lunes, 16 de octubre de 2023

La original y misteriosa Cívica

 Normalmente no me suelo salir de Madrid y su comunidad en estas entradas del blog, pero hoy la ocasión lo merece. Una escapada durante el reciente puente del Pilar a Brihuega y otros puntos de la provincia de Guadalajara, me hicieron toparme con Cívica. Se encuentra a 11km de Brihuega, rodeada del valle del Tajuña y un paisaje espectacularmente verde y lleno de manantiales, cascadas, fuentes. Cívica es una aldea situada en un alto y, parte de la cual ha sido excavada en roca. Debió haber en ese punto una pequeña fortaleza romana en sus orígenes, de la que queda algún resto y sillar. Siempre tuvo uso agrícola la zona. También sabemos que eremitas y alguna comunidad pequeña de monjes habitó esas cuevas. Pero los que dieron importancia económica a la zona fueron los Borbones. Ellos crearon la fábrica de paños en la cercana Brihuega y aquí, en Cívica, una fábrica de papel moneda (debido a la abundancia de madera y agua). De esta fábrica y sus dependencias apenas quedan restos por la aldea, siendo reutilizados para construcción de casas y fincas.

         Fuente de 1797 construida en la parte alta, rodeada de vegetación y riachuelos
                                                                     (SIEMA Matritensis)

Paisaje del entorno de la aldea de Cívica (SIEMA Matritensis)

Pero este lugar llama la atención por la original y misteriosa construcción de sus cuevas. Sobre las cuevas de roca caliza ya existentes, heredadas por un sacerdote de Valderrebollo, D. Aurelio,  que decidió en los años 50 del siglo XX crear una fantasiosa ciudad sobre roca. Trabajando con sus propias manos y con la ayuda de una pequeña cuadrilla, organizó pasadizos, balaustradas, estanques, puertas, arcos góticos, cruces, una pequeña capilla a Santa Catalina y diferentes estancias para vivir. Llama la atención desde la carretera. Es un mágico lugar que recuerda a las cuevas de Guadix, a la Capadocia turca e incluso a Gaudí.

Vista de Cívica desde la carretera (SIEMA Matritensis)

Restos de la fortificación anterior (SIEMA Matritensis)

El sacerdote dejó la propiedad a su ama de llaves. Después sus herederos convirtieron las cuevas de Cívica en un bar de carretera, para animar a los numerosos pueblos de la zona. En la parte de abajo, a la izquierda, está la entrada principal de lo que fue el bar, excavado en roca también. Quedan restos de la barra, el hogar, repisas y la parte de arriba con barandilla (donde se colocaban algunas mesas). También en la parte alta existió un bar para atender, con su barra, estantes y una bajada a la cueva donde dejaban los refrigerios. 
Estantes del bar de abajo, tras la barra (SIEMA Matritensis)

Fuegos para cocinar y calentarse del bar de carretera (SIEMA Matritensis)

Otra parte de la cueva utilizada para el bar de carretera de la parte de abajo.
Se aprecia el rincón en alto donde ponían alguna mesa (SIEMA Matritensis)

Barra de bar en otra de las cuevas de las estancias de la parte superior (SIEMA Matritensis)

Cueva fresquero del bar de arriba (SIEMA Matritensis)

Sucesión de arcos del pasadizo principal (SIEMA Matritensis)

Las cuevas estuvieron abandonadas mucho tiempo y cubiertas de vegetación. Camilo José Cela las descubrió en su segundo viaje a la Alcarria. Escribía así en 1984 :"Cívica semeja una aldea tibetana o el decorado de una ópera de Wagner. El viajero no estuvo nunca en el Tibet, pero se imagina que sus aldeas deben ser así, solemnes, miserables, casi vacías, llenas de escaleras y balaustradas, colgadas de las rocas y también horadadas en las rocas". Cívica desprende algo especial: magia, leyendas, originalidad, misterio y fantasías. La aldea nunca estuvo abandonada, aunque sí las cuevas. Hace unos años compró la propiedad Jaime. El mismo se dedica a restaurarlas sin recibir ninguna subvención. Por eso ahora se pueden recorrer sus interiores, bajar sus escaleras y pasar por los pasadizos con las originales barandillas y arcos góticos. Jaime también está restaurando fuentes y estanques y piensa crear un pequeño negocio de hostelería en la parte alta. Cobra un módico precio de 2 € por guiarte. En la aldea vive gente dedicada a la agricultura. Incluso hay un curioso negocio como criadero de víboras. Un sitio que merece la pena conocer, hacer rutas de senderismo y desde el cual hay unas vistas preciosas sobre el valle. Desde aquí agradecemos a Jaime su labor y animamos a los encargados de Patrimonio y Cultura de la Junta de Castilla-La Mancha para que valoren apoyar esa iniciativa. Con estas sorprendentes imágenes que os pongo a continuación me despido:

Maribel Piqueras

Diferentes terrazas con variedad de barandillas y sucesión de cuevas y pasadizos
(SIEMA Matritensis)

Pequeño estanque en la parte más llana de abajo (SIEMA Matritensis)

Fuentes y escalinata para el acceso a las cuevas (SIEMA Matritensis)

Parte derecha con la galería que llevaba a la pequeña ermita de Sta. Catalina
(SIEMA Matritensis)

Otro de los estanques (SIEMA Matritensis)

Vistas desde lo alto de Cívica sobre el valle del Tajuña (SIEMA Matritensis)



















No hay comentarios:

Publicar un comentario