jueves, 29 de marzo de 2012

JARDIN HISTÓRICO QUINTA DE LOS MOLINOS

La Quinta de los Molinos es un jardín situado entre la calle Alcalá y la calle Juan Ignacio Luca de Tena, junto al metro Suanzes. Ya no es un gran desconocido en este Madrid, además también es uno de los jardines públicos que más horario de apertura tiene (desde 6.30h-22h en primavera y verano).  Las fincas situadas en este camino de Alcalá se pusieron de moda entre la nobleza del sXVIII para desarrollar en ellas quintas con espíritu ilustrado y científico en los cultivos, así como lugares de ocio. Esta propiedad y muchas más alrededor pertenecieron al Conde de Torre Arias. El VI Conde de Torre Arias, D. Alfonso Pérez de Guzman el Bueno, regaló en 1920 esta porción del parque que conocemos al arquitecto D. Cesar Cort Boti y, a cambio, éste le construyó al Conde un palacio en la calle General Martínez Campos. Pero al fallecer el arquitecto, en 1978, este parque quedó un poco abandonado hasta que la familia Cort firmó un convenio con el Ayuntamiento en 1982, por el cual se podía edificar la parte no arbolada del N de la finca y convertir la Quinta de los Molinos en jardín público.

Uno de los molinos que dan nombre a la finca, situados en las partes más 
altas de la misma (Foto SIEMA Matritensis)

La Quinta debe su nombre a dos molinos, como el de la foto superior, que se trajeron de los EEUU por la familia Cort en los años 20. Para esos años significaban una estructura metálica eólica muy moderna con la cual extraer agua de los pozos para regadío de la finca. En toda la finca se notan los orígenes alicantinos de la familia Cort que plantó, utilizando modernas tecnologías, grandes extensiones de almendros, olivos y  pinares que le recordaran a su tierra. Parece que estamos de paseo por una finca junto al Mediterráneo, ya que todo el diseño es muy natural, con sus senderos, cultivos, fuentes bajas y anchas, paredes blancas, etc...La sencillez y pureza de líneas es la nota característica del recorrido. Desde la calle nada indica que tras una estructura sencilla de una sola altura que estemos a la entrada de la finca. Pasando por esos arcos arcos abovedados, pintados de rosa y crema, con entradas diferenciadas para carruajes o peatones se puede iniciar el recorrido por un paseo asfaltado rodeado de plataneras.

Entrada vista desde la calle Alcalá, con el cártel 
indicativo (Foto SIEMA Matritensis)

Pórtico de entrada (Foto SIEMA Matritensis)

Pequeña plaza junto a la entrada
(Foto SIEMA Matritensis)

Avenida de plátanos (Foto SIEMA Matritensis)

Contraste de colores y plantas junto a la avenida central 
de plataneros (Foto SIEMA Matritensis)

Esa avenida es la única asfaltada. Se le echó cemento sobre el bonito empedrado original. En las primeras fuentes nos desviamos hacia una pequeña alberca y gruta hacia la izquierda. Toda la finca está llena de albercas y fuentes bajas, de ladrillo y cal la mayoría. 

Gruta artificial (Foto SIEMA Matritensis)

Alberca al lado de la gruta 
(Foto SIEMA Matritensis)

Después, a través de caminos de tierra nos metemos entre almendros en flor (si estamos en marzo, que es la época más bonita para visitar el parque) y nos vamos aproximando a una vaguada cerca de la zona más urbanizada junto al palacete y estanque ovalado. La finca cultiva también olivos y todo una flora típica del Mediterráneo. En la época de floración de los almendros parece que te encuentras en Japón por la cantidad de flores que se ven y todo bien alineado.

La Quinta de los Molinos contiene diversos campos de almendros
(Foto SIEMA Matritensis)

Los más de 4000 almendros aparecen alineados perfectamente
(Foto SIEMA Matritensis)

Otra de las vistas (Foto SIEMA Matritensis)


Vista de los campos de olivos, rodeados de pinos y cedros
(Foto SIEMA Matritensis)

Más olivos (Foto SIEMA)

Puente bordeado de mimosas en flor (Foto SIEMA Matritensis)

Cesar Cort era un hombre a la última en cuanto a novedades arquitectónicas. Fue profesor de urbanismo en la Escuela de Arquitectura y también Concejal del Ayuntamiento. Este palacete de tres plantas y cinco alturas (en la parte de la torre), construído entre 1925-40, sigue las teorías del racionalismo de la Escuela Vienesa y nos recuerda al palacio Stoclet de Bruselas de Joseph Hoffmann. En el periodo de entreguerras se siguió mucho esta línea arquitectónica, por eso la fachada se nos muestra desnuda y con líneas rectas muy marcadas. La torre es de volúmenes decrecientes y denota cierto clasicismo con los frontones. También Adolf Loos mencionaba que no quería nada de historicismos y que la ornamentación era un crimen. Al aproximarnos al palacete el jardín cambia el diseño para desarrollar más campo de cesped y decoración floral, así como numerosas fuentes y bancadas de piedra para sentarse alrededor de placitas muy decoradas. Es en esta zona cerca del palacete donde se oye el murmullo del agua que corre, tanto en fuentes bajas de reminiscencias hispano-árabes, como en otras más de art-decó de la época, así como el rumor del chorro central del estanque. 

