Aprovechando la exposición "Fuimos los primeros", que se desarrolla en el bonito edificio histórico del Cuartel General de la Armada, me propongo contaros un poco de la historia de este espectacular edificio y, por supuesto, recorrer de manera resumida lo que fue la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano. Para los orígenes del edificio habría que remontarse a 1915, cuando el entonces Ministro de Hacienda propuso al rey Alfonso XIII una nueva sede para Ministerio de Marina. Se utilizaron los terrenos de uso público que habían pertenecido a la Corona en el Parque del Buen Retiro, junto al espacio utilizado por el Palacio de las Telecomunicaciones. Los arquitectos José Espelius y, a la muerte de éste, Francisco Javier Luque, se encargaron del proyecto, cuyas obras duraron entre 1925 y 1928, año en que se inauguró. El estilo es ecléctico, tanto al interior como al exterior. Destaca la fachada principal, que da a la calle Montalbán, con sus cuerpos de guardia, galerías de arcos neogóticos, decoración plateresca o heráldica antigua. Sobresale un torreón que se puede percibir desde varios puntos de Madrid, como cuando saqué la foto desde la terraza del CBA.
Palacio de Godoy o de los Secretarios de Estado, realizado por Sabatini en el s XVIII
en estilo neoclásico y donde se situó luego el Ministerio de Marina (SIEMA Matritensis)
Hall del Palacio de los Secretarios de Estado (SIEMA Matritensis)
Exterior del Cuartel General de la Armada, con sus dos fachadas: Montalbán y Juan de Mena
(Foto armada.mde.es)
Detalle de la fachada principal (Blog Manuel de Blas)
Vistas del E de Madrid desde la terraza del CBA. Al fondo, a la derecha, el Cuartel General de
la Armada con su torreón donde ondea la bandera española (SIEMA Matritensis)
El edificio presenta una planta rectangular con dos patios cubiertos por vidriera de la casa Maumejan con motivos relacionados con el mar: Neptuno, caballos de mar, sirenas, escudos del siglo XVI. Lo que siempre impacta es la escalera monumental de mármol de Carrara en tonos crema, con jaspeados como si fueran algas marinas. Parece una escalera imperial palaciega. Las balaustradas las rematan pináculos y cuelgan también unos faroles de bronce que recuerdan los faroles de navío. Desde la galería superior se puede ver sobre el primer tramo un friso de relieve clásico que procede del antiguo palacio de Godoy. En 1928 trasladaron algunos elementos de ese palacio a este edificio, como este friso, o el despacho de Godoy con sus maderas finas y mobiliario de lujo trabajado por el francés Jean Demósthene Dugourc. Otras estancias interesantes son el comedor de gala, la capilla (con la Virgen del Carmen), la Biblioteca (que contiene 90.000 volúmenes, fechados entre s XVI-XIX la mayoría y de temática naval)o el Museo Naval (actualmente en obras de acondicionamiento). Los órganos de gobierno, seguridad, comunicación, historia o asesoría jurídica relacionados con la armada tienen sus sedes aquí. En 1970 arquitectos como Alberto López Asiain o Rafael de la Hoz realizaron una moderna ampliación que da a la calle Juan de Mena.
Escalera monumental cubierta por vidrieras y con el farol de bronce
en sus inicios (SIEMA Matritensis)
Desde la galería superior se aprecia el friso con relieves clásicos procedente
del antiguo palacio de Godoy, situado en la parte de atrás del arco del primer
tramo ( Foto Blog Manuel de Blas)
Decoración de uno de los patios del Museo Naval (SIEMA Matritensis)
Vidriera de la casa Maumejan que cubre el patio (SIEMA Matritensis)
La exposición "Fuimos los primeros" está organizada, de manera muy didáctica, en cinco apartados. Es un complemento a la magnífica que se desarrolla en Sevilla. Y ha sido tal el éxito de público que la han alargado otros dos meses más. Así que podremos disfrutar de ella hasta marzo.
1. El mundo de Magallanes y Elcano: nos presenta ese mundo de inicios del s XVI donde las mercancias más preciadas las traían de los mercados orientales (tintes, textiles, especias o joyas), pero que tras la toma de Constantinopla por los turcos se empezó a pensar en la búsqueda de rutas alternativas para acercarse hacia Asia, como ya lo habían intentado Colón, descubriendo América, o los portugueses bordeando África. Ese mundo conocido se aprecia en la carta de Juan de la Cosa, de 1500, y cuyo original se conserva en el Museo Naval, exponiéndose al público un facsimil. Ambientan muy bien los miedos y supersticiones de los marineros cuando surcan mares desconocidos y muy interesantes también las vitrinas donde se muestran los conocimientos técnicos de la época.
Carta de Juan de la Cosa, en el Museo Naval (SIEMA Matritensis)
Derrotero del Mateo Jorge, piloto mayor de las Indias, s XVI. Manuscrito del
Museo Naval (SIEMA Matritensis)
2.El Origen del Viaje. Retratos de los protagonistas nos abren la sala: Fernando de Aragón y el Tratado de Tordesillas, Juana de Castilla, Magallanes o el busto de Carlos V . El antecedente del descubrimiento del Mar del Sur en 1513, las capitulaciones de Valladolid de 1518 que autorizan el viaje financiado por la Corona española.
