lunes, 17 de marzo de 2025

Teatro Lara

 Hoy quisiera hablaros un poco del Teatro Lara, un gran teatro en tan pequeño espacio. Es uno de los teatros históricos más bonitos de Madrid y toma su nombre de Cándido Lara. Nació en la calle Cuchilleros el 3 de octubre de 1839. Calle muy vinculada al gremio de la carne, los cuchilleros, cercanos a la Casa de la Carnicería y al antiguo matadero. Comento ésto porque la profesión del señor Lara era la de carnicero. Se había enriquecido abasteciendo al ejército real liberal contra los carlistas. También tenía puestos de carne en mercados como el de Antón Martín. Era un gran amante del teatro y de París. En 1873 encargó un proyecto para un teatro en la calle Corredera Baja de San Pablo al arquitecto Carlos Velásco, pidiéndole que se inspirara en el Palais Royal de París. Curiosamente la zona elegida no era la típica donde se situaban los teatros en Madrid.

                            Fachada del edificio de viviendas decimonónico y teatro en la calle
                                     Corredera Baja de San Pablo (SIEMA Matritensis)


Cándido Lara como senador vitalicio (retrato de Kaulak)

El teatro se sitúa en la parte baja del edificio de viviendas y presenta una estética totalmente parisina. Lo colores negro, rojo y dorado lo decoran. Destacan los faroles traídos de París, las puertas de entrada con su decoración artística parisina en esos remates semicirculares de hierro y bronce dorado con espirales y hojarascas, así como la ménsula central sobre el arco. También la de            

                          Detalle de la decoración que remata las puertas de la fachada principal
                                                 (SIEMA Matritensis)

Farol parisino de fines s XIX (SIEMA Matritensis)

Detalles ornamentales y ménsulas pareadas que decoran la parte alta de 
las ventanas (SIEMA Matritensis)

Cándido Lara creó una fundación que ayudaba a niños y familias desfavorecidas en la calle de la Paloma. Falleció en 1915 y está enterrado en el cementerio de San Justo, en el panteón de los Muro-Lara. Espectacular mausoleo rodeado de columnas, con pequeña cúpula y un ángel rematando el conjunto. Justo falleció el año del gran éxito de Pastora Imperio  en el Lara con "Amor Brujo" de Falla. La pasión que ponía, su belleza y su estilo de bailar con esa forma característica de usar los brazos le catapultó a la fama a raíz de su actuación en este teatro. 

Retrato de Pastora Imperio por Manuel Benedito. De ella decía Jacinto Benavente que 
" esta Pastora vale un Imperio" (SIEMA Matritensis)

Una vez dentro del teatro nos sorprende la belleza y lujo en los detalles de este teatro inaugurado el  3 de septiembre de 1880. Cuando entras se accede a un gran hall y a un espacio reservado para exposiciones. Hay un amplio salón de entrada adornado con columnas de fundición del s XIX, desde donde se pasa a la sala principal con espacio para 460 localidades (la bombonera, como se le conoce popularmente) donde se puede contemplar en el techo la "alegoría del arte" de José Contreras. Curiosamente, tanto el hall de entrada como el salón principal se localizan ocupando espacios de la calle Corredera Baja de San Pablo. No así las salas de teatro que se encuentran en el solar correspondiente a la calle San Roque, donde se pueden ver sus salidas de emergencia. La pequeña sala de Lola Membrives, de 120 localidades, nos recuerda a esta gran actriz, de quien se dice que su fantasma vaga por el teatro. 
Sala Cándido Lara (Directorio del arte)

Al morir Cándido Lara heredó su hija Milagros, quien falleció en 1935. Legó el teatro a la Fundación que creó su padre y que todavía existe. Su hermana María casó con un miembro de la familia Muro, que son los que continúan con la dicha fundación benéfica y el teatro también. En el teatro Lara también encontramos pasadizos: uno desde el palco real al camerino principal y otro que se dirige al convento de San Plácido. Sigamos disfrutando de sus funciones.

