lunes, 25 de marzo de 2019

Centro Cultural de los Ejércitos en Gran Vía 13

En nuestro recorrido por la Gran Vía madrileña nos vamos a detener hoy en el nº 13, donde se sitúa el Centro Cultural de los Ejércitos, un gran desconocido para la mayoría de los españoles. Su historia se remonta a 1871, cuando se creó el "Ateneo Militar". Este club social militar, de carácter cultural, irá pasando por diferentes sedes desde su fundación (Fuencarral o junto a la plaza de Sta. Ana) hasta llegar, en 1916, a esta definitiva en Gran Vía. Nunca se le puso el nombre de Casino Militar, como se le conoce popularmente, sino que su segundo nombre, Centro del Ejército y de la Armada, es el que dió lugar al actual, haciendo hincapié en que es un punto de encuentro o centro de formación para militares. Con gran previsión compraron terrenos en la zona de la Gran Vía, suponiendo que iba a ser una arteria importante en la ciudad. Así que pasaron de las anteriores sedes alquiladas a tener la suya propia gracias a la aportación de los socios y de la ayuda del general que lo presidía en 1914, López Torrens. El arquitecto encargado de las obras fue Eduardo Sánchez Eznariaga, inaugurándose el Centro Cultural de los Ejércitos el 16 de abril de 1916 por el rey Alfonso XIII.

Centro Cultural de los ejércitos, chaflán que da en el cruce de las calles
Clavel y Caballero de Gracia (Foto SIEMA Matritensis)

Detalle de esos balcones de la esquina achaflanada con sus farolillos
originales de hierro (Foto SIEMA Matritensis)

Edificio inaugural (Foto cculturalejercitos)

Placa en la fachada exterior del Centro del Ejército y la Armada
(Foto SIEMA Matritensis)

El edificio se levantó sobre una manzana trapezoidal, casi triangular que presenta tres fachadas: calle Gran Vía (donde está la entrada principal bajo su bonita marquesina de hierro y cristal que todavía se conserva), Clavel y Caballero de Gracia en su parte de atrás.Todo él de piedra blanca, donde alterna la decoración clasicista y modernista en los trabajos escultóricos de la fachada: decoración vegetal, ménsulas, balaustradas y arte de forja en los faroles de iluminación  y marquesina. Consta del piso bajo, cinco pisos más y dos sótanos. 

Entrada por la Gran Vía nº 13 (Foto SIEMA Matritensis)

Escalera solemne tomada desde el hall de entrada
(Foto SIEMA)

Vidrieras de la Casa Maumejan que cubren el vestíbulo distribuidor
(Foto SIEMA Matritensis)

Hall decorado con vidriera, columnas, mármoles, estucos
(Foto SIEMA Matritensis)

En la planta baja de entrada encontramos diversos espacios. Un salón de tertulia para los socios da a la calle y es muy luminoso. Está decorado con el busto de Juan Carlos I,  realizado por el escultor De Santiago) y diversas vitrinas muestran gorros de los diferentes ejércitos. También hay un bar para socios, un maravilloso hall con un espacio semicircular donde toca un piano. Ese hall rectangular está cubierto por una esplendida vidriera de la casa Maumejan, en cuyo centro está el escudo de España y en los laterales los escudos de las diferentes ramas de los ejércitos. También en una vitrina nos encontramos una "canutera". Cuando nos disponemos a coger el ascensor o subir la escalera encontramos  un bronce de Julio Gonzalez representando al general López Torrens, que fue el primer presidente en esta sede definitiva de la Gran Vía. 

Luminoso salón de lectura en la parte baja (Foto SIEMA Matritensis)

Busto de Juan Carlos I en la sala de tertulia de la planta baja, por S de Santiago
(Foto SIEMA Matritensis)

Lápida conmemorativa de la inauguración en el rellano de la escalera
 (Foto SIEMA Matritensis)

Curiosa canuta para meter la licenciatura de la mili. De ahí viene el dicho
"Las estoy pasando canutas" (Foto SIEMA Matritensis)

