jueves, 20 de mayo de 2021

Palacio Arzobispal de Madrid en la calle San Justo

 El Palacio Arzobispal de Madrid sigue siendo hoy en día un gran desconocido. Gracias a la amabilidad de nuestro cardenal arzobispo, D. Carlos Osoro, hemos podido visualizar con imágenes la historia que hay detrás de este edificio. Fue la reina Isabel de Farnesio la que mandó remodelar las casas de esa manzana para convertirlos en residencia arzobispal durante las visitas de su hijo, el Infante D. Luís, nombrado de niño arzobispo de Toledo (1738) y, más tarde, también de Sevilla, cargos eclesiásticos como cardenal-diácono, sin haber sido ordenado sacerdote, a los que renunció cuando tuvo 27 años. De todo ello ya hablamos en profundidad al comentar lo relativo a la Basílica de San Miguel en http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2013/01/la-basilica-de-san-miguel.html. Madrid no tuvo obispo, ni se creó como diócesis independiente hasta 1885, así que éramos un sitio de paso para los obispos que provenían de Toledo primero y de Alcalá. Desgraciadamente el archivo existente en el palacio arzobispal de Alcalá de Henares, que quemaron en la Guerra Civil (1936), contenía documentación sobre la intervención en el siglo XVIII en este palacio arzobispal, con lo cual, quedan muchos datos que nunca se averiguarán.

                            El Infante D. Luís de Borbón, de Antonio González Ruiz, 1754, una vez
                                        renunció a sus cargos eclesiásticos (Colección Sueca)

La reina Isabel de Farnesio encargó a los mismos decoradores y arquitectos que trabajaban en los sitios reales las obras del nuevo palacio para residencia del arzobispo en Madrid. Se adaptaron a la forma triangular alargada del caserío del s XVII existente en el lugar y situaron la entrada principal al palacio en la plaza que había frente a la antigua iglesia de los santos Justo y Pastor. Entrada que recuerda al estilo Pedro de Ribera, con las molduras barrocas y decoración junto a la puerta y balcón. Esta era la entrada a pie, porque la entrada para carruajes era más sencilla y da la calle San Justo, que es la entrada que se usa hoy en día para acceder al edificio. Pero las obras posteriores de la anexa Basílica de San Miguel, al decidir adelantar su fachada convexa para que luciera más, casi taponan la entrada al palacio arzobispal, que queda metida entre el inicio del "pasadizo del panecillo", callejón que se sitúa entre los muros del palacio arzobispal y la propia basílica y era el punto donde se colocaba el obispo y canónigos a dar panes a los pobres que se concentraban en este lugar. Conviene aclarar también que el palacio arzobispal no se construyó sobre las casas de Antonio Pérez, ya que estas se situaban justo al otro lado de la iglesia de los santos Justo y Pastor, en las antiguas casas alquiladas a los Puñonrostro, como indica la placa allí colocada.

            Plano de Texeira que muestra el caserío sobre solar triangular, que se estrecha hacia
            Puerta Cerrada, que se reformó para situar en él el palacio arzobispal. También se ve 
                    la antigua   iglesia de los santos niños Justo y Pastor (SIEMA Matritensis)

Entrada principal original al palacio arzobispal, con su decoración barroca
(frontón partido, baquetones, ménsulas) en el inicio del Pasadizo del Panecillo, 
hoy cancelado (SIEMA Matritensis)

Curiosa foto donde se ve la fachada de la basílica de San Miguel que tapona el 
acceso al palacio arzobispal por el "pasadizo del panecillo" . Al lado el grupo
de SIEMA Matritensis ( Valentín para SIEMA Matritensis)

Escudo del infante D.Luís, que remata la Basílica y es para quien se 
hizo también el palacio arzobispal (SIEMA  Matritensis)

Manuel Bradi, reinando Carlos III, rey que era hermano del Infante D. Luís y tío del arzobispo de Toledo, D. Luís de Borbón (hijo éste del infante D. Luís y que sí ejerció como cardenal), reedificó parte del conjunto: la que iba entre el pasadizo del panecillo y la calle la Pasa, en 1788. Al ser un edificio religioso residencial del siglo XVIII, los muros exteriores son muy sobrios, de estilo neoclásico. En el interior se organiza la distribución de los espacios en torno a varios patios. Uno central más grande y dos pequeños, a parte del patio-jardín en su parte posterior. Como todos los palacios del s XVIII los jardines se sitúan en la parte de atrás, igual que pasaba, por ejemplo, en los palacios del infante D. Luís de Boadilla o el palacio de Liria. Ese jardín es de base cuadrada, con caminos en cruz griega que parten de una fuente baja central. Recortes de boj, flores de temporada y dos enormes árboles protegidos. Uno de ellos una palmera. Al hacer estas fotografías el jardín se encontraba muy deteriorado al ser después del paso de la nevada Filomena.