Vista general de la residencia principal o 
palacete Cort (Foto SIEMA Matritensis)

Detalle de la fachada, con esa pureza de líneas y volúmenes
(Foto SIEMA Matritensis)

Interior del palacete, foto añadida en 2025. Patio del cubierto del cubo derecho
del mismo, foto añadida a la entrada en 2025 (SIEMA Matritensis)

Interior del palacete. Parte derecha que mantiene las líneas del racionalismo vienés. En 2025 
se utiliza como cafetería y zona lúdica para niños (SIEMA Matritensis)


Pequeña fuente situada en el lateral izquierdo del
palacete (Foto SIEMA Matritensis)

Fuente con conchas a diferentes niveles
(Foto SIEMA Matritensis)

Estanque y fuentes junto al parterre frente al
palacete (Foto SIEMA Matritensis)


Otras de las numerosas fuentes decorativas (Foto SIEMA Matritensis)
                               Otra de las fuentes art decó con volutas, construida en diversos materiales 
                                                                         (SIEMA Matritensis)

Estanque y fuentes altas frente al parterre
(Foto SIEMA Matritensis)

Una de las múltiples plazas del parque (Foto SIEMA Matritensis)

Estanque grande con el surtidor en medio y embarcadero
al fondo (Foto SIEMA Matritensis)

Antigua pista deportiva de tenis, que luego se 
usó como campo de futbol (Foto SIEMA Matritensis)

Molino junto a la casa de verano
(Foto SIEMA Matritensis)

 Cerca se sitúa la llamada "Casa del Reloj" o casa de verano de la familia, de decoración más española, con galerías de arcos y cubiertas de teja. La torre del reloj es la nota moderna y discordante del estilo rústico mediterráneo de la casa. Junto a ella un molino que funciona y el invernadero.

Vista de la casa de verano o del reloj
(Foto SIEMA Matritensis)

Torre del reloj (Foto SIEMA Matritensis)

Torre y casa del reloj restaurada posteriormente. Imagen de 2025 (SIEMA Matritensis)


Antiguo invernadero (Foto SIEMA Matritenis)

Columna renacentista de granito e invernadero en el 2025
(SIEMA Matritensis)


Fuente y estanque del merendero (Foto SIEMA Matritensis)

Pila del merendero (Foto SIEMA Matritensis)

También el estilo "art decó" que se desarrolló en España desde 1925 hasta 1936 está presente en algunas fuentes. El estanque ovalado con fuente central le da cierto aire romántico, pero siempre inmerso en lineas constructivas muy sobrias. En el lado derecho de la avenida central hay grandes zonas de almendros, olivos, junto a praderas y pinares y eucaliptos. Campos de lirios se colocan el las laderas. Se han plantado más recientemente paseos de lilos. En definitiva, mucho más que campos de almendros en flor, lo cual lo hace más atractivo para ser visitado en cualquier momento de la primavera. Anímense a conocerlo. Justo en frente del parque, un negocio con encanto que lleva un año abierto. Se trata del restaurante  Vicky , donde sus tonos blancos, grandes cristaleras y plantas en las paredes, parecen ser una prolongación de la propia Quinta de los Molinos. Ya sabes que puedes seguirnos en facebook Siema Matritensis o en twitter @siemamadencanto. Y para cualquier duda o ganas de que te organicemos una visita también puedes contactar con info@siema.es. Hasta pronto. 

Maribel Piqueras

Frutales y eucaliptos al fondo (Foto SIEMA Matritensis)

Pinares (Foto SIEMA Matritensis)

Fachada del restaurante Vicky (Foto SIEMA Matritensis)

Comedor interior (Foto SIEMA Matritensis)

Mesas junto a la barra (Foto SIEMA Matritensis)




miércoles, 21 de marzo de 2012

IGLESIA Y CONVENTO DE LAS CARBONERAS

En pleno Madrid de los Austrias, en la Plaza del Conde de Miranda, los madrileños se quedan admirados cuando descubren un convento por el cual no ha pasado la historia. Ya que se conserva prácticamente igual que en la época de su construcción(1615-1625). Nos referimos a la Iglesia y Convento de las Carboneras. La fundación del mismo data de 1605, cuando una descendiente de la Latina, llamada Beatriz Ramirez de Mendoza, decidió establecerse aquí con las primeras religiosas, su hermana y su hija. Beatriz Ramirez de Mendoza, Condesa de Castellar, era bisnieta de la Latina, hija de D. García Ramírez (hijo y sucesor de Nuflo, uno de los hijos de la Latina). Muy piadosa, como la Latina, profesó ya viuda en el convento de las Jerónimas Concepcionistas fundado por su bisabuela (en donde ya estaban de monjas sus hermanas) y, desde allí partió a fundar, cuando le dieron permiso, el convento de las Jerónimas Recoletas del Corpus Christi que ahora nos ocupa. En uno de los muros, a la derecha del altar mayor, está su retrato realizado en las honras fúnebres en este convento.  El apodo de "las Carboneras" como se le conoce desde siempre se debe a la anécdota de una imagen de la Virgen encontrada por un niño en 1665 en la carbonera de su padre. Con esa imagen jugaban los muchachos hasta que les descubrió un religioso, el cual entregó el cuadro al convento más cercano, que resultó que era este de la orden Jerónima. Por fuera denota una sobriedad excesiva: no hay signos exteriores que indiquen que es un monasterio (ninguna cruz, torre o campanario). Sí el estilo propio del Madrid Austria en los muros con zócalo de granito, ladrillo y tejado de teja.  Y sobre una portada barroca de granito un cuadrado donde se representa con un laborioso y bello relieve a "San Jerónimo y Sta. Paula adorando la Eucaristía y una cruz".

Fachada de las Carboneras (wikipedia)

El interior sigue al pié de la letra el modelo de arquitectura religiosa barroca madrileña del s.XVII: planta de cruz latina de una sola nave con presbiterio en alto y toda abovedada con medio cañón de tres tamos con lunetos. Se entra por el lateral. A los pies de la iglesia las rejas del coro bajo y alto de las monjas. Ahí es donde se coloca en Navidad un precioso Belén quiteño, pequeño (solo el misterio y los Reyes Magos). Podemos apreciar los retablos de madera dorada barrocos en los muros laterales, como el de la "Virgen de las Tribulaciones o la Paz" ( imagen del s.XIX que aparece sentada) dentro de una estructura que recuerda a los famosos retablos de Pedro de la Torre y el pequeño crucificado que tiene arriba es del s.XVIII. A continuación el retablo algo más rococó donde está el lienzo de la Virgen de las Carboneras (más emotivo que de calidad pictórica).

