jueves, 5 de noviembre de 2020

Cárcel de la corona en la calle La Cabeza

 Hay en Lavapies un Centro municipal de mayores que esconde tras de sí una trágica historia. En general, como comenta Galdós en sus Episodios Nacionales, en concreto en el titulado "Gran Oriente": "La calle de la Cabeza es una de las más tristes de Madrid. Compónese toda ella de casas viejas y feas(...). Toda ella tiene un aspecto sombrío, un tinte lúgubre, una mala sombra que no puede definirse, una atmósfera que abruma, un silencio que hiela". Aunque Galdós escribe sobre esta calle a final del s. XIX, recuerda perfectamente la leyenda que da nombre a la calle. En ella vivía en el s. XVII un clérigo acompañado de un criado. El criado decapitó al clérigo, robándole todo y huyendo a Portugal. Regresó a Madrid convertido en todo un caballero y estando en el Rastro comprando carne y una cabeza de carnero, un alguacil le preguntó por el paquete sospechoso que llevaba y del cual salía un rastro de sangre. Comentó el ex-criado que llevaba una cabeza de carnero y al verlo el alguacil vió asombrado la cabeza del clérigo. Detenido al instante, confesó y fue ahorcado en la Plaza Mayor, donde le llevaron en una bandeja de plata la cabeza del clérigo de nuevo. Nada más ser ajusticiado la cabeza humana se convirtió de nuevo en cabeza de ternero. Esta historia es la que da nombre a la calle y explica los dibujos de la azulejería de Ruíz de Luna.

                                     Rótulo explicativo de la calle La Cabeza (SIEMA Matritensis)

Sabemos que la Inquisición en Madrid utilizó varios tipos de cárceles, además de los propios calabozos en la parte baja de los tribunales de la Inquisición,  y uno se pensó específicamente para los presos de rango eclesiástico. Se conocían como cárcel de la corona o cárcel eclesiástica de la corona.  En el plano de Texeira aparece como un caserío normal, sin ninguna particularidad específica. Pero sí sabemos que ,durante el s.XVII, antes de establecerse el primer tribunal de la Inquisición en Madrid en 1650, existían cárceles de la corona para separar a los clérigos que cometían delitos de los seglares. Una de esas cárceles de la corona era esta de la calle de la Cabeza, que tuvo diferentes usos. Cárcel eclesiástica, cárcel para presos liberales cuando en 1814 se encarcelaron aquí diputados liberales al grito de "patria y religión" o cárcel para presos realistas cuando cambia el signo político de los que gobiernan. Éste último caso también lo describe muy bien Galdós cuando en 1821 turbas de liberales y populacho exaltadas entran en esta cárcel de la corona y asesinan a martillazos, sablazos y disparos al famoso cura realista Vinuesa porque consideraban que la pena de 10 años que le habían impuesto los tribunales eran pocos. Con la llegada al trono de Isabel II parece ser que el edificio perdió ese carácter de prisión y se utilizaron sus espacios como cuadras y cocheras. Eso es lo que comprobó en Madrid Galdós cuando llegó en 1862 y en adelante.

                                   Vista general de la antigua cárcel de la corona en la c/ de la Cabeza 
                                                                   (SIEMA Matritensis)

El edificio ocupa la esquina de la calle Lavapies con la de la Cabeza. Es una casa Austria de dos alturas, con patio interior y entrada principal por la calle de la Cabeza. Con zócalo de granito, muros de ladrillo y cornisa de madera sobresaliente con pequeñas buhardillas. Todo el edificio presenta un aspecto muy sobrio, sin ningún tipo de adorno exterior. Galdós la describe así en el "Gran Oriente": "la Cárcel eclesiástica o de la Corona, que estaba en la esquina de la calle Real de Lavapiés y que todavía existe, aunque destinada a cuadras y cocheras (...)Un portalón daba entrada al patio, que no había sufrido variaciones esenciales, y tenía en dos de sus lados columnas de piedra para sostener la crujía alta. Las prisiones estaban en el piso bajo y en los sótanos, y consistían en calabozos inmundos (...)dos puertecillas abiertas a un lado y a otro del zaguán indicaban el Cuerpo de guardia y las habitaciones de algunos empleados de la cárcel". 

Portalón principal de entrada (SIEMA Matritensis)

Fachada de la antigua cárcel de la corona que da a la calle Lavapies
(SIEMA Matritensis)

Patio con corrala en el edificio que fue cárcel de la calle de 
la Cabeza (SIEMA Matritensis)

Vigilados por la sala que fue usada por los guardias, se sube por una escalera de madera a la parte alta y por una, que es la original de granito, se baja desde ese mismo punto a los calabozos
(SIEMA Matritensis)

En este punto terminamos las visitas guiadas por SIEMA Matritensis al hacer la ruta de la Inquisición en Madrid y es muy interesante. Antes se podía entrar dentro del Centro de día sin problema, pero ahora está cerrado por el Covid. En la parte inferior de la fachada de la calle de la Cabeza se ven todavía los agujeros usados como respiraderos exteriores de los calabozos. En el sótano hay un espacio alargado de unos 33m2, dividido en 5 compartimentos con un pasillo que los comunica. Todo de ladrillo y abovedado. Aunque en la cimentación del edificio y en los muros de los calabozos vemos pedernal de la muralla medieval de Madrid. La disposición del pedernal recuerda a otros edificios antiguos de Madrid donde también se utilizaron restos de la muralla, como la casa de las 7 chimeneas, por ejemplo. También hay unos huecos con pequeñas rejas que comunican los diferentes calabozos entre sí, supongo que para ventilación, y se encontraron argollas ancladas en las paredes de los mismos. En las puertas de madera, se abre una pequeña ventana con mirilla. Cuando Galdós escribe la segunda serie de los Episodios Nacionales, donde comenta este edificio, ya se utilizaban como cuadras y cocheras. Después hubo una taberna en los bajos con dos puertas, una por cada fachada. La puerta que daba a la calle Lavapiés se cegó. Se utilizó como plató de TVE para rodar en el patio algunas de las escenas de la serie Fortunata y Jacinta. Desde el 2012, ya reformado, se le dió uso para centro de día de esta zona, conocido como centro municipal de mayores Antón Martín, que tanto se le echa de menos en el barrio. Esperemos que pronto pueda abrir sus puertas y volver a reanudar la actividad con los mayores. Para terminar os mostraré unas interesantes fotografías del interior sacadas por mi misma y que nos ambientan muy bien.

Maribel Piqueras
                                   Calabozo abovedado en los sótanos, dividido en cinco estancias. 
                          Se ven muy bien los muros con restos del pedernal (SIEMA Matritensis)


Casa de las 7 chimeneas (SIEMA Matritensis)


Huecos respiradero entre  los compartimentos del sótano
(SIEMA Matritensis)

Agujeros de respiración en los calabozos, que se aprecian también 
desde el exterior (SIEMA Matritensis)

Pasillo que separa las cinco cámaras (SIEMA Matritensis)




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