miércoles, 25 de octubre de 2023

Claves de la Galería de las Colecciones Reales: los Borbones

 Recientemente en la siguiente entrada http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2023/10/claves-para-la-visita-la-galeria-de-las.html os descubrimos la planta -1, referida a los Austrias y a los orígenes de Madrid. Hoy os voy a relatar las claves para visitar la planta -2, dedicada a los Borbones. Felipe V es el rey que inaugura la dinastía Borbón, justo con el cambio de siglo. Ya el 16 de Noviembre de 1700 había sido proclamado rey en Versalles, llegando a Madrid el 18 de Febrero de 1701. España se vió inmersa en una Guerra de Sucesión hasta 1714. Felipe V introdujo cambios en el ejército, el gobierno y la administración, las finanzas, un nuevo protocolo en la corte (el cual quedaba reflejado en las artes). Así mismo su abuelo le mandaba diferentes retratistas franceses durante estos primeros años de su reinado, como Rigaud o Houasse. Inspirándose en el centralismo francés se fueron creando las reales academias. El germen de la de Bellas Artes estaría en los talleres de Olivieri en las obras del nuevo palacio real. El nuevo Palacio Real de Madrid y el de la Granja, con sus jardines, representan los sitios reales más emblemáticos de nueva creación en su reinado. Del primero se exponen los planos que pensó Juvara para el nuevo palacio (mucho más grande y con numerosos patios). Se pueden comparar con los planos originales de Sacchetti, de 1742, quien redujo las dimensiones y organizó los recorridos en torno a un patio cuadrado, recordando así la distribución en los anteriores alcázares austrias. También muy interesantes los retratos iniciales del reinado de Felipe V, como el de Rigaud de 1701 (en el que aparece el jovencísimo rey vistiendo a la moda española). Los de Ranc y Van Loo posteriores son mucho más pomposos. Especialmente el retrato de 1737 de la reina Isabel de Farnesio, que comento junto al mismo. Esta segunda mujer de Felipe V introdujo grandes cambios en las colecciones reales, por sus gustos y los artistas italianos que vienen a trabajar en la corte. Ella consiguió grandes fondos de uno de los artistas más famosos de la Roma de fines s XVII, como Carlo Maratta.

                                 Felipe V, en 1701, retratado por Rigaud (SIEMA Matritensis)

Detalle del marco del retrato anterior (SIEMA Matritensis)

"Academia de dibujo", de Houasse, 1729. En un ambiente palaciego francés los alumnos están 
aprendiendo dibujo al natural (SIEMA Matritensis)


Plano original del nuevo Palacio Real por Sacchetti (SIEMA Matritensis)

Isabel de Farnesio, por Van Loo. Viste traje de corte con tontillo, peto de piel de armiño, luce en la muñeca una miniatura donde aparece retratado su esposo. Proviene de la escalera principal del palacio de la Granja. Hace pareja con el de Felipe V a caballo (SIEMA Matritensis)

"Lucrecia dándose muerte", de Carlo Maratta, 1685 (SIEMA Matritensis)

Fernando VI y Bárbara de Braganza dieron mucha preponderancia al Real Sitio de Aranjuez, con las fiestas de primavera, la escuadra del Tajo y las óperas de Farinelli. Las vistas de Battaglioni dan muestra de ello. También podemos ver obras de Corrado Giaquinto, que fue el artista napolitano que pintó los primeros frescos del palacio real, una vez que estuvieron acabadas las obras arquitectónicas. Muy interesante también el poder contemplar la silla de manos de Bárbara de Braganza. Así como los retratos de los monarcas realizados por Van Loo en 1750 u objetos para la real capilla del Palacio Real nuevo, terminada ya en la época de este monarca por Ventura Rodriguez y Van Loo.

Vistas del palacio real de Aranjuez en 1756 por Battaglioni . Celebraban 
el santo del rey. Interesante porque se aprecia el parterre con su murete original, que luego 
mandaría quitar Carlos III (SIEMA Matritensis)

"La Virgen ante San Fernando y Santa Bárbara", Giaquinto (SIEMA Matritensis)

Fernando VI, retratado por Van Loo en 1750, con coraza y casaca de terciopelo con mangas 
de piel de jaguar (SIEMA Matritensis)

Detalle de las calidades de las mangas de piel de jaguar y el terciopelo de la casaca
del cuadro anterior (SIEMA Matritensis)

Retrato de Bárbara de Braganza, por Van Loo, pareja del lienzo anterior
(SIEMA Matritensis)

Altar portátil perteneciente a Fernando VI de niño, que lo ha seguido usando la realeza en 
ceremonias religiosas posteriores. Es desplegable y está forrada la madera con cuero teñido de rojo. El interior se nos muestra decorado con terciopelo rojo y talla dorada, con tres pinturas sobre cobre
(SIEMA Matritensis)

