lunes, 28 de diciembre de 2020

La Plaza de Ramales

 La Plaza de Ramales que conocemos hoy responde a un diseño decimonónico a raíz de los derrumbes ordenados por José Bonaparte en esta zona cercana al Palacio Real. En este punto se ubicaba la antigua plazuela de San Juan, en torno a la iglesia del mismo nombre, que aparecía ya en el fuero de 1202 como una de las diez iglesias más antiguas de Madrid. La estructura medieval de la misma, con la torre mudéjar, se fue modificando con los siglos. Hubo reformas en el Renacimiento y, sobre todo, se hicieron muchos cambios durante el s. XVII, al que corresponde la mayor parte de los restos decorativos que conocemos. Esta antigua iglesia de San Juan estuvo muy vinculada a la corte, por eso la frecuentaban para diversas ceremonias religiosas el personal que trabajaba en Palacio Real. Sabemos, con certeza, que el arquitecto turinés Filippo Iuvara, artífice de la primera maqueta del Palacio Real nuevo, y fallecido en la Granja en 1736, fue enterrado en esta iglesia de San Juan. También se dijo que Velázquez encontró sepultura aquí el 6 de agosto de 1660. Al realizar unas obras para el aparcamiento subterráneo en 1999 se excavó con minuciosidad en los restos de la iglesia buscando el cuerpo de Velázquez, pero sin ningún resultado. Luego se encontró un escrito de Juan de Fuensalida, donde expresaba que pagó el traslado de Velázquez a San Plácido. Pero lo cierto es que, aún hoy, no se ha encontrado la sepultura de este genial pintor. Un monolito con la cruz de hierro de Santiago en lo alto nos recuerda la figura de Velázquez. La leyenda a sus pies menciona que "aunque aquí se enterró a D.Diego, su fama no fue enterrada con él". De la iglesia de San Juan quedan dos importantes obras de arte recogidas en la cercana Iglesia de Santiago, que también lleva la advocación de San Juan Bautista. Me refiero a la escultura de San Juanito de Roldán y al lienzo del Bautismo de Cristo de Carreño de Miranda, ambos del s. XVII.

                      Plazuelas de San Juan y de Santiago en el plano de Texeira (SIEMA Matritensis)

Monolito homenaje a Velázquez (SIEMA Matritensis)

Leyenda en la parte baja del monolito homenaje a Velázquez
(SIEMA Matritensis)

San Juanito del escultor Roldán, padre de la Roldana, en la iglesia de Santiago ahora
(SIEMA Matritensis)

El Bautismo de Cristo, de Carreño de Miranda, que estaba en la antigua iglesia de san Juan, podemos contemplarlo ahora en la de Santiago, junto a la pila bautismal (SIEMA Matritensis)

El nombre de la plaza se puso en el siglo XIX para recordar la batalla de Ramales (un pueblo cántabro) durante la primera Guerra Carlista de 1839. Esta plaza es una de mis preferidas en Madrid, por el entorno tan elegante y bonito, además de cierta tranquilidad alejada de las multitudes de Opera o Arenal. Lo que más llama la atención, sin duda, es la espectacular arquitectura del edificio de esquina con la calle Vergara, el Palacete de Ricardo Augustín y Ortega. Ricardo Augustín nació en Ciudad Real en 1875, se casó en Vitoria en 1905 y murió en esta casa de Madrid en 1965. Ostentaba el título de Conde de Dávila. Le encargó la completa reforma de su casa al arquitecto Cayo Redón Tapiz, quien siguió un estilo ecléctico, tan propio de principios de siglo XX. Entre los años 1920-23 realizó esta joya. Destaca el ritmo de huecos, sabiendo pasar de pares a impares de manera espectacular, sobre todo en la fachada que da a la propia plaza, donde enlaza con 1 hueco de la torre, haciendo salir los tres huecos de abajo y resaltando esas tres ventanas en un solo balcón. Recurre a los adornos decorativos del mundo del barroco en ventanas, balcones y entrada principal a la vivienda por la calle Amnistía. En el torreón y cornisas sobresalientes vemos la influencia de la arquitectura regionalista vasca. Además, en toda la parte superior podemos contemplar las pinturas de Agustín Espí Carbonel. Como dato curioso vemos una Virgen esquinera en una hornacina que da a la calle Vergara. Es una bella imagen de Nuestra Señora de la Soledad. Este tipo de Vírgenes esquineras se dan mucho en Italia, Austria o Alemania, pero no en Madrid. En esta plaza de Ramales hubo un atentado de ETA el 29 de julio de 1994, que ocasionó la muerte del teniente general Veguillas y su chofer, así como la de un trabajador del Ballet Nacional Clásico y más de 20 heridos. También resultaron dañadas las fachadas de los dos palacetes y restaurantes, así como el resto de mobiliario. Aunque se cayeron los cristales de todas la ventanas, el que protege a la Virgen en la esquina resultó intacto.

