Hoy nos adentraremos en la historia, ambiente y secretos que esconde este jadrín histórico. El nombre de Parque del Capricho con el que lo conocemos hoy es posterior, del romanticismo, ya que la Duquesa de Osuna lo llamaba el jardín de la alameda. Pero es verdad que el nombre de "capricho", que se le dió popularmente, deja claro el uso que iban a tener esos jardines: servir de escenario de juegos y placeres para ella misma, su familia y amigos. Será la primera que ponga de moda en España el juego a ser campesinos, inventado por la reina Mª Antonieta. Esta reina francesa, que llegó al trono siendo muy niña decidió colocar, junto al lujo de Versalles, una pequeña aldea con casas tipo chozas donde sus damas se disfrazaban y jugaban a ser campesinas, coger huevos, ordeñar vacas, etc...Pero nuestra duquesa quería todavía más y aplicó la ciencia experimental tan propia del cientifismo ilustrado a su jardín, así como fueron un punto de encuentro para sus tertulias musicales o literarias y mucho más. Me gustaría acercar al lector a la figura de esta mujer antes de comenzar el recorrido por la historia de este parque y su descripción. Para ello nada mejor que adentrarnos en el "Retrato de los Duques de Osuna" pintado por Goya en 1788.
Familia de los Duques de Osuna, por Goya (Museo del Prado)martes, 7 de junio de 2022
El Jardín del Capricho de la Alameda de Osuna y sus secretos
En esta obra, dentro de un esquema piramidal que nos proporciona unidad, aparecen retratados con gran colorido, delicadeza y luminosidad. Usando de un fondo neutro, sencillo, para no distraernos con la decoración de la casa y centrarnos en los personajes. Él es Pedro Tellez de Girón, IX Duque de Osuna y tres años menor que ella, Josefa Alonso Pimentel, Condesa-Duquesa de Benavente. Se casaron en 1774. Aparecen junto a sus hijos: Joaquina, que será más tarde Marquesa de Sta. Cruz y a quien Goya retratará como tal en 1805, Josefa (futura Duquesa de Abrantes, también retratada por Goya en 1816), Francisco de Borja, que es el heredero y aparece cabalgando sobre el bastón de mando de su padre. Por último Pedro de Alcántara, uno de los primeros directores del Museo del Prado, príncipe de Anglona, que se mantendría siempre fiel a la constitución de 1812 y por eso le incautarían todos sus bienes. La Duquesa de Osuna tuvo una larga e intensa vida. Había nacido en 1752 y murió en 1834. Además de poseer innumerables títulos nobiliarios, es el prototipo de mujer liberal ilustrada y afrancesada. Le encantaba la música y solía organizar en su casa conciertos de cámara, también perteneció a una asociación que promovía la ópera en España y encargó a Hayden algunas composiciones. Apasionada del teatro (Ramón de la Cruz estrenó con ella algunas piezas teatrales, Moratín era un asiduo contertulio). También era una gran amante de la pintura, como queda demostrado en el mecenazgo de Goya, que siempre permaneció fiel a esta familia y a cuyos hijos, como hemos visto, siguió retratando de mayores. Goya decoró el gabinete de la Duquesa en el Capricho. Seguía de cerca las últimas novedades y la economía de su país, fue admitida en la Real Sociedad Económica madrileña y presidía la Junta de Damas (desde este puesto se ocupaba, con gran sentido práctico, de la situación de las mujeres en las cárceles, la higiene, la justicia social y temas educativos). Era una gran lectora y debido a sus influencias consiguió permiso de la Inquisición para leer libros que estaban prohibidos en el Índice, como los de Rousseau o Voltaire. Su gran biblioteca competía en número de volúmenes con la del Escorial. Desarrolló labores políticas y diplomáticas junto a su marido. Lo mismo que la reina Mª Luisa, a la que no soportaba, y la Duquesa de Alba, la de Osuna era de las mujeres más importantes de España en esa época, pero ella no seguía las modas populares o españolas en el vestir, como las otras dos, sino que se hacía traer de Francia las sedas de los vestidos y su peluquero también seguía las tendencias francesas, como se aprecia en el retrato.
