La Iglesia de San Nicolás de los Servitas aparecía ya, pero con otra advocación, junto a otras parroquias medievales en el Fuero de 1202 para Madrid. Mientras que el resto de iglesias de esa época han desaparecido ( como por ejemplo la de San Juan) o se han rehecho totalmente ( como la de Santiago), la que nos ocupa conserva restos originales, como la famosa torre del s XII, lo que la cataloga como la iglesia más antigua de la ciudad de Madrid. Dicha torre es la pieza de más valor. Responde a un modelo de campanario en estilo románico-mudejar, aunque el cuerpo superior se añadió en el s.XVII. Está formada por tres cuerpos cúbicos y tiene en cada uno de ellos 12 arquerías ( tres por cada lado de la torre) con diferente dibujo según se va ascendiendo. Presenta una decoración mucho más fina y elaborada que la de la torre de San Pedro. El primer cuerpo solo se puede apreciar desde el interior de la iglesia (arcos con tres lóbulos), el segundo ya presenta arcos de cinco lóbulos separados por finas columnas de mármol y el último tiene simples arcos de herradura apoyados en columnitas.
Exterior con torre mudejar y cúpula con linterna de la capilla barroca de San Nicolás
(Foto SIEMA)
(Foto SIEMA)
Durante ese período histórico Madrid presentaba, al igual que Toledo, una gran población mudéjar, que decoraba siguiendo la técnica árabe de juegos geométricos con el ladrillo, arquerías ciegas, cubiertas de tejas y alerones sobresalientes. Esos decoradores mudéjares trabajan ahora para los cristianos, con edificios que presentan otra función -como en esta iglesia-. También se puede apreciar la técnica mudéjar toledana en los muros de ladrillo y mampostería de la parte de atrás de la iglesia, mucho más antigua que la fachada de ladrillo y piedra por la que entramos en ella. Desde el exterior contrasta, como se aprecia en la fotografía, las dos cupulitas barrocas con linterna y cubierta de pizarra que cubren las dos grandes capillas del s.XVII situadas a cada lado del ingreso principal.
Intentaremos seguir un recorrido cronológico a lo largo de las diferentes etapas de construcción. De la época medieval destaca el gran arco toral de herradura que comunica la nave con el altar, así como el techo de madera con lacerías mudéjares en los extremos. Está curiosa cubierta de madera está totalmente inclinada, adaptándose a las diferencias del terreno como parte de los cimientos y muros de San Nicolás. Luego presenta una especie de modillones renacentistas de madera que unen la techumbre a las paredes de la iglesia. Del siglo XV es el ábside cubierto por una gran bóveda estrellada y con una puerta de acceso al presbiterio decorada con yeserías de estilo Cisneros. Esta iglesia fue tan importante que aquí se reunía durante el s:XV el cabildo de clérigos que había en la villa de Madrid
Puerta con yeserías estilo Cisneros. Zócalo con decoración reciente.
(Foto SIEMA)
Dentro de los elementos decorativos que encontramos en el ábside está esa puerta de yeserías estilo Cisneros que nos recuerdan a la capilla de San Ildefonso en Alcalá de Henares. Sobre la misma unas pequeñas tallas, de muy buena calidad, como la Immaculada de la escuela de Alonso Cano rodeada por San Pedro y San Pablo( todos del s.XVII). También destaca un crucificado del s.XVI entre esos arcos polilobulados de herradura ciegos puramente decorativos. A la derecha del mismo un oleo sobre tabla de la Sagrada Familia del s.XVII (muy oscurecida por los barnices oxidados de la pintura). Preside la Capilla Mayor un retablo neoclásico de principios del sXIX con la figura de la Dolorosa de fines del s XVIII, que es la que daba la advocación a la iglesia, antes que llegaran los servitas. Está Dolorosa está inspirada en un cuadro que se halla en la Iglesia de San Marcello de Roma y es de expresión muy al estilo del gran barroco romano. Es de autor desconocido, aunque algunos dicen que pueda corresponder la autoría a Salvador Carmona. La imagen es muy original, con la Virgen sujetando en la mano izquierda un pañuelo para las lágrimas, según sale del sepulcro. Está mirando al cielo y recibiendo el viento del Espíritu Santo que mueve todos los tejidos: velo, manto y vestidos. Sigue la iconografía de los 7 puñales clavados en su corazón, que representan los siete dolores de la Virgen . De la otra pared cuelgan lienzos de temas marianos: una "Immaculada" de escuela madrileña del s.XVII, "La Virgen entregando los hábitos a los siete fundadores de la orden servita" o "La aparición de Jesús y María a San Francisco en la Porciuncula".
