lunes, 5 de marzo de 2018

La Magistral de Alcalá

La Iglesia Magistral de Alcalá de Henares se levantó sobre el lugar en que fueron enterrados los santos niños Justo y Pastor, que fueron martirizados a las afueras de la ciudad romana de Complutum, en el año 304, cuando la persecución de Diocleciano. En torno a ese punto surgirá el núcleo de la Alcalá cristiana medieval. Primero hubo una ermita, que pasaría a parroquia medieval durante el s.XII. Unos siglos después, el arzobispo Carrillo, la elevaría a rango de colegiata. En esta Colegiata de los Santos Niños Justo y Pastor tendría lugar el bautizo de Catalina de Aragón, hija de Isabel y Fernando, quien nació en Alcalá durante la noche del 15 de Diciembre de 1485. La bautizó el cardenal Mendoza. Pero el edificio que nos ocupa es otro de los grandes logros del cardenal Cisneros en Alcalá y está en estrecha relación con la universidad. Cisneros encargó a los hermanos arquitectos Antón y Enrique Egás la construcción de un edificio más solemne, en piedra, con elegante decoración en estilo gótico tardío. También se sabe que como maestro de obras trabajó Pedro Gumiel, oriundo de Alcalá. Se construyó entre 1498 y 1514. Es una de las dos iglesias en el mundo que tienen el título de Magistral, otorgado en 1519 por el Papa, porque sus canónigos debían ser magister de la universidad. La otra es Lovaina. Cisneros no llegó a gozar de ese título en vida, pero si bautizó a Fernando, hijo de Juana la Loca, en la Magistral aún en obras en 1503. 

Imágenes del interior de la Magistral antes de la 
Guerra Civil (La Luna de Alcalá)

Dibujo de Cisneros en la construcción de la catedral. 
Exposición 500 aniversario de la Magistral 

Gracias a los documentos y fotografías anteriores a la Guerra Civil podemos contemplar esta Magistral gótica, con el coro en la nave central y un primer plano del sepulcro plateresco del cardenal Carrillo. Entonces, como era típico en algunas catedrales góticas españolas, se ponía el coro en el centro o parte baja de la nave central cortando la perspectiva que ahora tiene la nave central. La planta es de tres naves, separadas las laterales por pilares y altos arcos ojivales. Sobre los pilares finas columnas. Las bóvedas son de crucería gótica y, tras el altar mayor, una amplia girola. 

Naves y pilares del interior de la Magistral (Foto SIEMA)

Ábside exterior de la Magistral (Foto SIEMA)

Muro lateral de la Magistral que da a la plaza 
(Foto SIEMA)

Portada de gótico isabelino o final en la 
fachada principal (Foto SIEMA)

Torre de la Magistral (Foto SIEMA)

Vista general de la lonja de entrada (Foto SIEMA)

Del exterior llaman la atención sus dimensiones y materiales de construcción: sillares de piedra. Restos del pasado cisneriano se perciben en los contrafuertes de los muros laterales, el ábside, y las dos portadas isabelinas: la del muro lateral y la de la fachada con sus juegos de arcos (trilobulados, carpaneles) enmarcados en un alfiz. Destaca también la alta torre de tres cuerpos. De estilo herreriano, debemos su traza a Rodrigo Gil de Hontañón (ya en la época de Carlos V), quien realizó el primer cuerpo. La remató Nicolás de Vergara en 1582. Se percibe su perfil de piedra con el chapitel apizarrado desde grandes distancias. Presenta un bonito cuerpo de campanas más moderno. 

Reja del altar mayor ( Foto SIEMA)

Cristo moderno en el altar mayor (Foto SIEMA)

Virgen de Cisneros  (Foto SIEMA)

La Magistral es catedral desde 1991. La única catedral gótica que existe en la Comunidad de Madrid. En el interior está bastante vacío de decoración, es como minimalista y con muchas mezclas de estilos. Menos mal que conserva casi toda la estructura arquitectónica original. Esto se debe a que su patrimonio artístico fue destruido por los republicanos en julio de 1936. No queda, por tanto, el coro original con sus dos órganos (uno era del s XV y otro barroco), ni el retablo  de Felipe Bigarny, del que sólo se salvo la Virgen de Cisneros o Virgen de la Sabiduría, ni los otros retablos de las capillas. Si podemos contemplar las tres hermosas rejas de Juan Francés (1509). También en la girola está el suelo cubierto con lápidas funerarias, incluso el cuerpo de Cisneros se trasladó a la girola, justo detrás del altar mayor, con una sencilla lápida y un relieve en bronce moderno. Su monumento funerario permanece en la capilla de San Ildefonso, como ya tratamos en otra entrada del blog http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2017/11/universidad-de-alcala-y-cisneros.html. Muy elaborado es el monumento funerario del canónigo Gregorio Hernández, un arcosolio de estilo plateresco. Era el capellán de las Juanas y se trasladó a esta lugar en el sXIX. Hay una curiosa leyenda alcalaina que manda tocar a las jóvenes casamenteras su nariz para lograr un buen novio o marido, por eso está sin nariz. 

