lunes, 6 de julio de 2020

Fundación Santamarca: colegio y colecciones

Para mí ha sido todo un descubrimiento conocer la Fundación Santamarca y su patrimonio histórico-artístico. Será un poco largo para resumir en el blog, pero aquí os adelanto la historia de esta colección, el colegio Santamarca y la fundación actual que acoge su labor. Tendremos que remontarnos a Bartolomé Santamarca, hombre de negocios y banquero, muy cercano a la reina Isabel II, que fue ennoblecido con el título pontificio de Conde de Santamarca en 1863. La reina Isabel le reconoció el título nobiliario. Tras la revolución de 1869 se exilio en París y era de los que más apoyaban al joven monarca Borbón en Francia. Cuando falleció, en 1874, heredó su hija Carlota los títulos nobiliarios y el patrimonio acumulado por la familia.

Bartolomé Santamarca, retratado por Antonio de Brugada en 1841, con las cruces de Isabel la católica y la de la orden de Carlos III. Poco después, en 1849, fue nombrado gentil hombre de cámara de SM.
                        
Carlota, Condesa de Santamarca, estaba casada con el Duque de Nájera. Al quedar viuda,  y sin hijos, en 1910, decidió crear una fundación de carácter social, benéfico y caritativa con sus bienes. Sus deseos se iban hacia la educación de los niños. Con la idea de darles una buena formación humana y cristiana y, a la vez,  ayudar a los niños más necesitados, pensó en la creación de un asilo y colegio. Su primera idea, antes de morir en 1914,  fue utilizar para ello el palacete que tenía su padre en la calle Alcalá, junto a de Alcañices. Este edificio ocupaba desde la actual calle de Marqués de Cubas hasta casi llegar a la esquina con Cibeles. Las obras para adaptar ese edificio a colegio y residencia resultaban demasiado complicadas. Así que localizaron en las afueras un terreno apropiado y empezaron las obras en 1921. Quedaron paralizadas por falta de recursos hasta que pudieron invertir en ellas el dinero que les proporcionó el Banco de España con la compra de su palacete en la calle de Alcalá. El proyecto fue desarrollado por el  arquitecto Manuel Ortiz de Villajos. Las obras se terminaron en 1928. Disponían de enormes extensiones de terrenos en ese antiguo "barrio de las 40 fanegas", que limitaba con Prosperidad, y hoy se enmarca dentro del distrito de Chamartín. Está en la calle Marcenado nº 50.

Ampliación del Banco de España sobre el solar que ocupaba el Palacete del
Conde de Santamarca en la c/ Alcalá ( SIEMA Matritensis)

Condesa de Santamarca, por Moreno Carbonero, 1908
(Arsmagazine)

Vista general de la fachada central del Colegio Santamarca y sus jardines
por la parte delantera (SIEMA Matritensis)

Asilo Santamarca. Fondo Moreno, 1928 (Fototeca Patrimonio Histórico)

Vista lateral del colegio, donde se puede comprobar el muro lateral original de ladrillo aumentado al hacer la casa del capellán en el jardín (SIEMA Matritensis)

Detalles neogóticos en los huecos de las torres laterales (SIEMA Matritensis)

Ortiz de Villajos se inspiró en el estilo neogótico para este Colegio Santamarca. El mismo que utilizó el propio arquitecto en la segunda iglesia del Buen Suceso, cuando se trasladó a la calle Princesa, y en la capilla de San Andrés de los Flamencos, en Claudio Coello. Un estilo muy en boga en el s XIX y principios del XX, sobre todo para la arquitectura religiosa. Consta de una planta cuadrada de grandes dimensiones, articulada en tres cuerpos. Los dos laterales en torno a un patio interior cada uno. En el central, de más altura y más estrecho, se sitúa la capilla del colegio, que es espectacular. El cuerpo rectangular de la fachada de la iglesia se eleva sobre el resto del edificio. Presenta ventanas y rosetones neogóticos, así como las molduras de los remates en el mismo estilo. Lo coronan pináculos y un frontón gótico con una cruz. La planta es de cruz latina, de una sola nave, con presbiterio en alto y cabecera plana. En los laterales no hay capillas, salvo las capillas funerarias que ocupan los brazos de la cruz. En los muros laterales se abren grandes arcos neogóticos con vidrieras y rosetones, que proporcionan una gran luminosidad.

