He tenido la agradable sorpresa de descubrir la Casa del Mapa y la magnífica exposición "De Iberia a España" desarrollada en la sala de exposiciones del IGN. El Instituto Geográfico Español es bastante desconocido por los madrileños. Su sede actual está en la calle General Ibáñez Íbero nº 3 (desde 1930). Se había fundado en 1870, dependiente de Fomento, por el ingeniero militar Ibañez Íbero. En unos años de gran desarrollo científico e industrial, con la importancia debida dada a la ingeniería y geografía. Originalmente el edificio donde se alojaba estaba en Jorge Juan nº 8. Unos años después, en 1873, empezó a funcionar como centro independiente. Hoy en día dispone de una completa web www.ign.es donde aclara la cantidad de servicios que ofrece: vigilancia volcánica, cartoteca, biblioteca, archivo, atlas nacional de España, astronomía, geodesia, geomagnetismo, recursos educativos, tienda, exposiciones, colección de instrumentos o laboratorio de control de calidad.
Instituto Geográfico Nacional, fachada principal
(Foto SIEMA)
Fachada de la Casa del Mapa (Foto SIEMA)
La Casa del Mapa dispone en sus armarios de miles de mapas, los de color azul están realizados a escala 1-50.000 y los rojos a 1-25.000. En su sala de exposiciones se puede disfrutar, hasta abril del 2019, de la muestra "De Iberia a España". A través de mapas originales y facsímiles o alguna copia conoceremos la imagen que de nuestra tierra han tenido desde la antiguedad hasta 1834. Utilizando para ello los mapas de marineros, de comerciantes o de geógrafos. Nuestra península representaba el límite a lo desconocido, así la veían los antiguos griegos más allá de las columnas de Hércules (estrecho de Gibraltar). De la Hispania Romana destaca el trabajo de Claudio Ptolomeo ( s II), que ya desarrolló unos cálculos científicos. A su visión cartográfica se remitirán en los siglos venideros. Me impresionó que, durante la visita guiada por Marcos, se nos permitiera acceder y tocar los facsímiles. Por ejemplo la copia conservada del realizado por Pietro del Massaio, en 1472, para la Biblioteca Vaticana, donde incluía el mapamundi de la Cosmografía de Claudio Ptolomeo. Impresionante su encuadernación de piel, los pigmentos utilizados en la coloración de sus láminas y el abundante pan de oro. Además, en los mapas de Ptolomeo se siguen manteniendo la división administrativa de Roma para Hispania en tres provincias ( Bética, Lusitania y Tarraconense)
Mapamundi abierto que representa la Cosmografía de Ptolomeo. Facsímil de la
Biblioteca apostólica romana, realizado por Pietro di Massaio en 1472.
(Foto SIEMA)
Del mismo facsímil, el mapa de España según Ptolomeo. Se aprecia el pan de oro en la fotografía. Ptolomeo le daba esa característica forma trapezoidal, y ya incluía las Canarias, pero situándolas junto a la silueta de España. (Foto SIEMA)
Otra imagen donde se marcan los ríos españoles. Pertenece al mismo facsímil.
(Foto SIEMA)
Durante la Edad Media coexisten mapas de tipo religioso, como los Beatos, con otros más realistas realizados por marineros o comerciantes. La imagen de España y del resto del mundo se hacía siguiendo la tradición bíblica, dando mucha importancia a Jerusalem o a los ríos del paraiso, que solían centrar el resto de las tierras conocidas, dibujadas con contornos imaginarios. Muestra de ellos son los beatos que están expuestos aquí. Junto a ellos se expone una de las cartas naúticas más antiguas donde ya aparecen contornos fiables de la Península española y, en la parte inferior, imágenes simbólicas que representan monumentos o reyes del N de África. Me refiero al Atlas Catalán, de Abraham Cresques, de 1375 en magnífica reproducción facsímil.
Carta naútica del Atlas Catalán, de Abraham Cresques,
1375 (Foto SIEMA)
Durante el Renacimiento, como ya vimos con el facsímil de la Biblioteca Vaticana, se adaptó la cartografía de Ptolomeo, se vuelve a la visión clásica. Añadiendo los grandes descubrimientos e las costas americanas y de África. Se muestran interesantes mapas con la imagen que tenían de la situación de América, muy lejana a la real. Son cartógrafos italianos y flamencos los más adelantados y los que trabajan para la corte española. Como, por ejemplo, Sebastián Munster o Fernando Bartelli en el s. XVI y otros de los que pondré imágenes curiosas, en el s XVII, como Van Keulen o Vicenzo María Coronelli. Del primero se expone la Carta Naútica que comprende la costa entre Málaga y Cádiz (se ve Cádiz como una isla), el estrecho de Gibraltar y el N de Marruecos. Del segundo es un mapa de España coloreado y con dibujos adornando los bordes como el león de la esquina con los escudos de las provincias. En él apreciamos la costa muy detallada.
Carta naútica de la costa entre Málaga y Cádiz, estrello de Gibraltar y algo
del N de Africa. Van Keulen, 1695.De los últimos de la época Austria (Foto SIEMA)
Mapa de España de Vicenzo María Coronelli, 1691.
(Foto SIEMA)
La exposición continúa con las innovaciones que trajo la Ilustración y la nueva dinastía de los Borbones, a imitación de Francia. Por ejemplo la creación de una institución científica para lograr un mejor conocimiento del territorio español: Academia de Guardamarinas de Cádiz. Jorge Juan o Antonio de Ulloa formaron parte de expediciones para medir el arco del meridiano. Tomás López y Juan de la Cruz fueron enviados a París con la idea de formarse en el grabado y dibujos de mapas. De Tomás López, los amantes de Madrid, conocen un famoso plano que no está expuesto en esta muestra. La exposición termina con el mapa de la división provincial de España en 1833, que estableció Javier de Burgos, entonces ministro de Fomento, justo unas décadas antes de inaugurarse el Instituto Geográfico Nacional. Os animo a recorrerla viendo con todo detalle los mapas para conocer algo más de la imagen que se va teniendo de la realidad del territorio español a través de la historia. Para más información www.ing.es. También organizan visitas a las exposiciones, previa cita a mail documentacion@fomento.es
Maribel Piqueras
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