La Plaza de Canalejas está quedando muy atractiva y elegante. Hoy me quiero detener en dos de sus edificios emblemáticos. Cuando paseas por la Carrera de San Jerónimo te sorprenden al fondo de la plaza, en el lado derecho, dos edificios unidos que adaptan su fachada a la curvatura de la propia plaza. El más antiguo de los dos, es el de la derecha, es el que ocupa el solar que mandó comprar la viuda de Meneses para hacer locales comerciales y vivienda de lujo en este elegante punto cercano a la calle Alcalá. Recordar que la calle Alcalá a principios del s XX se convierte en centro político, cultural y económico de Madrid, donde se situarán importantes edificios. Los arquitectos que diseñaron el edificio fueron José María Mendoza y José de Aragón. Trabajaron en el mismo entre 1914-1915. La planta es triangular, donde la fachada principal es curva y viene rematada por una especie de torreón curvo justo en la esquina. Encima de él un templete circular de dos alturas. E aire clásico lo proporcionan esas columnas gigantes, la balaustrada sobre los locales comerciales, los escudos y esculturas. El estilismo modernista lo dan los miradores de hierro, con elaborada decoración. Ese aire vertical se corta en horizontal en la pequeña galería con pilastras que remata el edificio antes de la cornisa.
Fachada curva del edificio Meneses, en la esquina sobresaliente destaca ese torreón cubierto por templete circular (SIEMA Matritensis)
Miradores de hierro y cristal entre columnas gigantes con capitel modernista. Mezcla el clasicismo con el modernismo (SIEMA Matritensis)
Vista de los dos edificios juntos: Meneses con su templete circular a la derecha y el de Tomás Allende con su torreón de ladrillo y cerámicas a la izquierda
(SIEMA Matritensis)
Vista desde abajo de los remates de los dos edificios (SIEMA Matritensis)Contrastando con cierto aire clásico del edificio Meneses encontramos el colorista y decorado en estilo regionalista edificio de Tomás Allende. Esta Casa de Tomás Allende se construyó cuando el otro ya estaba edificado, así que tuvo que adaptarse a la planta esquinada y curva de que disponían. Tomás Allende le encargó un edificio de viviendas al arquitecto Leonardo Rucabado. Resulta una mezcla de estilos: regionalista cántabro, plateresco y clásico. El torreón es la pieza más destacada, con su alternancia de ladrillo rojo y piedra blanca. Además de los adornos platerescos que nos recuerdan a la casa de las conchas de Salamanca. El balcón de hierro del piso principal de la torre va flanqueado por columnas jónicas de fuste estriado y gran entablamento, uniendo el balcón a la ventana superior. Las ventanas van disminuyendo en tamaño según la altura, y el ladrillo tomando más espacio. La parte circular de arriba, con los arcos clásicos y coloristas cerámicas de la escuela de Zuloaga, está rematada por cornisa y chapitel.
Detalle del torreón de esquina de T. Allende (SIEMA Matritensis)
La impactante puerta de hierro en la fachada principal del edificio de Tomás Allende nos conduce al portal de entrada a las viviendas de la misma. Todo lleno de mármoles veteados en tonos arena, marrones y granates, adornos de bronce dorado con medallones renacentistas y maderas nobles. A la derecha la puerta que nos conduce a las dependencias del portero. De frente un arco rebajado que nos deja ver el ascensor de principios de siglo y la escalinata de mármol.
Puerta exterior de entrada al edificio de Tomás Allende, con medallones renacentistas, como este de Cervantes en hierro (SIEMA Matritensis)
Vista general del lujoso portal del edificio T. Allende (SIEMA Matritensis)
Portería, con maderas nobles, marcos de mármol con decoraciones en hierro y bronces (SIEMA Matritensis)
Zócalos de mármol del portal con medallones renacentistas en bronce (SIEMA Matritensis)
Ascensor original de hierro y escaleras de mármol tras el arco del portal de entrada en la casa de T Allende (SIEMA Matritensis)
Rucabado era cántabro por eso las cornisas sobresalientes y la balconada de madera que da a la fachada por la calle de los Jerónimos. Al fallecer este arquitecto regionalistas continuaron las obras Ramiro Sainz Martínez y Pedro Cabello, terminándose en 1920. En la planta baja estuvieron durante mucho tiempo las oficinas del banco Credit Lyonnais.
Vista general del edificio T Allende por la carrera de San Jerónimo, con su balconada cántabra, balconcitos barrocos y miradores de esquina.
(SIEMA Matritensis)
Columnas pareadas, ménsulas, alternancia de balcón rectangular con balcones pequeños semicirculares, frontones, miradores de hierro. Decoración muy colorista y dinámica(SIEMA Matritensis)
Escudos llamativos en la fachada (SIEMA Matritensis)
Para terminar añadir un cercano negocio que no pasa desapercibido en esta zona. Me refiero a la tienda centenaria de la Violeta, de 1915. Continuaba en esta zona cercana a Alcalá la venta de caramelos de violeta que ya había iniciado en 1850 la Pajarita, en la puerta del Sol. Los rótulos y fachada de madera con grandes cristaleras son los originales. Aquí podemos degustar unos caramelos de violeta excelentes, realizados con la técnica y troqueles tradicionales. Además La Violeta te ofrece una serie de artículos complementarios y todos relacionados con la flor de la violeta: tés de violeta, esencia de violeta, jabones, violetas escarchadas, platos con diseños florales. Un gusto para la vista y el gusto. Espero que tengáis un 2012 lleno de belleza y a ello me gustaría contribuir con mi granito de arena. Como siempre añadir que podéis seguir nuestra actividad cultural en Twitter @siemamadencanto , Facebook Siema Matritensis, agenda de www.siema.es, además de las entradas del blog. Encantada también de que utilicéis nuestra información e imágenes, pero indicando por favor su procedencia.
Maribel Piqueras
Vitrina de La Violeta con platos, tazas o cajitas para regalo (SIEMA Matritensis)
Mueble con esencias, tes, pétalos, mermeladas (SIEMA Matritensis)
Diversos platos (SIEMA Matritensis)
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