Edificio de Ricardo Augustín con las animadas terrazas
(SIEMA Matritensis)

Vista general de la Plaza de Ramales (SIEMA Matritensis)

Virgen Dolorosa de esquina (SIEMA Matritensis)

Parte superior del edificio de Ricardo Augustín por la calle Amnistía, donde se
observan mejor las pinturas de la parte superior (SIEMA Matritensis)

Entrada principal al palacete vivienda de Ricardo Augustín, con los adornos barrocos de baquetones, modillones, frontones curvos y decoración floral (SIEMA Matritensis)

En el lateral derecho de la plaza, junto a los cimientos de la antigua iglesia de San Juan, destaca el palacete de Domingo Trespalacios, realizado en 1768 por Andrés Díaz Carnicero, con tres fachadas que se adaptan perfectamente a las irregularidades del terreno. Presenta un gran zócalo de granito con pequeños ventanales y luego tres alturas con muros de ladrillo (pintados posteriormente como falsos sillares), donde el piso principal presenta elegantes balcones con sinuosas curvas. La entrada a este palacete se realiza por la calle de la cruzada. Por el lado de la calle de San Nicolás, vemos fuerte contrafuertes en la base y un escudo. Domingo Trespalacios tenía un puesto importante en la corte y fue oidor de Nueva España. Sus herederos mantuvieron la propiedad de la vivienda hasta 1829. Luego pasaría al marqués de Revilla y, finalmente, después de la Guerra Civil, a un uso para viviendas y oficinas. También habitó en uno de esos pisos el escritor Gaspar de Arce.

Juego de alternancia de balconcitos curvos en la fachada del palacete de 
Trespalacios que da a la Plaza de Ramales (SIEMA Matritensis)

Esquina del palacete por la calle de la Cruzada, en la planta principal el 
escudo (SIEMA Matritensis)

Entrada principal a la vivienda de Trespalacios con los pilares llenos de adornos vegetales, lo mismo que el friso superior con el león y la decoración vegetal (SIEMA Matritensis)

Placa alusiva al escritor Gaspar de Arce que habitó en esta vivienda
(SIEMA Matritensis)

Antes de terminar esta entrada con un negocio con encanto, diferente de las terrazas a las que estamos habituados, comentaros que podéis utilizar tanto el texto como las fotografías de este blog, pero siempre indicando su procedencia. Así mismo tenéis la información de nuestra actividad cultural en twitter @siemamadencanto , Facebook Siema Matritensis, agenda de www.siema,es o info@siema.es. A la Plaza de Ramales, en la calle Vergara, destaca un negocio llamado Zúccaru, jugando con la palabra azúcar en italiano. Es un pequeño espacio regentado por italianos donde encontrar un buen café italiano, helados artesanales y dulces típicos italianos. En estas fechas muchos panetones y pan d´oro. De verdad que merece la pena llevarse algo de allí. Hace esquina entre Vergara y Lepanto. Con este final espero endulzaros un poco estos días. ¡Os deseo una Feliz Navidad a todos los amantes de Madrid!

Maribel Piqueras


Zúccaru, fachada por la calle Lepanto (SIEMA Matritensis)

Interior de Zúccaru (SIEMA Matritensis)














martes, 15 de diciembre de 2020

El Riojano, pastelería centenaria con encanto

 Durante el siglo XIX llega a Madrid la influencia de la fina repostería francesa y es cuando se abren en la capital la mayoría de las famosas pastelerías históricas. Hoy me dispongo a endulzaros un poco de cara a la Navidad con esta entrada sobre la Pastelería El Riojano. Esta pastelería fue fundada en 1855 por el pastelero de la casa real, Dámaso de la Maza, natural de Cameros (La Rioja), de ahí el nombre que lleva el local. Desde sus inicios contó con el favor de la reina Isabel II, quien venía de incógnito a la pastelería y, además, ayudó a la decoración de la misma. Los ebanistas que trabajaban en palacio se encargaron de labrar los muebles vitrinas y mostradores de buenas maderas, lo mismo que los bronces de lámparas, apliques y demás decoración, así como mármoles italianos empleados en esta pastelería. Decoración del s. XIX que se mantiene intacta hoy en día. Únicamente el suelo de mármol no es el original. El Riojano fue proveedor de la casa real durante más de un siglo.