Detalle de la fachada de la iglesia, con sus molduras neogóticas 
y rosetón (SIEMA Matritensis)

Puertas originales del exterior de la iglesia con los relieves de los
patronos (SIEMA Matritensis)

El nombre del arquitecto figura en una de los bloques de piedra
a la derecha de la puerta (SIEMA Matritensis)

Vista general de la iglesia (SIEMA Matritensis)

Detalle de las bóvedas de crucería y arcos apuntados neogóticos
de la iglesia (SIEMA Matritensis)

Coro a los pies de la iglesia (SIEMA Matritensis)

Detalle de las finas columnas adosadas con curiosos capiteles
(SIEMA Matritensis)

Rosetón con el escudo de armas del Duque de Nájera (SIEMA Matritensis)

La Condesa de Santamarca donó su colección de joyas, muebles y de obras artísticas a esta fundación para el colegio y asilo. Así que el colegio acoge la mayoría de las obras artísticas. Quedando otras pocas en el otro colegio cercano de San Ramón y San Antonio. Nosotros sólo hemos tenido acceso a las que se exponen en la iglesia (pintura religiosa y esculturas), porque los retratos, pintura histórica, de género o bodegones, se guardan en otras salas del colegio y en otras localizaciones. En dos enormes capillas, a los lados del Evangelio y de la Epístola, se albergan los monumentos funerarios en mármol blanco de los padres de Carlota: ambos enfrentados y separados por una imagen de la Virgen de la Soledad. Carlota, la única hija que les sobrevivió, casada con el general D. Juan de Zabala y Guzmán, Duque de Nájera, está enterrada justo al otro lado, frente a frente con la tumba de su marido. Es de destacar que a pesar de la alta posición social del matrimonio puesta de manifiesto en sus fiestas y vida social del palacete de la calle Alcalá y que, incluso, fue encargado de representar a la regente de España en Moscú, en 1896, en la ceremonia de coronación del nuevo zar Nicolás II. También tenían un interés por los niños pobres o huérfanos, como ya habían demostrado en su atención a los 56 niños huérfanos que perdieron a sus padres en el terremoto de Alhama de Granada en 1886. 

Tumba del padre, D. Bartolomé Santamarca, donde faltan varias letras
de bronce dorado(SIEMA Matritensis)

Tumba de la madre de Carlota, Dª Rita Donato y Castro
(SIEMA Matritensis)

Altar con la Virgen de la Soledad en el centro de la capilla
funeraria de los padres (SIEMA Matritensis)

Detalle de las coronas funerarias y la llama sobre la cubierta de la 
tumba de D. Bartolomé Santamarca (SIEMA Matritensis)

Tumba de Carlota Santamarca, con las inscripciones en bronce dorado 
bajo el arco (SIEMA Matritensis)

Altar con el crucificado en el centro de la capilla funeraria de 
Carlota y el Duque de Nájera. Detrás las preciosas vidrieras de principios s XX, que representan a San Fernando y a San José (SIEMA Matritensis)

Vidrieras con fina decoración geométrica en los muros laterales
(SIEMA Matritensis)

El revés de las puertas de entrada a la iglesia presentan estas vidrieras con el arcángel 
San Miguel protegiendo la entrada y el ángel de la guarda (SIEMA Matritensis)

El retablo mayor es una copia del retablo de su capilla en el palacio de la calle Alcalá, tras destruirse en 1926. Todo él de estilo neogótico en madera policromada en dorado. Junto a él cuadros de temática religiosa del pintor barroco Lucas Jordán, pertenecientes a la colección de la condesa. Al principio estaban el asilo y colegio a cargo de las hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.