Belén quiteño que se expone en las Carboneras en Navidad. Está considerado como 
el más antiguo de Madrid ( SIEMA Matritensis)

Retablo del altar mayor (SIEMA Matritensis)

La única nave  presenta unas dimensiones muy estrechas. Toda la cabecera la ocupa el gran retablo mayor, con el curioso lienzo de la "Santa Cena" de Vicente Carducho. Este pintor de origen napolitano, con una maestría para el dibujo, la perspectiva y el color, era el líder de la escuela madrileña de pintura hasta que quedó desbancado por Velázquez. Aquí nos ha representado el momento de la Santa Cena en un gran lienzo donde la mesa no está en posición horizontal, sino vertical, con lo cual alarga el espacio y la perspectiva se hace más profunda, metiendo al espectador en el mismo momento en el cual estaban sucediendo los hechos del Cenáculo. El lienzo está fechado en 1634, ya en época de Felipe IV. Vicente Carducho es la castellanización de su nombre, que sería Vicenzo Carducci. Acompañó y se formó con su hermano Bartolomé que ya trabajaba en el Escorial para Felipe II, después Carducho trabajó para Felipe III y su hijo. Este retablo de las Carboneras recuerda mucho al del Escorial. No solo lo conocía Carducho, sino que también se inspiró en él el granadino Antón de Morales que fue el que esculpió toda la estructura de madera policromada. La sintonía con el del Escorial se da con mayor evidencia en el Calvario de la parte de arriba del retablo, que reproducimos ahora. Incluye a los extremos esculturas de San Jerónimo, san Juan Bautista o el Ángel de la guarda.


A ambos lados del altar mayor nos encontramos, a la izquierda, un "San Jerónimo" de Francisco Herrera el Mozo y, a la derecha, un retrato de la fundadora en el momento de su muerte. Hay que decir para los amantes de los dulces que es este uno de los pocos conventos de Madrid donde se fabrican dulces con la tradición de los hornos conventuales (pastas, mantecados, galletas y los originales naranjines. que son como bizcochos de soletilla pero con sabor a naranja). Merece la pena acercarse al torno de 9.30h-13h o de 16-18h y ayudar al sustento de las monjas comprando algún dulce. Como son pocas en la comunidad no siempre tienen de todo. El convento se sitúa a la derecha de la fachada de la iglesia. Para que se hagan una idea de las dimensiones que tiene pueden observar los patios que recorren hasta llegar al torno, con las diferentes alturas, ya que los Austrias edificaban añadiendo a lo ya construído, sin demoler las edificaciones anteriores. En planta el convento bordea la iglesia por detrás y llega hasta los coros que se sitúan a los piés de la iglesia.


Maribel Piqueras



domingo, 26 de febrero de 2012

BASÍLICA DE S.FRANCISCO EL GRANDE Y HOSPITAL DE LA VENERABLE ORDEN TERCERA FRANCISCANA

BASÍLICA DE S.FRANCISCO EL GRANDE

Esta iglesia fué construída en el emplazamiento del antiguo convento franciscano que era el nucleo de esta arrabal del Madrid de los Austrias. El rey Carlos III, tan afín a la orden franciscana y no a los jesuítas (como habían sido sus antecesores en el trono durante los s.XVI y XVII), decidió demoler el viejo convento y construir uno majestuoso. El nuevo lo diseñó F. Francisco Cabezas: pensó en una planta circulár con profundas capillas entre pilares y la cúpula más grande de todo Madrid (33 ms de diámetro). Se inspiró en el panteón de Agripa y en la iglesia del Sto. Sepulcro de Jerusalem. Además, aquí se concentraba la Obra Pía de los Santos Lugares. Pero el Arquitecto Municipal y la Real Academia pusieron muchas pegas al proyecto, ya que pensaban que los refuerzos de las capillas no podrían aguantar el empuje de la gran cúpula. Así que, al final, decidieron suprimir el tambor con columnas sobre el que se asentaba la cúpula. Cabezas, muy cansado de esperar y luchar, abandona la dirección de la obra en el año 1768. Más tarde, en 1776, continuarían las obras Sabatini y Miguel Fernández. Se cubrió la iglesia con la cúpula sin tambor, se construyó el convento y la fachada neoclásica. En el interior trabajarían pintores y decoradores del s.XVIII como Bayeu (que realizó las pinturas del retablo primitivo), Goya, Maella, Ferro, del Castillo, los hermanos González Velázquez. Por fín, en 1784, se inauguró la iglesia con la advocación de Nra Sra de los Ángeles, pero se conoce popularmente como San Francisco el Grande por sus dimensiones.
Bajando desde la Plaza de la Paja es como se percibe en todo su esplendor la fachada neoclásica. Es convexa y consta de dos cuerpos. Abajo tres huecos de arcos de medio punto separados por columnas dóricas de orden gigante y arriba tres grandes ventanales con remates rectos. En el centro lo remata un pequeño frontón con los escudos de la orden. Se aprecia la gran cúpula con linterna que descansa sin tambor y las dos torres con campanas de carrillón en los laterales(8 en un lado y 11 en otro que se colocaron en 1882). Otra vista interesante del exterior se da si nos situamos hacia la izquierda, sobre el parque de las Dalias, para contemplar el inmenso muro lateral y las cubiertas abovedadas de las capillas así como los solidos pilares entres ellas ( como en la fotografía siguiente)
También a este edificio le afecta la convulsa historia del Madrid del s.XIX. En 1808 lo ocuparon tropas francesas. José Bonaparte lo convirtió en hospital civil y si este rey se hubiera mantenido más tiempo en su trono habría sido capaz de desarrollar el proyecto de hacer una calle grande y ancha para comunicar el Palacio Real con S.Francisco y establecer en la iglesia las Cortes. En 1834 sufrió una matanza de frailes por las turbas, lo que llevó a cerrar la iglesia al culto hasta 1927. En esos años se convirtió en panteón de hombres ilustres y aquí estuvieron las tumbas de Ventura Rodriguez, Juan de Villanueva, Garcilaso, Calderón de la Barca o el Marqués de la Ensenada por ejemplo. De Cánovas del Castillo parte la idea de reformar el templo de nuevo. Estamos en una época de estabilidad política con la Restauración, de gran bonanza económica y en los años 80 del sXIX se acomete una gran decoración del interior del templo. Aquí se celebraron los funerales de la reina Mª Mercedes y será una iglesia muy utilizada por la realeza.