Detalle de las pinturas de Andrés Calleja realizadas sobre cobre para el altar. En el centro nos muestra a la Sagrada Familia con San Joaquín y Santa Ana. En los laterales San Antonio de Padua y San Francisco Javier (SIEMA Matritensis)

Entre los relicarios que se guardan en la real capilla del Palacio Real es muy curioso este almohadón relleno con las plumas que estaban en el colchón donde descansaba el cuerpo de San Fernando III el Santo, cuando abrieron su tumba en Sevilla en 1729. Realizado por manufacturas sevillanas.
(SIEMA Matritensis)

Carlos III es un rey que se nos muestra bastante ecléctico en sus gustos artísticos. Empezó gustándole el barroco y el rococó (como vemos en las tapicerías para cubrir las paredes del nuevo palacio real o la decoración de los baños y algunas salitas como la Gasparini), para derivar luego hacia el gusto neoclásico, especialmente con la llegada a la corte de Mengs. Curiosamente este rey fue el último rey que nació en el antiguo palacio Austria y el primero en habitar en palacio nuevo de los Borbones. Podemos contemplar obras que adornaban su dormitorio, tapicerías que decoraban las paredes (como las de José del Castillo o Guillermo de Anglois, con motivos barrocos vegetales, de 1764), una recreación del manto de la orden de Carlos III (creada por el rey en 1771, que lleva los colores azules y plata, más la decoración del numeral romano III, un castillo y un león). Muy interesantes también un biombo chino o la cómoda diseñada por Mattías Gasparini, José Canops y Antonio Vendetti. También se exponen muchos lienzos de Mengs, como el "Lamento sobre Cristo muerto" (obra neoclásica de 1769) o la serie de las horas del día pintados para las sobrepuertas del tocador de la princesa de Asturias en palacio real.
              Carlos III como rey de España y de las Indias. Retrato realizado por Mengs en 1765 por                                             encargo de Federico V de Dinamarca (SIEMA Matritensis)

              Manto de la orden de Carlos III y, al fondo, la obra de Mengs, 
"Lamento sobre Cristo muerto" (SIEMA Matritensis)

Otra vista de esa sala con la capa en el medio (SIEMA Matritensis)

Paño para cubrir la pared en palacio real de Madrid, realizado pro Guillermo de Anglois 
en 1764 y que representa la alegoría de la música (SIEMA Matritensis)

La Noche o Diana, de Mengs, 1769 (SIEMA Matritensis)

El Atardecer, de Mengs, 1769 (SIEMA Matritensis)

Cómoda diseñada por Mattias Gasparini, con marquetería de maderas finas americanas por Canops y trabajos también de Antonio Vendetti. De estilo más rococó y toques orientales (SIEMA Matritensis)

Carlos IV era más aficionado a pintar, coser, trabajar en maquinarias de relojes o instrumentos musicales que al buen gobierno. Delegando esa labor en Godoy. De sus gustos personales dan muestra sus adquisiciones para las colecciones reales. Destacaría los retratos de los reyes que pintó Goya para el palacio real en 1799: Carlos IV aparece luciendo el uniforme de coronel de las reales guardias de corps. El gusto por las telas de lujo se ve en el sillón dosel en verde utilizado como besamanos para la reina Mª Luisa. En las casitas del príncipe del Pardo o el Escorial, así como en la casita del Labrador de Aranjuez, desarrollaron todo un programa minucioso de lujosa decoración empleando a los mejores broncistas, marmolistas, estuquistas, bordadores, arquitectos y pintores de la época. Muestra de ello es el curioso "dessert" para el salón grande de la casita del Labrador de Aranjuez.

Dessert de las glorias de España, en la pared obras de Goya (Patrimonio Nacional)

Detalle central del dessert con la alegoría de España (SIEMA Matritensis)


Cartón para tapiz y su correspondiente tapiz de la caza del jabalí, de Goya
(Patrimonio Nacional)

Tapiz de la gallina ciega basado en cartones de Goya, realizado entre 1789-1803 para 
dormitorio de las infantas del palacio real del Pardo (SIEMA Matritensis)


Consola diseñada por Jean-Demosthene Dugourc. También trabaja el ebanista José López
y el broncista Domingo de Urquiza. De maderas finas, bronce dorado y mármol (SIEMA Matritensis)

Calentadores en plata fundida, torneada, cincelada y grabada. 1791 para Carlos IV
(SIEMA Matritensis)


Carlos IV en Roma por José de Madrazo, de 1825,vistiendo todas las galas reales (SIEMA Matritensis)