Maribel Piqueras





martes, 4 de marzo de 2025

Teatro Caños del Peral

 La zona de los Caños del Peral aparece muy bien reflejada en el plano de Texeira, cuyo detalle os muestro a continuación, y que no tiene nada que ver con la plaza plana que conocemos hoy en día como plaza de Isabel II. Francisco Bautista construyó, por medio de sillares de piedra, una estructura de esa fuente con una decena de caños que salían de veneras. Más tarde se levantó junto a ella un lavadero. Ambos muy utilizados por los madrileños. Hoy en día se puede ver la estructura original al entrar en el metro de ópera, puesto que quedó hundida al hacer la plaza en el s XIX. Justo en ese punto existía un gran desnivel del terreno, que se aprecia en Texeira también, para lo que existían diversos puentes. Viendo hoy la calle Escalinata nos hacemos una idea del desnivel que había con los arroyos. El Ayuntamiento de Madrid colocó una fuente de granito con una inscripción en el lado de la plaza, hacia lo que fue el arroyo del Arenal, y donde se localizarían esos Caños del Peral. Dejó también indicado en el suelo el viaje de agua.

                                  Los Caños del Peral en el plano de Texeira (SIEMA Matritensis)

               Un recuerdo actual del Ayuntamiento a la Fuente de los Caños del Peral (SIEMA Matritensis)

Placa por detrás de la Fuente conmemorativa de los Caños del Peral (SIEMA Matritensis)

En 1704 unos comediantes italianos actuaban en ese punto, sobre unos tablones y bajo un toldo. Eran conocidos como la compañía de los Truffaldini. Ese nombre le dieron los madrileños con motivo de unas máscaras que usaban en sus espectáculos, que eran de timadores o truffaldini. Más tarde, otro italiano, Francesco Bartoli, arrendó el corral de comedias en una de esas viviendas desde 1708 hasta 1737, para utilizarlo como sede de lírica italiana. Pero ese primer teatro de los Caños del Peral fue demolido para construir otro mejor, todo un Coliseo de los Caños del Peral. En 1738 el Marqués de Scotti organizó y pagó la construcción de este nuevo coliseo a la italiana. Una placa en la plaza de Isabel II nº 8 así nos lo recuerda. Encargó al arquitecto Virgilio Rabaglio los planos del mismo. Con capacidad para 1680 espectadores se convirtió en el teatro más grande de Madrid. Este nuevo Teatro de Caños del Peral se inauguró en 1738, con la ópera "Demetrio" de Johan Adolph Hasse, según el libreto del italiano Pietro Metastasio. Disponía una fachada de tres pisos, donde podíamos encontrar en el bajo las tres puertas de entrada  separadas por pilastras dóricas  y con adornos de óculos sobre las puertas. En el interior una gran planta semicircular con el escenario al fondo.

                Placa del Ayuntamiento como homenaje a la existencia de este teatro (SIEMA Matritensis)

Plano original del interior del teatro de Caños del Peral, por Rabaglio 
(RABASF)

Fachada del Coliseo de Caños del Peral, tal como estaba en 1788, por Francisco Sánchez
(Historia Urbana de Madrid)

Sección del Coliseo de Teatros de Caños del Peral, 1788, por Francisco Sánchez 
(Historia Urbana de Madrid)

Vivió su época de esplendor en la segunda mitad del siglo XVIII y comienzos del XIX. Sobre todo se representaron óperas italianas y alguna zarzuela o tonadilla. A Carlos IV también le encantaban las óepras. La Guerra de la Independencia le produjo innumerables daños y llevo a su cierre en 1810. Para terminar con su derribo definitivo en 1817. Sería el antecedente del actual Teatro Real, cuya primera piedra se puso justo un año después, el 23 de abril de 1818. Ese siglo estuvo lleno de cambios en la zona. En 1835 se cambió y aumentó el tamaño de la plaza, pasándose a llamar de Isabel II, recién llegada al trono de España. Por eso José Piquert realizó en bronce la escultura de la reina que quedó inaugurada en 1850, el mismo año que el Teatro Real. La que podemos contemplar hoy en día es una réplica de la original, que quedó destruída durante la guerra civil. Espero haberos metido en otra época y otra visión de nuestro famoso teatro de Caños del Peral. Como sábeis toda esta información y muchos detalles más descubrimos en nuestras visitas guiadas por el patrimonio de Madrid.