Altar mayor con la Virgen de la Soledad
(Foto Esperanza Moreno)
Primer plano de la original Virgen de la Soldedad
(Foto Esperanza Moreno)
Interior con el arco toral y la capilla mayor del s. XV
San Antonio de Padua (Foto SIEMA)
En el interior contrasta el arco toral de herradura gótico separando el ábside del s.XV del resto de las naves y capillas de la iglesia, que sufrió una gran reforma durante el s:XVII. Es entonces cuando se siguen las normas decorativas y de construcción de la arquitectura religiosa madrileña del s.XVII, que es de un estilo muy sobrio: arcos de medio punto entre las naves y pilastras de capitel toscano. Por el lado de la izquierda, donde en la imagen se vislumbra un Sagrado Corazón, se puede apreciar este San Antonio de Padua barroco de gran calidad. También hay un gran lienzo, copia del Tobias de Rafael que se encuentra en el Museo del Prado. En los muros de este lado es donde la iglesia necesita más reforma debido a las humedades. Hay también una capilla con decoración moderna que nos muestra por medio de textos, maquetas y paneles, a situación de San Nicolás en el plano de Texeira, la aparición de la palabra Mairyt árabe por primera vez. Todo ello de manera muy didáctica.
Durante el s.XVI tenía gran fama la iglesia. Los primeros libros parroquiales de que tenemos constancia son de 1525 y también sabemos que, en 1583 se bautizó aquí Alonso de Ercilla, conquistador de Chile y poeta, que supo transmitir las bellezas de aquella tierra en la obra "La Araucania". A los pies de la iglesia hay una placa que recuerda que estuvo enterrado aquí el arquitecto Juan de Herrera, autor del Monasterio del Escorial (pero solo unos años, mientras se terminaba de construir su panteón en Cantabria). Sobre dos pilares que separan las naves desde esta parte de abajo se colocaron hace poco una estupenda imagen de la Paloma o Soledad, con su corona de metal, los agujeros para el rosario y, como su culto tiene relación con las ánimas del Purgatorio, en el otro pilar hay un pequeño relieve barroco, en talla de madera policromada, que representa las ánimas en el Purgatorio bellamente enmarcado.
Quiero desde aquí agradecer a María, una de las profesionales que siempre nos suele acompañar en las visitas libres, esta bonita imagen, ya que el párroco no nos suele autorizar a sacar fotos del interior. También aprovecho, querido lector, para animarte a recorrer con nosotros, SIEMA, www.siema.es, las distintas maravillas que ofrece Madrid. En agenda solo aparecen aquellas visitas con posibilidad de apuntarse cualquiera, es decir, de manera individual. Ya que el resto son programas cerrados para descubrir y vivir Madrid para profesionales o empresas, pero son muy personales y no aparecen en web. Si estuvieras interesado en cualquier modalidad de programas no dejes de contactarnos. Pero ahora sigamos con el recorrido interior de San Nicolás y su historia.La gran capilla a los pies de la iglesia responde toda ella a una donación de Valeriano Salvatierra, el escultor de cámara de Fernando VII. Habiéndose curado milagrosamente por intercesión de la Virgen Dolorosa decidió esculpir una copia de vestir, esta Dolorosa misionera(1825).Ya que la tenían mucha devoción, tanto él como los miembros de la realeza puesto que ésta era también su iglesia cortesana, donde acudían Fernando VII, sus hermanos y su hija Isabel. Junto a esta imagen podemos ver un conjunto de pinturas y esculturas, como copias en las paredes del Cristo de Burgos y el de Mengs, que era el Cristo que tenía en su alcoba el propio rey Fernando VII, o los bustos de la Dolorosa y las pequeñas esculturas de San José, San Cayetano, San Miguel (todas ellas del s.XVIII)
A los pies de la torre y antes de pasar a la siguiente gran capilla, que es la de San Nicolás, encontramos este Cristo del Consuelo, que proviene de la antigua Iglesia de San Salvador, que fue demolida a mitad del sXIX. Es una buena talla barroca dotada de gran expresividad.