                                         Fachada del Riojano, en calle Mayor nº 10 (SIEMA Matritensis)

Detalles del cartel y trabajos de madera en la fachada (SIEMA Matritensis)

Dámaso de la Maza no sólo elaboraba dulces tradicionales (polvorones, bartolillos,etc), sino que innovaba con las novedades francesas y creó él también las pastas del consejo: unas pastas duras para entretener a Alfonso XII niño mientras se celebraban las largas sesiones del Consejo. Por falta de descendencia pasó el negocio a los maestros pasteleros que le ayudaban. Eso mismo ha vuelto a suceder después de siete generaciones, así que los actuales propietarios la recibieron de sus jefes por falta de descendencia. 
Tejas y las famosas "pastas del consejo" en el mostrador (SIEMA Matritensis)

Mostrador original con mármoles, maderas y bronces de calidad
(SIEMA Matritensis)

Vista general del interior donde destacan las finas columnas decimonónicas, los techos con el friso decorado y el mobiliario de madera (SIEMA Matritensis)

Lámpara de bronce en donde despachan (SIEMA Matritensis)

Detalle de mueble expositor lateral, con finas maderas, bronces y dorados. Nos llaman la atención los dragones laterales, que recuerdan a los del escudo antiguo de Madrid (SIEMA Matritensis)

En El Riojano todos sus productos son de excelente calidad. Se hizo famoso por sus polvorones y mantecados artesanos. También son extraordinarios sus bartolillos, torteles de hojaldre, pastas variadas, tejas, panecillos de San Antón, buñuelos, roscones de reyes. O los famosos azucarillos, que disueltos en agua y junto a una copita de aguardiente, refrescaba a los madrileños en las verbenas. Junto a la pastelería tradicional ha sabido evolucionar y está a la última en cuanto a técnicas para repostería actual. Desde el principio contó con un pequeño salón de té en la parte del fondo donde acudían personalidades selectas del siglo XIX: reyes, políticos o literatos. Como Jacinto Benavente, quien comentaba que la "gente que no le gusta el dulce no es de fiar". Ese antiguo salón de té está ahora ampliado y más cómodo, con unas vidrieras de ventanales y manteniendo la fina decoración, pero más moderna. En él se localiza una vitrina con excelentes tartas y pasteles. Desde esta trastienda se baja al horno y también se guardan los útiles antiguos que ahora no se utilizan, pero que sería muy interesante encontrar un hueco donde exponerlos como museo del propio Riojano. Me refiero al horno de leña original, a los moldes de troquelar o a las vasijas de cobre donde llegaron a trabajar decenas de mujeres confitando fruta para meter en ellas. También conserva el local el peso y la caja registradora antigua.

Espacio cuadrado que servía de primitivo salón de te (SIEMA Matritensis)

Salón de te ampliado, ocupando lo que fue la trastienda (SIEMA Matritensis)

Candelabro de cristal iluminando el Salón de te (SIEMA Matritensis)

Expositor en frío de pasteles en el salón de te (SIEMA Matritensis)

El Riojano es una pastelería histórica galardonada con varios premios de prestigio y de fama internacional. Como ya he comentado, fue proveedor de la casa real hasta hace poco y el escudo real figuraba en sus documentos. Todavía conserva facturas de la reina María Cristina encargándole productos, también cuando ya ejercía de reina madre durante el reinado de Alfonso XIII. Nada más añadir que podéis seguir al actividad cultural y las visitas de SIEMA Matritensis en twitter @siemamadencanto, facebook Siema Matritensis o en agenda en la web www.siema.es. Recordando que sólo publicitamos las visitas libres o con posibilidad de inscripción individual (nunca las de grupos privados o empresas, que son la mayoría). Para cualquier duda o información seguir contactando en info@siema.es. Esta semana toca conocer las pastelerías históricas de Madrid y agradezco la amable colaboración de Roberto Martín Comontes, gerente del Riojano, para la elaboración de este reportaje. Con estas imágenes de la pastelería y de una factura de 1923, donde aparece el nombre de la reina madre MªCristina de Habsburgo, me despido.