Maribel Piqueras

La imponente escultura en bronce de Isabel II en el centro de la plaza 
(SIEMA Matritensis)




jueves, 20 de febrero de 2025

Las Comendadoras de Santiago o Real Monasterio de Santiago el Mayor

 El Real Monasterio de Santiago el Mayor, conocido popularmente como las Comendadoras, es el único monasterio santiaguista en la capital que, además, está habitado desde mitad del siglo XVII hasta ahora por religiosas comendadoras de Santiago. Su fundación se debe a la última voluntad de D. Íñigo de Cárdenas Zapata, expresada en su testamento y con la que estuvo de acuerdo su mujer, Dª .Isabel de Avellaneda. Proveniente del linaje medieval de los Zapata, D. Íñigo, con estudios de leyes, ejerció importantes cargos (oidor en la Audiencia y Chancillería de Valladolid, presidente del Real Consejo de Órdenes Militares y miembro del Real Consejo del Rey, además fue Comendador de la Orden de Santiago). Dejó dicho en su testamento que si sus hijos falleciesen sin descendencia legítima se fundara dicho monasterio con sus bienes. Así sucedió, pero tuvieron lugar algunas luchas por la herencia que retrasaron algo su idea. Hasta que en 1631 se creó un patronato formado por los dos más antiguos del Consejo de Órdenes Militares y los dos más antiguos del Real Consejo del Rey y se pusieron a trabajar siguiendo las instrucciones dejadas por D. Íñigo. Tras pasar años de gestiones consiguieron firmar el acta fundacional en Madrid en 1651, apoyados también por el rey Felipe IV, obteniendo para ello unos terrenos en el N de Madrid, muy cerca de la puerta de Fuencarral. En unas casas en la zona habilitadas para ello, se alojó a la primera comunidad, llegada de monasterios santiaguistas de fuera de la capital, como el de Valladolid, de donde procedía la primera comendadora mayor del nuevo de Madrid, Dª María Manrique. El número máximo de religiosas que habitarían el convento sería de 25, aparte podrían residir seglares de manera puntual, como era costumbre desde los inicios de esta orden.

                    Retrato de la Comendadora mayor con el hábito característico (SIEMA Matritensis)

Vista general de la fachada de la iglesia (SIEMA Matritensis)

Plano completo del conjunto de las Comendadoras (SIEMA Matritensis)

En 1667, tras más de una década pidiendo mejorar sus condiciones las propias comendadoras, se firmó el contrato para la construcción de una nueva iglesia y convento, a cargo de los hermanos del Olmo, José y Manuel. La iglesia se inauguró finalmente en 1696. La reina viuda Mariana de Austria ayudó dotándola también. En la fachada notamos diversas influencias: de un lado, la típica arquitectura religiosa barroca madrileña que sigue las líneas de la fachada de la iglesia de la Encarnación, con los tres grandes arcos clásicos inferiores de granito sujetos sobre pilares, que se alargan también en el cuerpo de en medio, donde vemos grandes ventanales; también la iglesia Gesú con los remates de alerones laterales del frontón; por último, la arquitectura civil Austria, con muros de ladrillo, torres laterales cubiertas de chapiteles de pizarra, pequeñas buhardillas, etc..).

Remates de la fachada de la iglesia, frontón cuadrado con la hornacina de la escultura de Santiago a caballo en el centro. Con remate barroco semicircular y alerones curvos que lo unen a las torres con chapitel de pizarra de los laterales. (SIEMA Matritensis)

Fachada compuesta de tres cuerpos. El inferior son esos tres arcos de piedra de entrada, siendo el central mayor. (SIEMA Matritensis)

Las líneas arquitectónicas de la iglesia nos conducen a un espacio muy dinámico y colorista, lleno de decoración. Realmente no te lo imaginas al atravesar primero el nartex. Su planta centralizada, de cruz griega, con sus lados acabados con muros cóncavos, como ábsides, sobre la cual se instala una gran cúpula encamonada sobre pechinas. No encontramos columnas, sino grandes pilares corintios dispuestos en parejas, que siguen el modelo creado por el jesuita Francisco Bautista. Los grandes machones son achaflanados, lo que genera que aumente la sensación espacial. Muy importante también la decoración realizada por los yeseros madrileños, con los contrastes entre zonas vacías y decoradas con flores, vegetales o frutos. Las pechinas presentan grandes hojarascas que enmarcan los escudos de la orden. Igualmente destaca la decoración bajo las celosías o en el anillo de la cúpula y otras partes de la misma. 

