miércoles, 14 de abril de 2021

Pretil de los Consejos

 La calle Pretil de los Consejos es uno de los callejones más llamativos de Madrid. Estrecho, en curva serpenteante, conduce desde la calle Mayor hasta la calle de la Villa, con una amplía inclinación del terreno, ya que estamos bordeando el barranco del antiguo arroyo de San Pedro, hoy calle Segovia. Lo primero que nos encontramos son los gruesos muros del Palacio de los Consejos, que da nombre a este callejón. Este edificio se construyó como residencia nobiliaria para los Duques de Uceda, Cristóbal de Sandoval y Rojas, así como su mujer, Mariana Manrique de Padilla. Cristóbal de Sandoval y Rojas, hijo del Duque de Lerma, lo mandó construir nada más ser nombrado Duque de Uceda (1610). Pero las obras se iniciaron en 1613, finalizando las mismas en 1625. Todavía no hay certeza sobre quien fue el autor del primer diseño, si Francisco de Mora (discípulo de Juan de Herrera) o el capitán Alonso Trujillo (quien había trabajado ya en la villa de Lerma). El Duque de Lerma estaba en su época de máximo esplendor cuando lo encargó y se inspiró en el propio Alcázar de los Austrias de la época. Por tanto pidió un palacete de tres alturas en la parte principal, con cuatro torres chapiteles en las esquinas, organizado en torno a dos patios y con un convento anexo. Como la Encarnación con respecto al Real Alcázar. El estilo también seguía la arquitectura herreriana para edificios civiles del s XVII. Pero los Duques de Uceda no lo vieron concluido porque, al morir el rey Felipe III, embargaron sus bienes y fueron desterrados de la corte, falleciendo al poco tiempo el Duque de Uceda en Alcalá de Henares.

                             Inicio de la calle en cuesta de Pretil de los Consejos, con el antiguo palacete del                                               Duque de Uceda en la esquina derecha (SIEMA Matritensis)

                                      Vista del Palacio del Duque de Uceda desde la calle Bailén, esquina 
                                                    con calle Mayor (SIEMA Matritensis)

Escalinatas que bordean el antiguo Palacio del Duque de 
Uceda por Bailén y bajan hasta el viaducto adaptándose al 
barranco y desnivel. Aquí se hicieron muchas reformas en 1900 
y en los años 60 del siglo XX (SIEMA Matritensis)

Puerta principal de entrada a la parte de Capitanía General, con un barroco que utiliza grandes columnas dóricas con fuste estriado en la parte inferior y, en el balcón, el orden dórico, escudos y frontón partido (SIEMA Matritensis)

Durante el s XVII se siguió usando como residencia nobiliaria. En él vivió Luis Méndez de Haro, marqués de Carpio, favorito del rey Felipe IV tras la caída de Olivares. También la reina regente Mariana de Austria, viuda ya de Felipe IV, lo habitaría hasta su muerte (el 16 de mayo de 1696). Una placa en la fachada principal indica este hecho. El rey Felipe V cambiaría el nombre del palacete por Palacio de los Consejos en 1717, trasladándose ahí varios consejos con sus tribunales y administraciones. Así se siguió llamando hasta poco después de fallecer Fernando VII. Todavía en 1854, con Isabel II, era la sede del Consejo Real, más tarde Consejo de Estado. Desde 1893 comparte edificio con la Capitanía General. Cada uno de los dos organismos tiene su puerta de entrada principal que da a la calle Mayor y, luego, unas puertas laterales mucho más sencillas. Este inmenso edificio presenta la característica arquitectura herreriana del Madrid barroco: zócalo de granito, muros de ladrillo con adornos en las ventanas y puertas a base de granito. En los pisos principales la decoración de los huecos es con frontones clásicos. En las esquinas del edificio encadenados de granito. Cuatro torres chapiteles de pizarra enmarcan el edificio rectangular.

