BASÍLICA DE S.FRANCISCO EL GRANDE
Esta iglesia fué construída en el emplazamiento del antiguo convento franciscano que era el nucleo de esta arrabal del Madrid de los Austrias. El rey Carlos III, tan afín a la orden franciscana y no a los jesuítas (como habían sido sus antecesores en el trono durante los s.XVI y XVII), decidió demoler el viejo convento y construir uno majestuoso. El nuevo lo diseñó F. Francisco Cabezas: pensó en una planta circulár con profundas capillas entre pilares y la cúpula más grande de todo Madrid (33 ms de diámetro). Se inspiró en el panteón de Agripa y en la iglesia del Sto. Sepulcro de Jerusalem. Además, aquí se concentraba la Obra Pía de los Santos Lugares. Pero el Arquitecto Municipal y la Real Academia pusieron muchas pegas al proyecto, ya que pensaban que los refuerzos de las capillas no podrían aguantar el empuje de la gran cúpula. Así que, al final, decidieron suprimir el tambor con columnas sobre el que se asentaba la cúpula. Cabezas, muy cansado de esperar y luchar, abandona la dirección de la obra en el año 1768. Más tarde, en 1776, continuarían las obras Sabatini y Miguel Fernández. Se cubrió la iglesia con la cúpula sin tambor, se construyó el convento y la fachada neoclásica. En el interior trabajarían pintores y decoradores del s.XVIII como Bayeu (que realizó las pinturas del retablo primitivo), Goya, Maella, Ferro, del Castillo, los hermanos González Velázquez. Por fín, en 1784, se inauguró la iglesia con la advocación de Nra Sra de los Ángeles, pero se conoce popularmente como San Francisco el Grande por sus dimensiones.
Bajando desde la Plaza de la Paja es como se percibe en todo su esplendor la fachada neoclásica. Es convexa y consta de dos cuerpos. Abajo tres huecos de arcos de medio punto separados por columnas dóricas de orden gigante y arriba tres grandes ventanales con remates rectos. En el centro lo remata un pequeño frontón con los escudos de la orden. Se aprecia la gran cúpula con linterna que descansa sin tambor y las dos torres con campanas de carrillón en los laterales(8 en un lado y 11 en otro que se colocaron en 1882). Otra vista interesante del exterior se da si nos situamos hacia la izquierda, sobre el parque de las Dalias, para contemplar el inmenso muro lateral y las cubiertas abovedadas de las capillas así como los solidos pilares entres ellas ( como en la fotografía siguiente) También a este edificio le afecta la convulsa historia del Madrid del s.XIX. En 1808 lo ocuparon tropas francesas. José Bonaparte lo convirtió en hospital civil y si este rey se hubiera mantenido más tiempo en su trono habría sido capaz de desarrollar el proyecto de hacer una calle grande y ancha para comunicar el Palacio Real con S.Francisco y establecer en la iglesia las Cortes. En 1834 sufrió una matanza de frailes por las turbas, lo que llevó a cerrar la iglesia al culto hasta 1927. En esos años se convirtió en panteón de hombres ilustres y aquí estuvieron las tumbas de Ventura Rodriguez, Juan de Villanueva, Garcilaso, Calderón de la Barca o el Marqués de la Ensenada por ejemplo. De Cánovas del Castillo parte la idea de reformar el templo de nuevo. Estamos en una época de estabilidad política con la Restauración, de gran bonanza económica y en los años 80 del sXIX se acomete una gran decoración del interior del templo. Aquí se celebraron los funerales de la reina Mª Mercedes y será una iglesia muy utilizada por la realeza.
Nada más atravesar el pórtico de entrada nos damos cuenta de las grandes riquezas que atesora. Está todo él pavimentado de mosaicos, con zócalos, pilares y pilastras revestidos de mármol. a lo que hay que sumar los trabajos en madera de nogal americano sobre las tres puertas de entradas, con talla que recuerda al plateresco: representan a Cristo crucificado entre los dos ladrones, con recuadros de escenas del Antiguo y nuevo Testamento. Rodeado todo ello por cordones de la orden franciscana y cruces de Jerusalem.