Vista general del altar con la decoración de formas neogóticas en 
dorado (SIEMA Matritensis)

Resurrección de Lázaro, de Lucas Jordán ,s XVII (SIEMA Matritensis)

Huída a Egipto, de Lucas Jordán ,s XVII (SIEMA Matritensis)

Reclinatorios de época (SIEMA Matritensis)

Jarrón portavelas que proviene de la herencia del palacete 
de la Condesa de Santamarca (SIEMA Matritensis)

Crucificado a la entrada de la iglesia (SIEMA Matritensis)

Silla proveniente del antiguo palacio de la Condesa (SIEMA Matritensis)

El jardín del colegio está catalogado como parque y jardín de interés singular. Este asilo (llevado por monjas de la caridad al principio) y colegio disponía de un gran jardín, huerta, árboles frutales y decorativos, piscina, fuentes bajas de piedra, etc..Es una pena que todo ello se vea tan deteriorado en la actualidad. Junto a la fachada de la iglesia están expuestas las tres campanas de bronce que se desmontaron del campanario, fechadas en 1931 y 1932.

Placa situada a la salida de la iglesia hacia el jardín y que recuerda el 25 Aniversario de la 
Fundación del Colegio (SIEMA Matritensis)

Escalera del colegio. Barandilla original es estilo neogótico de salida desde la capilla
hacia el jardín (SIEMA Matritensis)


Deplorable estado del jardín (SIEMA Matritensis)

Restos de la piscina original (SIEMA Matritensis)

Fuente baja circular de piedra en el jardín (SIEMA Matritensis)

Restos del suelo original que se encuentran junto a la piscina
(SIEMA Matritensis)

Antigua casa del cura, edificada en ladrillo y con decoración geométrica, que 
se encuentra junto al muro dando al jardín (SIEMA Matritensis)

La entrada por el jardín da frente a la iglesia de Guadalupe 
(SIEMA Matritensis)


Campanas de la fundición Constantino Linares Ortiz, 1931 y 1932, que se colocaron 
en el campanario y ahora se exponen en el jardín (SIEMA Matritensis)

Entrada habitual al colegio (SIEMA Matritensis)

Marquesina de hierro y cristal original en lo que era la entrada de 
carruajes al colegio Santamarca (SIEMA Matritensis)

Volviendo a la Colección Santamarca tenemos la suerte de que se ha conservado prácticamente entera. A través de más de 200 obras, que van desde el s XVII a comienzos del XX. Podemos conocer los gustos de la aristocracia madrileña decimonónica ,y se sumaría así a otras importantes colecciones privadas que tenemos en la capital, como Lázaro Galdiano o Cerralbo. Siendo la de Santamarca muy desconocida. Algo de difusión se le dió al exponer los cuadros de Goya en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 2004 y en la exposición de la colección Santamarca en el palacio de Sastago de Zaragoza durante el invierno del 2018. La temática y artistas es muy variada: desde pintura religiosa (Jordán, Vicente Carducho, o Bartolomé Roldán), bodegones (Sneyder, Arellano, Paul de Vos), pintura de género donde se enmarcarían los famosos Goyas, pintura histórica (Antonio de Brugada), retratos (Moreno Carbonero, Raimundo de Madrazo, López Piquer o Antonio de Brugada), paisajes (Jenaro Perez Villaamil). Según comenta Carmen Madruga, los seis óleos de Goya que integran la colección y que tratan la temática de juegos infantiles, llegarían a la Duquesa Santamarca por el contacto con el pintor Antonio Brugada, que era amigo y testamentario de Goya. Son cuadros de pequeño tamaño, pintados por el artista aragonés mientras trabaja también en la Real Fábrica de Tapices( 1777-1785). De toques rápidos y abocetados, composiciones dinámicas, con gracia y espontaneidad, color variado, con fondos de paisaje al aire libre que recuerdan a los cartones de tapices Disfrutaría mucho de ellos la Condesa de Santamarca, gran amante de los niños.