Fernando VII tomaría la corona después de la abdicación de su padre tras los sucesos de Aranjuez y, de nuevo, tras la ocupación napoleónica en 1814. De su época destacan diversas vajillas y mobiliario, diferentes vistas de Brambila sobre los sitios reales y la famosa berlina o coche de la corona real. Esté carruaje real fue realizado por Julián González para la boda del rey con su cuarta mujer, Mª Cristina de Borbón, pero se terminó de decorar más tarde (1829-33). Los monarcas lo utilizaron hasta 1929. En el mismo sufrieron el atentado Alfonso XIII y Mª Victoria de Battemberg. Presenta doble suspensión, muy ricas telas bordadas en su interior y decoración referente a los símbolos del poder regio. 

                             Vista de la rotonda del museo del Prado, por Brambila en 1829. Nos chocan hoy 
                        en día la vigilancia de los guardias y la barandilla en la galería central, así como
                             la colocación abigarrada  de las diferentes obras (SIEMA Matritensis)

Berlina de Fernando VII ( SIEMA  Matritensis)

Detalles decorativos de la berlina o carroza real (SIEMA Matritensis)

Vista de la casita del Labrador, por Brambila (1826-30)

Con la reina Isabel II se vuelve al gusto neorococó en la decoración de los sitios reales, como el sofá de borné que se expone. También destacamos la corona y joyas de la Virgen de Atocha (fundidas por el joyero Narciso Soria, con las joyas que la reina llevaba el día de su apuñalamiento en la galería de palacio real de 1852). Muy interesantes también las numerosas fotografías de la época. En la corte de Isabel II se empezó a utilizar la fotografía en España. Uno de los daguerrotipos más antiguos es una vista del palacio real de Madrid. También para dejar testimonio de la industrialización y de todas las obras que se hicieron durante su reinado se conservan interesantes fotografías de Clifford o Laurent sobre los ferrocarriles, las obras de la puerta de Sol o del canal de Isabel II.

Retrato de Isabel II estudiando geografía, por Vicente López, 1842. Encargados por el ayo Quintana 
para enviarlos a su madre. Procedentes de la residencia real en el alcázar de Sevilla 
(SIEMA Matritensis)

Trono infantil giratorio de madera de caoba policromada, palosanto, bronce,
bordados y pasamanería, 1833 (SIEMA Matritensis)

Corona y rostro de la Virgen de Atocha (SIEMA Matritensis)

Detalle de la corona del Niño Jesús a juego 
(SIEMA Matritensis)


Fotografía de la reina Isabel II con abanico, realizada por Franz Seraph Hanstangenl y 
coloreada por el iluminador Fernando Debas, 1872 (SIEMA Matritensis)

Fotografía de las obras del canal de Isabel II por el acueducto de la 
Fuente del Palo, Clifford, 1855-56 (SIEMA Matritensis)

Detalle con las iniciales de Isabel II en el sofá de Borne (SIEMA Matritensis)

Esta planta de los Borbones finaliza con menciones a Alfonso XIII, la llegada de la constitución de 1978 y el concepto actual de patrimonio nacional. Todo ello acompañado de numerosas fotografías, gráficos y videos. La planta -3 se ha pensado como sala de exposiciones temporales. Actualmente hay una sobre vehículos y carruajes de patrimonio nacional con el título de "En movimiento". Espero que os haya servido este resumen para aprovechar más la visita. Hasta pronto:

Maribel Piqueras

   Victoria Eugenia de Battemberg con mantilla, por Philip Alexius Laszló, 1927. Este famoso pintor húngaró viajo a España en 1910 y 1927. En el destacan los pendientes largos de brillantes y esmeraldas y la gran cruz que luce de la orden de la reina MªLuisa (SIEMA Matritensis)

Personal de la oficina de guerra en las terrazas de palacio real,
fotografía de 1917 (SIEMA Matritensis)


















lunes, 16 de octubre de 2023

La original y misteriosa Cívica

 Normalmente no me suelo salir de Madrid y su comunidad en estas entradas del blog, pero hoy la ocasión lo merece. Una escapada durante el reciente puente del Pilar a Brihuega y otros puntos de la provincia de Guadalajara, me hicieron toparme con Cívica. Se encuentra a 11km de Brihuega, rodeada del valle del Tajuña y un paisaje espectacularmente verde y lleno de manantiales, cascadas, fuentes. Cívica es una aldea situada en un alto y, parte de la cual ha sido excavada en roca. Debió haber en ese punto una pequeña fortaleza romana en sus orígenes, de la que queda algún resto y sillar. Siempre tuvo uso agrícola la zona. También sabemos que eremitas y alguna comunidad pequeña de monjes habitó esas cuevas. Pero los que dieron importancia económica a la zona fueron los Borbones. Ellos crearon la fábrica de paños en la cercana Brihuega y aquí, en Cívica, una fábrica de papel moneda (debido a la abundancia de madera y agua). De esta fábrica y sus dependencias apenas quedan restos por la aldea, siendo reutilizados para construcción de casas y fincas.