En la Primera planta nos recibe un conjunto escultórico dedicado a los socios caídos del centro, realizado también por el escultor Julio González. Ésta es considerada como la planta noble, la de los espacios más bellos, como el salón isabelino (situado justo encima de la puerta de la fachada principal y decorado con mobiliario del s. XIX procedente de las sedes anteriores). De ahí pasaríamos a lo que fue el Salón de Baile y hoy es Salón de actos. Espacio amplio, rectangular, decorado con vidrieras y estucos. Está recorrido por una estrecha terraza que se percibe desde el exterior y decorado en estilo modernista floral por esas vidrieras de la casa Maumejan. Hay otros salones, como el Arroquia (para exposiciones), el Salón Torrens y la Sala de juegos. Estos espacios se pueden alquilar para eventos hoy en día en algunas ocasiones. Incluso en la última visita de SIEMA Matritensis nos interrumpían porque estaban rodando una serie de televisión.

Detalle al monumento a los caídos, de Julio González
(Foto SIEMA Matritensis)

Salón isabelino (Foto SIEMA Matritensis)

Lámpara antigua que cubre el salón isabelino de esquina (Foto SIEMA Matritensis)

Detalle de las vidrieras Maumejan con decoración de guirnladas y espirales
modernistas (Foto Esperanza para SIEMA Matritensis)

Vidrieras frente al hotel de las Letras de Iberostar
(Foto SIEMA Matritensis)

Vidrieras que recorren el salón de actos.  Siguen el estilo de las de Maumeján.
(Foto SIEMA Matritensis)

Galería de retratos en la Sala Arroquia (Foto SIEMA Matritensis)

La Planta segunda es donde se localizan las oficinas, administración, sala de juntas, cocinas y restaurante. Este restaurante tiene unos elegantes espacios con vistas únicas a la Gran Vía y a los edificios de al lado, como el magnífico de 1915 construído por Cesareo Iradier, hoy Hotel de las Letras. Está abierto al público general y dispone de diferentes espacios.

Vista general del restaurante en la segunda planta
(Foto SIEMA Matritensis)

Vista desde el restaurante y farol con el trabajo original de hierro
(Foto SIEMA Matritensis)

Otro espacio más reservado del restaurante, decorado
con un maravilloso aparador (Foto SIEMA Matritensis)

La Planta tercera tiene la joya del centro, su biblioteca. También junto a ella dos salas de lectura y de trabajo. Unas escaleras separan la zona de residencia militar de la biblioteca. Los primeros fondos procedieron de donativos hechos por los socios que habían formado parte del Ateneo Militar, además de algunos regalos de autores o 400 volúmenes especializados que cedió en Ministerio de Fomento de entonces. Hoy hay más de 30000 volúmenes que se dividen en las estanterías por materias: historia, derecho, ciencia, filosofía, geografía, literatura, filosofía o defensa. La colección más importante la recibió en 1888, procedente del coronel Mariategui, formada por 1800 volúmenes de los s XV al XVIII, algunos manuscritos. La Biblioteca mantiene todavía el mobiliario antiguo, con sus tinteros, el sistema de calefacción primitivo, con la nota curiosa que se controla desde Pamplona. Esta biblioteca está dividida en 5 salas: destacando la militar, la principal, la circulante o la de los libros más antiguos. En esta última cabe señalar que hay 1327 volúmenes, con muchos manuscritos de los s. XIII, XIV y XV y un incunable de 1497. El personal es muy amable y, con autorización, se puede investigar en sus fondos.
Biblioteca con el mobiliario antiguo de la sala de lectura y
los tinteros (Foto SIEMA Matritensis)

Biblioteca, sala con el sistema de calefacción antiguo
a los pies (Foto SIEMA Matritensis)

"Doctrinal de los caballeros", de Alonso de Cartagena, expuesto
en la sala de libros antiguos (Foto SIEMA Matritensis)

Edición del s XVII de una obra de Lope de Vega, "Jerusalem 
conquistada" (Foto SIEMA Matritensis)

Firmas de los cuatro últimos monarcas para el libro de honor
(Foto SIEMA)

Vistas de la Gran Vía y sus edificios desde la Biblioteca
(Foto SIEMA Matritensis)

Otra imponente vista de la acera de los pares (Foto SIEMA Matritensis)

