Querido lector me dispongo ahora a proponerte algunas imágenes relacionadas con el Jueves Santo que podemos contemplar en la ciudad de Madrid. Dos de ellas son obras maestras que se encuentran en el Museo del Prado, otra es el lienzo central de la iglesia de las Carboneras. Y, por último, dos imágenes en escultura que saldrán en procesión esta misma tarde. Adentrémonos en su contemplación.
"El Lavatorio", de Tintoretto
Debemos agradecer al rey Felipe IV la adquisición de esta obra en la subasta celebrada tras la muerte del rey Carlos I de GB. Tintoretto la ejecutó en 1547 como encargo para la scuola del Sacramento en la Iglesia veneciana de San Marcuola. Plantea una composición de carácter narrativo para ser vista desde derecha a izquierda, de ahí esa perspectiva lateral, y el suelo con el efecto visual de transformarse según vamos avanzando (los rombos del pavimento son todos distintos y se van adaptando a nuestra mirada). Tintoretto sigue una composición con una tipo de escenografía teatral. Frente a la serenidad y proporción de Tiziano, él usa de mayor movimiento y tensión dramática. Conoce la obra de Miguel Ángel y nos muestra el dominio del escorzo, el tratamiento del cuerpo humano y el dramatismo. Hay muchas escenas dentro de otras escenas y gran variedad de planos
La escena principal, ya que se accedía a la sala por la derecha, son las figuras de Jesús, arrodillado, lavando los pies a San Pedro ante la atenta mirada de San Juan. Justo en el eje con la cabeza de Jesús, hay esbozado un dibujo de la Santa Cena que tendrá lugar después. Luego la mesa en diagonal y, alrededor de ella varios discípulos charlando tranquilamente o disponiéndose a quitar las botas. Incluso un escorzo de dos personajes en diagonal, delante del arco central, ayudándose uno al otro. Todos los discípulos están provistos de una aureola de santidad menos Judas, lejano y ajeno a la escena, que los mira apoyado en un pilar de un arco (ya había tomado la decisión de traicionar a su maestro por unas monedas). El perro y el otro personaje situado en el ángulo opuesto al de Jesús, nos introducen en la escena, que cambia totalmente si te sitúas en el punto de vista de la figura de la banqueta. Hay un gran naturalismo y movimiento.
Detalle, imagen de Semana Santa criptana
La originalidad de los diferentes fondos imaginarios pensados por Tintoretto va unida al naturalismo y el dominio de las luces y sombras, así como de los colores venecianos. Esos fondos los toma de diversos tratados de Vitrubio, pero sustituye en enlosado de éste por canales venecianos, lo que aligera más este gran lienzo, de 2,10 x 5,33 cm.
"La última cena", de Juan de Juanes
Esta obra representa la mejor producción del pintor renacentista valenciano, Juan de Juanes, hijo del también pintor Juan Vicente Masip, y que superó en fama a su padre, tanto dentro como fuera de España. Siempre gozó de gran reconocimiento. Está inspirada en la Santa Cena de Leonardo da Vinci, pero nos presenta el propio momento en que Jesús instituye la Eucaristía. La disposición de la mesa y de los apóstoles, agrupados de tres en tres, lo mismo que el fondo de paisaje nos recuerdan al gran Leonardo, pero aquí se da una mayor comunicación entre los apóstoles y más expresividad en sus actitudes. El dibujo, el colorido y los dulces rostros recuerdan al otro gran pintor italiano, Rafael.
"Santa Cena" de Juan de Juanes (artisangallery)
En primer plano los elementos utilizados antes para el lavatorio. La Santa Cena tiene lugar siempre en una estancia amplia y algo elegante, con suelo de mármol creando perspectiva y fondo de arcadas clásicas con columnas y cortinaje. La iconografía cristiana sigue lo que transmiten los Evangelios acerca del lugar donde se celebró, una casa grande que había en Jerusalem y que se usaba para alojar peregrinos durante la Pascua. Un discípulo de Jesús, seguramente José de Arimatea la dejaría. Como comentaba, a lo que apuntan los Evangelios se suma la tradición oral y los datos aportados por historiadores y arqueólogos, junto a algunas visiones de santos sobre el lugar donde se celebraría. A la derecha, sentado en una banqueta pero con una pierna fuera, con actitud de querer irse pronto, está Judas, quien sostiene en su mano derecha la bolsa con el dinero, ya que él era el encargado de las cuentas del grupo de apóstoles. Todos los demás tiene dibujada una fina corona de santidad con su nombre. San Pedro, con barba, el más mayor y ya cabeza de la futura iglesia, se sienta a la derecha de Jesús. San Juan, el más joven, a su izquierda. Jesús apoya su mano izquierda sobre su corazón, símbolo del Amor que se nos da, y con la derecha, en alto, sostiene el trozo de pan, en círculo porque está en el mismo momento de instaurar la Eucaristía " Mientras estaban comiendo tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: "Tomad y comed este es mi cuerpo" " (San Mateo, 26, 26-27). Debajo, como dato curioso, el santo grial que se conserva en la catedral de Valencia y que Juan de Juanes conocía a la perfección, por eso lo dibuja como estaba durante el sXVI. Esta obra es óleo sobre tabla y está fechada en 1562.