Vista general del palacio arzobispal alineado con la curvatura de la calle
San Justo (SIEMA Matritensis)

Huecos y balcón mirador sobre la puerta de entrada por San Justo nº 2
(SIEMA Matritensis)

Sobriedad de los muros que dan a la calle La Pasa (SIEMA Matritensis)

Entrada independiente al jardín desde la propia calle La Pasa, 
mediante una pequeña puerta con molduras rectas de granito
(SIEMA Matritensis)

Puerta de acceso al jardín por la calle La Pasa (SIEMA Matritensis)


Vista del jardín del s XVIII, situado en la parte posterior del palacio
arzobispal (SIEMA Matritensis)

Los muros que cierran el jardín son más bajos por la calle San Justo, que por 
la calle La Pasa, donde Manuel Bradi los elevó (SIEMA Matritensis)

Vista exterior de los muros del jardín por San Justo (SIEMA Matritensis)

Cartel de la calle San Justo que cuelga de los muros que rodean 
al jardín (SIEMA Matritensis)

En el interior del palacio arzobispal descubrimos la estructura arquitectónica del propio siglo XVIII, incluso algunos elementos decorativos de esa época: como los herrajes en la que fue entrada principal junto al la basílica, con la misma decoración que los herrajes del cierre de la puerta de la basílica de San Miguel. Molduras y hornacinas del s XVIII en ese hall de entrada. Pero lo que más impresiona es la escalera monumental de granito, por donde se accede al interior del palacio una vez que descendías del carruaje por la entrada lateral. Adornando esa escalera encontramos los moldes de yeso que sirvieron de modelo para las esculturas de la escalera principal de la Biblioteca Nacional: figura sedente de Alfonso X o la de Berruguete de pie. 

                        Decoración en espirales y floral, del mismo estilo que las puertas de la Basílica de San                     Miguel, aparecen también en los herrajes del s XVIII en la puerta de entrada del palacio                                         arzobispal por el pasadizo del panecillo (SIEMA Matritensis)

Restos de elementos decorativos originales del s XVIII en el hall de 
la entrada por el "pasadizo del panecillo" (SIEMA Matritensis)

Desde esta entrada junto a la Basílica se pasa por esta pequeña
 escalera de granito a la escalera monumental,
 bajo la cubierta  de bóvedas de crucería (SIEMA Matritensis)

Restos de mobiliario antiguo, como este sofá, que todavía se pueden 
observar (SIEMA Matritensis)


Alfonso X nos recibe en el arranque de esta escalera monumental de granito, con grandes sillares en la base y luego barandilla tallada de granito con los huecos de piedra también (SIEMA Matritensis)

Impresiona las dimensiones de esta escalera, con los arcos clásicos entre pilastras dóricas en el arranque de la misma. Los peldaños son anchos y poco elevados, para hacer cómoda la subida con los amplios trajes de sacerdotes y obispos (SIEMA Matritensis)

Detalle de la barandilla de la escalera monumental desde la parte de acceso a la 
residencia, con las bolas de piedra de esquina (SIEMA Matritensis)

Copia del escultor Berruguete en un descansillo de la escalera
(SIEMA Matritensis)


Aquí se aprecia la estructura de la cubierta de la escalera del s XVIII
(SIEMA Matritensis)

Entrada actual por la calle San Justo, que antiguamente era la entrada lateral para los carruajes, que se paraban en la escalera (SIEMA Matritensis)

