pintó para él la obra "Felipe V impone el toisón de oro al Duque de Berwick" (1818. Casa de Alba), pero aquí vemos una de las muchas copias que Ingres hizo del original, y que no varía nunca la escena primera.Es decir un estudio de 1864 en grafito y aguada de colores que viene del Peti Palais de París.

"Felipe V impone el toisón de oro al Duque de Berwick" (1818. Casa de Alba)

VII. MUJERES CAUTIVAS

Ingres trabajó el tema del desnudo como ningún artista de su época, adelantándose al desnudo moderno. Mientras que sus desnudos masculinos siguen el modelo de héroe neoclásico tomado de David, los femeninos son de formas redondeadas, con cierto sfumato en los contornos y derrochan sensualidad. También suele colocar a las figuras con muchos detalles de exotismo oriental, como la "Gran Odalisca" e, incluso, deformar sus cuerpos, en este caso alargando las vértebras de la espalda.

"La gran odalisca" (1814. Louvre)
Foto misgrandesobrasdearte-blogspot

VIII. NUEVOS RETRATOS

Tras su regreso de Italia adquirió renombre como retratista de políticos, aristocracia y alta burguesía. En sus retratos masculinos suele poner fondos neutros o con poca profundidad ( parecen decorados) y centrarse en el personaje con sobriedad. En sus retratos femeninos cada vez se vuelve más realista y detallista, con una expresión en el rostro que nos acerca a los románticos. El del periodista Louis-Francois Bertín es espectacular. Con una naturalidad en el gesto, los pelos despeinados, las manos con impaciencia.

"El Duque de Orleans" (1844. Versalles. Foto wikipedia)

"Louis-Francois Bertín" (1832. Louvre. Foto wikipedia)

IX. PINTURA RELIGIOSA

Ingrés recurre a la pintura histórica de carácter épico para sus composiciones religiosas, como la de Juana de Arco. Pero también realizó pequeñas composiciones devotas de la Virgen que le trajeron gran cantidad de clientes. Tiene frases como " Para plasmar lo bello no veáis más que lo sublime, no miréis ni a la derecha, ni a la izquierda, y mucho menos hacia abajo. Levantar la cabeza hacia el cielo en vez de encorvarla hacia la tierra, como los puercos hozan en el barro. No estudiéis lo bello mas que de rodillas"...o estas otras: "A menudo advertí también y a menudo he admirado en las iglesias, los sentimientos de afección y de amor que animan los semblantes de las personas piadosas(...) Confieso que envidio su estado. En el fondo de mi alma maldigo esa filosofía que, con toda su frialdad y sus triunfos insípidos, nos asume en una especie de apatía estoica y suprime en nosotros las más dulces emociones"

"Juana de Arco en la coronación de Carlos VII" ( 1854. Louvre)

"La Virgen adorando la Sagrada Forma" (1854. Louvre. Foto Firmamento cultural)

X. SUNTUOSA DESNUDEZ

Sus formas femeninas redondeadas, monumentales, fragmentadas inspiraron a artistas como Picasso. En "El baño turco", obra que tardó más de 10 años en terminar y donde ya tenía 82 años, nos ambienta en un baño turco descrito según la mujer del embajador francés en Turquía, ya que los hombres tenían prohibida su entrada. En la mujer luminosa en el primer plano repite modelos que recuerdan las caras de Rafael, la mujer de la derecha parece como con tres brazos. Sintetiza las formas.

"El baño turco" (1862. Louvre)

XI. ÚLTIMOS RETRATOS

En esta última sala comprobamos como el retrato más pomposo y neoclásico de sus inicios deriva en unos retratos más naturales y realistas, con gestos o actitudes que nos acercan al romanticismo. Además, muestra un interés en todo tipo de detalles de la moda femenina: recogidos de pelo, joyas como broches, pulseras, anillos, maquillaje, encajes, diferentes tipos de tejidos u abanicos. Termina el recorrido con un "Autorretrato a la edad de 78 años" (1858. Florencia, Galería Uffizzi), realizado por encargo de esta galería al embajador francés para que se lo comentara a Ingres. Nos despide con gran autoridad. Hasta el 27 de marzo se puede visitar la muestra en el Museo del Prado. ¡Merece la pena!. A modo de anécdota comentaré que los estudiantes de Bellas Artes que hemos llevado salen completamente admirados de la calidad de su dibujo. Desde SIEMA Matritensis completamos ya todas las visitas programadas. A partir de ahora solo realizaremos a petición y si son pocas personas, menos de 5. ¡ Que lo disfruten!

