La antigua Fábrica de Cervezas el Águila es hoy un enorme complejo cultural de la Comunidad de Madrid. Me gustaría contaros un poco su historia y evolución en esta entrada. El agua de cerveza fermentada ya se consumía en el Neolítico y se han encontrado restos arqueológicos de la misma en un yacimiento de Ambrona (Soria). Pero como la conocemos hoy en día se empezó a consumir en la corte. La trajo Carlos V de Flandes. Así que no entró la famosa cerveza alemana en nuestro país, sino la cerveza flamenca, con maestros cerveceros de esos lugares, como Gante o Brujas. Hasta el siglo XIX la producción de cerveza era muy elitista y el rey controlaba ese monopolio. Existían muy pocos puestos de venta en Madrid todavía en esa época.
Carlos V es el que introdujo la cerveza, flamenca, en la corte de España. Busto realizado por los Leoni que se conserva en museo del Prado ( foto Elena Novoa)
La Revolución Industrial trajo consigo el desarrollo de más de una fábrica. La que nos ocupa, en la zona de Delicias, no fue la primera. La mayoría se colocaron en el Ensanche madrileño. Las más antiguas son de 1815 y se situaban por la zona de Hortaleza (como las fábricas de Santa Bárbara o la Deliciosa), en 1830 surge una en Lavapiés; en 1830 la Mahou en c/Amaniel -también reconvertida en institución cultural-; en 1898 la del Laurel de Baco por la calle Arcipreste de Hita. Y así llegaríamos a 1900, año en que se fundó la que nos ocupa por Augusto Comas y Blanco.
Edificio de arquitectura temporal para la Exposición de Industrias madrileñas que hubo en el parque del Retiro en 1907. Este en concreto representaba las cervezas el Águila (fotografía histórica)
Augusto Comas procedía de buena familia valenciana y desarrolló sus estudios en varias universidades alemanas, como Leipzig, Heilderberg, Berlín o Bonn. De allí le vino su amor a la cerveza alemana. Creó la marca Águila en Madrid, con ese ave que representaba el imperio alemán y se trajo para el proyecto a ingenieros alemanes. Estos ingenieros propusieron avances muy modernos para la época, tanto en maquinaria como en abastecimiento de gas o electricidad. Antes de la construcción del edificio neomudéjar habían participado con un bonito edificio en la Exposición de Industrias Madrileñas de 1907. Situando la gran águila sobre la entrada principal y torreones de estilo alemán medieval para remates. Después encargaron al arquitecto español, Eugenio Jiménez Corera un proyecto de 10 edificios dentro del gran complejo junto a la estación de las Delicias. En la zona del Ensanche dedicada a industrias y abastecimientos. A Jiménez Corera le gustaba la arquitectura historicista medieval, como ya había desarrollado en la iglesia de la Concepción (neogótica) o en San Fermín de los Navarros (neomudéjar). Así que se inspiró en la arquitectura neomudéjar para estos edificios industriales. Trabajó en el proyecto entre 1912-1914. Entre 1915-1935 continuaría los trabajos, ampliándolos y modernizando las estructura otro arquitecto, Luís Sainz de los Terreros, otro famoso arquitecto que trabajó también en otros edificios característicos de Madrid, como el edificio Adriática de la Gran Vía.