La capilla dedicada a San Nicolás presenta un retablo con una talla moderna del santo, del valenciano Vicente Tamaret (1949) Aunque se le llama San Nicolás de Bari, este santo obispo de Mira (Turquía) la verdad es que nunca pisó tierra italiana en vida. Son unos pescadores de Bari los que trasladaron sus reliquias a esta ciudad del Sur de Italia cuando los musulmanes se extendieron por el Asia Menor. Después edificarían en esa ciudad italiana su gran basílica románica. Era un santo ya en vida con mucha fama de milagrero (protegía de los naufragios, enfermedades y problemas económicos). Por eso la iconografía le suele representar con las tres bolsas de monedas u oro en la mano(con las que dotó a tres jóvenes pobres cuyo padre iba a prostituir por no tener dinero para dote y casarlas) y el cubo con tres niñitos abajo ( a los que resucitó después de presentarle su carne en salmuera un mal posadero). Ambos son dos de sus milagros más famosos. San Nicolás era tan generoso que dió lugar al origen de la tradición de Santa Claus, ya que durante la Navidad San Nicolás regalaba muchos presentes a los niños pobres, siempre pensando que el mejor regalo de esos días era el nacimiento del Niño Jesús. Durante el s.XX y, más en estos tiempos de crisis, se sigue acudiendo a su intercesión para remedio de los males económicos. A los lados de esa imagen aparecen dos esculturas. un Ecce Homo de Nicolás de Bussy y un "San Juan Neponuceno" (mártir del secreto de confesión)
Uno de los modernos relieves enmarcados recientemente añadidos es este que representa a "San Peregrin Laziosi", patrono de Forli en Italia y que también es patrono de los enfermos de cáncer. Este relieve del s XX lo muestra lleno de llagas e invadido por el cáncer en el momento en que Cristo desciende de la cruz y lo cura tocándolo con su mano.
La portada monumental por la que accedemos a la iglesia de San Nicolás es del sXVIII, dicen que la autoría es de Pedro de Ribera, con sus típicos frontones partidos, baquetones, guirnaldas y movimientos y claroscuros propios de su barroquismo. Es maravillosa la talla en relieve sobresaliente de San Nicolás, que parece un ser vivo que se quiere salir de su marco arquitectónico en forma de medallón. Ese busto lo esculpió Salvador Carmona. Conviene saber que en 1806, poco antes de la invasión napoleónica, esta iglesia amenazaba ruina y se decidió vaciarla totalmente de decoración. También fue alamacén y las tropas francesas ocuparon su interior. En 1825, reinando Fernando VII los servitas se hicieron cargo de ella y se esmeraron en mantener el culto y la decoración. Muy cerca de este monumento encontramos un magnífico negocio con encanto: Chocolala belga. En la calle de Bonetillo 1. Lleva abierta desde el 2010. El negocio está regentado por Paul Hector Bossier, que es quien se encarga de elaborar los diversos chocolates de manera artesana. Da gusto entrar y ver en un mismo local el proceso de fabricación (a través de cristaleras donde se ven la fundición del cacao, los moldes, el añadir frutos secos, fruta confitada), el empaquetado y la venta. ¡ Que cantidad de exquisiteces de cacao en una zona tan pequeña!: tabletas- negro, con leche o blanco y con o sin piñones, avellanas, almendras.-, bombones, trufas- de cacao, coco, café o champagne), huevos. El rico cacao es de muy buena calidad. Ya sabemos donde comprar los huevos de Pascua, bombones y chocolates navideños. Con unas sabrosas imágenes de la chocolatería me despido.
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