Maribel Piqueras

"La señora Moitessier" (1851. Washington National Gallery)

"La Condesa de Haussonville" (1841. Frick collection de N.York)




domingo, 29 de noviembre de 2015

Iglesia y Convento de la Encarnación en Boadilla del Monte

Hoy daremos a conocer a los seguidores del blog la Iglesia y convento de la Encarnación, situados en la localidad de Boadilla del Monte. Este gran conjunto arquitectónico, según se puede apreciar con las imágenes a vista de pájaro y también con las más cercanas, se fundó en 1670, finalizando las obras de su construcción en 1674 para albergar una fundación de 21 carmelitas descalzas. Precisamente cuando se conmemoraba el tercer centenario de la fundación, en 1974, las religiosas se trasladaron a otro convento y el suyo terminó siendo restaurado como hotel de lujo. 

Imagen aérea del Convento ( Foto Paramotor)

Fachada de la Iglesia de la Encarnación 
(Foto SIEMA)
El conjunto arquitectónico está situado en un alto de Boadilla y se extiende a lo largo de la actual Plaza de Nra Sra del Rosario. Consta de la casa y dependencias para capellanes, a la izquierda del mismo, la iglesia y el convento (éste con sus dependencias, claustro y patios) a la derecha. La iglesia se restauró en 1999. Vemos como la fachada sigue el modelo barroco carmelita, que fue el preferido para la arquitectura religiosa madrileña durante el s XVII. Este presenta una estructura vertical dividida en tres cuerpos y rematada por frontón triangular con la cruz y espadaña. En el primer cuerpo se coloca la colosal puerta con decoración de granito. El segundo cuerpo introduce el remate de la puerta con el medallón de piedra que representa la escena de la Encarnación del Hijo de Dios en la Virgen y, a ambos lados, los escudos de los fundadores. Financió la fundación DªMaría de Vera, viuda de Juan González de Uzqueta. Ambos eran señores de Boadilla y su marido ejercía el cargo de Consejero Real. En el último cuerpo de la fachada encontramos la ventana que ilumina el coro alto. La figura de este convento, al igual que la cercana iglesia de San Cristobal, eran conocidas por el Infante D. Luis de Borbón al llegar de Boadilla. Ambas construcciones se enmarcan en el entorno del famoso palacio del Infante D. Luis. 

Altar mayor de la Iglesia de la Encarnación
(Foto SIEMA)

Detalle del Retablo de la Virgen del Rosario
(Foto SIEMA)

La planta de la iglesia es de cruz latina, con ancho crucero y presbiterio en alto con cabecera plana. También presenta capillas laterales, de base cuadrada, al llegar al crucero (una dedicada a la Virgen del Pilar y a las almas del Purgatorio, y otra con imágenes devocionales de la Virgen del Carmen y San Sebastián). El retablo mayor está dedicado a la Virgen del Rosario, patrona de Boadilla, con unos lienzos a su lado que representan escenas como la Anunciación o el Nacimiento. La estructura de la iglesia si es la original del s. XVII, pero no podemos decir lo mismo de sus elementos decorativos. Ya que sufrió grandes destrozos, incendios de su patrimonio y asesinato de sus sacerdotes durante la Guerra Civil. Boadilla estaba situada en pleno frente. Por eso esta Virgen del Rosario no es la original, ni tampoco los lienzos que cuelgan de las paredes de la iglesia. Justo encima del retablo apreciamos una copia de Rembrandt que representa el "Ecce Homo". A lo lados una "Inmaculada" de escuela madrileña. En las partes altas del crucero también cuelgan copias del apostolario de Navarrete. Mientras que las figuras que adornan la parte baja del mismo son de autores contemporáneos, como la Virgen en azulejos o las esculturas de San Nicolás y San Cristobal. Esta última es una figura de bronce de diseño muy original. 