Nada más atravesar el pórtico de entrada nos damos cuenta de las grandes riquezas que atesora. Está todo él pavimentado de mosaicos, con zócalos, pilares y pilastras revestidos de mármol. a lo que hay que sumar los trabajos en madera de nogal americano sobre las tres puertas de entradas, con talla que recuerda al plateresco: representan a Cristo crucificado entre los dos ladrones, con recuadros de escenas del Antiguo y nuevo Testamento. Rodeado todo ello por cordones de la orden franciscana y cruces de Jerusalem.
La inmensidad y unidad espacial que se logra con la gran cúpula nos deja sin aliento. Al pié de las pilastras de la rotonda se sitúan 12 apóstoles en marmol de Carrara realizados por diferentes escultores del s.XIX, entre los que destacan el S. Mateo de Mariano Benlliure o S.Andrés y S. Bartolomé de Ricardo Bellver. Todos los trabajos de marmol para los altares de las capillas, el altar mayor, escaleras y púlpitos son de la casa Nícoli. Esta familia de escultores oriundos de Carrara llego a España en tiempo de Isabel II y establecieron un exitoso taller en Madrid, donde trabajaban por catálogo según modelos renacentistas o barrocos italianos, pero también diseñaban escultoras originales de ellos mismos. Trabajarán en los más importantes palacios del s.XIX de Madrid. Las vidrieras de la parte baja de la cúpula fueron construídas por la casa alemana Mayer y Cía y tratan de temas marianos. Los ocho paneles como gajos de naranja que la decoran están realizados en oleo sobre una base de yeso, de ahí su color tan brillante. Los dos mayores representan a Nra Sra de los Ángeles sobre el altar Mayor y los estigmas de S. Francisco sobre el coro.
Recorriendo las capillas por orden, vemos que las dos más antiguas, decoradas en la etapa original de 1783-84 son las situadas junto a la entrada, como la de la fotografía de arriba que corresponde a la Capilla de S.Antonio, por la escultura de S. Antonio de Padua sobre el altar mayor. Es una capilla de estilo barroco, toda ella es del s.XVIII, como la "Immaculada" de Maella, la curiosa "Sagrada Familia" de Gregorio Ferro a la izquierda ( con esa iconografía rococó de San José tan cariñoso con el Niño)y el "Abrazo de Sto. Domingo a San Francisco" de José del Castillo. La Capilla de las Mercedes es de estilo renacentista, con el altar de mármoles florentinos, pero rodeada ya de monumentales lienzos del s.XIX con el tema de fondo del amor a los niños o al Niño Jesús. La Capilla de la Pasión  es de estilo bizantino y en ella intervienen artistas de renombre en la pintura realista o histórica decimonónica española,como Moreno Carbonero o Muñoz Degráin (con el cuadro simbolista del "Entierro de Jesús") . En cuanto a la Capilla Mayor destacan los paneles realizados por Alejandro Ferrant y Dominguez en 1885 con escenas de la aparición de Nra Sra de los Ángeles a San Francisco y la visita de éste al Papa, además de las monumentales esculturas en madera imitando bronce los los cuatro evangelistas. Pero, obre todo, nuestros ojos se van a la sillería plateresca procedente del Monasterio del Parral en Segovia, e intalada aquí en el siglo XIX (es una maravillosa talla realizada por un discípulo de Berruguete) y se puede apreciar en la siguiente foto.

Continuamos el recorrido al otro lado del altar mayor por la Capilla de la Virgen del Olvido, con la pequeña imagen barroca encontrada tras una vidriera bajo el coro, que es la que da nombre a la capilla y los impresionanteslienzos que tratan el tema de la institución de la orden de la Immaculada por Carlos III y la proclamación de este dogma. Hay que decir que la bandera de Europa, azúl con las estrellas de fondo, se basa en los colores e imágenes de esta orden creada por Carlos III. La siguiente Capilla de Santiago rinde homenaje a las órdenes militares españolas. Y, por último, la más antigua de San Bernardino, donde se encuentra el gran lienzo de Goya junto a sus coetáneos. Es esta una de las primeras obras de Goya a su llegada a Madrid, cuando está trabajando como cartonista para la Real Fábrica de Tapices y, de hecho, mantiene las características de este periodo (gama variada de luminosos colores, escenas de paisaje, composiciones complejas de muchos personajes). Representa a San Beranrdino predicando a Alfonso V de Nápoles y a sus cortesanos. A la derecha aparece un Goya joven autoretratado.
Tras el altar mayor se puede  acceder a otras joyas de la iglesia, como son la Antesacristía y Sacristía. En ellas el suelo es de madera finas, las bóvedas con frescos de Contreras del s.XIX, pero destaca la sillería que recorre todas las paredes: es una sillería procedente del Monasterio del Paular, en talla plateresca. El oscuro de la madera sobre la tonalidad roja de la pared crea un llamativo contraste. Los lienzos de la sacristía son copia de Jesús y los 12 apóstoles de Ribera . En la Sala Capitular está lo más bonito de la sillería bajo otra bóveda de Contreras. Rodeando la sacristía y bordeando el altar mayor se situá la antigua sillería, mucho más sencilla, del s.XVIII. Estos tres tramos rectangulares se utilizan como pinacoteca, para exponer obras provenientes de diferentes conventos franciscanos, muchos de ellos demolidos o expropiados por la desamortización. Van desde el s.XVI al XIX y encontramos , especialmente en el tramo tercero, las mejores obras de arte de Zurbarán, Alonso Cano, Ricci, Pacheco y Velázquez o González Velázquez.

