martes, 19 de marzo de 2024

Pabellón de los Hexágonos en la Casa de Campo

 Hoy he podido visitar el famoso Pabellón de los Hexágonos por dentro, gracias a los programas de visitas abiertas del Ayuntamiento de Madrid con Pasea Madrid. Aunque en otra entrada ya traté el recinto ferial de la Casa de Campo http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2022/02/recinto-ferial-casa-de-campo-el-ayer-y.htmlsiempre me interesaba poder tener acceso al mismo, que desde fuera se nos aparecía con un aspecto de abandono tremendo. 

Vista exterior del Pabellón de los Hexágonos por su lado bonito (SIEMA Matritensis)

Estado de abandono de parte del mismo en la actualidad (SIEMA Matritensis)

Traseras del Pabellón de los Hexágonos (SIEMA Matritensis)


La Exposición Internacional de Bruselas en 1958 fue la primera exposición internacional tras la Segunda Guerra Mundial. Los países se esforzaron en presentar propuestas interesantes y novedosas, para hacer un mundo más humano, donde conjugar la técnica al servicio de los ciudadanos. La España franquista se abría al exterior cada vez más. En 1956 se convocó un concurso del que salieron vencedores los arquitectos de la escuela de Madrid, José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún. España contaba con un gran terreno en el parque Heisel de Bruselas, rodeado de vegetación y con cierto desnivel que había de salvar (unos 6 ms). Idearon entonces un proyecto con forma de L, desmontable, basado en hexágonos que se unían como piezas de un mecano. Podían ser de diferentes tamaños y adaptarse a diferentes niveles de altura. Los ejes eran bastidores de aluminio, que constituían una auténtica novedad vanguardista para la época. También utilizaron pequeñas cantidades de madera, capas finas de hormigón y gres pulido en el suelo. Una vez que estuvo colocada la estructura arquitectónica, tocó montar la decoración y vitrinas del interior, donde colaboraron los mejores artistas de los años 50 (Chillida, Oteyza, Berlanga, Dali, entre otros). Toda la labor se desarrolló con un presupuesto muy precario y donde todo el mundo colaboraba como podía. 

Interior del Pabellón de los Hexágonos en la Exposición de Bruselas (COAM)

Como se aprecia en la imagen, el pabellón resultaba muy funcional y lleno de luz. Además, el suelo de gres pulido proporcionaba reflejos maravillosos. Las formas geométricas de los hexágonos daban mucho juego, a pesar de la sencillez de líneas y austeridad del pabellón. Consiguieron ganar el primer premio de la Exposición, superando al conocido Atomium. Además, los arquitectos incluso fueron condecorados con la orden belga de Leopoldo. Una vez finalizada la exposición, que duró entre el 17 de abril y el 19 de octubre de 1958, el gobierno español decidió trasladar las piezas para montarlas en el recinto ferial de la Casa de Campo. El entorno era diferente y varió la disposición de las mismas, quedando algo caótica su distribución aquí en Madrid. 

                                Pabellón de los Hexágonos, entrada en Bruselas con todo módulos de formas 
                                             geométricas, estructuras de acero y cristal ( COAM )


Entrada al Pabellón en la actualidad (SIEMA Matritensis)

Hexágonos y muros de ladrillo en la entrada (SIEMA Matritensis)

Para los años 50 hay que reconocer que era un proyecto muy novedoso y avanzado. Los bastidores de aluminio era como sombrillas que se iban adaptando y encajando. El tubo de acero iba hueco, lo que permitía desagüe por dentro del agua que caía hasta canalizarse por debajo de la superficie del suelo. También esos tubos de acero permitían meter tubos de luz, que iluminaban hacia arriba a los hexágonos y, otras lámparas de acero independientes colgaban de la parte superior. Todo ello se puede apreciar todavía en la disposición de los hexágonos visitables en el pabellón hoy en día.

Debajo de la sombrilla hexagonal van unas estructuras lineales de acero donde se colocaba la iluminación (SIEMA Matritensis)

Lámparas sueltas de acero por las cubiertas, colgando de los propios héxagonos (SIEMA Matritensis)

Detalle de una de las lámparas sueltas de acero con focos (SIEMA Matritensis)

La verdad es que la parte que se ha mantenido visitable todavía impacta por la estructura tan ligera, sencilla y encajable. Además se completa con cristales y muros de ladrillo. La pena que hay demasiado ladrillo, que los hexágonos estén dispuestos de manera algo caótica y no en la forma de L que presentaban en la exposición y que desde el 77 haya quedado en este estado de abandono. Desde aquí lanzo una voz en favor de restaurarlo y mantenerlo con alguna institución o servicio alojado ahí, por ejemplo, algo relacionado con arquitectura y en combinación con la fundación COAM o la Escuela de Arquitectos de Madrid de la Universidad Politécnica.

Maribel Piqueras

                                      Panorámica del ala visitable (SIEMA Matritensis)








 

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