Dª Mariana de Austria por Carreño de Miranda, ejerciendo la regencia en 1675
(Patrimonio Nacional)


Azulejos y cartel del Pretil de los Consejos, donde aparecen los consejeros con traje de época
asomados al muro con pretil al desnivel (SIEMA Matritensis)

En la parte del antiguo murete con pretil que mira a la calle Mayor se localiza el monumento a las víctimas del atentado contra Alfonso XIII y Mª Victoria de Battemberrg (SIEMA Matritensis)

En la parte trasera del murete donde se situaba el pretil hoy podemos ver el monumento de bronce realizado por Coullant Valera (1963), que sustituyó al anterior de Algueró. Un ángel de rodillas, con los símbolos reales detrás, desenrosca la firma y fecha. En la parte inferior vemos la placa que explica el homenaje a las víctimas del atentado contra los reyes el propio día de su boda, cuando retornaba a palacio la comitiva real desde los Jerónimos, el 31 de mayo de 1906. Un anarquista, Mateo Morral, les arrojó una bomba disimulada con rosas que, al estallar, mató a 25 personas e hirió a un centenar. Detrás del monumento descendemos el pretil, dejando a un lado los sobrios muros de la iglesia de las Bernardas y a otro el palacio de los Consejos. Este último con muros de inmensa altura, incluido el amplio zócalo de granito que se adapta al desnivel. Pero las puertas laterales del entrada al edificio son mucho más  pequeñas, y en ellas las columnas dóricas tienen el fuste liso, no con estrías como las altas columnas dóricas de la fachada principal.

Vista de bajada del Pretil de los Consejos (SIEMA Matritensis)

Vista de subida desde la calle la Villa por el Pretil de los Consejos
(SIEMA Matritensis)

Muro lateral del palacio de los Consejos adaptándose al desnivel con el 
gran zócalo de granito ( SIEMA Matritensis)

Detalle de una de las puertas laterales del Palacio, la que da al pretil
(SIEMA Matritensis)

En unas casas anexas al palacio el Duque de Uceda fundó, en 1615, el convento de las Bernardas del Santísimo Sacramento. Para ello se trajo una comunidad de monjas desde el convento de Sta. Ana de Valladolid. Con los avatares pasados por el Duque y su marcha de la corte, quedaron paralizadas las obras de la iglesia, que tardaría en construirse (entre los años 1671-1744). Iniciada en el barroco por Francisco Bautista, luego la continuaron Bartolomé Hurtado y Andrés Esteban. Destaca la majestuosa fachada barroca en piedra con el relieve de San Benito y San Bernardo adorando la Eucaristía. En el interior vemos también trazas del barroco, frescos de los hermanos González Velázquez y un retablo neoclásico. El convento rodeaba por detrás a la iglesia, pero se derribó en 1970 para edificar en su solar edificios de viviendas, manteniéndose el llamado "huerto de las monjas".

Muros laterales de la Iglesia actual arzobispal castrense que 
dan al Pretil de los Consejos (SIEMA Matritensis)

Como dato curioso, en el nº 5 de este pretil estuvo la residencia social del gran maestre de la masonería española o sede del Gran Oriente Español en 1889. Una placa lo recuerda. Los masones se infiltraron en los órganos de poder: la política y el ejército, sobre todo, a fines del s XIX. El episodio nacional titulado "Gran Oriente" de Galdós te pone muy bien en ambiente. Les interesaba localizar sus sedes cerca del palacio y del consejo de Estado.

Placa que recuerda la sede del Gran Oriente en el Pretil de los Consejos
(SIEMA Matritensis)

El pretil, al llegar a la curva de la parte de abajo, cambia de nombre por una pequeña calle, de la villa, con solo tres números a ambos lados. Ya sale con ese nombre en el plano de Texeira y se debe a que en ese lugar se localizaba el Estudio de la Villa de Madrid, regentado por Juan López de Hoyos. Madrid no tenía universidad en el s XVI, al instalarse la corte. Estaba la más cercana de Alcalá de Henares. Pero la villa de Madrid disponía de dos estudios humanistas importantes: el de los jesuitas y su colegio en la calle Toledo y éste junto al Pretil de los Consejos. Unas lápidas colocadas en la pared en 1870 nos lo recuerdan. Este estudio también es famoso por formarse Cervantes en él. El mismo López de Hoyos le llama "Miguel de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo", en la obra que en 1569 escribió sobre la "Enfermedad, muerte y exequias de la reina Isabel de Valois", donde añadió tres poemas de Cervantes. Sabemos también que Cervantes, aunque muy viajero siempre, estuvo desde 1566 residiendo en Madrid con su familia. En fin, todo un callejón con mucha historia para recordar.

Maribel Piqueras 

                            Placas que recuerdan donde se ubicaba el Estudio de la Villa de Madrid
                                                           (SIEMA Matritensis)

El de la derecha, en azul y blanco, el cartel de la calle con el antiguo escudo
(SIEMA Matritensis)















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