La Cuarta y Quinta planta contiene habitaciones de la residencia para personal militar. Así que nos bajamos por su solemne escalera hasta las plantas del sótano. Contemplamos el maravilloso estandarte de Juan de la Cosa de la época de Colón, colgado de la pared y seguimos descendiendo. Para el Centro del Ejército y de la Armada era muy importante desde sus inicios la formación de sus socios: académica, cultural, idiomas y deportiva. Es en el Sótano -1 donde se sitúan la sala de esgrima, con importantes deportistas en competiciones internacionales y nacionales, y el gimnasio. Este conserva todavía parte mobiliario antiguo, como una bicicleta estática de 1908. En el Sótano-2, donde estaba antes la galería de tiro, ahora se encuentra la sala de Tai- Chi o mantenimiento y otras dependencias. Nada más agradecer a la secretaria y director de la Biblioteca toda su atención y dedicación, así como a Pepe Dopido por sus explicaciones. Como siempre, recordar que podéis seguirnos en Twitter @siemamadencanto Facebook Siema Matritensis o las visitas que no son de empresa y se publican en agenda en la web www.siema.es. Para más información del centro meteros en www.cculturalejercitos.com

Maribel Piqueras

Vista general de la Sala de Esgrima, con el laminado de metal 
característico (Foto SIEMA Matritensis)

Detalle del mural del fondo (SIEMA Matritensis)

Muestra de espadas antiguas (Foto SIEMA Matritensis)

Bicicleta estática de 1908 (Foto SIEMA Matritensis)






miércoles, 20 de marzo de 2019

GRAN VÍA nº 1 y 2: edificios Grassy y Gran Peña

Hoy continuamos nuestro recorrido por la Gran Vía madrileña con dos de los edificios más emblemáticos del comienzo. En nº 1, más conocido como edifico Grassy, fue encargado por el empresario vasco, Luís de Ocharán y Mazas, como edificio de viviendas y locales comerciales en los bajos. Las iniciales de su nombre aparecen en la parte de arriba de la gran puerta para entrada de carruajes en la vivienda. Lo proyectó el arquitecto Eladio Laredo y su construcción es de 1916. Este arquitecto, que también trabajó en el Palacio Bermejillo, prefería la arquitectura historicista, en concreto, el plateresco, del que aquí encontramos muchas reminiscencias en el elaborado trabajo escultórico de las rejas de hierro, fachada y techo de la entrada a las viviendas. También hay toques modernistas en la escalera de subida a las viviendas y en los alicatados de cerámica de Daniel Zuloaga y en mucha de la decoración escultórica de la fachada. La torre esquinada terminaba en un templete con numerosas esculturas. El remate de la fachada hacia Gran Vía lo constituían dos torres de terminación triangular, que tras la limpieza se aprecian perfectamente. Variadas esculturas exentas recorrían la fachada en su origen, las quitaron  en los años 60 reduciendo la decoración exterior. Como se aprecia en el dibujo, Laredo dispuso los pisos en duplex. Hoy nos parece fantástica la elaborada decoración en estucos, hierro, cerámica y vidrieras. Pero hay que recordar que se perdieron bastantes elementos escultóricos del edificio original de viviendas que hizo Laredo. 

Diseño de la fachada del edificio por Eladio Laredo (Foto Memoriademadrid)

Fachada de Grassy que da a Gran Vía. En la parte superior vemos el remate con una galería y crestería con reminiscencias platerescas (SIEMA Matritensis)

Detalle del torreón del edificio de Laredo, en volúmenes decrecientes y remate de templo circular
en la parte superior (SIEMA Matritensis)

Entrada por Caballero de Gracia, con elaborada decoración de estucos modernistas:
ninfa, putis, dragones, guirnaldas de flores y frutas (SIEMA Matritensis)

Reate con templos circulares del edificio (SIEMA Matritensis)

Otra visión del edificio con sus diferentes cubiertas y torres
(Foto SIEMA Matritensis)

Entrada de carruajes con zócalos de cerámica de Zuloaga modernistas y detalles 
platerescos en decoración del friso  (Foto SIEMA Matritensis)

Detalle de aires modernistas en los estucos del techo (Foto SIEMA Matritensis)

