domingo, 21 de junio de 2015

Plaza del Cascorro y Eloy González

En un lugar tan emblemático como la llamada Plaza del Cascorro podíamos decir que comenzaría el Rastro madrileño, ese peculiar mercado de los domingos. Cuando hacemos recorridos por Lavapiés con Siema Matritensis (www.siema.es) solemos empezar en la estatua a Eloy Gonzalo situada en el centro de la misma plaza. Muchos madrileños piensan que Cascorro es el nombre de un señor, pero no es así. Cascorro es una villa de Cuba, situada a 60 Km de La Habana, en la famosa provincia de Camaguey.


En el asedio a la villa de Cascorro en 1897 logró ser un héroe nacional Eloy Gonzalo. Eloy tuvo una infancia mísera y triste, que empezó cuando su madre le abandonó de bebé. En su juventud buscó un futuro ingresando en el cuerpo de carabineros, incluso estuvo prometido a una bella mujer. Pero ella le dejó y le fue infiel con uno de los oficiales. Eloy los descubrió y amenazó a susodicho oficial, lo que le costó una pena de doce años de prisión por insubordinación. Las revueltas en Cuba fueron su vía de escape, ya que al necesitar personal militar allí hicieron la vista gorda sobre su pena y le permitieron ingresar en el regimiento de Infantería Mª Cristina nº 63. Enviado de misión en Cuba en 1896 logró defender heroicamente el puesto de Cascorro. En esta localidad 170 españoles resistían el asedio de 3000 cubanos que les acorralaban.

"Azulejo de la Plaza de Cascorro y curiosos reflejos del otro lado de la plaza en el bar" 
(Foto SIEMA)

"Estatua de Eloy Gonzalo" (Foto SIEMA)
La escultura en bronce representa a Eloy con los elementos característicos utilizados para lograr su hazaña. En el puesto sabían que la única manera de salir de ahí, aunque con muchas probabilidades de que no resultara eficaz, era hacer saltar el polvorín de armas y fortaleza de los rebeldes. Eloy se ofreció voluntario para realizar esa gesta. Se armó con un bidón de gasolina, una antorcha, su fusil y una soga atada. Lo de la cuerda era por si moría que los suyos pudieran tirar de la soga y recuperar el cuerpo. Se internó en la noche y sus compañeros vieron como saltó por los aires la fortaleza, pero en la humareda, a lo lejos, apareció andando tan pancho Eloy Gonzalo. Al regresar a España, en el último año de la regente Mª Cristina, madre de Alfonso XII, es decir en 1901, su propio hijo inauguraría el famoso monumento. Situado en el centro de la plaza sobre un pedestal de piedra con pilares en las esquinas y la placa que indica el nombre y el año de colocación de la misma.

Para la regente recordar estos hechos suponía una gran alegría cuando España estaba inmersa en la depresión y decepción de la crisis provocada, tan solo unos años antes, con la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico en 1898, A esa tristeza se había añadido el asesinato de Cánovas del Castillo, gran artífice de la restauración monárquica y un enorme apoyo para Mª Cristina. Hoy en día están mejorando las relaciones con Cuba, por eso quería recordar en este blog este trocito de Cuba en Madrid. También existe un gran monumento dedicado a Cuba en el parque del Retiro, pero realizado mucho después. Ese monumento a Cuba se empezó en 1931, con la República, pero su construcción se alargaría en el tiempo, ya que no se acabaría hasta 1952. En él intervinieron artistas de la talla de Benlliure, por ejemplo, quien esculpió muchos de los bronces.
"Monumento a Cuba en el Retiro" (Foto SIEMA)

En lo alto del conjunto aparece una alegoría de la isla de Cuba, en forma de mujer, destacando también los bronces con la nao y los animales tropicales, como galápagos o iguanas.

"Detalles del monumento a Cuba en el Retiro, con los fantásticos bronces de animales de los que salen chorros de agua" (Foto SIEMA)

Volviendo a la Plaza del Cascorro recomendaría desayunar en la China Mandarina con sus ricas tartas de chocolate, manzana o limón. También puede pararse a tomar un brunch rico y sencillo mientras trabaja en una de sus amplías mesas. Este local lleva un año abierto con éxito en esta plaza tan castiza y, a pesar de su nombre, no es uno de los negocios regentados por chinos que abundan el Lavapies. Está decorado por Estudio Plantea en maderas de tonos suaves y oscuros, grises o azules, pero a los que sus amplias cristaleras a la plaza iluminan enormemente. Las columnas decimonónicas altas y centrales del bar le dan mucho encanto.
"Interior de la China mandarina" (Fotos SIEMA)

"China Mandarina" (Foto SIEMA)

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