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jueves, 18 de noviembre de 2021

Palacio de Godoy o Palacio de los Secretarios de Estado

 Hoy en día está de plena actualidad el Palacio de Godoy o de los Secretarios de Estado, a raíz de los trabajos sobre sus sótanos y almacenes que daban a la "calle nueva" o Bailén, y que han salido a la luz con motivo de las obras de la nueva Plaza de España. Con esta entrada pretendo que el lector realice un pequeño viaje en el tiempo a dicho edificio. El cargo de secretario de estado es un puesto político que se introdujo en España con los Borbones. Aunque pudiera derivar del antiguo secretario del consejo de Estado de la época de los Austrias, no es lo mismo, y el de los Borbones acumula mucho más poder y trato directo con el rey. Estuvo operativo con esa denominación desde 1714 hasta 1841. Carlos III encomendó a Sabatini las trazas de una nueva residencia para los Secretarios de Estado, cargo que ocupaba en aquel entonces Grimaldi. Sabatini lo proyectó en 1776, pero las obras se alargaron en el tiempo hasta 1782. El primero que lo pudo habitar fue Floridablanca.

                                   Francesco Sabatini por Goya (Meadows museum. Dallas, EEUU)

José Moniño, Conde de Floridablanca, retratado por Goya en 1783, fecha en que utilizaría el palacete de Secretarios de Estado nuevo. Al fondo, a la derecha, Sabatini rodeado de planos (SIEMA Matritensis, imagen tomada en la exposición "los orígenes del Banco de España")

Sabatini aparece retratado en la primera imagen como ingeniero militar, con un florete en la mano y no sujetando planos de arquitecto. Sabatini siempre anteponía su condición de militar a la de arquitecto y eso se manifestaba también en sus obras, donde vemos una gran solidez, monumentalidad, fuertes cimientos, columnas y bóvedas. Buscaba la seguridad del edificio ante todo. En el Palacio de los Secretarios de Estado Sabatini supo adaptarse al terreno inclinado y desarrollar una escenográfica composición que desde la fachada principal del edificio embocaba perpendicularmente la calle nueva. Precisamente colocó la fachada principal hacia la calle más estrecha por que hacía la actual calle Bailén las diferencias de cotas complicaban más el acceso. De hecho los peldaños más bajos de la escalera de entrada invadían algo la calle en su fachada oriental. Entre ese lado de la escalera hacia el E y las caballerizas del palacio de Secretarios de Estado quedo un fragmento que se incorporó a la huerta del colegio de María de Aragón. Como la cota quedó entonces a media altura, se construyó una escalera adosada al muro de contención que delimitaba los terrenos de lo que quedó para los frailes vecinos. 

               Palacio de los Secretarios de Estado pegado al colegio de María de Aragón, luego Senado, 
               tal como aparece en la maqueta de León Gil de Palacio, que se encuentra en el Museo de                           Historia de Madrid ( nº inventario general maqueta 3334)

Hall de entrada al Palacio de Secretarios de Estado con las robustas escaleras y columnas
de granito que proyectó Sabatini (SIEMA Matritensis)

La planta era triangular y el palacio no ocupaba gran espacio. Las dos fachadas principales del palacio utilizaron sobrios materiales: zócalos de granito (se van ensanchando según la diferencia de cota al llegar a la c/ Bailén) y muros de ladrillo con piedra en las embocaduras de las ventanas. La entrada principal consta de una arco clásico de medio punto. Sobre el mismo dos modillones de piedra sujetan el balcón principal. Los huecos de la planta baja van rematados por molduras rectas de granito, pero los huecos de la planta noble llevan frontones triangulares. La cornisa y la línea de impostas que separa los dos pisos principales también es de piedra. En el interior encontramos mármoles y buenas maderas, así como frescos en las bóvedas, realizados por artistas como José del Castillo o Zacarías González Velázquez.

Entrada principal al palacio de Secretarios de Estado (SIEMA Matritensis)

Fachada Sur, que es la principal, del palacio de Secretarios de Estado
(SIEMA Matritensis)