Juana de Castilla, del llamado Maestro de vida de S.José, 1501-10, Museo de Escultura
de Valladolid (SIEMA Matritensis)
Busto de un joven Carlos V, anónimo, en madera policromada, del
Museo de Bellas Artes de Gante (SIEMA Matritensis)
3. Preparación del Viaje: Interesante las maquetas de las 5 naos, con sus costes y capacidad, especialmente la maqueta grande de la nao Victoria, trabajada con todo detalle para la conmemoración de la gesta. La Sevilla de donde salen, los pertrechos que se llevan, los instrumentos de navegación utilizados y las hojas del diario de Magallanes, así como el mapa que manejó durante el viaje (Carta Kunstmann IV, realizada por los portugueses Jorge y Pedro Reinel en 1519).
Maqueta de la nao Victoria, realizada por Fco Fernández González, Luis Fariña, Fernando Sagra y José Antonio Álvarez , 2019 (SIEMA Matritensis).
Carta Kunstmannn IV . Edición ilustrada copia del original, 1843. Biblioteca
Nacional de Francia, París (SIEMA Matritensis)
4. El viaje: desde el primer momento siempre tuvo en su contra al rey de Portugal, Manuel I, a pesar de haberle propuesto en primer lugar Magallanes al rey portugués la organización del viaje. Las cinco naos partieron del puerto de Sevilla el 10 de agosto de 1519, pero tuvieron que hacer escala de más de un mes en San Lucar de Barrameda debido a un boicot en su cargamento. Después, la primera parte del viaje por rutas ya conocidas por los navegantes hasta llegar al río de Solís. A partir de ahí comenzará la parte dura del viaje, el invierno en esas aguas del hemisferio sur, que les obligará desde marzo de 1520 a pasar meses en torno al puerto de San Julián, donde se producirán revueltas por el malestar de la tripulación.
Itinerario general de la primera vuelta al mundo
Habiendo mejorado el tiempo, en octubre de 1520 se adentran en el comienzo del Estrecho, para llegar a fines de noviembre a lo que llamaron Cabo deseado o puerta final del Estrecho por la que se pasa ya al Mar del Sur. Sólo van ya tres naves y la tripulación está diezmada por el hambre, el escorbuto y el agotamiento. Magallanes logra mantener el ánimo y el rumbo para alcanzar las islas Marianas en marzo de 1521, desde donde ponen rumbo al archipiélago de San Lázaro o Filipinas. Aquí se cuenta con detalle la historia del famoso Niño de Cebú y la muerte de Magallanes el 27 de abril de 1521.
Diario de navegación de Fernando Magallanes, copia s XVIII de Francisco Albo
, archivo Museo Naval (SIEMA Matritensis)
Falconete y bolas de falcón, museo Naval (SIEMA Matritensis)
Se plantea ahora el problema del mando de la expedición, entregándoselo primero a parientes y amigos de Magallanes, para pasar luego a una especie de triunvirato entre el capitán de la Trinidad, el de la Victoria y el escribano de la Victoria. En Borneo estuvieron más de un mes reparando naves. Sólo les quedaban la Trinidad y la Victoria. El 8 de Noviembre de 1521 entraron triunfantes en el puerto de Tidore, en las Molucas. Allí se quedó la Trinidad reparando vías de agua y luego decidiría volver, pero en dirección a Panamá para evitar el dominio portugués. Elcano, al mando de la nao Victoria, puso rumbo a España bordeando las costas africanas con 47 hombres de la tripulación. Es en esta parte última de la navegación donde se perciben mejor las dotes de inteligencia y navegación que tenía el capital español. Por fin avistarían el cabo de San Vicente el 4 de Septiembre de 1522, con sólo 18 supervivientes en la nao Victoria y después de 3 años de navegación.
5. Consecuencias de la primera vuelta al mundo: la correspondencia entre Carlos V y Elcano, la entrevista entre ellos a su vuelta en Valladolid, las descripciones y mapas realizados tras el viaje nos muestran un mundo donde definitivamente se confirma que América no son las Indias y se completa el mapa americano con sus puertos correctos. Hay muchas relaciones interesantes sobre ese viaje: Pigafetta, que sería la más extensa y literaria, Albo que hace una relación mucho más precisa en cuanto a datos marítimos, las cartas de Elcano, etc...Y a partir de 1522 empiezan a plasmar esa información en cartas para uso de las autoridades. En resumen, una maravilla de gesta realizada con naos españolas, financiada por la corona española y capitaneada tras la muerte de Magallanes por un español de la talla de Elcano. Unos auténticos héroes de verdad, en un mundo donde no tenían conocimientos ni medios técnicos o materiales para que así sucediera. Desde SIEMA Matritensis hemos organizado varias visitas a la misma y seguiremos haciéndolo este mes y en febrero. Hechos como éste requieren máxima difusión.
Maribel Piqueras
Vitrina con instrumentos de navegación de la época (SIEMA Matritensisi)
Carlos V retratado por Pantoja de la Cruz, préstamo del
Museo del Prado (SIEMA Matritensis)
Carta de Carlos V a Elcano donde acusa el recibo de sus letras y le manda que
acuda a Valladolid ( SIEMA Matritensis)
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