perteneciente a la Duquesa de Osuna (SIEMA Matritensis)
Una vez conocido el personaje, su formación y gustos que va a poner en práctica en el jardín, nos situamos en el propio parque del Capricho. Se localiza en la Alameda de Osuna, al NE de Madrid y consta de una superficie de unas 14 hectáreas. Constituía una de las grandes fincas nobiliarias del siglo XVIII situadas hacia el E de Madrid, lo suficientemente lejos de la corte para estar tranquilos, pero también lo bastante cerca de la corte para llegar pronto si fuese necesario. La primera traza para los jardines la realizó Pablo Boutelou, autor del Jardín del Príncipe en Aranjuez. La continuó Jean Batiste Mulot, quien trabajaría en este jardín entre 1787-1790. El es el gran creador de este jardín, el primer jardín romántico de Madrid. La Duquesa tenía un contrato de exclusividad con estos paisajistas, que habían trabajado en el Petit Trianon de París, pero les pidió un jardín estilo inglés o romántico, en lugar del clasicismo francés, que solo se aprecia en la avenida principal y parterre en dirección al palacete. Pierre Provost continuaría los trabajos hasta 1810. Lo mantuvieron los invasores franceses, pero tuvo la mala fortuna de ser asesinado por bandidos, en presencia de sus hijos, dentro del propio jardín que tanto había cuidado.
Podemos distinguir tres etapas en la ejecución del Parque. La primera dura hasta 1807, año en que fallece el Duque, y donde está prácticamente todo ya hecho. La segunda etapa iría desde la guerra de la Independencia hasta 1834, año en que muere la Duquesa. Ella tuvo que huir de Madrid en la guerra y estuvo en Cádiz. Aunque el parque lo ocuparon los franceses, estos permitieron a los jardineros el cuidado del mismo. La Duquesa siguió embelleciéndolo después de la guerra y así, en 1815, encargaría a López Aguado la construcción del Gran Casino para bailes. La última etapa en que su familia realizó trabajos en el parque fue su nieto, entre 1834-1844, adelantando la fachada con columnas del palacio y construyendo la exedra a su memoria. Tras la muerte del X Duque de Osuna la evolución del Parque iría de mal en peor. Su hermano Mariano no tenía las aptitudes y gusto artístico del anterior, llegando a convertir el Parque en un auténtico zoológico con camellos, pavos, águilas, faisanes, corzos, gansos y cisnes. Tras la revolución de 1868 entró en fase crítica de la que solo sobrevivieron los árboles y flora más fuerte. En 1896 la familia de Osuna entró en quiebra y se subastaron todos sus bienes. Pasó a pertenecer a los Bauver. Eduardo Bauver fue asesinado allí mismo por milicianos en 1936. Durante la Guerra Cívil fue cuartel general de defensa. Hasta 1943 no lo declararon Jardín Histórico Artístico. En 1974 el Ayuntamiento compró todo el conjunto, declarándolo en 1985 Bien de Interés Cultural. Cuando el Ayuntamiento lo compró, parte de la finca, que era mucho más extensa, pasó a ser suelo urbanizable.
Pasado el torno llegamos a una plaza redonda que sería el primer capricho de este parque, dedicado a plaza de toros (los Duques de Osuna tenían su propia ganadería y eran unos apasionados de las fiestas taurinas). Aunque dejaríamos fuera de nuestra visita las dos garitas de entrada a la finca, que quedan fueran del recinto de parque declarado jardín histórico, pero que pienso que deben ser protegidas como patrimonio de ese jardín. Por el paseo vemos a la derecha el segundo capricho, que serían los enfrentados o duelistas, sobre una base de rocalla están estas dos esculturas de bustos enfrentados, separados los 40ms que exigían las normas para hacer duelos. La figura mitológica femenina te saludaba a la entrada y mercurio, el masculino, te despedía a la salida del mismo. Dejamos el invernadero para plantas exóticas a la derecha (el invernadero más antiguo que aún queda en España) y llegamos a la exedra, mandada hacer por su nieto: junto a las columnas existió un busto de la duquesa, alrededor se sitúan las esfinges de plomo fundido del escultor Francisco de Elías y los bustos de los emperadores por toda la plaza. Muy curiosa la alternancia de esfinges egipcias y griegas, con sus distintos significados. Atravesamos el parterre francés con sus fuentes y clasicismo hasta llegar a la fuente central de los delfines. Desde las bonitas verjas de hierro se aprecia el gran laberinto donde jugaban a esconderse guiados desde arriba por sus pajes y damas. Este laberinto de hojas de laurel ha sufrido mucho a lo largo de la historia: en 1948 aterrizó en el mismo un avión de Iberia que tenía problemas, el temporal de Filomena lo destrozó y se ha podado actualmente.