San Cristobal (Foto SIEMA)

Lateral derecho del crucero (Foto Ayuntamiento Boadilla)

Nada más entrar dejamos el coro a los pies en alto y vemos unas placas de piedra antiguas, del s.XVI, que pertenecen al sepulcro del licenciado Martín de Rentaría con su escudos con lobos. Justo en frente del mismo, una pintura moderna que rinde homenaje a los sacerdotes de esta iglesia asesinados durante la Guerra Civil. También contemplamos las rejas en alto que comunicaban con las monjas de clausura. Al salir, pegado al lateral de la propia iglesia, nos adentramos en el convento. Todavía se conserva el torno que comunicaba el mismo con el exterior.

Vista de la Plaza del Rosario (Foto SIEMA)

Torno original (Foto SIEMA)


Situación del convento antes de los trabajos de restauración
(Foto Soloboadilla)

Hoy hemos elegido el Antiguo Convento como negocio con encanto. En 1999 comenzaron las obras de restauración del convento carmelita, a quien la fundadora, María de la Vera, había donado gran parte de sus bienes (según se recoge en su testamento de 1687). Los blasones de su fundadora son todavía visibles en los claustros. Las obras las financiaron de modo privado los dueños actuales del Hotel el Antiguo Convento. Encargaron el proyecto de restauración al arquitecto José Ramón Duralde, especialista en restauraciones de patrimonio histórico. Es el  mismo arquitecto encargado de la rehabilitación del Palacio del Infante D. Luís. Después de dos años y medio de obras se pudo inaugurar el Hotel en el 2001. Gracias a su uso actual se ha podido preservar este bonito patrimonio de Boadilla. En el Antiguo Convento vemos una cuidadosa restauración del claustro de dos alturas, con la galería de arcos de medio punto sobre pilares de ladrillo. También podemos disfrutar de las diferentes galerías y salones antiguos, así como los patios o huertas del mismo. La sobriedad de todo el complejo barroco se percibe en sus muros exteriores de ladrillo y sus ventanas abuhardilladas de la parte alta. Es un sitio ideal para recogerse y pasear. También para celebrar grandes eventos o reuniones de trabajo. A ese patrimonio de siglos anteriores se le han sumado todos los avances tecnológicos actuales, tanto en hostelería como jardinería. Para saber más : www.elconvento.net . Nos despedimos con estas bonitas imágenes de su interior. Gracias por seguirnos. Estamos en www.siema.es, Facebook Siema Matritensis , Twitter @siemamadencanto  

Claustro (Foto SIEMA)

Curiosa ménsula dorada como lámpara
(Foto SIEMA)

Patio exterior alargado(Foto SIEMA)

Patio interior más recogido (Foto SIEMA)


martes, 17 de noviembre de 2015

Palacio Real de Madrid: un nuevo concepto de palacio

Hablar del Palacio Real de Madrid es hablar de la historia de España y no tendríamos espacio suficiente en este blog. Por eso he pensado dividir, en Madrid con Encanto,  este monumento en varios posts. En el primero de los cuales nos centraremos en los grandes cambios que supuso la construcción de un palacio como éste, cambios provocados por el nuevo estado de los Borbones y su concepción del protocolo, sociedad y nuevos estilos artísticos. Todo empezó el día de Navidad de 1734, cuando un fuego que se inició en las estancias donde trabajaba el pintor Jean Ranc acabó extendiéndose por todo el Alcázar de los Austrias. Los reyes y gran parte de las colecciones artísticas se salvaron porque la familia real se alojaba entonces en el palacio de La Granja, pero se perdieron montones de obras y documentos oficiales, a pesar del esfuerzo realizado por el personal del palacio para salvar los objetos del mismo. Lo único que quedó en pié del antiguo Real Alcázar de los Austrias fue el edificio de la Armería (las antiguas caballerizas de los Habsburgo, que acogían entonces la Armería y el cuartel de Alabarderos). Pero éstas también desaparecieron a finales del s.XIX cuando Enrique María Repullés las derribó para cerrar con verja el recinto situado frente La Almudena.