                   Detalle de las decoración en uno de los brazos curvos de la cruz, con las pilastras de orden compuesto, la cornisa, la hojarasca de la pechina a la derecha con la cruz de Santiago en el centro, los gallones y arcos marcados, los estandartes de batallas donde participó la orden de Santiago a lo largo de su historia, las ventanas con celosía y su decorado soporte (SIEMA Matritensis)

Otro impresionante juego de arquitectura y decoración podemos contemplar en esta vista, donde incluye la cúpula central con su tambor iluminado, las pechinas, los machones achaflanados y el lateral de uno de los lados (SIEMA Matritensis)

Cúpula central encamonada sobre pechinas, con tambor y linterna (SIEMA Matritensis)

Brazo a la izquierda del altar mayor, con la característica decoración y unas placas de mármol que homenajean a los caballeros de Santiago asesinados en la guerra civil (SIEMA Matritensis)


En el altar mayor llama la atención el gran lienzo retablo de Luca Giordano, el "fa presto", representando a Santiago en su caballo blanco, en el plano celestial de arriba, ayudando a las huestes cristianas en su lucha contra los musulmanes, batalla que en realidad no tuvo lugar en Clavijo, pero sí en un paso cercano a esa localidad. En la parte inferior se refleja la lucha con todo tipo de escorzos y detalles. Vemos su firma de 1696. No podemos olvidar tampoco la calidad decorativa del marco-retablo realizado en madera policromada con pan de oro, de forma discontinua y con copete. El Sagrario barroco, rodeado de columnas, entablamento, decoración barroca y ángeles, presenta en su puerta una pintura del pelícano, como símbolo eucarístico. Las lámparas de bronce y el púlpito son añadidos posteriores.

Vista general del altar mayor (SIEMA Matritensis)

Vista del Sagrario detallada (SIEMA Matritensis)

Vista cercana de lienzo de Luca Giordano (SIEMA Matritensis)

                  Firma en el lienzo en el ángulo bajo a la izquierda y detalle del marco (SIEMA Matritensis)

Pendón de ¡Santiago cierra España! que cuelga del arco toral central sobre el altar (SIEMA Matritensis)


Detalles con la decoración e iluminación en el altar mayor (SIEMA Matritensis)

Púlpito de hierro lacado (SIEMA Matritensis)

Una vez que entramos en la iglesia encontramos dos capillas a ambos lados del ingreso. La de la izquierda sirve hoy en día como columbario y presenta las imágenes de un Crucificado y una Dolorosa (esta última de escuela madrileña del s XIX). En la capilla de la derecha, la de la Inmaculada, encontramos también a San Judas Tadeo. No hay que olvidar tampoco los elaborados herrajes barrocos de los cierres de las puertas de ingreso.

Cristo crucificado y Dolorosa del s XIX (SIEMA Matritensis)

Zona de columbario (SIEMA Matritensis)

Otros detalles del columbario (SIEMA Matritensis)


Capilla a la derecha del ingreso con la Inmaculada (SIEMA Matritensis)

San Judas Tadeo en la capilla de la Inmaculada (SIEMA Matritensis)



Herrajes barrocos en la puerta principal con el escudo (SIEMA Matritensis)

Dentro de la iglesia, vemos esculturas en hornacinas de los machones y, sobre ellas, bellos espejos de marco de madera rococó. Destacan la del Cristo atado a la columna,  San José, San Agustín (s XVIII), San Francisco de Borja (Robert Michel, s XVIII). También el Santiago Sedente de Manuel Virués (1742) o diversos altares, como el de la Eucaristía (de Jacinto Gómez Pastor), restaurado recientemente por la Fundación Cultura y arte italiana.

Machón con la figura de San José (SIEMA Matritensis)

Crucificado de grandes dimensiones junto al machón de San José (SIEMA Matritensis)

Aunque pone San Jorge es un Santiago Matamoros (SIEMA Matritensis)

Machón con la hornacina de Cristo atado a la columna, que se supone trajeron las primeras
 monjas de Valladolid  (SIEMA Matritensis)

San Francisco de Borja (SIEMA Matritensis)

San Agustín (SIEMA Matritensis)

Santiago sedente peregrino, de Manuel Virués, 1742 (SIEMA Matritensis)


Precioso altar mariano junto al Santiago sedente (SIEMA Matritensis)

Altar de la Eucaristía, alegórico, restaurado por la Fondazione italiana Cultura e Arte 
(SIEMA Matritensis)

Suelo de la iglesia en mármoles de colores , que se corresponde con las curvaturas y líneas de las cubiertas. Es un añadido en la última restauración ( SIEMA Matritensis)