La inmensidad y unidad espacial que se logra con la gran cúpula nos deja sin aliento. Al pié de las pilastras de la rotonda se sitúan 12 apóstoles en marmol de Carrara realizados por diferentes escultores del s.XIX, entre los que destacan el S. Mateo de Mariano Benlliure o S.Andrés y S. Bartolomé de Ricardo Bellver. Todos los trabajos de marmol para los altares de las capillas, el altar mayor, escaleras y púlpitos son de la casa Nícoli. Esta familia de escultores oriundos de Carrara llego a España en tiempo de Isabel II y establecieron un exitoso taller en Madrid, donde trabajaban por catálogo según modelos renacentistas o barrocos italianos, pero también diseñaban escultoras originales de ellos mismos. Trabajarán en los más importantes palacios del s.XIX de Madrid. Las vidrieras de la parte baja de la cúpula fueron construídas por la casa alemana Mayer y Cía y tratan de temas marianos. Los ocho paneles como gajos de naranja que la decoran están realizados en oleo sobre una base de yeso, de ahí su color tan brillante. Los dos mayores representan a Nra Sra de los Ángeles sobre el altar Mayor y los estigmas de S. Francisco sobre el coro.
Recorriendo las capillas por orden, vemos que las dos más antiguas, decoradas en la etapa original de 1783-84 son las situadas junto a la entrada, como la de la fotografía de arriba que corresponde a la Capilla de S.Antonio, por la escultura de S. Antonio de Padua sobre el altar mayor. Es una capilla de estilo barroco, toda ella es del s.XVIII, como la "Immaculada" de Maella, la curiosa "Sagrada Familia" de Gregorio Ferro a la izquierda ( con esa iconografía rococó de San José tan cariñoso con el Niño)y el "Abrazo de Sto. Domingo a San Francisco" de José del Castillo. La Capilla de las Mercedes es de estilo renacentista, con el altar de mármoles florentinos, pero rodeada ya de monumentales lienzos del s.XIX con el tema de fondo del amor a los niños o al Niño Jesús. La Capilla de la Pasión es de estilo bizantino y en ella intervienen artistas de renombre en la pintura realista o histórica decimonónica española,como Moreno Carbonero o Muñoz Degráin (con el cuadro simbolista del "Entierro de Jesús") . En cuanto a la Capilla Mayor destacan los paneles realizados por Alejandro Ferrant y Dominguez en 1885 con escenas de la aparición de Nra Sra de los Ángeles a San Francisco y la visita de éste al Papa, además de las monumentales esculturas en madera imitando bronce los los cuatro evangelistas. Pero, obre todo, nuestros ojos se van a la sillería plateresca procedente del Monasterio del Parral en Segovia, e intalada aquí en el siglo XIX (es una maravillosa talla realizada por un discípulo de Berruguete) y se puede apreciar en la siguiente foto.
Continuamos el recorrido al otro lado del altar mayor por la Capilla de la Virgen del Olvido, con la pequeña imagen barroca encontrada tras una vidriera bajo el coro, que es la que da nombre a la capilla y los impresionanteslienzos que tratan el tema de la institución de la orden de la Immaculada por Carlos III y la proclamación de este dogma. Hay que decir que la bandera de Europa, azúl con las estrellas de fondo, se basa en los colores e imágenes de esta orden creada por Carlos III. La siguiente Capilla de Santiago rinde homenaje a las órdenes militares españolas. Y, por último, la más antigua de San Bernardino, donde se encuentra el gran lienzo de Goya junto a sus coetáneos. Es esta una de las primeras obras de Goya a su llegada a Madrid, cuando está trabajando como cartonista para la Real Fábrica de Tapices y, de hecho, mantiene las características de este periodo (gama variada de luminosos colores, escenas de paisaje, composiciones complejas de muchos personajes). Representa a San Beranrdino predicando a Alfonso V de Nápoles y a sus cortesanos. A la derecha aparece un Goya joven autoretratado.