Maribel Piqueras

                     Tinaja de cobre original donde guardaban la fruta confitada (SIEMA Matritensis)

Peso antiguo expuesto en el Salón de Te (Siema Matritensis)

Caja registradora original (SIEMA Matritensis)


                       Pastel de mango y maracuyá probado por la autora (SIEMA Matritensis)

Factura de 1923 con el encargo que le hizo la reina madre
MªCristina (SIEMA Matritensis).
















martes, 17 de noviembre de 2020

Museo de Artes y Tradiciones Populares en el Corralón

 Madrid cuenta en el Rastro con uno de sus museos más desconodicos. El Museo de Artes y Tradiciones Populares se aloja en lo que fue una corrala de 1860, llamada "el corralón" por su gran tamaño y patio central para las zonas comunes. Este patio estuvo muy vinculado al carácter comercial de la zona del Rastro y en sus bajos llegó a haber casa de postas y comercios de muebles. Hasta los años 90 del siglo XX funcionó como corrala. Después estuvo bastante abandonado el edificio hasta que se decidió reformarlo e instalar aquí el Museo de Artes y Tradiciones Populares en el año 2012. En las obras de rehabilitación se respetaron todas las antiguas vigas de madera y muros de ladrillo de la antigua corrala.

                         El corralón cuando se usaba como viviendas de corrala, con los bajos utilizados                                         como locales comerciales vinculados al mobiliario (SIEMA Matritensis)

El corralón en la actualidad. Se mantienen las estructuras de las vigas, pero 
en los bajos se han reformado las puertas y cierres originales. Tampoco el pilón y abrevadero es el original (SIEMA Matritensis)

Fachada exterior del corralón, con sus dos alturas y ventanas abuhardilladas
(SIEMA Matritensis)

Esta fuente de granito del patio del corralón es un añadido posterior, no estaba en 
la corrala original (SIEMA Matritensis)

La creación de las variadas colecciones que alberga el museo se la debemos a una gran mujer, Guadalupe González Hontoria. Ella tenía mucha inquietud por conocer las tradiciones de los pueblos de España. Cuando tenía 34 años le tocó un coche en un sorteo y decidió recorrer España en él, reuniendo más de 2.800 piezas de la cultura popular. El 24 de mayo de 1975 se inauguró el Museo de Artes y Tradiciones Populares en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAM de Madrid, donde los objetos expuestos estaban un poco más apelmazados. Al año siguiente, en 1976, se creó en la UAM la asignatura "artes y tradiciones populares", que contó ese año con 100 alumnos. Después se fundaría la revista Narria, se crearía una verdadera hemeroteca, también hubo intercambio de materiales con otros centros, y la colección fue creciendo. Para darle más visibilidad y acondicionar los espacios expositivos se pensó trasladar ese museo de la UAM a este corralón del Rastro, cosa que se hizo efectivo sólo dos años antes de que falleciera Guadalupe. Paneles explicativos te introducen al principio del recorrido en los orígenes del museo y sus variadas colecciones (cestería, alimentación, indumentarias, metales, cerámica, música, temática relacionada con la religión, las fiestas o las etapas de la vida). Después encontramos la pieza del mes y un video con algunas curiosas fiestas populares. 

Uno de los paneles explicativos donde nos cuentan la labor desarrollada
por Guadalupe (SIEMA Matritensis)

El recorrido está organizado de tal forma que se empieza por conocer objetos populares relacionados con los ciclos de la vida: nacimiento, bautismo, matrimonio, juegos de niños, amuletos, la muerte. A mí en concreto me llamaron mucho la atención las sillas parteras de madera procedentes del País Vasco o las rosas de Jericó que se usaban en los partos. Así como los trajes del matrimonio maragato. 

Silla de parturienta de madera, con la parte inferior móvil, procedente del 
País Vasco (SIEMA Matritensis)

Recipientes de cerámica para el momento del parto y rosas de Jericó, que 
se utilizaban como amuletos para ayudar a la dilatación (SIEMA Matritensis)

Traje de gala para la celebración de un matrimonio
maragato (SIEMA Matritensis)

Lo que fueron los bajos del corralón, utilizados como locales comerciales, se 
han transformado ahora en amplios espacios expositivos. Junto al matrimonio maragato divisamos los trajes de Carnaval (SIEMA Matritensis)

Pasaríamos después del ciclo privado de la vida, al ciclo de las fiestas públicas. Empezando por las fiestas de Otoño e Invierno (día de difuntos, Carnaval) o las de Primavera y Verano, mucho más variadas (los toros, fallas, Semana Santa, Corpus Christi, fiestas marianas, las mayas, gigantes y cabezudos). Muy curiosas las "pantallas" y su ruido característico de Xinzo de Limia en Orense; el "cucurrumacho" que asusta con los pelos, cuernos y cencerros; las "botargas y mascaritas" de Almiruete, en Guadalajara, que también se ven en el video; las "jarramplas" de Piornal, en Cáceres; las "tamborradas" de Calanda; los "coliblanco y colinegro" de Baena en Semana Santa; las mayas de Colmenar Viejo; tarascas o gigantes y cabezudos. Realmente un resumen muy vistoso y didáctico.

