En pleno Madrid de los Austrias, en la calle Fuentes nº 10, existe desde 1887 un comercio centenario dedicado a la encuadernación artesanal. En los bajos de un elegante edificio del s XIX se situó una antigua tienda de ultramarinos que, en 1887, pasaría a usarse como tienda de material para encuadernación. De ese negocio de encuadernación se hizo cargo la familia Amillo en 1910. Los Amillo lo regentaron hasta 1975, año en que traspasaron el local a su actual propietario. Con las siguientes condiciones: mantener el mismo nombre, Amillo, y seguir con la misma actividad encuadernadora. Cosa que así ha sucedido hasta nuestros días. En Encuadernación Amillo, con sus rótulos y escaparate de madera originales, encontramos un local de finales del s XIX, con sus finas columnas de hierro y su mostrador de madera. En este lugar se puede encontrar todo lo necesario para encuadernar: papeles, cueros, telas, florones, tijeras, material para coser, encolar, prensar, cortar. El trato no puede ser más espléndido y acogedor.
Encuadernaciones Amillo y sus rótulos (SIEMA Matritensis)miércoles, 14 de diciembre de 2022
Encuadernación Amillo y Escuela Taller Palomino
asienta la tienda Amillo y el taller de encuadernación Palomino (SIEMA Matritensis)
Imagen cedida por el taller Palomino (SIEMA Matritensis)
(SIEMA Matritensis)
Detalle del cuadro donde aparece Antolín Palomino encuadernando con
A la derecha de la tienda se fundó en 1993 la Escuela taller de encuadernación Palomino. Como homenaje al Antolín Palomino Olalla, gran conocedor y difusor de las técnicas de encuadernación artesanal en Madrid y España. Me gustaría hablaros un poco de su figura. Antolín Palomino nació en 1909 en la provincia de Burgos, concretamente en Fuentenebro. Se vino a Madrid de niño y se educó en el asilo para huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús. Cuando cumplió los 13 años pasó a formarse en los talleres del mismo asilo, recibiendo clases de encuadernación, imprenta y litografía. Con sólo 18 años ya trabajaba en la conocida imprenta del alemán Jesús Blass. Bibliófilos y coleccionistas importantes se fijaron en su esmerado trabajo y le hicieron encargos. En 1930 ya dirigía los talleres de encuadernación donde se había formado él mismo de niño. Consiguió montar su propio local de encuadernación en 1936 y trabajar allí hasta su jubilación, en 1982. Sus encuadernación magistrales de libros antiguos (como misales del s XV, primeras ediciones de obras de Sta. Teresa, Quijote, biblia políglota, etc), le dieron mucha fama y proporcionaron numerosos encargos. Palomino nunca abandonó su vocación de enseñante y colaboraba voluntariamente , desde 1981, con el taller de encuadernación del Ayuntamiento que existía entonces en el Conde Duque. Falleció en Madrid en 1995, pero sus técnicas, su obra y buen hacer siguen existiendo en este taller escuela de la calle Fuentes.
florones de hierro caliente. Imprenta municipal de Madrid (SIEMA Matritensis)
(SIEMA Matritensis)
La Escuela Taller Palomino es una sociedad limitada privada. La mayoría de los que asisten a ella lo hacen como hobby. En planta el local es similar a la tienda, sólo que tiene mucho más espacio. Consta de una planta rectangular, dividida en varias zonas. La primera, de cara al público, con las finas columnas de hierro pintadas, de decoración floral en la base y capiteles, y estrechas estrías, detrás de las cuales se instalan las estanterías de madera con materiales diversos. Grandes tableros para poder trabajar y alguna máquina prensadora pequeña, así como material para cortar o encolar. En el apartado siguiente cuelgan de la pared tijeras, martillos y otros elementos. Vemos muchos más tableros de trabajo y, al fondo se situarían las máquinas más grandes de hierro para prensar o cortar. Toda la maquinaria es antigua y se sigue utilizando.
Pequeña máquina prensadora, libro encuadernado y telas en la mesa primera
del taller (SIEMA Matritensis)
(SIEMA Matritensis)
Con estas últimas imágenes que saqué de los tableros de la parte central del taller y de las máquinas del fondo me despido, no sin antes agradecer de nuevo la atención prestada y valorar ese trabajo arduo y artesano, a la vez que muy bonito, de encuadernar libros. Lo que se aprende del proceso de encuadernación: selección de pliegos, ordenación, prensado para quitar el aire, serrar lomos, coser el libro, encolados, aplicación de florones. Muchas gracias.
Maribel Piqueras
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario