En el mismo punto en el que actualmente se sitúa el Palacio de Abrantes existía ya un palacete con dos torreones desde mediados del s XVII, atribuida su construcción a Juan Maza. En el plano de Gómez Texeira se aprecia ya, unido a todo un conjunto de mansiones que había en esa zona, como la de los Duques de Pastrana en la parte trasera. Pero percibimos que todavía no estaba acabado el torreón con chapitel que daba a la calle Almudena.
Detalle del plano de Texeira con la primitiva parroquia de Sta. María la Real de la Almudena y la mansión junto a ella -antecedente del actual palacio de Abrantes- (SIEMA Matritensis)
El nombre actual procede del s XIX, cuando la propiedad pasó en 1842 a manos del entonces Duque de Abrantes, José María Carvajal Tellez Girón. Éste encargó al arquitecto Anibal Álvarez Bouquel la reforma del edificio anterior. Álvarez Bouquel trabajó en el palacete entre 1844-46, reconvirtiéndolo en un elegante palacio isabelino y siguió un estilo ecléctico característico del s XIX. Este arquitecto respetó las dos torres esquinadas del palacete original, pero le proporcionó un aire más clásico en la fachada con el almohadillado del entresuelo y la sillería de granito del zócalo. También decoró simétricamente con formas clásicas los balcones del piso principal, añadió escudos y una escalera imperial isabelina en el interior.

Fachada principal del palacio a la calle Mayor. Todavía se pueden ver esas reminiscencias clásicas de Álvarez Bouquel en el gran portalón de entrada con pilares toscanos y remate clásico, los diferentes balcones del piso principal, especialmente el central con remate de frontón triangular; más los sillares almohadillados o el gran zócalo (SIEMA Matritensis)
Esquina torreón de la calle Factor (SIEMA Matritensis)
Maravilloso juego de sillares almohadillados y decorados junto a la ventana de
un lateral del palacio (SIEMA Matritensis)
¿Sabías que las revoluciones hicieron que pasara a depender de la Embajada de Italia?. Te lo explico para que lo entiendas. El hijo del Duque de Abrantes, D.Ángel de Carvajal y Fernández de Córdoba, marqués de Sandoal, había participado en la revolución de 1868 junto al general Prim y fue el encargado de viajar a Italia para traer a Amadeo de Saboya. Después conspiraría contra el gobierno. El mismo día en que el general Martínez Campos salía de Madrid para proclamar la restauración monárquica, el propio Marqués de Sandoal, enfrentado a Cánovas del Castillo, decidió que vendería el palacio de Abrantes. El Gobierno italiano lo adquirió y lo reformó. Fue la sede de su embajada entre 1887-1936. De la reforma de 1887 se encargó el arquitecto Luís Sanz, acompañado de otros artistas y decoradores italianos. Entonces perdió los torreones originales y se creó la gran fachada posterior. Se marcó un sobresaliente alero de madera y bajo él pinturas mitológicas al fresco en blanco y negro por los decoradores milaneses MC Grandi-Pasetti. En el interior se mantuvo la escalera isabelina, pero se reformó el salón comedor con vidrieras, el de baile, se cubrieron los zócalos con azulejos de Talavera de la fábrica Ruíz de Luna; en el patio interior se cerraron las galerías y la galería superior se acristaló con elegancia. Una decoración clásica en estucos o casetones cubría las salas principales del palacio.

Una vez en el zaguán, a la derecha, encontramos estas finas puertas de madera con cristales decorados, que nos conducen a la escalera principal isabelina (SIEMA Matritensis)
Pequeños detalles decorativos de la vidriera de la puerta (SIEMA Matritensis)
Vista de la escalera original, que todavía se mantiene, incluso con la barandilla y decoración de estucos original (SIEMA Matritensis)
Techo que cubre la escalera acristalado (SIEMA Matritensis)
Decoración de los muros laterales de la escalera siguiendo un estilo clásico (SIEMA Matritensis)
Galerías cubiertas y acristaladas de la parte superior del patio (SIEMA Matritensis)
Vista general del patio interior ( SIEMA Matritensis)
Alerón, remates, mosaicos y chimeneas en el Palacio Abrantes (SIEMA Matritensis)
Detalle de los mosaicos bajo el gran alerón de madera (SIEMA Matritensis)Chimeneas de ladrillo del Palacio de Abrantes (Álvaro Benitez)Una de las zonas más espectaculares del interior es el gran comedor de gala, con techumbre de casetones de madera, y restos de marcos de mármol en las paredes que sujetaban algunos lienzos. Pero, sobre todo, destacan los zócalos de mármol marrón veteado que enmarcan escenas de caza, en cerámica muy colorista en azul, verde, amarillo, realizada por los talleres Ruíz de Luna. Presenta ventanas y un gran mirador saliente a los jardines de Larra. Todo ello con vidrieras decoradas con temática vegetal. Pasado el comedor estaba la zona de office y cocinas.