"La Santa Cena", de Vicente Carducho ( Iglesia de las Carboneras)
Entre los muros de este sencillo convento de las Carboneras, que fundara doña Beatriz Ramirez de Mendoza por 1607 parece como si el tiempo se hubiera detenido en ese siglo XVII. Todo en él es sencillez y paz. El retablo, obra de Antón de Morales, nos lleva la mirada hasta el gran lienzo central donde Vicente Carducho, representa la Santa Cena. Carducho es la castellanización de Vicenzo Caducci. Pintor napolitano que vino junto a su hermano para trabajar en el Monasterio de El Escorial al final del reinado de Felipe II. También trabajó para Felipe III y era el pintor más influyente de la corte hasta la llegada de Velázquez, quien lo desbancaría. Realizaría este lienzo en 1634 y, como es un convento dedicado a la adoración eucarística, nada mejor que el tema de la Santa Cena.
Es muy original la disposición de la mesa y los apóstoles. Está colocada en vertical, no en horizontal. Al fondo Jesús se nos muestra en el momento de instaurar la Eucaristía. Los apóstoles en los laterales se van a cercando hasta nosotros. Este tipo de composición abierta y con la mesa en vertical nos invita a participar de la escena, a que el espectador entre dentro de la propia pintura. Este lienzo necesita un gran proceso de restauración. Están oxidados los barnices, el color se ha perdido: los verdes, rojos, blancos no se aprecian.
Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno "El Pobre"
Esta talla de madera policromada es anónima del s.XVIII (se trata de un seguidor de Juan de Astorga) y se encuentra en la iglesia de San Pedro (Calle Nuncio nº 14). Pertenece a la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Jesús Nazareno el Pobre y María del Dulce Nombre en su soledad. Tal día como hoy saldrá a la calle por el Madrid de los Austrías. Recomiendo acercarse a ver su salida, por la estrecha puerta de la iglesia, ya que se tienen que arrodillar los 42 anderos para poder sacarla y tardan un rato que se ve animado por los aplausos de la gente.
El rostro y manos están tallados de manera muy suave y con dulce expresión. El pelo es natural, lleva rica túnica burdeos bordada, corona de espinas y soga al cuello. Se nos muestra de pié, sereno.
Nuestro Padre Jésus del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena
Estas imágenes salen de la Colegiata de San Isidro (calle Toledo nº 37). Jesús del Gran Poder es una talla moderna, copia de la existente en Sevilla, realizada por José R. Fernández Andes en 1942. Está situada habitualmente dentro de una capilla muy barroca, cubierta por cúpula con pechinas, con mármoles y decoración en dorado, a la derecha de la nave principal.
Estas fotos están sacadas cuando se estaba preparando el paso. Para ello lo cambian de su capilla habitual y lo trasladan a la de en frente, la del Sagrario. Jesús va inclinado, lleno de llagas y heridas, con la cruz a cuestas, la expresión que nos muestra es de abatimiento. También presenta corona de espinas tallada, soga al cuello, túnica púrpura bordada y unos rallos de santidad en bronce dorado. La túnica color rojo simboliza dos cosas: el color de la sangre de la Pasión, y la túnica roja que le pusieron a modo de burla en el pretorio de Poncio Pilatos, después de azotarle y coronarle con espinas. En el suelo el paso solo lleva flores rojas.
María Santísima de la Esperanza Macarena es una talla del s XX, realizada por Antonio Eslava Rubio en los años 50. Habitualmente se encuentra en la segunda capilla de la derecha, vestida con túnica verde, con bordados de plata y pedrería. También es copia de la de Sevilla. En el origen de estas cofradías hay muchos andaluces residentes en Madrid. En la tarde del Jueves Santo sale de la Colegiata en procesión detrás del Cristo del Gran Poder. Es digno de verse por estas callejuelas del Madrid de los Austrias, cuando oscurece y se iluminan los pasos con las grandes velas. También, en algunas ocasiones, el viento nos ha dejado a oscuras. Los fieles no ahorran esfuerzos en regalar a sus imágenes esos trajes, ricos palios y adornos maravillosos que consiguen a base de donativos.
Detalle de la decoración floral en cera en el paso de la Macarena
Con estas imágenes del Jueves Santo, pertenecientes al patrimonio de Madrid y de los madrileños me despido. Espero que os hayan gustado esta especie de flashes que he lanzado para hoy.