Se podría contar mucho más de la iglesia de San Francisco. Durante la Guerra Civil sirvió, por ejemplo, de almacén de obras de arte procedentes del cercano Palacio Real. El Papa Juan XXIII la elevó a Basílica Menor en 1963. En 1980 se declaró monumento histórico artístico y hoy es una de las mejores iglesias para visitar y para casarse. Dependiendo también de los franciscanos, en la cercana calle de Bernabé 13 conviene aprovechar y visitar el hospital del s.XVII del cual hablaré ahora.

IGLESIA Y HOSPITAL DE LA VENERABLE ORDEN TERCERA

Si San Francisco es de sobra conocido, no ocurre lo mismo con esta joya oculta del Madrid barroco. Su historia comienza en 1678 cuando, a la vez que se termina la ejecución de la adyacente Capilla del Cristo de los Dolores junto a San Francisco, se funda este hospital para los cofrades enfermos. El mismo arquitecto de esa capilla, Marcos López, así como Felipe Sánchez, son los que realizan las trazas de este hospital. Las obras durarán desde 1679 hasta 1686 en que se inaugura. Consta de un patio sobre el que se configuran las dos galerías del hospital. Sobre las paredes de la planta baja de ese patio cuelgan obras de arte como "La Immaculada" de Pereda. También se mantiene intacta la escalera del doble rampa del s.XVII en torno a la cual se muestran cuadros de Carreño de Miranda, Van Dyck o Sánchez Cotán.

Este hospital se declaró, en 1887, establecimiento de beneficiencia particular por orden del Duque de Abrantes y todavía hoy en día funciona como hsopital, siendo habitual poder acceder a esto que estoy comentando los días de diario. La fachada de la iglesia es un gran rectángulo con una puerta de arco de medio punto. Es convexa, rematada en ático mixtilíneo. Todo ello generando el contraste de luces y movimiento tran propio del Barroco. El interior responde a una sola nave donde las separaciones son pilastras de capitel dórico con retablos barrocos de madera dorada entre los arcos. La cornisa que recorre la nave es muy sobresaliente. Está toda ella abovedada y, sobre el crucero, hay una cúpula de tambor sobre pechinas con escudos de la orden franciscana. El retablo, sin embargo, es posterior, neoclásico del s.XVIII


Junto a estos monumentos del Madrid histórico aparecen negocios interesantes. Por ejemplo, en la vecina calle con el nombre de nuestro patrón, en San Isidro Labrador nº 13, está La Tahona de San Isidro. Se puede decir de ella que es "pequeñita, pero matona" porque encuentras de todo realizado de modo artesanal. Desde comida salada  para llevar ( guisos, lentejas, spaghetty, lasaña, empanadas,ensaladas), dulces como todo tipo de tartas o magdalenas, rosquillas, hasta quesos, pan , patés, latas. Los que atienden son un encanto. Yendo ya para el Mercado de la Cebada encontramos una tienda muy apropiada para esta épcoca de carnaval, me refiero al almacén Fiesta cerrada, en la calle Oriente nº 3. Aquí hay todo tipo de disfraces para niños y adultos, así como complementos de fiesta, bromas, cosas de cumple, etc....

viernes, 3 de febrero de 2012

CASA DE LA VILLA

El haber estado hace poco en un acto oficial en esta Casa de la Villa me permitió recorrer sus estancias con detenimiento y me animó a divulgar los tesoros que esconde en este blog. Es en tiempos de Felipe IV, un "Austria menor" que resultó grande para Madrid, cuando la ciudad se decide a tener una sede en condiciones para el órgano más representativo del gobierno de esta villa y corte. Desde la época medieval el concejo de la villa se había reunido en esta misma plaza, llamada del Salvador, por la iglesia del mismo nombre donde se reunían los del Concejo. Por seguir la tradición decidieron mantener en este mismo sitio la Casa de la Villa. Las viejas casas que ocupaban la zona fueron adquiridas por el Ayuntamiento a fines del s XVI, para ser posteriormente derribadas en 1619. Diez años después recibe autorización del Consejo de Castilla para hacer su nuevo edificio el Ayuntamiento. Su construcción sigue el proyecto de Gómez de Mora (1644) aportando sus notas características al urbanismo madrileño del s.XVII. Edificación sobria, con gran zócalo de granito y muros de ladrillo, rematada por torres chapiteles apizarradas en las esquinas y sin apenas decoración en su origen, salvo la ornamentación con frontones triangulares de piedra en los balcones del piso principal y sobre las puertas. El edificio consta de tres alturas, buhardillas y tres torres. Como dice el COAM Cristóbal de Aguilera y Alonso Carbonell intervinieron en dichas obras hasta 1648. Cuando fallece Gómez de Mora se hace cargo de las obras José de Villarreal, nombrado maestro mayor de la villa y publica entonces un nuevo pliego de condiciones.

             Plano de Juan Gómez de Mora en que muestra la fachada de la Casa de la Villa a la calle           Mayor. Este lado N fue el primero en terminarse ( Catálogo Juan Gómez de Mora)

Vista general de la Casa de la Villa en 2017 (SIEMA Matritensis)

Plaza de la Villa con el jardín ya reformado. A la derecha una de las puertas
de entrada a la Casa de la Villa (SIEMA Matritensis)

José de Villarreal realizó, en 1653, las trazas definitivas, donde el patio es el protagonista. Pero no con recorridos circulares en torno al patio, sino tangenciales, para agilizar. Es decir, las dos puertas hacían como de entrada de la ciudad por medio de dos calles en el interior de la casa de la Villa. Un disposición totalmente original. En el centro se situaban el patio y las escaleras de subida a la planta principal. En los laterales, espacios para salones más representativos que daban a la entonces calle de Platerías y las salas de trabajo se localizaban en el lateral que daba a la calle del Rollo. Villarreal fallece en 1662, año en que ya está casi terminada. Para la decoración interior utilizó zócalos de azulejos de Talavera. De 1662-1670 se hace cargo de las obras Bartolomé Hurtado