Modelo de fachada del Alcázar Austria atribuido a G. Battista Crescenzi
de la época de Felipe IV
(Museo de Historia de Madrid. Foto SIEMA)

Las consecuencias de ese incendio no fueron sólo gran depresión que le entró al pintor Ranc, que provocaría su sustitución por otros retratistas, sino el hecho de que Isabel de Farnesio y Felipe V aprovecharon para demoler por completo el antiguo alcázar que no les gustaba nada. Siempre les había resultado demasiado agobiante, pequeño, sobrio y poco elegante. La reina Isabel de Farnesió mandó llamar desde su tierra a Filippo Iuvara, que por aquella época trabajaba en la corte de los Saboya en Turín. El 12 de abril de 1735 llegó Iuvara a Madrid, comenzó a trabajar en las obras de renovación de la fachada de la Granja y realizó también una maqueta de un inmenso palacio nuevo para los Borbones en Madrid. Ese palacio recordaba a Versalles por el enorme desarrollo horizontal que tenía y los numerosos patios. Pero, desgraciadamente, Iuvara falleció de gripe mientras estaba trabajando en el palacio de La Granja. Inmediatamente la reina Isabel hizo llamar a Madrid al alumno más aventajado de Iuvara en Turín. Este era Giovanni Battista Sacchetti, que realizaría el proyecto definitivo del Palacio Real y dirigiría las obras hasta la llegada de Carlos III.

La reina Isabel de Farnesio por Jean Ranc
(Museo del Prado)
Sacchetti era mucho más realista que Iuvara y decidió reducir las dimensiones proyectadas por su maestro. Organizó un palacio de planta cuadrada que ocupaba el espacio del antiguo Alcázar Real, aprovechando para el mismo las cimentaciones de esas épocas. También conservó el patio de armas y las denominaciones de las cuatro torres: la del Rey (SO), la de la Reina (NO), el Príncipe (SE) y la Princesa (NE). Aunque ahora las torres son más bien salientes que torres propiamente dichas.

Ángulo con parte de fachada y torre del Príncipe, que ampliaría luego Sabatini
(Foto SIEMA)
Se siguió al pié de la letra el protocolo Borbón, estableciendo un eje N-S, con la capilla real al N (poder de Dios) y al S el salón del trono (poder del monarca). Como había realizado Luis XIV, el rey Sol en Francia, las habitaciones del monarca seguirían el recorrido del sol , por tanto estaría situadas desde el E hasta el O, hecho que también se percibe aquí. El número de habitaciones sería muy amplio puesto que a través de ellas el visitante contemplaría el esplendor y majestad de la monarquía. Todos los actos de los monarcas pasaban a ser públicos. Los materiales empleados eran duraderos y lujosos. Se emplearon enormes cantidades de bloques de granito traídos de Becerril, Villalba, Galapagar y Guadarrama que se almacenaban a pié de obra hasta que los canteros los convertían en sillares. Se usaron ladrillos de gran calidad para muros interiores y bóvedas, evitando el uso de madera. Para las zonas escultóricas de la fachada la piedra caliza de Colmenar de Oreja. Los habitantes de Madrid y los pueblos de alrededor vivieron, mientras duraron las obras, una enorme prosperidad económica. Ya que había gran demanda de alimentos, caballería, bueyes, cal, alojamientos, aceite para lámparas, etc..


Planta del Palacio Real, que prácticamente es igual que la de
Sacchetti, salvo que ahora tiene una escalera imperial en uso y no dos.
La situada a la izquierda la canceló Carlos IV, transformando esa caja
en lo que conocemos como salón de columnas.

