En uno de mis paseos, mientras trabajaba enseñando Madrid, descubrí un edificio recién restaurado en la calle de San Bernardo. Un edificio de viviendas en el que todo rezuma arte y calidad, se mire por donde se mire. Está situado en la calle San Bernardo nº 67. Es un edificio alto, con decoración que incluso sobresale de la línea de la cornisa. Lo realizó el arquitecto José Antonio de Agreda en 1927, como encargo para edificio de viviendas. Concibió en el mismo todo el esplendor de los años veinte en la capital, mezclando varios estilos: modernismo en la forja, bell époque en cierta decoración y Art Decó. Es un verdadero placer contemplarlo, porque aún conserva el 90% de su decoración original. La alta y estrecha fachada se divide en tres cuerpos: el bajo, con la gran puerta de entrada bellamente decorada en forja artística, pequeños ventanales a nivel de calle y, en simetría con los anteriores, otros ventanales con terminación en arco y decoración de cerámica entre las enjutas de los arcos. En el cuerpo central nos encontramos los pisos de viviendas alternando en cinco calles verticales. Dos llevan tres grandes balcones miradores cerrados y sujetos los primeros por un pié de terraza adornado con estucos que se abren. El resto de balconcitos son abiertos. El último cuerpo viene rematado por adornos de estuco sobre el gran ventalón central y pináculos.
Fachada edificio de viviendas situado
en S. Bernardo 67 (Foto SIEMA)
El ceramista Ruíz de Luna que, apenas unas décadas antes, había fundado la Fábrica de Cerámica Artística Nra Sra del Prado en Talavera de la Reina, desarrolló aquí un extenso y elaborado trabajo: no sólo en la fachada, sino en el hall de entrada (zócalos y portería van recubiertos con su cerámica llena de detalles en el dibujo y de variado e intenso colorido). Los zócalos los realizó basándose en escenas renacentistas en azúl y amarillo. Entre medias representaciones de las escenas más famosas del Quijote. Ruíz de Luna es el autor también de la mayoría de azulejos con los nombres de las calles de Madrid que tenemos en la capital. Seguro que muy conocidos por el lector.
Zócalos y cenefas de la entrada (Foto SIEMA)
Detalle con la escena de los molinos en la parte superior
(Foto SIEMA)
El Quijote luchando con las ovejas (Foto SIEMA)
Mención aparte habría que hacer a los trabajos de forja, que tanta importancia se les dió en el modernismo. Lleva diseños florales y circulares, además de otros dibujos muy variados. Es una obra como la entendía Gaudi, arte global: todo se tiene en cuenta y se decora con esmero, fachada, escaleras, ventanas, áticos. En ella se unen arquitectura, escultura y pintura. En el 2014 la Comunidad de Propietarios reclamó ayudas por riesgo de desprendimiento de cornisas. La empresa Garanza rehabilitación realizó un estudio concienzudo y mandó hacer una restauración con la que se asegurara que los materiales no se desprendieran, volver a los colores y brillos originales, recuperar el negro original de la forja, que era sin brillo, etc...La Empresa Arquimia dirigió esas obras de restauración desde junio del 2017, que finalizaron en enero del 2018 y han dado un resultado extraordinario. La cerámica se muestra limpia, las vidrieras con brillos, la forja con el negro original, la piedra y estucos claros. Nada más me queda animarles a acercarse a verlo.
Maribel Piqueras
Detalle de los balcones con la decoración en abanico de los primeros, las cerámicas de los
laterales y los estucos de los miradores centrales (Foto SIEMA)
Herrajes de la puerta de entrada (flores y cuerdas en espirales)
(Foto SIEMA)
Ventana y lámpara del hall en forja artística (Foto SIEMA)
muy interesante y documentado trabajo de un edificio que se lo merece. Enhorabuena...
ResponderEliminarGracias Maria Rosa. Me alegro que te gusten estos edificios maravillosos que vamos descubriendo por Madrid
EliminarEn este edificio estuvo ubicada la Editorial Dólar...
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