colocadas de nuevo (SIEMA Matritensis)
El Palacete ya fue levantado por Mulot con sus dos torres en las esquinas, pero la bella columnata se la debemos al hijo de López Aguado, quien la colocaría ahí en 1838. Hoy en día está restaurado por fuera, pero no por dentro (Está planeado hacer un museo de la mujer en la época de la Ilustración). Destaca la maravillosa escalera. En la planta baja se sitúan el zaguán de entrada, el oratorio, cuarto de capellán, sala para criados, sala del turco o de fumar, comedor y cocina a la derecha. El comedor está cubierto de bóvedas rebajadas y tiene suelos con mosaicos fingidos, desde ahí por una escalera se sale al jardín de abajo a la derecha. En el piso principal se distribuyen los cuartos del Duque (despacho, gabinete de paisajes, pieza del reloj) y de la Duquesa (baño, gabinete redondo -donde estaban los cuadros de escenas campestres, de galanteo o brujería pintados por Goya- sala de compañía, dormitorio y antedormitorio), cuartos de invitados.
Fachada principal del Palacete (SIEMA Matritensis)
Gabinete redondo del Capricho
(Catálogo Museo Municipal Jardines Clásicos Madrileños 1981)
"Aquelarre" de Goya, que decoraba el gabinete de la Duquesa. Original en el Museo
Lázaro Galdiano (SIEMA Matritensis)
A la izquierda podemos ver el bunker de Miaja, que ya estaba construído en agosto de 1937, con alta tecnología de seguridad (para evitar ondas expansivas de bombas, disponer de agua y oxígeno), abovedado y con pasillos que conducen a pequeñas cámaras a los lados, cuatro a la derecha y tres a la izquierda. Eran despachos con los suelos diferentes, para que en caso de no tener luz, distinguir las estancias. También tiene cuatro salidas exteriores al parque y una galería de escape que va al subsuelo del palacete. La idea era disponer de este bunker cercano al aeropuerto, a 15 metros de profundidad, por seguridad, ya que se sabía que las bombas de Franco llegaban hasta los 12 metros. Aquí, en el parque del Capricho, se localizó la llamada Posición Jaca durante la guerra civil. Restaurado en el 2015. Tiene una gran extensión y se pueden ver los respiraderos al recorrer el parque.
(SIEMA Matritensis)
Desde la plaza octogonal de la columna de Saturno parten caminos que podrían considerarse como la rueda de la vida, que llevarían a la ciencia (abejero), lujo (casino), religión (ermita), armada (fortín). Bueno, es sólo una hipótesis. El abejero es mi construcción preferida del parque: de estructura horizontal con tres espacios abovedados. La bóveda central , pintada con casetones de flores, todas diferentes, y con la escultura de la Venus realizada por Juan Adam en 1793 en el centro. La escultura que hoy vemos es una copia perfecta de la original, que pertenece a las Koplovich, Destaca la guirnalda de flores que lleva la Venus y que sirven de alimento a las abejas, así como la delicadeza del paño que cubre sus senos y ombligo. En esta estancia investigaban y jugaban a observar el proceso de fabricación de la miel por las abejas. Estas entraban por las puertas metálicas laterales y se veían a través de cristales desde dentro. Salvo el suelo y columnas que son de mármol, el resto son trampantojos de estuco realizados por Tadey. Junto al abejero campos de flor para las abejas.
(SIEMA Matritensis)
(SIEMA Matritensis)
En lo alto de la colina, ya se divisa el templo circular clásico del dios Baco, aunque originariamente iba una Venus colocada en su interior. Fué la misma duquesa de Osuna la que decidió, después de la guerra de independencia, cambiarlo por Baco.
Otros caprichos son el fortín para juegos a soldaditos (donde la duquesa de Osuna colocó autómatas)o la zona de columpios. El puente de hierro y el embarcadero de juncos, con pinturas en trampantojo realizadas por Tadey en 1792. Ya que la ría era navegable. El estanque con la isla donde se homenajea al III Duque de Osuna, que había fallecido en 1623 en el castillo de la Alameda (por cierto, material de este castillo se utilizó para el palacete y los muros de cerramiento del parque). Las vistas de este estanque son una verdadera preciosidad que hacen la delicia del visitante, con sus reflejos, su escenografía, sus patos, cisnes y otras aves, como el precioso ganso del Nilo.