    Evolución de la planta de la Casa de la Villa, desde el novedoso proyecto de Villarreal, arriba a la izquierda, hasta los sucesivos cambios. En el primero se aprecian perfectamente las dos calles que rodeaban al patio y a las escaleras (Guía de Arquitectura, Madrid de los Austrias, Ramón de la Vega)


Hasta los años noventa del s. XVII no se finalizaron los trabajos en ella para su uso como Casa de la Villa. En tiempos de Carlos II se recargó la decoración con el estilo propio de esa época: las molduras sobre las puertas principales, los escudos y remates de las torres corresponden al trabajo durante ese reinado de José Olmo y Teodoro Ardemans. En 1690, coincidiendo con la entrada en la villa de la segunda mujer de Carlos II, Mariana de Neoburgo, José del Olmo se acababa de encargar de la continuación de las obras. Encarga a su colaborador Ardemáns darse prisa con las mismas: terminan trazas puertas gemelas exteriores, las tres torres, la decoración exterior, la terminación del patio, capilla y cárcel. Encargan a Palomino cubrir de frescos el interior.  De esa época son también los frescos de Palomino(1692-96)que cubren el Salón de Sesiones. Ahora mismo lucen en todo su esplendor en este salón que da a la Plaza de la Villa, con los retratos de los sucesivos monarcas que intervinieron en la construcción de esta Casa y sus mujeres. Se acaban de restaurar buscando la frescura y colorido original y quitando todo el mobiliario isabelino. En ellos Palomino sigue bastante el estilo de Giordano. En ese techo del Salón de Sesiones, rodeado de quadratturas de arquitectura fingida, situó la escena de la exaltación de la Monarquía. La villa de Madrid es una figura de rodillas que mira al medallón de Carlos II con toisón. Unas figuras aladas en la parte superior sostienen dos escudos: el de Castilla y León por un lado, y el de la Villa de Madrid por otro. Hasta que el Ayuntamiento de Madrid se trasladó al Palacio de Cibeles actual las sesiones tenían lugar en esta sala decorada como la fotografía de abajo.

Salón de Sesiones (SIEMA Matritensis)

Detalle de las quadratturas barrocas de ese salón de plenos (Madrid a 360)

Frescos del techo del Oratorio (Arte en Madrid)

Otra importante y luminosa sala, que da a la calle Mayor, es el Salón de Recepciones. En una sala de paso, antes de llegar a él, se expone la famosa Custodia de Plata del s. XVI. La bóveda que cubre este salón presenta escudos de Madrid en los laterales y un gran escudo central, donde se aprecia la unión de España y Portugal. Aquí, al igual que el resto de salas del piso superior, se muestran copias de cuadros de Goya, como "La alegoría de Madrid". Goya pintó esta obra, en 1810, originariamente para José Bonaparte, con un retrato de este monarca en forma de medallón y la mujer clásica simbolizando Madrid. Después cubrió el retrato por la inscripción y fué un homenaje a la ciudad y al levantamiento del 2 de Mayo (tal como está en el original del Museo del Prado). En 1789, Juan de Villanueva incorporó la columnata neoclásica que se asoma a la calle Mayor, con lo que lucían más las autoridades asomándose a este balcón para presidir los desfiles o procesiones de esta calle tan importante.

          Detalle de la obra titulada "Milagro de la Virgen de Atocha en la construcción de las obras de la casa de la villa", cuadro de 1676, en que se aprecia el Ayuntamiento todavía en construcción. Sin torres todavía. Museo de Historia de Madrid  (SIEMA Matritensis)

Techo del Salón de recepciones (SIEMA Matritensis)

Vista de la Galería de Villanueva en la calle Mayor (Álvaro Benítez, para el Libro 
Madrid con encanto de Maribel Piqueras, edit La Librería)

Otra vista de la Galería de Villanueva, con columnas dóricas, y al fondo una de 
las torres de la fachada principal (SIEMA Matritensis)

Patio de cristales (SIEMA Matritensis)

Una de las curiosidades del Ayuntamiento son las dos puertas gemelas en la fachada principal. Hay que recordar al lector que cuando se hizo este nuevo Ayuntamiento se utilizó la puerta de la derecha, la más cercana a la calle Mayor, para entrar a la entonces Cárcel de la Villa, y la otra puerta, para entrada de los funcionarios y autoridades del Ayuntamiento. A esa misma calle Platerías daba la anterior cárcel de la Villa, mientras se terminaba de construir este ayuntamiento. En la misma época que se estaba haciendo esta nueva Casa de la Villa o Ayuntamiento también se construía la nueva Cárcel de Corte en Madrid. Felipe IV fue el artífice de ambas cárceles. Según el tipo de delito cometido ibas a parar a una u a otra cárcel.  Al principio se utilizaba esta cárcel para todo tipo de presos y delitos. Después a esta de la Villa iban presos que delinquían con estafas municipales o contra los arbitrios de la Villa. En 1877, por ejemplo, Francisco Lastres recoge lo escrito por Fernández de los Ríos anteriormente y referente a esta cárcel de la que estamos hablando " Era la cárcel de la villa lo más estrecho, lóbrego e inmundo que puede imaginarse, y un padrón de ignominia para la capital su célebre calabozo del infierno en el que indistintamente ingresaban los más temibles criminales y los patriotas víctimas de las venganzas del Deseado. Allí estuvieron varios días en forzada soledad Olózaga y Candelas, Bringas y Blaseiro, y muchos honrados liberales salieron de la prisión de la Villa para morir en el cadalso". La verdad es que los presos preferían ser trasladados a la cárcel de Corte por las mejores condiciones de la prisión en ella. Tal es así que tuvieron que tirar sus dependencias y hacer una limpieza exhaustiva para colocar en lo que fue cárcel de Villa las oficinas del Ayuntamiento.