Niños jugando a pídola (Arteypaisaje, blogspot.com)

Niños jugando a los toros (Arteypaisaje, blogspot.com)

Niños jugando a soldados (Arteypaisaje, blogspot.com)

En la actualidad los fondos de la colección Santamarca se integran en las instalaciones de dos colegios concertados, situados muy cerca el uno del otro. El que ya vimos de Santamarca y el de San Ramón y San Antonio. También tienen residencia para niñas. La educación sigue siendo el eje de la fundación actual que integra ambos colegios, residencia y colecciones artísticas. Se conoce como Fundación Fusara y su principal misión es mantener íntegra la colección, cuidar la formación de los niños y jóvenes que acuden a sus colegios y organizar cursos de calidad para mejorar la educación que reciben. Desde aquí agradecemos a la Fundación Fusara y, en concreto a su gerente, Ignacio Olmos, toda la atención recibida y las facilidades para recorrer los diferentes edificios que la integran. Fusara tiene su sede en el edificio de la calle Barquillo nº 22, que fueron las viviendas para la marquesa de Eguarás, construidas por Jesús Carrasco-Muñóz Encina en 1899, sobre un solar rectangular muy alargado que también extendía una gran fachada a lo largo de la calle Prim. Maneja a la perfección los adornos neomudéjares, sobre todo en la decoración de la esquina achaflanada con sus diferentes miradores. La planta baja se dejó más vacía para dedicarla a locales comerciales, pero en Barquillo 22 destaca en el hall el trabajo modernista de los talleres de Daniel Zuloaga, con esos azulejos de cerámica en tonos azules y los curiosos plafones. En el interior de la vivienda se conservan los suelos de madera, los estucos de las paredes y las maravillosas vidrieras de la casa Maumejan. Espero haber dado a conocer algo más de ese patrimonio que tiene este Madrid con encanto que tanto nos gusta. Recordar que podéis seguirnos en twitter e instagram @siemamadencanto o facebook Siema Matritensis y la web www.siema.es. Ya sabéis que hasta mediados de septiembre sólo realizaremos las visitas culturales que nos piden grupos privados en info@siema.es.

Maribel Piqueras
Edificio de 1899 para la marquesa de Eguarás (SIEMA Matritensis)

Detalle de las elegantes molduras de las ventanas (SIEMA Matritensis)

Adornos del portal Barquillo 22 realizados por talleres Zuloaga en cerámica
(SIEMA Matritensis)

Detalle de los suelos del portal (SIEMA Matritensis)

Trabajos modernistas en los herrajes del ascensor original
(SIEMA Matritensis)

Rotonda con vidriera de la casa Maumejan en la segunda planta de 
Barquillo 22 (SIEMA Matritensis)

Detalle del diseño de la vidriera con los medallones (SIEMA Matritensis)

Firma Maumejan en la base de la vidriera (SIEMA Matritensis)

Parquet original de la vivienda (SIEMA Matritensis)




5 comentarios:

  1. Soy antiguo alumno del colegio (1957 a 1968). Fui inmensamente feliz!. Como huérfano, pasé del paseo dela chopera a

    ResponderEliminar
  2. (Sigo) un palacio con monjas fantásticas, sor Nati, como una madre para mi. Me he emocionado...

    ResponderEliminar
  3. Gracias Ary por compartir tus recuerdos. Espero que estas imágenes y textos sean una alegría para tí.

    ResponderEliminar
  4. Las imágenes, maravillosas. Las recuerdo como si fuera ayer.
    El jardín y la piscina y la que fue la pergola, me han hecho llorar...

    ResponderEliminar
  5. El verano, lo pasaba ahí (y tres hermanas, Jacinta, Lucía y no me acuerdo de la otra). Las monjas, nos sacaban a la piscina. Qué recuerdos...

    ResponderEliminar