Vista general de la fábrica al entrar al complejo. En el suelo se aprecian todavía los railes de las vías para trasportar (SIEMA Matritensis)
Remate del edificio para oficinas y administración, con las cerámicas representando el nombre de la fábrica y el emblema del águila (SIEMA Matritensis)
Detalle de las ventanas con la elaborada arquitectura de ladrillo, sus juegos geométricos de separación de pisos, sus arcos rebajados con clave central resaltada en las ventanas y los adornos
de cerámica en verdes, azules y amarillos (como los colores de las flores del lúpulo)
(SIEMA Matritensis)
Otros frisos con cerámicas diferentes bajo las ventanas (SIEMA Matritensis) El complejo industrial constaba de 10 edificios. Según entrabas al mismo, a la izquierda, se situaba un bonito edificio de ladrillo, con decoración muy elaborada en ladrillo y cerámica, donde estaba instalada la portería, despacho del director, demás oficinas y administración. Justo al lado, los edificios más importantes para la fabricación: el gran silo, horno de cocción, edificio de molido, el edificio redondo con chimenea para la fermentación del lúpulo, maquinaria para la fabricación de cerveza -de la que todavía quedan algunos ejemplos en la Biblioteca Regional-. Al fondo estaba la hielera. Hasta ella llegaban los railes que transportaban al interno de la fábrica los materiales, pero también hasta la estación de Delicias. Frente al edificio de fermentación se situaba el edificio para embotellado, con su decoración como paneles de abejas para airearlo. En la parte más a la derecha estaban el almacén y cocheras. El estilo arquitectónico recordaba al neomudéjar, con mucha influencia de la arquitectura medieval alemana. Los remates de almenas en el edificio de oficinas, el redondo para fermentación con esos remates tan germánicos. En 1930 era la cerveza más consumida, así que le vino muy bien la ampliación de la fábrica para poder abastecer a todas sus necesidades.
Fotografía antigua de la fábrica del Águila en Delicias
Edificio de administración y, a la derecha, el pabellón de fermentación, con su estilo medieval alemán y su chimenea (SIEMA Matritensis)
Almacén de botellas con las celosías para airear (SIEMA Matritensis)
Maquinaria original para el lúpulo en madera y acero (SIEMA Matritensis)
Máquina original para separar grano (SIEMA Matritensis)
Durante la Guerra Civil sus muros quedaron dañados y sus directivos fueron asesinados. Después siguió produciendo cerveza hasta el año de 1985, en que trasladaría su fabricación por la carretera de Burgos. En el año 2000 se fusiona con Cruzcampo y sería adquirida por Heineken. Hoy produce desde las instalaciones de San Sebastián de los Reyes. Así que estuvo el complejo abandonado y siendo aprovechado por mendigos, drogadictos o personas sin techo. En el año de 1990 la Comunidad de Madrid lo declaró BIC. Después salió a concurso el proyecto de rehabilitación para complejo cultural, siendo ganado por el equipo de arquitectos formado por Emilio Tuñón y Luis M Mansilla. Estos arquitectos son muy conocidos por haber rehabilitado otros edificios para museos, como por ejemplo, el reciente de las Galerías de las Colecciones Reales. En el año 2003 ganaron el premio COAM en la categoría de obra pública y corporativa.
Lateral en que se aprecia muy bien lo antiguo y lo nuevo del complejo(SIEMA Matritensis)
Detalle de los tubos blancos de los silos y pabellones para el lúpulo, que hoy sirven Biblioteca Regional (SIEMA Matritensis)Tuñón y Mansilla trabajaron con buenas maderas, cristal y acero. Manteniendo los pabellones originales que se pudieran mantener en ladrillo y los silos. Todos los edificios están unidos por pasarelas de cristal y acero, menos los de administración. Hoy en día el complejo consta de:
- Biblioteca Regional Joaquín Leguina. Con más de 1 millón de libros, que tuvieron su origen en la antigua colección de la Biblioteca de la diputación provincial de 1812. Desde el edificio de los silos en adelante en ese lateral
- Archivo Regional de la Comunidad de Madrid y archivo de protocolos. Por ejemplo contienen un fondo muy importante de fotografías antiguas de Madrid y su comunidad. Justo enfrente de la Biblioteca.
- Sala de Exposiciones del Águila. Toda nueva en cristal, metal y madera.
- Cafetería y terraza, también nuevas.
Con estas imágenes de los nuevos edificios y los planos de distribución del complejo me despido.
Maribel Piqueras
Águila de bronce a la entrada donde te indica la distribución de los edificios (SIEMA Matritensis)
Plano del complejo (SIEMA Matritensis)
Edificios nuevos como parte de archivos y sala de exposición. Obsérvese la gran pasarela que comunica al edificio antiguo de ladrillo (SIEMA Matritensis)
No hay comentarios:
Publicar un comentario