                          Puerta de la derecha que sirvió de entrada a la cárcel de la Villa (SIEMA Matritenis)

Escudos en la Casa de la Villa: oso y madroño y dragón ( colocado tras aparecer el mismo 
en las obras de derrumbe de Puerta Cerrada durante el s XIX). 
Imagen de Álvaro Benitez para Madrid con Encanto.

Casa de la Villa, vista nocturna (Álvaro Benítez para Madrid con Encanto)

Ornato de la calle Platerías con motivo de la entrada en Madrid de Carlos III. Al fondo se aprecia la torre de la iglesia del Salvador y, frente a ella, los chapiteles de la casa de la Villa o Ayuntamiento. Ese tramo de la calle Mayor entre la plaza de la Villa y la de Herradores se llamó un tiempo calle Platerías
(Lorenzo Quirós, 1760. RABASF)

Seguimos avanzando a lo largo de los siglos y se decidió, en el s. XIX, cubrir el patio con una cristalera artística y el suelo con baldosas de cristal (todo ello desapareció, quedándose el nombre de Patio de Cristales).También  se elevó el suelo y cerraron los balcones que daban a la galería. Hoy el patio se levanta sobre lo que fueron las arquerías clásicas de la planta primera. Colocaron un suelo de hormigón. Las puertas que se abren al actual  patio se corresponderían con los balcones de lo que era la planta primera y los huecos sobre ellas se cegaron en 1896 para colocar los bustos de madrileños ilustres. En la Guerra Civil se destruyó este patio, reconstruyéndose en la década de los cuarenta con esta moderna vidriera con escenas de Madrid (S. Isidro y Sta. María de la Cabeza, la puerta de Alcalá.). También recordar aquí las obras de reforma de Luis Bellido, a comienzos del s XX, con el arco de unión con la contigua Casa de Cisneros y el traslado del despacho del Alcalde a la torre de la casa Cisneros. Para saber más de esta reforma recomiendo leer http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2022/03/casa-cisneros.html  

Detalle de la puerta de Álcalá en las vidrieras del patio de cristal 
(Álvaro Benítez para Madrid con Encanto)

Vista del pasadizo que une la Casa de la Villa con la casa de Cisneros. Plano de Luis Bellido, encargado de la reforma entre 1911-1913, tras la compra por parte del Ayuntamiento en 1909 de la Casa de Cisneros  para usarla en dependencias municipales (SIEMA Matritensis)

Plazuela de la Villa donde se ven visibles la Casa de la Villa y la Casa de Cisneros. 
Plano de Gómez Texeira ( SIEMA Matritensis)

Muy cercanas a la Plaza de la Villa recomendamos estas dos librería. En Libería A & M JIMENEZ podemos encontrar libros y estampas antiguas de todo tipo pero, sobre todo, de carácter jurídico. Realizan servicio de compra-venta. Existe desde los años treinta y hoy en día la atiende Mario Jiménez. Más especializada en temática de Madrid es La Librería (Mayor 80), editorial que desde 1986 promueve la ciudad de Madrid con sus libros. Hay de todo, desde monográficos muy profundos hasta publicaciones más divulgativas. Es la mejor para adquirir material que te permita conocer la historia de Madrid en sus diferentes etapas, los artistas madrileños, los barrios y edificios emblemáticos, los jardines, árboles, sierras, calles, etc...Ha ampliado su repertorio con postales, grabados y cuadernos. Imprescindible para sumergirse en este Madrid con encanto. Quiero terminar agradeciendo a Jesús (Madrid a 360) y a Mercedes (Arte en Madrid) el que me hayan prestado dos imágenes necesarias para completar y dar visibilidad a este patrimonio de Madrid. Y, por supuesto, al gran profesional de la fotografía madrileña, Álvaro Benítez.

Maribel Piqueras

jueves, 19 de enero de 2012

PALACIO DEL MARQUÉS DE CERRALBO

Este palacio, con entrada por Ventura Rodriguez 17, es uno de los más importantes para conocer la forma de vida y el gusto artístico de la aristocracia española del s.XIX. Para ello hay que adentrarse primero en la personalidad y variados gustos del marqués de Cerralbo. Este ilustre personaje nació en Madrid en 1845 y va a morir en este mismo palacio en 1922. Desde pequeño ya cambiaba la paga por coleccionar monedas antiguas y, también era un apasionado de la literatura, la historia y el arte. Estudió Leyes y, más tarde, completó su formación con Filosofía y Letras. Participará en política desde muy joven defendiendo la causa carlista en España, siendo diputado y senador. La historia del palacio tiene que ver con su matrimonio, en 1871, con Inocencia Serrano, viuda y con dos hijos. Iniciará entonces con toda la familia largos viajes por Europa comprando objetos para sus colecciones privadas.


