La colonia Madrid Moderno está considerada como una de las primeras que promocionó en Madrid viviendas baratas para las clases más modestas. Se localiza en lo que entonces era el extremo más alejado de la calle Alcalá, por la zona de Ventas. Llamada así porque en esa entrada hacia Madrid se situaban, ya desde los siglos XVII y XVIII, numerosas ventas o casas de comidas y otros utensilios que ofrecían a los comerciantes o campesinos que se dirigían a Madrid. En una de esas ventas de esta zona sitúa Goya su famosa obra titulada precisamente "Riña en la venta". Estaba pues formada por un área llena de huertas, ventas al aire libre, sin apenas edificaciones, zonas para materiales de industria y construcción. Incluso he descubierto que hasta Galdós menciona la Guindalera en "Fortunata y Jacinta" (Parte 1, VII). En esa obra, en el momento que se reúnen ,en la casa de los Santa Cruz, Guillermina con hombres influyentes y ella les pide ayuda para la construcción de un nuevo asilo de niños huérfanos, Aparisi comentaba que "le doy a usted la friolera de sesenta metros cúbicos de piedra sillar que tengo en la Guindalera". En la época de la que estamos hablando todavía no se había construido la nueva plaza de toros.
Merendero del Espíritu Santo, en una de las numerosas ventas de esta zona (Fotografía de 1900)
Riña en la Venta nueva, Goya, 1777 (wikipedia)
El arquitecto Julián Marín fue el que desarrolló la primera fase de construcción de esta colonia, entre 1890-92. Su intención era aplicar en ese punto las ideas sobre modernas construcciones, a la vez muy económicas, que había ido difundiendo por España el arquitecto Mariano Belmás Estrada, antiguo colaborador de Arturo Soria en la Ciudad Linéal. Belmás ya había propuesto en 1881 un modelo teórico de viviendas adosadas parecidas a las que se hicieron una década después en la colonia Madrid Moderno. Julián Marín era un arquitecto visionario que ya había trabajado dentro de un estilo neomudéjar con ladrillos de diferentes colores en la llamada "Casa de las Bolas", también en la calle Alcalá. Y ese mismo estilo fue el que tenía la antigua Plaza de Toros de Goya, clausurada en 1931.
Torre de la llamada "Casa de las Bolas", construida por Julián Marín antes que la colonia
Madrid Moderno, es decir, entre 1885-95 y que utiliza el mismo estilo que empleará en la colonia
(wikipedia)
Como ya he mencionado, esta primera fase de construcción de Madrid Moderno duró dos años (1890-92). Santos Pinela era el abogado propietario que compró estos solares de las afueras de Madrid y le encargó al arquitecto Julián Marín la construcción. El ayuntamiento les autorizó a realizar las obras, por ser el partido liberal, el mismo al que pertenecía Santos Pinela, pero realizaron decenas de casas sin tener la licencia correspondiente. Se trataba de viviendas baratas, de integración social, formadas por dos alturas más el sótano, a lo que habría de añadir el pequeño jardín y patio. También ideó conducciones de agua, alcantarillado y luz en las zonas públicas. Todavía actualmente se pueden ver en las calles Castelar, Roma o Cardenal Belluga casitas de esta primera fase con sus originales cerámicas, muros de ladrillos de colores, miradores de madera o forjas antiguas. Muy curioso lo que explicaba Répide en 1925 sobre el nombre de Castelar puesto a esa calle de esta colonia: "la calle Castelar es la primera calle de la barriada de hotelitos, denominada Madrid Moderno, construida en 1890 por don Santos Pinela y el arquitecto don Julián Marín. Antiguo republicano aquel, quiso honrar el nombre del famoso orador-denominando Castelar a cuyo lado había militado en la política- a la calle. La designación fue particular, sin que recayese o haya recaído sobre ella acuerdo municipal"
Vista general de la torre original en la esquina de la calle Castelar con
Cardenal Belluga (SIEMA Matritensis)
Detalle de la torre cilíndrica original realizada por Julián Marín, dentro de esta
primera fase de construcción de hotelitos, en la primera calle de la colonia y cuyo estilo mudéjar, con la alternancia de la decoración de cerámica, ladrillo y bolas. Recuerda a la "Casa de las Bolas", construida también por Marín años antes (SIEMA Matritensis)
Dos hotelitos de la calle Castelar, con los típicos balcones miradores de madera sobre
finas columnas de hierro y muros de ladrillo con decoración neomudéjar (SIEMA Matritensis)
Detalle de ese balcón mirador (SIEMA Matritensis)
Otro modelo de balcón mirador sobre finas columnas (SIEMA Matritensis)
Maderas, ladrillo, hierro y cerámica son los materiales
utilizados (SIEMA Matritensis)
Detalle de las antiguas puertas de la fachada con sus marcos de cerámica
(SIEMA Matritensis)
Para las obras de esta colonia no recibieron autorización municipal durante el periodo conservador, así que no se reanudaron los trabajos hasta 1894. Año en que comenzó la segunda fase que duró hasta 1901. El contratista Francisco Navacerrada pagó las multas al Ayuntamiento en 1893 y compró los hotelitos levantados en la primera fase por Pinela, unos 62. Al final construyó más de cien viviendas con ese estilo característico, dándoles más aires modernistas. En esta segunda fase decidieron no incorporar tanta madera, sino introducir más trabajos de hierro en puertas, verjas y ventanas. Le ayudó el maestro de obras Martínez Calange. Navacerrada añadió también una zona de ocio anexa, llamada Parque Rusia en 1895. Para el Madrid de entonces llamaban mucho la atención los colores y formas de estas casitas. Recibieron muchas críticas de personalidades conocidas, especialmente durante la posguerra, como por ejemplo el escritor Azorín, que comentaba lo siguiente: "pintarrajeado conjunto de muros chafarrinados en tiras rojas y amarillentas, balaustradas con jarrones, cristales azules y verdes, cupulillas, sórdidas ventanas y techumbres encarnadas y negras".