Este palacio es conocido con muchos nombres diferentes, por ejemplo como Palacio de Godoy. Ésto se debe a que Godoy lo usó como residencia al ser nombrado secretario de Estado en 1792, incluso lo compró como propiedad privada suya (cambiándolo por unas casas en propiedad que tenía cercanas a la iglesia de San Marcos). Encargó al arquitecto Juan Cuervo las obras de ampliación hacia el lado O, que no aparecen en el plano original de Sabatini. ¡ Y mira que le costó hacer la nueva crujía, porque tuvo que romper los sólidos muros y bóvedas que había realizado Sabatini en ese lado!. Godoy diseñó y decoró de nuevo el palacio a su gusto. Encargó en 1800 al francés Demósthene Dugour, que trabajaba para los sitios reales en tiempos de Carlos IV, que decorara los diferentes salones de la planta superior, su propio despacho y la escalera de honor. Dugour utilizó maderas nobles de la mejor calidad para cubrir el despacho de Godoy, bronces y porcelana del Buen Retiro para el carro de Atenea sobre la puerta. Ese despacho se desmontó con las obras de el nuevo cuartel general de la armada en la c/ Montalbán de 1929 y se trasladó allí.  En 1807 vendió el palacio al Almirantazgo, pero se reservó todos los derechos de propiedad de muebles y pinturas. En la época en que lo habitaba Godoy estaba lleno de obras de arte que hoy lucen en el Museo del Prado. Por ejemplo, los cuatro tondos de Goya nos recibían al inicio: los que representan la agricultura, la ciencia, la industria y el comercio. También colgaban allí la Venus del espejo de Velázquez, el retrato de la condesa de Chinchón, las dos majas de Goya, "Sto. Tomás de Villanueva" de Murillo y obras de otros autores como el Veronés, por ejemplo. Pintores como Juan de Mata Duque o Manuel Muñoz de Ugena realizaron nuevos frescos de temática pompeyana o mitológica para Godoy.

Manuel Godoy como Conde consorte de Chinchón por  Bayeu

La Condesa de Chinchón , 1800, Goya (Museo del Prado)

Una de las cosas que más llaman la atención es la decoración de la escalera de honor por Dugour, en la cual hizo uso de los efectos ópticos para agrandar el espacio, como abrir y colocar escalones imposibles de subir, o amplias arcadas y columnas.

Escalera de honor del Palacio de Godoy, con los efectos ópticos que diseñó Dugour (ABC)

Cubiertas de la escalera de honor del Palacio de Godoy(un serenotransitandolaciudad)

Con la invasión francesa el palacio de Godoy fue ocupado por Murat en 1808. Durante el s.XIX  alternaron diferentes instituciones en el edificio. Por unos años, desde 1819, albergó las dependencias de la Biblioteca Real. En 1826 se utilizó por las secretarías de estado de Gracia, Justicia, Hacienda y Marina hasta que un incendio, en noviembre de 1846. aconsejó ubicar esos ministerios en otro lugar. Por eso fue conocido un tiempo como palacio de los ministerios. Luego permanecerían en este edificio sólo las dependencias del Ministerio de Marina (de ahí el nombre de la plaza de la Marina española), al que en 1853 se unió la ubicación aquí del Museo Naval también. Este museo se trasladaría a la sede actual del Pº del Prado en 1932.

Despacho de Godoy (Cuaderno de viaje 360)

Museo naval en el Palacio de Godoy, cuando era Ministerio de Marina (Laurent, 1880)

Durante la II República se hacen obras de ampliación en la calle Bailén, se decide demoler las Caballerizas de palacio real realizadas por Sabatini y la crujía que amplió Godoy hacia el O del palacio original de los secretarios de Estado. En el antiguo palacio de Sabatini se ubica después de la guerra civil el museo del pueblo español. En 1975 se reforma el edificio para adaptarlo a su uso actual, como Centro de Estudios Constitucionales. A raíz de las obras de la Plaza de España y alrededores salieron a la luz lo que había cubierto la calle Bailén en 1935. Los sótanos y almacenes del palacio de Godoy, es decir la ampliación que mandó hacer Godoy por ese lado del antiguo palacio de secretarios de Estado. Actualmente piensan hacer un museo de esos restos arqueológicos y que se puedan visitar. Con esta imagen termino la entrada de hoy. Ya sabéis que podéis seguirnos en agenda de la web www.siema.es , twitter o instagram @siemamadencanto o Facebook Siema Matritensis.

Maribel Piqueras

Restos del palacio de Godoy (secretos de Madrid)