Fortín (SIEMA Matritensis)
Jabalí que cierra el cubo del pozo por uno de los lados. Sobre él,
Los paseos para dar dentro de este jardín son maravillosos, además no son tantas hectáreas que nos cansen. Como estoy actualizando la famosa entrada al mismo que ya escribí en el 2012, podéis encontraros fotos de diferentes años. En 1815 la Duquesa mandó a López Aguado construir un Casino o Salón de Baile. Muy hábilmente cubrió con un cubo de ladrillo el pozo de agua utilizado para dar servicio a la ría navegable y regar los jardines. En el embarcadero del Casino nos recibía un jabalí que copiaba al de bronce del palacio Pitti, repetido también en la plaza de la Paja de la ciudad de Florencia. Por unas escaleras de tramos enfrentados y preciosa verja de hierro, recorreríamos la terraza que bordea el casino, desde donde se ven maravillosas vistas del jardín del Capricho. Al exterior tallaron escenas de las cuatro estaciones. Al interior de esta estructura irregular, octogonal, nos reciben muros cubiertos de espejos, ventanas con cristales tallados a base de diseños florales, suelo de madera (restaurado, que no es el original), y techo con escenas mitológicas al óleo, imitando frescos.
las escaleras al Casino (SIEMA Matritensis)
de zócalos o techos (casetones con flores dentro de rombos). (SIEMA Matritensis)
Muy importante y curiosa la Ermita que mandó construir la Duquesa de Osuna. Mujer con sentimientos religiosos, encargó el cuidado de la ermita a un ermitaño como los de antaño (delgado, cubierto por piel de animal y con largas barbas). Este ermitaño decía misas y rezaba por la familia de la duquesa a diario. Se llamaba fray Arsenio y, cuando falleció, lo enterraron bajo una tumba con forma de pirámide junto a la propia ermita. Los franceses saquearon la tumba. Hoy su cuerpo no se encuentra ahí. De nuevo será el escenógrafo milanés, Ángel María Tadey y Borghini, el encargado de decorarla con los mejores trampantojos. En el interior imita columnas, grietas de antigüedad, huecos en el altar para las vinagreras, techos con profundidad, un lienzo con cruz y un San Antonio de Durero que, incluso lleva la firma del pintor alemán. Encontramos muchos símbolos masónicos que la hacen muy enigmática (columnas, pirámides y otras geometrías o signos astronómicos, así como la cruz). Hay que recordar al lector que la masonería del siglo XVIII no se apartaba de la ortodoxia católica tanto como lo hará después, así que no resulta muy raro. Esta ermita presenta al exterior extrañas formas medievales junto a columnas clásicas.
(SIEMA Matritensis)
de la misma (SIEMA Matritensis)
Trampantojos de las cubiertas de la ermita (SIEMA Matritensis)
En la llamada Casa de la Vieja, donde también había una figura autómata trabajando, nos encontramos con una construcción rural de cuento que, en su parte trasera presenta una auténtica huerta. Aquí también hay técnicas de trampantojo y, como curiosidad, las primeras "rosas de pitimini" amarillas que se plantaron en España. Traídas de China y que plantó la propia Duquesa en el Capricho, antes de que se plantaran en otros lugares, como por ejemplo los sitios reales españoles.
Casa rural o casa de la vieja (SIEMA Matritensis)
Vista general de la montaña rusa (SIEMA Matritensis)
Os voy a contar ahora dos de las novedades más recientes del parque. Al igual que en el reservado del Retiro durante Fernando VII o que en el jardín del Príncipe de Aranjuez, aquí también se diseño una montaña artificial o montaña rusa, con sus veredas, rocalla y cascada. Estuvo bastante abandonada y cubierta de vegetación, pero actualmente la están limpiando y acondicionando. ¡Todo un descubrimiento que agradecemos al ayuntamiento de Madrid!. Este jardín sigue muy vivo y, como homenaje a la inteligencia y curiosidad científica de esta duquesa, la dirección de jardines históricos del ayuntamiento de Madrid, ha decidido plantar aquí la fantástica wollemia nobilis. Se trata de una planta extinguida que descubrieron quedaban algunas en Australia y aquí la podemos ver. ¡Ojalá se de bien!. Recordaros que tanto la información como las fotos de este artículo las podéis usar, pero siempre indicando su procedencia. Ya siento que, al copiar mis propios textos de la entrada del 2012 de este blog, para actualizarlo y crear esta nueva, quizás encontréis formatos o colores distintos Seguirnos también las visitas y actividad cultural en redes Twitter o Instagram @siemamadencanto o facebook Siema Matritensis, así como en agenda www.siema.es . Estamos terminando el curso y apenas nos quedan visitas programadas, sino que sobre todo, como siempre, las de grupos privados que las soliciten. Espero disfrutéis de este jardín con tanto encanto.
Maribel Piqueras
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Para los que leéis la versión en móvil, siento que se vea lo copiado de la entrada anterior sobre el parque que realicé. Ya que al actualizarla en el 2022, para agilizar, me limité a copiar los textos que estaban bien de mi antigua entrada, quedando constancia en el formato. Ya lo siento. Es una de las entradas del blog que más me gustan
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