La planta se organiza en torno a un patio cuadrado. La distribución de las habitaciones se hace de dos maneras: unas siguen el corredor que bordea el patio y están orientadas a ese patio interior. Las más importantes siguen un recorrido a lo largo de la fachada y sus ventanas dan al exterior de la misma. Las obras comenzaron el 7 de abril de 1738 y durarían hasta el reinado de Carlos III, que fue el primer rey que lo habitó. Tuvo que hacer frente a un gran desnivel que se aprecia mejor desde el Campo de Moro o desde la Cuesta de San Vicente. Así que cuando uno ve la altura del palacio desde la Plaza de Oriente no tiene que olvidarse que desde el Manzanares se puede apreciar casi el doble de altura. Para esta obra colosal se necesitaron cientos de especialistas. Los mejores artistas vinieron a trabajar a las obras de palacio. La reina Isabel decidió traerse desde Parma, su ducado natal, a la mayoría de artesanos. Sacchetti nombró un arquitecto encargado de cada torre. Los talleres de palacio fueron un lugar de formación para futuros escultores, arquitectos, pintores, broncistas, etc.. Este punto es muy importante y me gustaría insistir en él. Estas obras supusieron un cambio en las enseñanzas de los oficios artísticos. Aquí tenemos ya al precedente de la Real Academia de Bellas Artes en el propio taller del escultor Olivieri. Se rompe ahora con el modo de hacer de los gremios y es el Estado centralizado de los Borbones el que marca las pautas a seguir en las diferentes artes a través de las reales academias que se crean durante la época de construcción del palacio. Futuras generaciones de arquitectos españoles como Ventura Rodriguez, Hermosilla o Francisco Moradillo se formaron en estas obras del Palacio Real.

Patio del Príncipe y al fondo la cubierta de la capilla real

Garita para la guardia real de vigilancia a la entrada
(Foto SIEMA)

Esta construcción necesitó de una elevada financiación a lo que ayudó la nueva organización de Hacienda traída por los franceses. Para las obras había encargado un Secretario de Estado, que a su vez delegaba en un intendente, un tesorero y un contador. Las reales fábricas proporcionaban todo un material de calidad para la decoración del nuevo Palacio Real, como tapices, lámparas, porcelanas o bronces.Con FernandoVI las obras ya iban muy avanzadas: se comenzaron todas las esculturas de los reyes que iban a decorar la balaustrada de la cornisa, se iniciaron también los frescos de las escaleras y la capilla real, todos a cargo del napolitano Gianquinto. En escultura se siguió todo un proyecto iconográfico sobre la Monarquía española desde Ataulfo hasta el rey Fernando VI. A los que añadieron imágenes simbólicas de nuestra historia, como Atahualpa, Moctezuma o Santiago. Siempre buscando ensalzar la majestad de la monarquía.

Escultura que representa a D. Pelayo, rey de Asturias. Se hizo para la balaustrada de
la cornisa, pero acabó situada en los jardines de la Plaza de Oriente
(Foto SIEMA)

Sacchetti dotó al palacio de un gran clasicismo y armonía proveniente del llamado barroco cortesano del s.XVIII, que todavía percibimos hoy en día. Decidió dividir la fachada en tres cuerpos recorridos por inmensos ventanales: parte baja, dos pisos del cuerpo principal y el cuerpo superior. En este último llaman la atención las cornisas, balaustradas, jarrones, esculturas y medallones). Los ventanales del primer piso alternan frontones semicirculares y triangulares. Columnas y pilastras colosales recorren todo el exterior. Sacchetti sigue al pié de la letra lo prescrito por Vitrubio: 24 estrias en todo el perímetro de la columna jónica, pero Sacchetti pone 13 porque estas columnas no son exentas. Perfección, clasicismo y simetría que se ven en todos los exteriores del Palacio Real.