martes, 2 de noviembre de 2021

Goya y los orígenes de la colección del Banco de España

 Me ha sorprendido gratamente la exposición sobre Goya y los orígenes del Banco de España, que permanecerá abierta al público hasta el 26 de febrero del 2022, en la sala de exposiciones del Banco de España. El Banco de San Carlos se fundó en 1782 por el rey Carlos III. Consistía en una sociedad anónima, creada por medio de acciones con capital privado y que podía emitir billetes convertibles en oro y plata. Se instaló en la calle Luna, en un edificio noble perteneciente al Conde de Sástago, que adaptaría y ampliaría el arquitecto Pedro Arnal en 1785. Para decorar con prestancia las instalaciones del banco se empezó a adquirir un patrimonio importante en cuadros, mobiliario, relojes, etc. Así los despachos, salas de juntas, biblioteca y capilla lucirán con la solemnidad que corresponde. En la exposición se muestran en la primera sala los retratos del rey Carlos III, los príncipes de Asturias (Carlos y María Luisa) y cuadros piadosos para el oratorio, así como algún objeto litúrgico para el mismo, como una cruz de plata. El Director del Banco de San Carlos encargó el retrato del rey a Mariano Salvador Maella en 1782. Este artista tomó como modelo el que Mengs había realizado en 1765, así que, curiosamente, el rey aparece sin envejecer, pero con el añadido de la banda azul y blanca de la orden de Carlos III que el rey había instituido después, en 1771. 

                       Carlos III con armadura, de Mariano Salvador Maella, 1783 (SIEMA Matritensis)

A destacar también el maravilloso retrato del I Conde de Floridablanca, José Moñino y Redondo, que lleva en el brazo derecho el documento de creación del Banco de San Carlos. Esta obra de Goya, de 1783, se enmarca dentro de las realizadas por Goya cuando ya cuenta en la corte con grandes protectores, como el Infante D. Luís, hermano de Carlos III. El mismo Floridablanca le apoyó también en su carrera en Madrid. En esa misma época Goya pintaría "San Bernardino de Siena" para una de las capillas de la iglesia de San Francisco el Grande. Floridablanca, hombre de leyes que no venía de la aristocracia y que ejercía de secretario de Estado desde 1777, aparece centrado como figura monumental, vestido de verde (color simbólico del dinero y la riqueza) y con la banda azul y plateada de la orden de Carlos III

Retrato del conde de Floridanblanca, por Goya, 1783 (Museo del Prado)

Para la capilla del Banco de San Carlos Maella pintó al santo del que el rey llevaba el nombre, San Carlos Borromeo. También se adquirieron cuadros de la Virgen, como el expuesto de la "Virgen del lirio", del holandés Cornelis Van Cleve (1550). La obra está inspirada en la Madonna Corsini de Andrea del Sarto.

                              Virgen del lirio, de Cornelis Van Cleve, 1550 (SIEMA Matritensis)

La siguiente sección trata de la labor de Juan Agustín Ceán Bermúdez y el Banco de San Carlos. El asturiano Ceán Bermudez ingresó en el recién creado Banco de San Carlos en 1783, animado por su paisano Jovellanos. Allí llegó a ser el primer oficial de la secretaria. Se encargó de organizar el archivo y de crear la iconografía y símbolos específicos del nuevo banco. Como era aficionado a la pintura, en el taller de Mengs conoció a Goya en 1776. Goya lo retrató de cuerpo entero rodeado de su colección de estampas. Facilitó a Goya que retratara también a los primeros directores del banco, a Cabarrús y que incluso Goya fuera accionista en 1785. También en los documentos de cuentas que ordenó Ceán consta el pago de 2328 reales de vellón como pago a Goya por el retrato de José de Toro y Zambrano. Esos reales de vellón son los que dan también título a esta exposición. Comentar que está magníficamente explicada con cartelas y bien expuestos los documentos y obras de arte, así que se hace fácil recorrerla y disfrutarla sin necesidad de guía. Otra faceta de Ceán es ser el primer historiador de las bellas artes en España, para lo cual redactó el "Diccionario histórico de los más ilustres profesores de Bellas Artes de España".

                     Ceán Bermúez retratado por Goya entre 1786-93 (SIEMA Matritensis)

Diccionario histórico de los más ilustres profesores de bellas artes de España, de Ceán Bermúez. Edición de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1800. Al principio estaba pensado acompañarlo de medallones e ilustraciones realizadas por Goya, pero al final fue sin ilustraciones
(SIEMA Matritensis)

Libro primero de los acuerdos de juntas generales de accionistas del banco de San Carlos
(SIEMA Matritensis)

R.Ced de erección de la Compañía de Filipinas en 1785
(SIEMA Matritensis)

Acción del Banco de San Carlos a nombre de Francisco de Goya, en 1784 (SIEMA Matritensis)

Thomas Windmills, reloj inglés de sobremesa de 1720 ( SIEMA Matritensis)


En la sala central más grande de la exposición podemos ver los retratos de los primeros directores de la institución, encargados a Goya en los primeros tiempos. Hay otros retratos que se adquirieron más tarde para integrar el patrimonio del banco por su importancia para la historia del mismo, como el de Floridablanca o el del conde de Gausa. El Banco invirtió también en grandes artistas para el diseño de sus billetes, sus edificios o la decoración de los mismos. La exposición ocupa las salas de la ampliación del Banco de España original por la calle de Alcalá ( 1927). El retrato de José de Toro y Zambrano fue el primero de los pintados por Goya, en 1785. Goya retrató también al rey Carlos III, a Floridablanca de nuevo o a Cabarrús, inspirado en el retrato que hizo Velázquez del bufón Pablo de Valladolid. Cabarrús viste de verde y fue el último retrato que hizo Goya para el Banco de San Carlos.

Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán Fernández de Córdoba y de la Cerda, XIII Conde de Altamira, pintado por Goya en 1786 para que colgase en la sala grande de juntas generales. Lo sitúa en esa posición con las piernas hacia adelante ladeadas para disimular lo bajito que era (SIEMA Matritensis)

Miguel Fernández Durán y López de Tejeda, II Marqués de Tolosa, 
pintado por Goya en 1786 (SIEMA Matritensis)

Retrato de Floridablanca de 1783, en la mesa aparecen los planos del canal imperial. Y Goya, autor de la pintura, se autorretrata a la izquierda. Esta obra fue adquirida para la colección del Banco de España en 1986 (SIEMA Matritensis)

Francisco de Cabarrús, 1788, por Goya. (SIEMA Matritensis)

Vista de la sala de exposición con las pinturas de Goya, cada una diferente
(SIEMA Matritensis)

Decoración art decó años 20 en la puerta de acceso a la escalera en esta 
sala grande de exposiciones, situada en la nueva ala de Alcalá del Banco de España
(SIEMA Matritensis)

Techo con adornos de casetones con flores (SIEMA Matritensis)

El recorrido expositivo termina en las obras encargadas ya en el s XIX, procedentes del Banco de San Fernando, el de Isabel II y el de los inicios del Banco de España. En esta sala encontramos una mesa de memoriales seguramente utilizada por los ministros de Fernando VII y una curiosa urna de votaciones que pertenecía al Banco de Isabel II. 

Mesa de memoriales ,1817. (SIEMA Matritensis)

Urna de votaciones, 1844 (SIEMA Matritensis)

Empezamos por el gran retrato de Fernando VII, encargado por el Banco Nacional de San Carlos en 1828 a Vicente López Portaña. El rey posa a sus 47 años, de cuerpo entero, con mucha naturalidad, vestido de capitán general y mostrando el toisón de oro y las cruces de Carlos III e Isabel, la Católica. Otros retratos representan a Isabel II de niña y ya mayor. O el de Ramón Santillán, por José Gutierrez de la Vega, que fue encargado por el Banco Español de San Fernando en 1852 e inaugura otra serie de retratos de directores del banco durante el s. XIX. De Federico de Madrazo el que realizó a Pedro Salaverria. Aunque en el tiempo que lo hizo Madrazo , ya Salaverria no era gobernador del banco. Estos retratos decimonónicos nos muestran a los directores serios, solemnes, en sus despachos. De estilo muy diferente el retrato romántico que pintó Madrazo al XI Duque de Osuna en 1844, adquirido para la colección del Banco de España en 1984. Retrato romántico, donde muestra al Duque de cuerpo entero, vestido a la moda y peinado con esmero. El elegante aristócrata fue hombre polifacético y protagonista de la vida cultural y deportiva en la España isabelina. Soltero de oro, fue un gran mecenas de las artes. 

El Banco de San Carlos pasó a ser el Banco de San Fernando en 1829 y, en 1847, se fusionó con el Banco de Isabel II. Como Banco de España se conoce ya desde 1856. Retratos pintados por Zacarías González Velázquez (como el de 1820 al rey Fernando VII) o por Esquivel, junto a billetes o relojes completan esa pequeña sala.  Con estas imágenes del s. XIX os animo a adentraros en el mundo de los comienzos de las colecciones del Banco de España.

Maribel Piqueras

Retrato de Fernando VII en 1732 por Vicente López (SIEMA Matritensis)

Pedro Salaverría, por Federico de Madrazo en 1881 (SIEMA Matritensis)

XI Duque de Osuna, por Federico de Madrazo en 1881 (SIEMA Matritensis)


Hoffmeyer, reloj de sobremesa, entre 1850-60 (SIEMA Matritensis)

Vitrina con billetes, el de abajo reproduce la imagen del que fue primer gobernador del Banco de España, Ramón de Santillán (SIEMA Matritensis)

Chaflán característico del Banco de España  con la bola y el reloj (SIEMA Matritensis)