El palacio se pensó para servir de residencia a los dos hijos y albergar todas sus difernetes colecciones: tanto de escultura, pintura, relojes, mobiliario y artes decorativas, armaduras, libros, medallas, etc..Las obras duraron desde 1885 hasta 1893. Nada más entrar sorprende la Escalera de Honor, que aparece en la fotografía(con su balaustrada de mármol y barandilla de hierro procendentes del antiguo Palacio de Bárbara de Braganza, los tapices barrocos, el precioso escudo de los Cerralbo, los bustos y lámparas) Todo en el edificio está pensado para impresionar a los visitantes. Como corresponde al s.XIX hay una gran variedad de estilos presentes y el cuidado de las apariencias, algo fundamental en la mentalidad del sXIX, se ve reflejado aquí. Las diferentes salas se nos presentan con el recargamiento propio de la época, que choca tanto con la minimalista corriente actual. Los invitados tenían que ver y ver más y más cosas; el marqués reflejaba su poder a través de todos los objetos expuestos. Recomiendo no visitarlo pensando en ahcer un catálogo de cada habitación, sino quedarse con la idea de cómo estaba estructurado y organizado en planta, la decoración general de las diferentes salas, la distribución del ocio y separación de estancias a veces para hombres y mujeres( el salón árabe, la sala columnitas, el vestidor del marqués o el billar por ejemplo están pensados más en el sexo masculino ).
En la planta entresuelo se sitúan las estancias más privadas y de uso cotidiano, aún así quedamos impresionados por el lujo de materiales empleados. Hay un recibimiento más sobrio y una galería de pintura religiosa a través de la cual se puede observar el jardín, al cual dan tres salas. La primera, o salón rojo, está situada ahí para recibir al personal o proveedores, sin que tuvieran estos que acceder al resto del palacio. Se visita el baño, dormitorio y unos salones algo más vistosos. Pero es en la planta noble donde el observador se queda deslumbrado hasta que sale: se inicia la visita de esta planta por la Armería, luego hay unas salas impresionantes hasta llegar al Comedor de Gala (con multitud de objetos de arte, como cuadros, cerámicas japonesas, chinas, de Meissen, relojes, mobiliario de lujo, figuras etruscas, egipcias o griegas, dibujos). Después de cenar los hombres podian echarse unas partidas de billar rodeados de retratos de autor y las mujeres más a descansar en el salón Chaflán decorado todo con lienzos que simulan frescos y con unas vistas al Templo de Debod. El magnífico Salón de Baile decorado por Máximo Juderías y con divanes de madera dorada y sedas está rodeado de paneles de ágata entre mármoles y espejos venecianos. Las tres galerías alrededor del salón exponen las mejores colecciones del marqués para ser vistas en estos bailes o recepciones. Con esa idea se concibe también el despacho, que no como sitio para trabajar,
Con estas fotos de la Sala Chaflán y del despacho damos por finalizado esste palacio que es Museo estatal desede 1944, como así quiso el Marqués en su testamento. Ahora me gustaría animaros también a conocer algunos negocios con encanto que hay en la zona. Comenzaré por Cacao Mental (Ferraz, 31), una tienda de chocolates exquisitos, primeras marcas realizadas de manera artesanal. No pueden perderse las famosas "catanies" de Cudié (almendra marcona caramelizada cubierta de praline de chocolate y cacao en polvo), ni las novedades de la marca Rovira como los chocolates con aromas de perfumes, y los de guindilla, azafrán y especies.También hay es muy original las cestas con libros y chocolates para regalar o el juego llamado "Quetzalcotal" (con fichero, donde las piezas son de chocolate). Se hacen detalles y regalos de chocolate para celebraciones. Ha ampliado con la marca "La Chinata" de productos de aceite de oilva,con unas bonitas cestas para bebés  y pates. Los dueños son encantandores.
Otro negocio interesante en la zona es la tienda Querubines( Ferraz 29), con el outlet que tienen en la Trastienda. Con ropa, zapats y complementos que encandilarán a los que tienen niños de menos de 12 años.

martes, 20 de diciembre de 2011

CAIXA FORUM MADRID

El famoso Paseo del Prado termina con esta nota de vanguardia situada justo en frente del Real Jardín Botánico. El estudio de los arquitectos suizos, Herzog y De Meuron, consiguió esta maravilla del s.XXI.Lo que más llama la atención es el sentido de apertura del edificio. Se asienta abierto por sus cuatro lados a una plaza exterior. La sección cubierta de la plaza presenta un falso techo con placas metálicas de diversas inclinaciones. La arquitectura nos muestra una estructura irregular, pero abierta a integrarse con edificios industriales anteriores, como era la Estación Eléctrica del Medio Día sobre la que se construyó el Caixa Forum. Son 10.000 m2 organizados en siete plantas. Destaca su maravillosa escalera que consigue el efecto de irse ensanchando según vamos subiendo (gracias al uso de una curiosa ingeniería a base de moldes de caucho). A eso hay que añadir la gran luminosidad conseguida por los reflejos del hormigón blanco en los muros de la escalera.  El Caixa Forum se pensó como un espacio verdaderamente abierto a la cultura y a la educación, por eso consta de auditorium y diversas salas de exposiciones donde la entrada es libre. Recomiendo subir a la cuarta planta para visitar el restaurante y cafetería, donde encontramos varios espacios para pasar un rato agradable. Podemos observar los enrejados de acero oxidado y las modernas lámparas con forma de lágrima. El mobilario es moderno y cómodo. Además Mario, el excepcional Chef del restaurante Arturo, nos deleitará a diario con unos menús muy económicos, pero llenos de calidad, variedad y originalidad. Tanto para pocas personas como para grupos grandes. Eso sí, no olviden reservar.


Continuando nuestro recorrido descubrimos también la naturaleza, ya que en el s.XXI se procura integrar a las personas con su entorno paisajístico y natural. Por eso las dos fuentes en la parte de atrás del edificio. Y el muro verde o "pared vertical" de 24 ms de altura. Diseñado por el botánico francés Patrick Blanck, que ya había trabajado anteriormente en otros no tan grandes como este( como pueden ser los de Paris, Bruselas, Nueva York  o Bangkok). Coloca perfectamente unas 15000 pantas, de 250 especies, sin necesidad alguna de tierra, solo a base de agua y nutrientes. Este muro presenta visiones diferentes en otoño que en primaavera, pero el artista creador de esta belleza supo poner un tipo de vegetación que siempre está verde, para así no dejar demasiados huecos mustios en otoño. Resaltan los contrastes de colorido entre el naranja del ladrillo de la antigua estación y el óxido de la parte de arriba con el fuerte verde de la pared vertical.Una vez terminada la visita al Caixa Forum podemos hacer un alto en otro negocio con encanto. Me refiero a la tienda de la marca Piel de Toro, situada en Paseo del Prado 42. Destaca entre tantos bares para turistas y negocios de souvernirs. Esta franquicia sevillana creada en 1995 nos ofrece, con su característica marca, polos, camisas, sudaderas y mucha ropa de calidad para poder realizar un buen regalo en estas fechas.Os recomiendo hablar con Carlos de mi parte. Además, en la tienda siempre hay exposiciones de cuadros.