martes, 15 de diciembre de 2020

El Riojano, pastelería centenaria con encanto

 Durante el siglo XIX llega a Madrid la influencia de la fina repostería francesa y es cuando se abren en la capital la mayoría de las famosas pastelerías históricas. Hoy me dispongo a endulzaros un poco de cara a la Navidad con esta entrada sobre la Pastelería El Riojano. Esta pastelería fue fundada en 1855 por el pastelero de la casa real, Dámaso de la Maza, natural de Cameros (La Rioja), de ahí el nombre que lleva el local. Desde sus inicios contó con el favor de la reina Isabel II, quien venía de incógnito a la pastelería y, además, ayudó a la decoración de la misma. Los ebanistas que trabajaban en palacio se encargaron de labrar los muebles vitrinas y mostradores de buenas maderas, lo mismo que los bronces de lámparas, apliques y demás decoración, así como mármoles italianos empleados en esta pastelería. Decoración del s. XIX que se mantiene intacta hoy en día. Únicamente el suelo de mármol no es el original. El Riojano fue proveedor de la casa real durante más de un siglo.

                                         Fachada del Riojano, en calle Mayor nº 10 (SIEMA Matritensis)

Detalles del cartel y trabajos de madera en la fachada (SIEMA Matritensis)

Dámaso de la Maza no sólo elaboraba dulces tradicionales (polvorones, bartolillos,etc), sino que innovaba con las novedades francesas y creó él también las pastas del consejo: unas pastas duras para entretener a Alfonso XII niño mientras se celebraban las largas sesiones del Consejo. Por falta de descendencia pasó el negocio a los maestros pasteleros que le ayudaban. Eso mismo ha vuelto a suceder después de siete generaciones, así que los actuales propietarios la recibieron de sus jefes por falta de descendencia. 
Tejas y las famosas "pastas del consejo" en el mostrador (SIEMA Matritensis)

Mostrador original con mármoles, maderas y bronces de calidad
(SIEMA Matritensis)

Vista general del interior donde destacan las finas columnas decimonónicas, los techos con el friso decorado y el mobiliario de madera (SIEMA Matritensis)

Lámpara de bronce en donde despachan (SIEMA Matritensis)

Detalle de mueble expositor lateral, con finas maderas, bronces y dorados. Nos llaman la atención los dragones laterales, que recuerdan a los del escudo antiguo de Madrid (SIEMA Matritensis)

En El Riojano todos sus productos son de excelente calidad. Se hizo famoso por sus polvorones y mantecados artesanos. También son extraordinarios sus bartolillos, torteles de hojaldre, pastas variadas, tejas, panecillos de San Antón, buñuelos, roscones de reyes. O los famosos azucarillos, que disueltos en agua y junto a una copita de aguardiente, refrescaba a los madrileños en las verbenas. Junto a la pastelería tradicional ha sabido evolucionar y está a la última en cuanto a técnicas para repostería actual. Desde el principio contó con un pequeño salón de té en la parte del fondo donde acudían personalidades selectas del siglo XIX: reyes, políticos o literatos. Como Jacinto Benavente, quien comentaba que la "gente que no le gusta el dulce no es de fiar". Ese antiguo salón de té está ahora ampliado y más cómodo, con unas vidrieras de ventanales y manteniendo la fina decoración, pero más moderna. En él se localiza una vitrina con excelentes tartas y pasteles. Desde esta trastienda se baja al horno y también se guardan los útiles antiguos que ahora no se utilizan, pero que sería muy interesante encontrar un hueco donde exponerlos como museo del propio Riojano. Me refiero al horno de leña original, a los moldes de troquelar o a las vasijas de cobre donde llegaron a trabajar decenas de mujeres confitando fruta para meter en ellas. También conserva el local el peso y la caja registradora antigua.

Espacio cuadrado que servía de primitivo salón de te (SIEMA Matritensis)

Salón de te ampliado, ocupando lo que fue la trastienda (SIEMA Matritensis)

Candelabro de cristal iluminando el Salón de te (SIEMA Matritensis)

Expositor en frío de pasteles en el salón de te (SIEMA Matritensis)

El Riojano es una pastelería histórica galardonada con varios premios de prestigio y de fama internacional. Como ya he comentado, fue proveedor de la casa real hasta hace poco y el escudo real figuraba en sus documentos. Todavía conserva facturas de la reina María Cristina encargándole productos, también cuando ya ejercía de reina madre durante el reinado de Alfonso XIII. Nada más añadir que podéis seguir al actividad cultural y las visitas de SIEMA Matritensis en twitter @siemamadencanto, facebook Siema Matritensis o en agenda en la web www.siema.es. Recordando que sólo publicitamos las visitas libres o con posibilidad de inscripción individual (nunca las de grupos privados o empresas, que son la mayoría). Para cualquier duda o información seguir contactando en info@siema.es. Esta semana toca conocer las pastelerías históricas de Madrid y agradezco la amable colaboración de Roberto Martín Comontes, gerente del Riojano, para la elaboración de este reportaje. Con estas imágenes de la pastelería y de una factura de 1923, donde aparece el nombre de la reina madre MªCristina de Habsburgo, me despido.

Maribel Piqueras

                     Tinaja de cobre original donde guardaban la fruta confitada (SIEMA Matritensis)

Peso antiguo expuesto en el Salón de Te (Siema Matritensis)

Caja registradora original (SIEMA Matritensis)


                       Pastel de mango y maracuyá probado por la autora (SIEMA Matritensis)

Factura de 1923 con el encargo que le hizo la reina madre
MªCristina (SIEMA Matritensis).
















2 comentarios:

  1. Los zócalos de granito rojo de la fachada tampoco son originales: cuando yo era pequeño (años 70) tenía unos de una piedra muy veteada, del tipo del ónice.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Ricardo por tu apreciación. Esos zócalos creo que los cambiaron cuando renovaron los mármoles del suelo, buscando una mayor resistencia.

    ResponderEliminar