Una vez en el interior todo está muy cambiado a lo que pudo ser la decoración original. Hoy encontramos elementos de los siglos XIX y XX. Muchos son donaciones de esos siglos: cuadros, esculturas, mobiliario y lámparas. Muy interesante la intervención de Feliz Granda en la capilla de este palacio, reformada según proyecto del Marqués de Cubas, en la década final del s XIX. Se la debemos al obispo José María Justo Cos y Macho, nombrado obispo de la diócesis de Madrid-Alcalá en 1892. Venía de ejercer como obispo de Mondoñedo y estuvo dirigiendo la diócesis de Madrid hasta 1901. Encargó al asturiano D. Felix Granda la decoración de la capilla. Granda se acababa de ordenar sacerdote en 1891 y había recibido previamente formación artística en Muros, en torno al núcleo de artistas formado junto a la figura del pintor Casto Plasencia. Es uno de los primeros trabajos que realizó Granda en Madrid y que le daría mucha fama. Sobre una estructura arquitectónica de base rectangular y arcos neogóticos ideada por Francisco Cubas, Granda realizó una nueva estructura para sujetar el retablo de Juan de Borgoña (hoy en la catedral de la Almudena). En medio situó la imagen del Nuestra Señora de la Almudena y, delante, un nuevo altar con la escena de la recolección del maná. Este altar tampoco está hoy en la capilla del palacio arzobispal, sino que se llevó a una iglesia. Actualmente luce un altar y sagrario muy moderno. Lo que sí que se conservan son las pinturas murales en los tímpanos de los arcos ciegos que decoran los muros laterales de la capilla y que representan cuatro alegorías (Episcopado, Fe, Esperanza y Caridad). El estilo es el mismo que las pinturas de la capilla neogótica del seminario de Madrid, decorada unos años después también por Feliz Granda. 

Vista general de la capilla en la actualidad (SIEMA Matritensis)


Retablo de Juan de Borgoña con la imagen de la Virgen de la Almudena y 
el altar de la recolección de mana que lucían a fines del s XIX en esta 
capilla del palacio arzobispal ( Archivo Granda)

Detalle de altar con la escena de recolección del maná 
(archivo Granda)

Todavía se conservan las alegoría pintadas en la capilla del palacio arzobispal
por Felix Granda (SIEMA Matritensis)

Bóvedas de crucería en la capilla neogótica diseñada por Francisco 
Cubas (SIEMA Matritensis)

Lámpara y vidrieras de uno de los lados de la capilla en la actualidad
(SIEMA Matritensis)

Coro con decoración neogótica que recuerda el estilo gótico isabelino
(SIEMA Matritensis)


Bonita copia de la Virgen de la Almudena, que se localizaba en esta capilla
hasta que se la llevaron a la colegiata de san Isidro y, después, a la catedral
(SIEMA Matritensis)

Altar y sagrario actual (SIEMA Matritensis)

Puerta neogótica de entrada a la capilla, también de fines 
s XIX (SIEMA Matritensis)

Pilas de agua bendita diseñados por Granda junto a la capilla (SIEMA Matritensis)


En general, al recorrer el palacio arzobispal, percibimos su sencillez y buen gusto en cuanto a decoración. La sobria sacristía, los pasillos más frecuentados en el primer piso, las salas más amplias de este piso, que se usan como sala de reuniones, salón comedor, salas de estar, capilla, etc. En los pisos superiores accedemos a la zona residencial con dormitorios, bibliotecas y cocinas. Un poco laberíntica la distribución, ya que se hizo el edificio adaptándose a las viviendas ya existentes. 

Sobria sacristía con mobiliario de madera más moderno (SIEMA Matritensis)

Custodia que se conserva en la Sacristía, a base de plata dorada, perlas, rubíes 
y esmeraldas (SIEMA Matritensis)

Importante pasillo junto a la entrada, decorado con mucho gusto y con obras de arte 
en sus paredes  (SIEMA Matritensis)

Adoración de los Reyes , de Luis de Morales (SIEMA Matritensis)

Huída a Egipto, de Luis de Morales. También situada en uno de las 
zonas principales de paso (SIEMA Matritensis)



Delicada vidriera que cubre una de los espacios cerca de la entrada
(SIEMA Matritensis)

Otro de los obispos que más intervino en este palacio arzobispal fue José María Salvador y Barrera, que ejerció como obispo de la diócesis de Madrid-Alcalá entre diciembre de 1905 y diciembre de 1916. Encargó en 1906 a Ricardo García Guereta una remodelación del interior, de la cual la gran sala de reunión con las pinturas que la decoran es un magnífico ejemplo. Bajo la pintura de uno de los laterales, aparece un frontón partido que enmarca el escudo de este obispo. Este obispo inauguró importantes edificios de patrimonio religioso en Madrid, cruciales para intensificar la vida espiritual de la reciente diócesis. Por ejemplo el Seminario de Madrid (1906) o la cripta de la Almudena (1911), así como desarrolló otras iniciativas.

