Junto a la Plaza de la Paja, que era un importante centro comercial del Madrid de los siglos XIV y XV, se edificó esta Capilla del Obispo en estilo plateresco. Pertenecía al conjunto residencial de la prestigiosa familia de los Vargas pero, hasta hoy en día, el arquitecto que la diseñó permanece en el anonimato. Presenta numerosos elementos góticos, como los contrafuertes exteriores o las bóvedas de crucería. En planta nos encontramos con una sola nave ancha, con ábside poligonal y bóveda baja en el coro, al principio, para elevarse después. Es un ejemplar único en Madrid y atravesar sus muros nos hace retroceder en el tiempo hasta finales del gótico.
Planta de la Capilla del Obispo, desde las escaleras de acceso que dan a la Plaza de la Paja
y constan de dos tramos simétricos renacentistas
Interior de la Capilla del Obispo con toda su magnífica decoración
escultórica (Foto SIEMA)
En el exterior los Vargas se edificaron un palacete de piedra y, la apariencia es de estilo renacentista, con los tramos de escaleras enfrentados, la galería de arcos clásicos en la parte de arriba, los sillares de piedra, los diferentes patios hasta el acceso a la capilla. Refleja un macizo clasicismo a la Plaza de la Paja. Todo ese exterior está muy reformado y moderno. No así la gran puerta de madera con el que ingresamos en el recinto, que tiene adornos platerescos del primer tercio del s XVI, así como el escudo del Obispo de Plasencia.
Contrafuertes de la capilla por el ábside exterior (SIEMA) |
La decoración escultórica es posterior a la época de construcción de esta capilla como monumento funerario para la importante familia Vargas, y su responsable es Francisco Giralte, discípulo del toledano Alonso de Berruguete. Trabajó en la Capilla entre 1544 y 1550 para los Vargas en tiempos del Emperador Carlos V. A él debemos el gran retablo de madera policromada de tres calles tras el altar que rellena toda la pared. Representa entrañables escenas de la vida de Jesús y de la Virgen, pero colocadas sin seguir un orden estricto, tampoco son proporcionadas las figuras y el tamaño de la de Jesús es algo superior a los demás personajes (siguiendo modelos de la iconografía gótica). Estos elementos del s.XV se alternan con un incipiente renacimiento, lo que es propio del estilo plateresco del s.XVI.
Retablo plateresco y cubiertas góticas de final del sXV
de la Capilla (Foto SIEMA)
Junto al retablo de Giralte están los monumentos funerarios en alabastro de Francisco de Vargas, consejero de Isabel la Católica y fallecido en 1524, y el de su mujer Inés de Carvajal. En la pared de la derecha vemos el impresionante sepulcro renacentista tallado en alabastro del hijo de ambos y que es el que da nombre a la capilla: Gutierre Carvajal y Vargas, obispo de Plasencia. En él aparece el obispo en actitud orante, acompañado de tres de sus clérigos. Al fondo la escena de la Oración en el huerto. A los lados las escenas de "Cristo después de la flagelación" y las "Lágrimas de San Pedro". Arriba el "Ecce Homo". En el basamento unos preciosos niños cantores. La técnica del alabastro nos acerca y hace más vivo lo representado. Os animo a adentraros en esta capilla cerrada durante tanto tiempo y ahora encomendada su custodia a la reciente orden de Las Hermanitas del Cordero. Por la mañana se puede verla tranquilamente sobre las 12.45 y por la tarde de días laborables a las 18h. Luego también se puede participar del culto público.
Tumba del Obispo (Foto SIEMA)
Las puertas de madera que dan paso a la Capilla, son de Cristobal de Rojas y presentan un fino labrado en estilo plateresco. Representan la "Expulsión de Adán y Eva del Paraiso", "la Anunciación", el escudo del obispo y escenas de batallas del Antiguo Testamento, como la de los Amalecitas, con Moisés al fondo rezando, o la batalla de José contra los Gabaenitas, con el sol parado en el centro. Muy bien esculpida la diferente profundidad de las figuras. Lo pueden comprobar en las siguientes imágenes:
Puerta con el escudo del Obispo de Plasencia y una escena de la
Anunciación (Foto SIEMA)
Detalle de las puertas de caoba (Foto SIEMA)
La residencia palaciega y la capilla funeraria pasó por manos de diferentes familias del linaje Vargas, que además se fueron emparentando con otros antiguos linajes de Madrid, como Lujanes o Zapata. En 1920 la capilla del obispo pasó a pertenecer a la casa de Alba, adquirida por matrimonio. En ella se continuaron celebrando ceremonias, visitas, pero no se cuidó ese patrimonio adquirido, así que en 1980 pasó a depender del arzobispado de Madrid, con la idea de hacer una buena restauración y que fuera un lugar de culto.
Nada más salir por la escalera renacentista de dos tramos por la cual se accede os invito a deleitarse con algo más mundano, en el Cafe Bar Delic . Es uno de los negocios con encanto de la zona. Regentado por Elena García-Guereta. Nos gusta el ambiente tranquilo que hay por las mañanas, donde se pueden degustar sus cafés, tes o infusiones acompañadas de las originales tartas caseras. Para mediodía recomiendo su comida internacional. Por la noche el ambiente cambia totalmente, lo mismo que el de la zona de la plaza. Ahora música más movida y unos cócteles de impacto. Con ello nos despedimos por hoy: Podéis seguirnos también en facebook Siema Matritensis o en twitter e Instagram@siemamadcencanto. Así como participar en las visitas guiadas que se publican en agenda en la web www.siema.es
Maribel Piqueras
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