Tumba de Cisneros con la placa de bronce
(Foto SIEMA)

Tumba de Gregorio Hernandez (Foto SIEMA)

Detalle de Gregorio Hernández (Foto SIEMA)

Bajo el presbiterio se encuentra la cripta de los Santos Niños en su estructura original. En uno de los laterales podemos ver la losa con las huellas de las dos rodillas de ambos niños que quedaron impresas al ser decapitados. También repisas con reliquias diversas. Justo en frente el arca de plata de los hermanos Zurreño (1702) donde se custodian las reliquias de esos santos niños. En el año 1568 regresaron a este templo desde Huesca.

Cripta: losas con restos huellas rodillas (Foto SIEMA)

Detalle de la urna de los Santos Niños (Foto SIEMA)

Vista de la urna completa en la cripta (Foto SIEMA)

A la derecha del presbiterio se sitúa la puerta que conduce al claustro de estilo herreriano, como la torre, y al museo catedralicio. El claustro es de planta rectangular, rodeado de una galería con arcos de medio punto sobre pilares y pilastras toscanas de separación entre los mismos. Lo que sería la galería superior se nos muestra cerrada. Las cubiertas son de teja y no de pizarra como la torre. En ese claustro se exponen algunos restos del entorno de la escalera monumental que realizó Covarrubias para el palacio arzobispal de Alcalá. Merece la pena contemplarlos con detalle. Así como los paneles que explican al público, de manera muy didáctica, la evolución de esta magistral de Alcalá.

Claustro de la Magistral (Foto SIEMA)

Claustro y torre (Foto SIEMA)

Ruinas de la escalera monumental que realizó Covarrubias para el
palacio arzobispal (Foto SIEMA)

Detalle de la decoración plateresca con grutescos en la escalera monumental
que realizó Covarrubias en el palacio arzobispal (Foto SIEMA)

Desde el interior vemos como las capillas del lado N y, también, las de la girola, estás derruidas. Esto es así desde antes de la Guerra Civil, ya que el arquitecto Cabello Lapiedra decidió suprimirlas a comienzos del s XX, así como las casas adheridas a ellas para despejar el espacio de las fachadas a la plaza. Después vino el gran destrozo ocasionado por la Guerra, cuya reconstrucción se empezó en 1947. Si mencionamos las capillas más importantes encontramos primero, a la derecha, la herreriana y sobria de San Pedro, que es la del Sagrario y la más grande de todas. La de la Virgen del Val (copia original de la de alabastro del s XIII), la importante de San Diego de Alcalá con la trabajada urna de plata que contiene su cuerpo incorrupto. Justo detrás de la reja de entrada, donde se situaba el trascoro y estaba la tumba renacentista del cardenal Carrillo, que trajeron en 1856 desde su emplazamiento original, el convento de Santa María cuando se convirtió en cuartel, hayamos ahora una placa que recuerda que yace en ese lugar. Su magnífico sepulcro fue destruido por radicales anticlericales durante la guerra civil. En la primera imagen que os he puesto en esta entrada se ve este sepulcro y el trascoro antes de que lo destruyeran.

Tumba de San Diego de Alcalá (Foto SIEMA)

Placa de la tumba del cardenal Carrillo (Foto SIEMA)


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Maribel Piqueras 





3 comentarios:

  1. El golpe del 18 de julio de 1936 triunfó inicialmente en Alcalá de Henares, donde había varios acuartelamientos militares. Se desplazaron milicias de Madrid para acabar con el golpe en Alcalá. Lo consiguieron y, después de la batalla con muertos de por medio, un grupo de los más radicales quemaron diferentes monumentos religiosos de Alcalá, entre ellos la magistral, de la que algunas piezas se llevaron al ayuntamiento para protegerlas. En ese contexto, sin participación del ayuntamiento republicano de Alcalá, ocurrió lo que nunca debió pasar, empezando por el golpe militar, sin el cual nada de lo posterior habría pasado. Es una pena que se escriban tantas cosas sin una mínima contextualización, con acusaciones genéricas de "los republicanos".

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    1. Muchas gracias Javier por esa apreciación histórica. Como sabes es un blog de difusión y no me puedo alargar o concretar tantos datos históricos como quisiera.

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  2. Fuera de mi crítica, enhorabuena por esta excelente página. De primer nivel.

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