Justo en frente se levantó, también con soportales de arcadas, la llamada Casa de la Carnicería, para abastecer de carne a Madrid. Sufrió varios incendios, quedando muy dañada tras el de 1631. Luís Bellido restauró su interior que ha pasado por diferentes usos como, por ejemplo, hemeroteca o Junta Municipal del distrito Centro. Felipe III encargó a Gómez de Mora la tarea de cuadrar la plaza en 1617. La diseña como un rectángulo proporcionado, terraplenea las diferencias de altura con la cava, como se aprecia en el Arco de Cuchilleros ( Madrid funcionaba con gremios y ahí cerca se situaba ese gremio de los comerciantes y artesanos de cuchillos). Por atrás sitúa una gran fachada de viviendas. Esos siete pisos constituían la altura más elevada de la ciudad de entonces. Pero junto a las Casas de la Panadería y la Carnicería elevó unos soportales arquitrabados de piedra, rectos y, sobre ellos, de manera mucho más sencilla, con muros de ladrillo liso y pequeñas ventanas, el resto de la plaza. El "Auto de Fe" de Francisco Rizzi (1683) que se conserva en el Museo del Prado nos da una idea de como se desarrollaba en la plaza la escenografía para una ejecución pública. Esos montajes del mundo barroco siguen haciéndose hoy en día para conciertos, celebración de la Navidad u otro tipo de actos..
En el centro de la plaza se sitúa la estatua ecuestre de Felipe III a caballo. Preside la plaza porque este rey fué el gran artífice de su diseño. La escultura es del broncista italiano Pietro Tacca (1613) y muestra al rey vestido a la moda de principios del sXVII a caballo, en actitud de paseo, ya que este rey era muy tranquilo y pacífico, nada que ver con la personalidad de su hijo, que también está esculpido a caballo en la plaza de Oriente, pero con otra actitud correspondiente a la vida pasional y con coflictos y luchas que tuvo(por eso se le representa con el caballo en corbeta, siguiendo el retrato que de él hizo Velázquez). La estatúa de Felipe III la trasladó aquí la reina Isabel II en 1848. La trajo del Reservado de la Casa de Campo, ´lugar para el que fué diseñada esta escultura. Esta reina pensó en una plaza que fuera un jardín romántico y en las estampas de la época así se percibe, con una valla elíptica de hierro que rodeaba la escultura, diversos tramos de arbolado y jardín, así como bancadas y farolas isabelinas por toda la plaza.
Nuestros mayores y ,algunos de nosotros, todavía tenemos en la retina la imagen de la Plaza Mayor que muestra la fotografía, con coches aparcados dentro. Durante los años de 1967-69 se construyó el aparcamiento subterráneo que obligó a subir el pavimento y a hacer el adoquinado actual que, aunque tenga su encanto, tanto molesta al andar.
Entre las dos imágenes de arriba han pasado siglos, pero mantinen el mismo esplendor. Se trata de la Posada del León de Oro, establecimiento situado en el número 12 de la Cava Baja. En esta zona tan comercial y céntrica de Madrid no podían faltar las posadas para alojamiento de la gente que viniera de fuera para hacer negocio. Una de las de más fama en el Madrid de los Austrias es esta del León de Oro. La fotografía de arriba es de 1897. Actualmente la encontramos totalmente remodelada desde hace dos años. Mantiene el título e imponente escudo de piedra de la entrada. En el interior, en torno al patio, se suceden los dos pisos con las habitaciones. Podemos apreciar las vigas de madera, los sillares de granito y los restos de la muralla medieval justo debajo de las mesas, como muestra la fotografía del comedor para los que se alojan en la posada. Justo a la entrada también hay restos de muralla que se pueden admirar a través de los cristales y una pequeña barra y mesas para degustar productos castellanos con una gran carta de vino.
Os animo a terminar la visita descansando en este espacio con encanto.
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