Rejería plateresca en la entrada principal de carruajes 
(Foto SIEMA Matritensis)

Detalles platerescos en la puerta del edifcio n 1 de la Gran Vía, 
con iniciales del empresario vasco que lo encargó (Foto SIEMA Matritensis)

Escaleras de mármol y barandilla de estilo modernista para
acceso a las viviendas (Foto SIEMA Matritensis)

Un famoso restaurante, muy frecuentado por la burguesía madrileña durante la primera mitad del sXX, el Sicilia Molinero, ocupaba el sótano y las dos primeras plantas. Todavía quedan restos de su nombre en la entrada del restaurante actual, La Primera.  El edificio se conoce como edificio Grassy desde la segunda mitad del sXX, cuando ocupó el local de parte del restaurante Sicilia Molinero la joyería Grassy, que se mudó desde el nº 29 de la Gran Vía a este nº 1 en 1952, con este nuevo nombre. Encargaron los joyeros la reforma al arquitecto Manuel Ambrós, utilizando materiales de lujo en mármoles y mobiliario de madera, etc ..Destacaban las cristaleras por su tamaño: el mayor escaparate del Madrid de la época. Además aquí se instaló la primera puerta automática en un comercio madrileño, importada de los EEUU. También en su fachada se colocó el primer reloj digital que hubo en Madrid. Fachada que hizo famosa el pintor Antonio López en sus vistas de la Gran Vía.  Hoy esta casa Grassy dispone de un museo propio en la parte de abajo muy interesante.

Restos del restaurante Sicilia Molinero entre la decoración modernista
de la entrada al restaurante (Foto SIEMA Matritensis)

En este lienzo de Antonio López  se aprecia la
torre del edificio Grassy con sus anuncios y templete (Colección Pérez Simón)

El nº 2 de la Gran Vía era el edificio conocido como la Gran Peña. Eran habituales los clubs sociales exclusivos en la época y en la Gran Vía se instalaron más de uno. Con este nombre se conoce a un grupo de militares, políticos y personajes ilustres que comenzaron a reunirse en el Café Suizo en 1869. Durante las obras de la Gran Vía madrileña compraron estos terrenos esquinados y encargaron a los arquitectos Antonio de Zumárraga y Eduardo Gambra la construcción del edificio sobre esa gran planta triangular. El 21 de mayo de 1916 inauguran el mismo el rey Alfonso XIII y su mujer MªVictoria. De todo ésto queda constancia por las placas en la propia fachada e inscripciones en el interior. El edificio consta de 7 plantas y dos sótanos, de estilo clasicista, con sus torreones también. Disponía de tres entradas: una en la propia Gran Vía para la Gran Peña, otra para las viviendas en la calle lateral  (Hoy Hotel Principal con sus famosa terraza en el ático) y otra se pensó para comercios en la parte de atrás. Otro de los clubs militares también de 1916 en la Gran Vía lo estudiaremos próximamente. Aquí os dejo fotografías de este nº 2 que se aprecia muy bien en la obra de Antonio López. Como siempre, recordar que podéis utilizar las fotos y textos del blog, pero indicando siempre su procedencia. Además de en las visitas de SIEMA Matritensis (www. siema.es, en agenda las libres o posibilidad de inscripción individual, porque no publicamos las de empresas o privadas), podéis seguirnos en twitter @siemamadencanto o facebook Siema Matritensis.

Maribel Piqueras

Foto de la Gran Peña cuando se reunían en el Café Suizo en 1905. Todavía se ve su anagrama
arriba (Foto Cociditomadrileño)

Hall de la entrada principal a la Gran Peña por Gran Vía nº 2
(Foto SIEMA Matritensis)

Placa en la fachada con el nombre de los arquitectos (Foto SIEMA Matritensis)

Vista general del edificio con la esquina circular y sus dos torreones rectos con remates de balaustradas que dan a la Gran Vía (Foto SIEMA Matritensis)

Entrada actual al Hotel Principal, que antes fue entrada a las viviendas, con su
rejería original y trabajo de piedra (Foto SIEMA Matritensis)

Parte trasera del edificio que da a la calle Reina (Foto SIEMA Matritensis)