Antes de acceder a la Sacristía de los Caballeros pasamos por un espacio rectangular con escaleras, de donde cuelgan algunas obras de arte, como la comendadora Dª Sancha Alfonso en oración (de Pedro Ruíz González, 1690). Dª Sancha era hija de los reyes castellanos y de esta monja se inició un proceso de beatificación en el s XVII. Luego, una espectacular puerta, en el ángulo NE de la manzana y siguiendo un eje N-S nos conduce a la Sacristía de los Caballeros. A ella se puede acceder desde el altar mayor o desde el altar del Santiago sedente. A mediados del s XVIII, Fernando VI decidió dotar a los caballeros de Santiago de un espacio de mayor dimensiones y decoración apropiada para poder realizar sus cultos privados, tomas de caballeros y capítulos. Se le encargo al joven arquitecto Moradillo, quien conocía las propuestas llegadas del N de Italia por la formación recibida en las obras del palacio real de Madrid. La planta es muy original: de tres tramos en un eje longitudinal, que evocan un plano oval, ya que el tramo central está separado por cabeceras con columnas corintias exentas. Hay un ritmo muy dinámico, con las pilastras, arcos, pequeñas hornacinas. Las obras duraron entre 1746-53. Las cubiertas también se corresponden a los tres tramos con nervaduras y luces propias. En una de las esquinas se alza un altar para celebraciones litúrgicas de la orden, con la escultura de Santiago a caballo. Detrás la pequeña sacristía para el sacerdote con un espectacular lavamanos de mármoles. La decoración es toda una exaltación de la monarquía. Desde el mascarón con trofeos militares a la entrada, hasta las ocho esculturas de los reyes que van de Carlos I a Fernando VI, además de dos bustos femeninos. Las ventanas siguen las líneas rococó de Cartier. Igual que las cajoneras y diversos muebles de maderas finas. De sus paredes cuelgan ocho cobres flamencos sobre la vida de la Virgen, realizados por diversos pintores que se inspiran en Rubens. Dicha colección es un legado de 1738 de una de las religiosas, Estefanía de Venegas.


                    Decoración de la sala rectangular, que es la antesala a la Sacristía de los Caballeros
                                                                  (SIEMA Matritensis)

Retrato de Dª Sancha Alfonso en oración, comendadora pintada por Pedro Ruíz González 
en 1690 (SIEMA Matritensis)

Elegante puerta de entrada a la Sacristía de los Caballeros (SIEMA Matritensis)

Vista general de la Sacristía de los Caballeros, donde se aprecia el tramo central rectangular, separado de los extremos curvos, por esas columnas corintias (SIEMA Matritensis)

Decoración sobre la puerta con los símbolos de las comendadoras (SIEMA Matritensis)


Sacristía de los Caballeros, cubiertas (SIEMA Matritensis)

Escultura de Felipe IV (SIEMA Matritensis)

Carlos II  (SIEMA Matritensis)

Remates de la cornisa y busto femenino junto a las ventanas rococó (SIEMA Matritensis)


Mesa central de la Sacristía de los Caballeros en madera y mármol (SIEMA Matritensis)

Mesa de maderas finas, carey y hueso (SIEMA Matritensis)


La Asunción, de Rubens y Wildens, óleo sobre cobre (SIEMA Matritensis)

La Virgen Niña, de A Goubau. También óleo sobre cobre (SIEMA Matritensis)

                       Presentación del Niño en el templo, por GV Herp, óleo sobre cobre (SIEMA Matritensis)

Altar con Santiago matamoros en la cabecera de la Sacristía de los Caballeros (SIEMA Matritensis)


Vista de la "sacristía" dentro de la Sacristía de los Caballeros (SIEMA Matritensis)

Magnífica pila lavatorio de mármol en esa sacristía, con la cruz de Santiago y la corona, demás de decoración rococó (SIEMA Matritensis)

En 1774 se produjo la construcción del convento anexo, siguiendo trazas de Sabatini, que había realizado también el de las Comendadoras de Granada. Consta de dos pisos y un semisótano apreciable en la parte sur, debido al desnivel del terreno. De aire muy sobrio y neoclásico, a la vez que sólido, como todo lo que hacía Sabatini. Sus muros se extienden en longitudinal a una plaza. Es una pena el destrozo mediante pintadas que sufren sus puertas y muros. La uniformidad es su marca característica, organizando el interior mediante estancias en torno a un patio rectangular. En el exterior esa horizontalidad se rompe por el ritmo de las ventanas con dinteles clásicos y las pequeñas buhardillas.