Vista de 1900 de Madrid Moderno, con la alineación de sus típicos balcones,
su empedrado e iluminación eléctrica (Urbancidades)
Detalle de la fina columna modernista y el arranque de un mirador de madera
restaurado (SIEMA Matritensis)
Otra de las casitas, llamadas hotelitos (SIEMA Matritensis)
Hubo también otra tercera fase, entre 1905 y 1906, con edificaciones construídas por el arquitecto Valentín Roca Carbonell y que se aprecian sobre todo en la calle Roma. Ahora se exageró la decoración modernista con paneles decorativos a base de elementos vegetales, vistosos chapiteles y más trabajo de hierro. La verdad es que se continuaron haciendo hotelitos en esta zona hasta 1930. Incluso el Ayuntamiento le proporcionó su propia línea de tranvías que unía la colonia con el centro: desde Goya, por Madrid Moderno, hasta Ventas.
Ejemplo de casas hechas por Roca Carbonell en la calle Roma: con sus característicos miradores chapiteles y sus remates de balcones y ventanas con paneles florales y líneas semicirculares
(SIEMA Matritensis)
Detalle del arranque de las escaleras con adornos de piedra en estilo modernista y
minucioso trabajo de hierro (SIEMA Matritensis)
Detalles de la decoración de estos ventanales de la calle Roma (SIEMA Matritensis)
Fachada de Villa Sara, restaurada recientemente, en la calle Roma 30. Conserva el azulejo con el
nombre original de la casa, pero reformaron los balcones y remates tras haber sido destrozada por
okupas durante muchos años (SIEMA Matritensis)
Detalle con la marquesina en hierro y cristal, calle Roma (SIEMA Matritensis)
Detalle de las cerámicas originales que adornan la fachada de esta casa de la
calle Roma (SIEMA Matritensis)
Modernos putis renacentistas de cerámica en la fachada, ya muy ornamentada por Roca Carbonell,
en los hotelitos de la tercera fase de la calle Roma (SIEMA Matritensis)
A lo largo de nuestras visitas a la colonia se comprueba la adaptación de las casas. En muchas de ellas no queda mal la combinación de lo moderno y antiguo, otras nos resultan auténticas moles macizas sin ningún encanto. Se han elevado las alturas, cerrado miradores o incluso tirado, aunque se aprecian todavía sus restos en algunas de las viviendas reformadas. El número 21 de la calle Castelar, con su fachada original, alberga una residencia juvenil de la fundación La Merced para emigrantes. Incluso, al estar tan cercana a la plaza de toros, en esta colonia se puede disfrutar de bares y mesones curiosos relacionados con la carne de toro y el ambiente castizo. Nada más terminarse la tercera fase de la colonia Madrid Moderno, en 1907, se creó el Instituto de Reformas Sociales que promulgaría la Ley de Casas Baratas en 1911, por la que Madrid se llenó de colonias. Más adelantes comentaremos algunas de ellas. Como comprenderéis, para esta entrada al blog he utilizado materiales de visitas culturales de Siema Matritensis realizadas antes del confinamiento. A día de hoy, todavía no sabemos cuando podremos reiniciarlas. Ojalá sea a final de junio del 2020 como algunos nos estáis pidiendo, pero no depende de nosotros. Estaremos en contacto. Podéis seguirnos en Facebook SIEMA Matritensis, Twitter e Instagram con @siemamadencanto, o la web www.siema.es . ¡ Cuidaros mucho y hasta pronto!
Maribel Piqueras
Mirador reformado con ladrillo (SIEMA Matritensis)
Otra de las casas reformadas, anulando los balcones, aunque todavía se aprecia
el arranque de los mismos y la altura original de la vivienda (SIEMA Matritensis)
Este antiguo hotelito reformado conserva las antiguas columnas modernistas
de hierro (SIEMA Matritensis)
Fachada reformada en Cardenal Belluga (SIEMA Matritensis)
Esquina de Casa Toribio (SIEMA Matritensis)
El Burladero, otra de las tabernas típicas (SIEMA Matritensis)
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