Tras el altar mayor se puede acceder a otras joyas de la iglesia, como son la Antesacristía y Sacristía. En ellas el suelo es de madera finas, las bóvedas con frescos de Contreras del s.XIX, pero destaca la sillería que recorre todas las paredes: es una sillería procedente del Monasterio del Paular, en talla plateresca. El oscuro de la madera sobre la tonalidad roja de la pared crea un llamativo contraste. Los lienzos de la sacristía son copia de Jesús y los 12 apóstoles de Ribera . En la Sala Capitular está lo más bonito de la sillería bajo otra bóveda de Contreras. Rodeando la sacristía y bordeando el altar mayor se situá la antigua sillería, mucho más sencilla, del s.XVIII. Estos tres tramos rectangulares se utilizan como pinacoteca, para exponer obras provenientes de diferentes conventos franciscanos, muchos de ellos demolidos o expropiados por la desamortización. Van desde el s.XVI al XIX y encontramos , especialmente en el tramo tercero, las mejores obras de arte de Zurbarán, Alonso Cano, Ricci, Pacheco y Velázquez o González Velázquez.
Se podría contar mucho más de la iglesia de San Francisco. Durante la Guerra Civil sirvió, por ejemplo, de almacén de obras de arte procedentes del cercano Palacio Real. El Papa Juan XXIII la elevó a Basílica Menor en 1963. En 1980 se declaró monumento histórico artístico y hoy es una de las mejores iglesias para visitar y para casarse. Dependiendo también de los franciscanos, en la cercana calle de Bernabé 13 conviene aprovechar y visitar el hospital del s.XVII del cual hablaré ahora.
IGLESIA Y HOSPITAL DE LA VENERABLE ORDEN TERCERA
Si San Francisco es de sobra conocido, no ocurre lo mismo con esta joya oculta del Madrid barroco. Su historia comienza en 1678 cuando, a la vez que se termina la ejecución de la adyacente Capilla del Cristo de los Dolores junto a San Francisco, se funda este hospital para los cofrades enfermos. El mismo arquitecto de esa capilla, Marcos López, así como Felipe Sánchez, son los que realizan las trazas de este hospital. Las obras durarán desde 1679 hasta 1686 en que se inaugura. Consta de un patio sobre el que se configuran las dos galerías del hospital. Sobre las paredes de la planta baja de ese patio cuelgan obras de arte como "La Immaculada" de Pereda. También se mantiene intacta la escalera del doble rampa del s.XVII en torno a la cual se muestran cuadros de Carreño de Miranda, Van Dyck o Sánchez Cotán.
Este hospital se declaró, en 1887, establecimiento de beneficiencia particular por orden del Duque de Abrantes y todavía hoy en día funciona como hsopital, siendo habitual poder acceder a esto que estoy comentando los días de diario. La fachada de la iglesia es un gran rectángulo con una puerta de arco de medio punto. Es convexa, rematada en ático mixtilíneo. Todo ello generando el contraste de luces y movimiento tran propio del Barroco. El interior responde a una sola nave donde las separaciones son pilastras de capitel dórico con retablos barrocos de madera dorada entre los arcos. La cornisa que recorre la nave es muy sobresaliente. Está toda ella abovedada y, sobre el crucero, hay una cúpula de tambor sobre pechinas con escudos de la orden franciscana. El retablo, sin embargo, es posterior, neoclásico del s.XVIII
Junto a estos monumentos del Madrid histórico aparecen negocios interesantes. Por ejemplo, en la vecina calle con el nombre de nuestro patrón, en San Isidro Labrador nº 13, está La Tahona de San Isidro. Se puede decir de ella que es "pequeñita, pero matona" porque encuentras de todo realizado de modo artesanal. Desde comida salada para llevar ( guisos, lentejas, spaghetty, lasaña, empanadas,ensaladas), dulces como todo tipo de tartas o magdalenas, rosquillas, hasta quesos, pan , patés, latas. Los que atienden son un encanto. Yendo ya para el Mercado de la Cebada encontramos una tienda muy apropiada para esta épcoca de carnaval, me refiero al almacén Fiesta cerrada, en la calle Oriente nº 3. Aquí hay todo tipo de disfraces para niños y adultos, así como complementos de fiesta, bromas, cosas de cumple, etc....
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