Hoy nos vamos a adentrar en la iglesia de advocación jacobea más antigua de todo Madrid. Esa en la que otorgan las credenciales a los peregrinos que parten desde Madrid con la idea de realizar el Camino de Santiago. La iglesia primitiva, una de las pocas parroquias desde la época medieval que se construyeron dentro del recinto amurallado, fue derribada por orden de José Bonaparte en 1810. Aunque ya antes, si seguimos las investigaciones de D. Francisco José Marín Perellón, se habían establecido varios dictámenes que aconsejaban su demolición. Por ejemplo, en mayo de 1804, el arquitecto Elías Villalobos reconoció que el templo estaba en estado ruinoso, pero su reparación no llegó a acometerse, sino que el 28 de diciembre de ese mismo año se desplomó parte de la iglesia. En febrero de 1805 un dictamen del propio Cuervo aconsejaba también su demolición. El arzobispado de Toledo encomendó entonces a Cuervo la construcción de nueva planta. Para ello se hicieron cambios en la alineación de la Plaza de Santiago (como se puede apreciar si comparamos con el plano antiguo), realizados por el arquitecto Manuel Brady y aprobados por Juan de Villanueva, en agosto de 1805. Iniciándose las obras de reedificación al año siguiente, pero fueron muy lentas. Como anécdota comentaremos que cuando estallaron en la capital los sucesos del 2 de Mayo de 1808, unos obreros que trabajaban en los tejados de la antigua iglesia, arrojaron sus útiles de trabajo a los soldados franceses que pasaban por debajo. Por este hecho, esos siete valientes obreros fueron detenidos y fusilados en la Montaña de Príncipe Pío. Bonaparte encargó a Juan Antonio Cuervo la construcción de la nueva. Este arquitecto era seguidor de Juan de Villanueva y trabajo en la misma desde 1811-1814.. La edificación de la iglesia de Santiago le dió tanta fama que en 1815 Cuervo fue nombrado Director de la Real Academia de San Fernando y, con ese motivo, le retrato espléndidamente Goya. En la pintura de Goya el arquitecto aparece mostrándonos los planos de dicha iglesia en la mano.
Retrato de Juan Antonio Cuervo, por Goya (1815. Cleveland Museum. EEUU)
En la fachada vemos influencias del Neoclasicismo de Juan de Villanueva, con pilastras y encadenados de granito sobre un liso paramento de ladrillo muy sencillo. Sobre la entrada se halla el relieve con el tema de "Santiago Matamoros", representándonos la legendaria Batalla de Clavijo, donde el apóstol Santiago se apareció en el cielo montando su caballo blanco y ayudando a las tropas cristianas de D. Ramiro, rey de Asturias (allá por el año 845). El gran ventanal situado en el frontón curvo de la cornisa, ilumina el coro que hay a los piés de la iglesia.
Fachada principal de la Iglesia de Santiago (Foto SIEMA)
Detalle de la entrada (Foto SIEMA)
Esquina de la iglesia, que da nombre a la Plaza de Santiago. Podemos contemplar los encadenados de granito y la simbología de la cruz de Santiago y las conchas como adornos
(Foto SIEMA)
Ese espacio tan sobrio desde el exterior, nos sorprende con sus volúmenes movidos en el interior. La planta es muy curiosa: de cruz griega, cubierta con cúpula sin tambor, pero con linterna. La sensación es que la cúpula es demasiado pequeña para dicha iglesia, de hecho, al caer directamente sobre la cornisa queda como hundida y no se aprecia desde la fachada, tan solo desde el lateral viniendo de Ramales. Una especie de deambulatorio sale de las dos capillas situadas a los piés. En este punto, a la izquierda de la entrada, podemos contemplar numerosas imágenes de Vírgenes, como la advocación de la Milagrosa o la de Fátima y un pequeño S. Antonio. La parte de deambulatorio de la derecha nos conduce a la famosa imagen de San Juanito (obra de Pedro Roldán, el padre de la Roldana) y que se encontraba en la primitiva iglesia de San Juan, cuyos cimientos podemos ver hoy en día en la Plaza de Ramales. Pasado el San Juanito se puede ver un gran Cristo crucificado y la Virgen de la Soledad.
Virgen de la Milagrosa (Foto SIEMA)
Pequeña imagen devocional de la Virgen de Fátima
(Foto SIEMA)
Escultura que representa a S.Juan Nepomunceno
(Foto SIEMA)
S.Juanito de Pedro Roldán, perteneciente a la primitiva iglesia de San Juan, que fue destruída por Bonaparte (Foto SIEMA)
Crucificado (Foto SIEMA)
En el centro del altar mayor destaca el gran lienzo de "Santiago Matamoros", de Francisco Rizzi, que era el mismo que presidía la iglesia primitiva de Santiago y es una de las joyas de la iglesia. Alrededor del mismo vemos las esculturas que representan a los cuatro padres de la iglesia: San Agustín, San Jerónimo, San Gregorio Magno y San Ambrosio.
Altar Mayor (Foto SIEMA)
Detalle del altar con el barroco cuadro de Rizzi que nos recuerda a Velázquez y Rubens
(Foto SIEMA)
Detalle del Sagrario (Foto SIEMA)
Detalle de las celosías, pilastras y línea de cornisa (Foto SIEMA)
Los diferentes espacios de la iglesia están separados por pilastras con capital jónico (este último pintado de dorado), que crea un efecto muy elegante y bonito contrastando con el blanco del fondo. En los machones del crucero se abren nichos para imágenes y, encima de ellos se sitúan unos lienzos pintados por Bayeu y Maella que representan al obispo San Julián (de la época visigoda de Toledo, s. VII, que desarrolló importantes tratados teológicos) y a San Norberto (santo posterior, de los s.XII.XIII, que desarrolló su labor en Alemania). Uno es Santiago peregrino y, junto a él, la Virgen del Pilar. Enfrente Nra Señora de la Fuencisla, que es la patrona de Segovia. Al otro lado San José y la Virgen de la Esperanza del famoso escultor Bellver, dotada de un bonito ropaje verdoso muy elaborado.