Comedor con techo de artesonado moderno con casetones de madera (SIEMA Matritensis)
Zócalos de cerámica y mármol en el comedor. Aquí con la escena central de un jabalí (SIEMA Matritensis)
Cerámica con escenas de caza con caballos y perros (SIEMA Matritensis)
Detalle con la firma de Ruíz de Luna en la cerámica (SIEMA Matritensis)
Disparando a la liebre (SIEMA Matritensis)
Detalle de ménsulas de madera sobre pilar de mármol en el comedor (SIEMA Matritensis)
Marcos de mármol y remate de madera originales en la zona del comedor (SIEMA Matritensis)
Preciosas vidrieras con flores y guirnaldas de colores que dan a la zona del jardín de Larra (SIEMA Matritensis)
Balcón mirador del comedor y decoración de ese lado del piso principal del palacio junto a los jardines de Larra (SIEMA Matritensis)
Esquina trasera con formas redondeadas (SIEMA Matritensis)
Placa en esa esquina que nos recuerda que hay estuvieron las casas de la Princesa de Éboli o Duques de Pastrana (SIEMA Matritensis)Aunque está muy reformado se pueden percibir restos del primitivo palacete, como el zócalo de cerámica que continua en el pasillo distribuidor - ahora una temática más clásica con inscripciones en latín y los colores azul y amarillo-, el salón de espejos o alguna decoración de estucos clásicos. En 1936 el palacio alojó a brigadistas internacionales italianos.
También de Ruíz de Luna, con las frases de "oportune y probasti domine".
Cerámica con las proclamas "infestus infestis"
Ménsula que soporta un arco con decoración mitológica (SIEMA Matritensis)
Vista del salón de baile (SIEMA Matritensis)
Juegos de espejos en el antiguo salón de baile, con sus marcos dorados decimonónicos (SIEMA Matritensis)
Lo más antiguo que contiene el Palacio de Abrantes es un lienzo de 5 ms de piedra caliza y pedernal perteneciente a la antigua muralla medieval que iba por ese lado de la calle mayor hasta la puerta de Guadalajara. Hoy en día se puede ver en una de las paredes de la Biblioteca. Después de la guerra civil la embajada italiana se trasladaría al Palacio de Amboage en la calle Velázquez y aquí se organizaría como Instituto Italiano de Cultura, adaptándolo para esos usos. En este siglo XXI fue decorado a la última el salón de actos con tapicerías y cortinas muy coloristas de la casa Missoni. También las esculturas y bronces que encontramos por el palacio son italianas, como el mobiliario que se expone. Suelen hacer pequeñas muestras de arte italiano (pintura, fotografía, escultura), conciertos y, por supuesto, clases de italiano.
Todos los marcos de las puertas son en mármoles de diferentes colores (SIEMA Matritensis)
Moderno salón de actos decorado por la casa Missoni (SIEMA Matritensis)Tapizados laterales a franjas de colores del salón de actos (SIEMA Matritensis)
Tavolo delfi en mármol de Carrara, de Carolo Scarpa, frente al salón de actos y que muestra los reflejos de las cortinas de colores (SIEMA Matritensis)
Muebles antiguos se conjugan con máquina de cine, como Cinema Paradiso, tan importante para la cultura italiana (SIEMA Matritensis)
Para terminar os animo a visitarlo en las diferentes actividades culturales que organizan. No olvidéis echar un ojo a las lámparas de hierro del hall de entrada, ni al portalón original de madera con sus herrajes.
Maribel Piqueras
Farol modernista de hierro y techo con decoración de estucos. Hall deentrada (SIEMA Matritensis)
Gran portalón de madera original, con casetones de diferentes tamaños y clavos (SIEMA Matritensis)
Herrajes originales en el portalón de entrada (SIEMA Matritensis)