Gigantes y cabezudos (don Carnal y dñª Cuaresma, Quevedo, la Calderona, Sor Patrocinio, Mari Barbola y Sebastián de Morra, el diablo cojuelo -personajes populares sacados de nuestra literatura, arte  y tradiciones- (SIEMA Matritensis)

Estando en el Rastro no podía faltar una mención a los oficios tradicionales de la zona, como curtidores, herreros o joyeros. Estos talleres que se muestran con todo detalle todavía están en funcionamiento. El de herrero muy utilizado para los carruajes que transportaban ganado al Matadero, alimentos a los mercados cercanos, etc. Curtidores que eran los más populares en el Rastro, por eso el nombre de su calle más ancha y larga como Ribera de Curtidores y todos los cobertizos donde se trabajaban esas pieles o se vendían cueros, sillas, zapatos, aldarbas. Se finaliza esta parte de abajo con una zona donde vemos dos carruajes de madera para transporte de mercancías, uno de ellos pintado con delicadeza y escenas de campo o paisajes detallados.

Detalle del taller de curtidor (SIEMA Matritensis)

Carruajes y  paja para los animales (SIEMA Matritensis)

Carreta de madera pintada con cuadritos de paisajes, procedente de Ávila
(SIEMA Matritensis)

Detalle de los cuadritos de paisajes de esta última carreta (SIEMA Matritensis)

En los pasillos de la parte superior vemos vitrinas expositivas que comienzan por los textiles: bolillos, ligas de matrimonio, cintas de pelo, caminos de mesa). Luego metales y útiles de cocina y casa: planchas, ostiario, flaneras, moldes de repostería, la curiosa jarra con pinchos para recoger el agua de la fuente agría en Puerto Llano. Cerámicas (calentadores, chocolateras, vasijas, fuentes), cestería (como alpargatas, sombreros, chichoneras) o instrumentos musicales. La parte izquierda de la corrala es  utilizada como centro cultural. 

Vitrina expositiva de textiles, con los bolillos, caminos de mesa, etc
(SIEMA Matritensis)

Pasillo con vitrinas expositivas. En primer término la de útiles del hogar y
cocinas (SIEMA Matritensis)

Calentadores de cerámica (SIEMA Matritensis)

Chocolatera de cerámica de Teruel (SIEMA Matritensis)

Vitrina con instrumentos musicales populares (SIEMA Matritensis)

En las visitas culturales de Siema Matritensis, en concreto en la ruta Rastro 2, nos gusta difundir y mostraros este museo. De lunes a viernes abren a las 10-20h y sábados a las 11h. Está en la calle Carlos Arniches nº 3-5 y podéis contactar en telf 914976500 o mail museoatp@uam.es. Su personal siempre nos ha dado un excelente trato. No quería terminar sin antes mencionar un negocio centenario con encanto situado muy cerca del museo, me refiero al Restaurante Malacatín en la calle de la Ruda nº 5. Fundado en 1895 por el conquense Julián Díaz como una taberna de vinos, los "vinos Díaz", que se completaron con el cocido que su mujer, María, hacía para criar a sus doce hijos y atender el local. La fama del cocido creció e hizo famoso el local. El nombre viene por un mendigo que se ponía a pedir limosna en la puerta cantando la melodía de "tin, tin, tin, malacatín, tin, tin, tin". Tan pegadizo que en los años 50 dió nombre a la segunda generación. Nosotros hemos probado el caldito en días de frío, el cocido, sus croquetas caseras, la leche frita y damos fe de lo rico que está todo. El local es pequeño, pero tiene todavía ese sabor castizo que le caracteriza. Con estas imágenes del mismo os dejo buen sabor de boca.

Maribel Piqueras 
Fachada de Malacatín a la calle de la Ruda (SIEMA Matritensis)

Detalle de la barra en su parte alta (SIEMA Matritensis)

Zócalo de azulejos (SIEMA Matritensis)

Fila de jarras para decoración del techo (SIEMA Matritensis)