Detalle de las cubiertas laterales y lunetos (Foto SIEMA)
Vitrina con la escultura de Santiago peregrino y la Virgen del Pilar a los piés
(Foto SIEMA)
Virgen de la Esperanza con los lienzos arriba (Foto SIEMA)
Vitrina con la Virgen de la Fuencisla, rematados por lienzos del s XVIII
(Foto SIEMA)
Detalle de la Virgen de la Fuencisla
(Foto SIEMA)
En el lado del Evangelio destaca una capilla dedicada a la Beata Mariana de Jesús , cuya imagen de rostro tremendamente realista se lo debemos a Julián San Martín. Sabemos que Vicente Carducho introdujo la costumbre de trabajar con las máscaras mortuorias de cera que se le hacían a los santos y personas importantes, logrando así un gran realismo en el retrato. La beata fue bautizada en esta iglesia en 1566, como lo recuerda una placa a la derecha del altar. Su cuerpo incorrupto se encuentra dentro del convento de Mercedarias de D. Juan de Alarcón de Madrid. Junto a esta escultura una muy original con la advocación de la Virgen de la Vida. Todo ello se puede ver a lo largo del estrecho pasillo que conduce a la sacristía. Nada más pasar la puerta de la misma, una placa nos recuerda que la iglesia se inauguró en 1817 por el arzobispo D. Luís de Borbón, hijo del Infante D. Luis, por tanto, sobrino de Carlos III y primo de Carlos IV.
Capilla de la Beata Mariana, con la Virgen de la Vida a sus piés
(Foto SIEMA)
Izquierda del altar mayor con el pasillo que conduce a la sacristía
(Foto SIEMA)
Placa conmemorativa de la inauguración por el arzobispo D. Luis
(Foto SIEMA)
Izquierda del altar mayor con el pasillo que conduce a la sacristía
(Foto SIEMA)
Placa conmemorativa de la inauguración por el arzobispo D. Luis
(Foto SIEMA)
En los brazos laterales de la cruz llaman la atención dos grandes retablos de Vírgenes, la de la Salud y la del Carmen. Junto a esta última la capilla bautismal, con la pila y otra de las obras de arte recuperadas de la iglesia de San Juan, el lienzo de Carreño de Miranda titulado "El Bautismo de Cristo". Por eso hoy en día la iglesia une las dos advocaciones, la de San Juan Bautista y la de Santiago en la misma parroquia.
El Bautismo de Cristo, de Carreño de Miranda (s XVII. Foto SIEMA)
Retablo con la Virgen del Carmen (Foto SIEMA)
Las pinturas de las pechinas son más modernas. Se debe a que en 1872 se realizaron trabajos de restauración del lienzo de Rizzi y trabajos decorativos por la bóveda y pechinas. Actualmente habría que hacer una restauración de las mismas por el deterioro debido a humedades. Sobre los pies de la iglesia de Santiago se levanta un pequeño coro con órgano, que tiene una acústica fantástica. No es tampoco nada despreciable el laborioso trabajo de los herrajes de la puerta, con su decoración detallada.
Vista del coro bajo y órgano (Foto SIEMA)
Bóvedas con las pinturas del s XIX (Foto SIEMA)
Herrajes originales de la puerta de la iglesia de Santiago, con la cruz de la orden
(Foto SIEMA)
Herrajes y marcas originales en la puerta de entrada
(Foto SIEMA)
Antes de presentaros el fantástico negocio con encanto inaugurado hace un par de meses me gustaría recordar a nuestros lectores que pueden seguirnos, contactarnos o comentar cualquier cosa a través de la web www.siema.es ; Facebook Proyecto Siema o Twitter @siemamadencanto. Hoy hemos elegido La Lonja del mar , situada en la cercana Plaza de Oriente nº 6 e inaugurada hace tres meses, que ya está marcando tendencia. Este restaurante pertenece al mismo grupo que el Café de Oriente y la Taberna del Alabardero, pero su diseño y concepción es mucho más moderna. Aquí se pueden comer unos de los mejores pescados de Madrid, con una preparación clásica o moderna de fusión con la cocina oriental. Tiene como tres ambientes: la terraza, el Raw Bar y el restaurante de la parte alta con maravillosas vistas al Palacio Real. El Raw Bar es para tomar copas o picar algo en un espacio alargado, cómodo y de diseño vanguardista. Para saber más www.lalonjadelmar.com o el tefl 915413333
Escaparate de La lonja (Foto SIEMA)
Moderno y elegante diseño del Raw Bar (Foto SIEMA)
Barra del Raw Bar (Foto SIEMA)
Escalera de subida con los caballitos de mar de lámpara
(Foto SIEMA)
Vista de uno de los salones de arriba (Foto SIEMA)
Detalles de adornos del mar en las paredes (Foto SIEMA)
Vistas a la Plaza de Oriente desde La Lonja (Foto SIEMA)
Otro de los salones de arriba (Foto SIEMA)
Incluso el baños es merece la pena (Foto SIEMA)
¡¡¡Hasta pronto!!!
Maribel Piqueras