Escudo del obispo José María Salvador Barrera coronando un lateral de la gran sala de 
reunión, con la inscripción donde figura su nombre bajo el escudo (SIEMA Matritensis)

Pinturas del techo y lámpara de la sala de reunión (SIEMA Matritensis)

Cortinajes y frisos de decoración del techo de la sala de reunión 
(SIEMA Matritensis)

Delicada lámpara de bronce de principios s XX en la sala de 
reunión (SIEMA Matritensis)


Tabla hispano-flamenca representando el nacimiento y adoración de los 
pastores (SIEMA Matritensis)

En 1995 se cambiaron los suelos, utilizando los recuadros de mármol blanco y negro que vemos ahora. Siguieron haciéndose adaptaciones de los numerosos espacios hasta hoy en día. Por ejemplo, en el 2005, se acondicionó la parte de arriba. Vemos cuadros de los obispos que han pasado por la diócesis. El primero de los obispos, monseñor Narciso Martínez Vallejo-Izquierdo sólo duró en su cargo un año. Fue el que atendió al rey Alfonso XII en su lecho de muerte, pero tuvo un final trágico, ya que un sacerdote, que tenía perturbadas sus facultades mentales, le disparó a la salida de la Colegiata de San Isidro y  agonizó allí mismo, en la portería.  Su capilla ardiente la montaron en este palacio arzobispal. Otra estancia importante es el comedor de gala, donde almorzó, por ejemplo, el Papa Benedicto XVI y que utilizan en muy contados actos oficiales. Con mobiliario moderno y cómodo en la mesa y sillas. Destaca la lámpara, el reloj y el bodegón que cuelga de una de sus paredes.

En cuanto a los espacios más íntimos de los pisos superiores he preferido no sacar fotos, sino ir a lo esencial de la historia de este edificio, que convendría valorar más y dar un uso a todos los espacios de que dispone.

Retratos de los sucesivos obispos que estaban colocados junto a las escaleras, pero se trasladaron en una zona cercana a la capilla. Este es Narciso Martínez Vallejo (SIEMA Matritensis)

D. Carlos Osoro (SIEMA Matritensis)

Comedor con sillas y mesa moderna ampliable. Alfombra de la Real Fábrica
de Tapices (SIEMA Matritensis)

Detalle con la firma de la Real Fábrica de Tapices en la alfombra (SIEMA Matritensis)

Vista general del comedor en otra de las estancias amplias rectangulares
(SIEMA Matritensis)

Reloj de madera de estilo neogótico en el comedor (SIEMA Matritensis)


Detalle del bodegón flamenco, en depósito del museo del Prado, que cuelga en 
el comedor de gala (SIEMA Matritensis)

El palacio arzobispal también alberga una acogedora biblioteca, donde alternan el mobiliario moderno con el antiguo en la decoración de la misma. Dispone en un lateral de luminosos ventanales. Igualmente conserva en los sótanos el archivo diocesano de Madrid, junto a la editorial de la revista Alfa y Omega. Maravillan las bóvedas antiguas de la época Austria sobre las que se sostiene el edificio. En otros tiempos también estaba ubicado aquí  el archivo de matrimonios, de ahí el dicho de "quien no pasa por la calle de la Pasa no se casa". El archivo diocesano acoge documentos desde fines s XIX, cuando se creó la diócesis Madrid-Alcalá, hasta nuestros días. Ya termino este reportaje agradeciendo de nuevo a D. Carlos Osoro la posibilidad de poder realizarlo, así como a D. Oscar González todas las facilidades dadas. Igualmente mi agradecimiento va al archivo Granda y al archivo diocesano de Toledo por la información proporcionada  y dudas resueltas. Como siempre añadir que podéis utilizar la información y material fotográfico de este blog, pero siempre indicando su procedencia. Estamos también en Twitter e Instagram @siemamadencanto ; Facebook Siema Matritensis; agenda de www.siema.es, donde sólo publicamos las visitas libres o con posibilidad de inscripción individual, nunca las de empresa o grupos privados.

Maribel Piqueras

Vista general de la Biblioteca (SIEMA Matritensis)

Otro rincón de la Biblioteca, con sus consolas y espejos del lateral. Así como 
decoración de estucos dorados en el techo (SIEMA Matritensis)

Distribución de dormitorios en torno al patio central
(SIEMA Matritensis)

                            Placa del archivo histórico diocesano en la entrada por la calle La Pasa
                                                            (SIEMA Matritensis)

Bóvedas originales en los sótanos del palacio arzobispal, con sus respiraderos y sus 
arcos cruzados en este punto de esquina (SIEMA Matritensis)

Otro tramo de la bóveda de cañón (SIEMA Matritensis)


                                            Archivos en los sótanos abovedados (SIEMA Matritensis)

Legajos catalogados, donde aparece el escudo de la diócesis de 
Madrid (SIEMA Matritensis)

Final del "Pasadizo del panecillo" en la calle la Pasa, que es donde finalizan 
también los muros del palacio arzobispal (SIEMA Matritensis)