               Contraste entre los muros del convento y la fachada de la iglesia (SIEMA Matritensis)

                      Plaza de las Comendadoras a los que da la fachad del convento (SIEMA Matritensis)

Consolidación de la iglesia, zaguán y torres del convento (Patrimonio Histórico)

Plano antiguo del conjunto 

Convento de las Comendadoras desde arriba (Patrimonio hco)

Desde la Sacristía de los Caballeros recorremos el interior de la clausura, la Sala de Visitas presidida por un Santiago de Pereda, s XVII. Después la Sala de la Inmaculada presidida por la Inmaculada y muy cambiada a cómo estaba anteriormente. En las paredes de los pequeños corredores interiores también encontramos obras de arte, como diferentes santos o pinturas de advocaciones marianas, como la Virgen de Atocha o la Guadalupana.

Sala capitular antes de la restauración actual (diario.es)

Capilla de la Inmaculada (SIEMA Matritensis)

                              Padre Dios en la capilla de la Inmaculada (SIEMA Matritensis)


Inmaculada por Mateo Cerezo el joven, 1666 (SIEMA Matritensis)

Bellísima imagen también en esa sala capitular (SIEMA Matritensis)

Virgen del rosario ante Sto. Domingo (SIEMA Matritensis)


Virgen de Atocha (SIEMA Matritensis)

Virgen de Guadalupe de Arellano (SIEMA Matritensis)

Una de las partes que más me impresionó es el Coro bajo de las monjas, situado en un gran espacio rectangular frente al altar mayor. Separado del resto de la iglesia por una bonita reja, soportes de cerámica y cristalera. Presenta muchos cambios del s XVIII y XIX. Encontramos un espectacular órgano rococó de madera junto a otros más modernos y pequeños. También esculturas sobre la sillería (Santiago, la Inmaculada) o junto a ella (La Dolorosa), vitrinas con las imágenes de Santa Teresa o la Virgen, cuadros representando escenas marianas y la lápida de bajada a los enterramientos de la cripta.


          Coro bajo de las monjas, cerramientos (SIEMA Matritensis)

Detalle de los azulejos que separan la cristalera interior de las rejas (SIEMA Matritensis)

Bajada a la cripta (SIEMA Matritensis)

Santiago con el hábito de las comendadoras, situado en alto, justo detrás de la silla de la 
                        comendadora mayor del convento (SIEMA Matritensis)

Silla de la comendadora mayor en el coro bajo (SIEMA Matritensis)

Órgano rococó en el coro bajo (SIEMA Matritensis)

Órgano pequeño  (SIEMA Matritensis)

Consola y hornacina vidriada con espejo de Santa Teresa, en un extremo 
del coro bajo (SIEMA Matritensis)

En el otro extremo vemos esta consola y hornacina con la imagen de la Virgen 
(SIEMA Matritensis)


Circuncisión de Jesús (SIEMA Matritensis)

Jesús encuentra a su madre en el camino del calvario (SIEMA Matritensis9

Sagrada Familia (SIEMA Matritensis)

                            Inmaculada sobre la sillería del coro bajo (SIEMA Matritensis)

Todo el interior de la clausura también tiene copias de obras de famosos artistas, junto a originales del s XVIII o XIX. Antes del Coro vemos una escalera de subida a los pisos superiores, donde se muestra en un lateral el plano de todo el conjunto. A la salida del coro, la pequeña estancia como capilla relicario de San Vidal. También nos podemos encontrar tramos con muros originales. El convento pasó por muchas vicisitudes durante los siglos XIX y, sobre todo, durante la Guerra Civil y algunos años posteriores a la misma, ya que se uso como  checa y cárcel. Esto hizo que se perdieran muchas obras de arte originales. Ha pasado por una largo proceso de restauración empezando por el año 2000 en que se restauró la sillería del coro y se trajeron los restos de su fundadora desde Valladolid. En el 2008 comenzaron la restauración de la Sacristía de los caballeros, en el 2016 una primera restauración de sala capitular y otras estancias de la zona conventual. Y se han restaurado también cimientos, torres, la totalidad de la iglesia. Desde aquí damos las gracias a los quince años de trabajo de la arquitecta Enmanuela Gambini en esta obra de arte. Reabierta hace un mes la iglesia merece la pena su visita. Con estas últimas imágenes de la clausura termino la entrada.

Maribel Piqueras

Escaleras interiores de granito para acceder al patio (SIEMA Matritensis)

Escaleras de subida a celdas (SIEMA Matritensis)

Dolorosa acompañada por ángeles en la capilla de San Vidal (SIEMA Matritensis)

Urna con el cuerpo relicario de San Vidal (SIEMA Matritensis)

Pasillos parte baja (SIEMA Matritensis)

Restos de muros antiguos (SIEMA Matritensis)