Entrada por la calle Bailén (Foto SIEMA)

Entrada principal a Palacio por la Plaza de la Armería
(Foto SIEMA)

Sucesión clásica perfecta en este pérfil
(SIEMA)

Clasicismo y simetría en estos muros desde la calle Bailén
(Foto SIEMA)

Seguiremos contándoos más cosas de este palacio en sucesivas entradas. Ahora, antes de pasar al maravilloso negocio con encanto que os tenemos reservado recordaros que podéis seguirnos en nuestra web www.siema.es, donde aparecen las visitas guiadas de programas libres o con posibilidad de apuntarse individualmente.Ya que los programas cerrados o de empresa no los publicamos. También podéis seguirnos en el facebook Siema Matritensis o twitter @siemamadencanto. Cualquier material o foto que queráis usar de nuestro blog indicar por favor su procedencia y estaremos encantados de su uso.

Hace unas semanas los madrileños podemos disfrutar de un espacio emblemático en este área y completamente renovado. Me refiero al Café de Oriente. Siempre ha sido este establecimiento el buque insignia del grupo Lezama, que se inspiró en la historia real del café existente desde los años 30 en este punto. Los orígenes se remontan a un indiano, Salvador García, que sobrevivió al asalto de Baler (1899 en Filipinas) y que, tras hacer fortuna por América, regresó a Madrid y abrió su propio bistró con ese aire de las Indias orientales de principios del sXX. Ahora, con la renovación, se le ha dado otro aire más luminoso y moderno, con una decoración que nos recuerda a la de los años 20: en mobiliario, lámparas, papel pintado y láminas que decoran las paredes, así como en los estucos que ornamentan el techo. Incluso se ha hecho más cómodo y accesible, sin escalones intermedios en el suelo como los que había antes. Mantiene algo del anterior, como la posición de la barra, las columnas, los pasillos y decoración del techo. Pero nos sorprenden sus maderas rústicas, los tapizados claros y modernos y la cómoda barra.

Un rincón del interior del Café de Oriente
(Foto SIEMA)

La barra y fondo del Café (SIEMA)

Detalle de la barra (Foto SIEMA)

Decoración de estucos (Foto SIEMA)

Detalle decoración (Foto SIEMA)

Ya sabéis que el Café de Oriente se ubica en unos edifcios con un patrimonio único. Junto a donde estuvieron las Casas del Tesoro del anterior Alcázar de los Austrias y la vivienda del famoso arquitecto responsable de nuestro Palacio Real, Sacchetti. Unas placas te lo indican. Según me contó amablemente Javier Rueda, el gerente del Café, están pensando crear un acceso directo a través de las antiguas cocheras de las viviendas al restaurante de la parte baja. Este Café está lleno de historia y rincones escondidos en su interior que se usan como salones adaptados a todo tipo de gustos. Por las bóvedas de ladrillo de la época de los Austrias nos adentramos en el Salón S. Gil, el de mayor capacidad. También hay otros salones con encanto más pequeños, como el de la Abuela o los llamados del Rey, Sala Chinchón y Sala Blanca. Estos últimos son pequeños y conviene reservar con tiempo. Nos puedes acompañar en nuestro recorrido a través de estas imágenes:
Fondo del Salón San Gil (Foto SIEMA)

Bajada a San Gil con el azulejo que representa a este santo
(Foto SIEMA)

Rincón de la parte de abajo, con las cocinas visibles
(Foto SIEMA)

Sala de la abuela (Foto SIEMA)

Sala Blanca (Foto SIEMA)

Sala Chinchón, con la imagen de la plaza de esta villa colgada de la pared
(Foto SIEMA)

Salón del Rey (Foto SIEMA)

Placa que menciona a Sacchetti (Foto SIEMA)

Cocheras antiguas de la vivienda (Foto SIEMA)

El Café de Oriente se ubica en un lugar con vistas privilegiadas sobre el palacio. Su terraza y fachada no desmerecen para nada. Para saber más ir a www.grupolezama.es . La cocina ahora la lleva el chef Roberto Hierro. Es una cocina tradicional mediterránea, pero en el Café puedes encontrar varios ambientes, según la hora en que vayas. Desayunos, meriendas, menús y, por la noche, cambia a cócteles y música. Con las imágenes siguientes me despido y siempre a vuestra disposición:

Maribel Piqueras

Bonito exterior con la fachada del Café (Foto SIEMA)

Aspecto de las terrazas a primerísima hora de la mañana
(Foto SIEMA)