         Fuente de 1797 construida en la parte alta, rodeada de vegetación y riachuelos
                                                                     (SIEMA Matritensis)

Paisaje del entorno de la aldea de Cívica (SIEMA Matritensis)

Pero este lugar llama la atención por la original y misteriosa construcción de sus cuevas. Sobre las cuevas de roca caliza ya existentes, heredadas por un sacerdote de Valderrebollo, D. Aurelio,  que decidió en los años 50 del siglo XX crear una fantasiosa ciudad sobre roca. Trabajando con sus propias manos y con la ayuda de una pequeña cuadrilla, organizó pasadizos, balaustradas, estanques, puertas, arcos góticos, cruces, una pequeña capilla a Santa Catalina y diferentes estancias para vivir. Llama la atención desde la carretera. Es un mágico lugar que recuerda a las cuevas de Guadix, a la Capadocia turca e incluso a Gaudí.

Vista de Cívica desde la carretera (SIEMA Matritensis)

Restos de la fortificación anterior (SIEMA Matritensis)

El sacerdote dejó la propiedad a su ama de llaves. Después sus herederos convirtieron las cuevas de Cívica en un bar de carretera, para animar a los numerosos pueblos de la zona. En la parte de abajo, a la izquierda, está la entrada principal de lo que fue el bar, excavado en roca también. Quedan restos de la barra, el hogar, repisas y la parte de arriba con barandilla (donde se colocaban algunas mesas). También en la parte alta existió un bar para atender, con su barra, estantes y una bajada a la cueva donde dejaban los refrigerios. 
Estantes del bar de abajo, tras la barra (SIEMA Matritensis)

Fuegos para cocinar y calentarse del bar de carretera (SIEMA Matritensis)

Otra parte de la cueva utilizada para el bar de carretera de la parte de abajo.
Se aprecia el rincón en alto donde ponían alguna mesa (SIEMA Matritensis)

Barra de bar en otra de las cuevas de las estancias de la parte superior (SIEMA Matritensis)

Cueva fresquero del bar de arriba (SIEMA Matritensis)

Sucesión de arcos del pasadizo principal (SIEMA Matritensis)

Las cuevas estuvieron abandonadas mucho tiempo y cubiertas de vegetación. Camilo José Cela las descubrió en su segundo viaje a la Alcarria. Escribía así en 1984 :"Cívica semeja una aldea tibetana o el decorado de una ópera de Wagner. El viajero no estuvo nunca en el Tibet, pero se imagina que sus aldeas deben ser así, solemnes, miserables, casi vacías, llenas de escaleras y balaustradas, colgadas de las rocas y también horadadas en las rocas". Cívica desprende algo especial: magia, leyendas, originalidad, misterio y fantasías. La aldea nunca estuvo abandonada, aunque sí las cuevas. Hace unos años compró la propiedad Jaime. El mismo se dedica a restaurarlas sin recibir ninguna subvención. Por eso ahora se pueden recorrer sus interiores, bajar sus escaleras y pasar por los pasadizos con las originales barandillas y arcos góticos. Jaime también está restaurando fuentes y estanques y piensa crear un pequeño negocio de hostelería en la parte alta. Cobra un módico precio de 2 € por guiarte. En la aldea vive gente dedicada a la agricultura. Incluso hay un curioso negocio como criadero de víboras. Un sitio que merece la pena conocer, hacer rutas de senderismo y desde el cual hay unas vistas preciosas sobre el valle. Desde aquí agradecemos a Jaime su labor y animamos a los encargados de Patrimonio y Cultura de la Junta de Castilla-La Mancha para que valoren apoyar esa iniciativa. Con estas sorprendentes imágenes que os pongo a continuación me despido:

Maribel Piqueras

Diferentes terrazas con variedad de barandillas y sucesión de cuevas y pasadizos
(SIEMA Matritensis)

Pequeño estanque en la parte más llana de abajo (SIEMA Matritensis)

Fuentes y escalinata para el acceso a las cuevas (SIEMA Matritensis)

Parte derecha con la galería que llevaba a la pequeña ermita de Sta. Catalina
(SIEMA Matritensis)

Otro de los estanques (SIEMA Matritensis)

Vistas desde lo alto de Cívica sobre el valle del Tajuña (SIEMA Matritensis)