Un día como hoy, 2 de mayo del 2012, no quería dejar de rendir homenaje a los héroes madrileños de ese día sin escribir unas notas sobre dicho evento y algunas manifestaciones en Madrid. La verdad es que esa fecha no surge porque sí, sino que los acontecimientos se fueron encadenando desde hace tiempo. Ya desde la firma del Tratado de Fontainebleau con Francia (1807) notamos un incremento de tensiones en la sociedad española que se percibía desde finales del s.XVIII. A modo de resumen diremos que se daba una gran conflictividad en las clases populares, una oposición aristocrática y de la iglesia contra el gobierno, así como la oposición militar contra Godoy. Esas tensiones desembocaron en los sucesos de Aranjuez que habían provocado la abdicación de Carlos IV en su hijo.
A finales de abril de 1808 el pueblo de Madrid había llegado a soportar hasta el límite y estaba en un grado de tensión tal que la gota de agua estalló cuando en la Plaza del Palacio Real se disponían, a las 8.30h de la mañana del día 2, unos carruajes para recoger a los últimos miembros de la familia real que quedaban en Madrid. Ahí comenzaron los gritos de "¡traición!" y los primeros disparos. También ahí se dieron las primeras víctimas de las miles que despué hubo.
El Obelisco del Dos de Mayo, situado en la Plaza de la Lealtad junto al Paseo del Prado, es uno de los símbolos en Madrid que recuerdan esos hechos. La idea partió de las Cortes liberales en 1822, ese breve período de liberalismo reinando Fernando VII. Se lo encargó a su arquitecto Isidro González Velázquez, con la idea de crear una plaza ovalada donde situar el obelisco, dentro de esa zona tan castigada por la invasión francesa como era el Retiro. En realidad sería el primer plan de reorganización urbanística de la zona. Pero la falta de medios y los acontecimientos políticos retrasaron las obras y no inauguraría hasta el 2 de mayo de 1840. Tiene 29 ms de altura, pero no se ve bien desde la calle porque está rodeado de una cerca y frondosos árboles. Esta situado justo delante de la fachada principal de la Bolsa de Madrid. Esas figuras que vemos en la base represntan el Valor (realizada por José Tomás), la Constancia (Francisco Elías Vallejo), la Virtud (Sabino Medina) y el Patriotismo ( Pérez del Valle)
Debajo se ve la urna de piedra donde se colocaron los restos de fallecidos en ese día junto a los de los famosos Daoiz y Velarde ( los primeros que se lanzaron a defender el Parque de Artillería y que murieron en lo que hoy se conoce como Plaza del Dos de Mayo). Es que en este Paseo del Prado fueron muchos los fusilados en ese día. En 1985 se reformó el monumento algo y, desde entonces, está dedicado a los caídos en general y presenta la llama encendida para este tipo de monumentos a los héroes caídos.
Quería completar este blog con las obras más conocidas de Goya sobre este tema. El pintor vivía muy cerca del centro, en la calle Desengaño. Aunque estaba sordo, quería mantenerse al tanto de lo que ocurría en Madrid. Esa misma noche del 2 de Mayo salío con su criado a dar vueltas por la ciudad y creo que llegaron hasta la montaña de Príncipe Pío después de los fusilamiento. Goya iba tomando notas y dibujos de los cadáveres que veía y el pobre criado no paraba de vomitar. Así lo reflejó el propio Goya en uno de sus grabados.
En La Carga de los Mamelucos pinta ,a modo romántico y muy expresivo, como los mamelucos o tropa de élite egipcia de Napoleón cargan contra el pueblo de Madrid en el centro de la ciudad. Los madrileños se defienden con lo que tienen: escobas, cuchilos de cocina, tijeras. Es una obra monumental pintada después de la Guerra, en 1814, llena de movimiento, colores, líneas diagonales, escorzos, todo ello para dar sensación de batalla.
Goya durante los años de la guerra sólo grababa las escenas de guerra o dibujos, pero estos cuadros los pinto como ya he dicho mucho más tarde. En los Fusilamientos de la madrugada del 3 de Mayo representa al ejército invasor como un bloque que aplasta, de espaldas a la derecha y sin rostros humanos que se perciban. La figura central está con los brazos en cruz como Cristo y va vestida de blanco ,que simboliza pureza. A su alrededor gente de todo tipo y condición ( hasta un fraile) son fusilados sin miramiento. El rojo contrata con el amarillo y la luz del farol, pero en general predominan los tonos oscuros. Estos sucesos supusieron un choque emocional muy grande para el pintor, que tenía tan idealizados a los franceses.
Hola Maribel:
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu estupendo blog y quería darte la enhorabuena. Siento no haberlo conocido antes.
Un saludo!!
Muchas gracias a tí por animarte a leerlo. Es un blog bastante nuevo, pero intento hacerlo con el suficiente rigor histórico y amenidad para divulgar todo el patrimonio que tiene esta tan querida ciudad de Madrid. Un saludo:
ResponderEliminarMaribel