Cuenta la historia y tradición de Madrid que estando trabajando San Isidro en los campos de su señor, habiendo pasado por una gran sequía, decidió tocar con la vara el suelo, saliendo agua de ese punto. San Isidro falleció en 1172 y desde siempre existió ahí un manantial con fama de milagroso. Hasta tal punto que la Emperatriz Isabel, mujer de Carlos V, hizo traer agua de esa fuente para su hijo, el futuro Felipe II, enfermo de extrema gravedad en 1528. Como el niño sanó inmediatamente, la Emperatriz mandó construir en ese mismo lugar del manantial una pequeña ermita dedicada al santo. Tal como relata la inscripción superior de la fachada de la ermita actual.
San Isidro en oración, de Bartolomé González, s XVII.
Museo de Historia de Madrid (Foto SIEMA)
Fachada principal de la ermita con la inscripción
(Foto SIEMA)
En el Paseo de la Ermita del Santo nº 78 podemos visitar la ermita actual, que ha pasado por varias fases en su construcción. D.Cristobal de Urgel mandó hacer una capilla funeraria para su familia junto a este antiguo oratorio y, también, acondicionar el interior del mismo. Poco más de un siglo después de la canonización, en 1725, durante el reinado del primer Borbón, D. Baltasar de Zúñiga y Guzmán, virrey de México, mandó edificar una ermita de estilo neoclásico, con planta de una sola nave abovedada, cubierta por cúpula hexagonal y linterna. Un gran soportal con columnas clásicas, retocado posteriormente con arco central y dos entradas adinteladas a los lados nos reciben. Entre los huecos pilastras y cuatro columnas dóricas. Después el friso con la citada inscripción y la espadaña con la hornacina del santo, rematada en frontón triangular.
Vista lateral de la Ermita del Santo en la fiesta de
su patrón (Foto SIEMA)
Los acontecimientos históricos le afectaron al igual que al entorno. Durante siglos fueron famosas las fiestas y romerías en la pradera de San Isidro, tal como reflejó Goya. Incluso actualmente se sigue con ese ambiente festivo tan popular en torno al 15 de Mayo, festividad de San Isidro. Como la Guerra Civil provocó enormes destrozos en su interior, toda la decoración actual pertenece al trabajo que realizó Enrique Cuartero en 1941. Se lo encargó la Real Archicofradía de San Isidro, San Andrés y San Pedro, que son los encargados de mantener la ermita, la sacramental y la fuente en la actualidad. Decidieron mantener las trazas arquitectónicas neoclásicas de la ermita original, pero en la decoración interior se animaron por el neobarroco. Como, por ejemplo, el retablo del altar mayor, donde representa a San Isidro obrando el milagro de la fuente con el sr Vargas arrodillado a sus pies. Las tallas laterales son de S. Isidro y Sta. María de la Cabeza. Hay además añadidos de otros estilos.
La Pradera de San Isidro, de Goya
Curiosidades de la Feria de San Isidro (Foto SIEMA)
Ambiente actual en la pradera (Foto SIEMA)
Interior de la ermita del santo con los retablos de
estilo neobarroco, que contrastan con las líneas arquitectónicas neoclásicas,
como esas pilastras toscanas y línea de cornisa (Foto SIEMA)
Retablo de San Andrés en la Ermita del Santo
(Foto SIEMA)
durante las fiestas de mayo (Foto SIEMA)
Junto al muro de la derecha de la ermita hoy se puede contemplar la fuente. En la visita realizada a la fuente y al lugar por los jueces apostólicos que, durante el proceso de canonización, necesitaban comprobar como corría agua de una fuente, la cual "testificaban los testigos de la información que con sus aguas fueron sanados y sanan de diversas enfermedades". Durante el siglo XVIII se copió el cuadro de Carreño de Miranda (actualmente perdido) en el relieve que aparece en lo alto de la fuente.
Fuente (Foto SIEMA)
Fuente del agua milagrosa con la leyenda
(Foto SIEMA)
Cola para beber de la fuente en la festividad de San Isidro
(Foto SIEMA)
Para saber más de San Isidro y de su época recomendamos visitar el renovado Museo de San Isidro o de los Orígenes de Madrid. Ver más en http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2016/05/museo-de-san-isidro-o-de-los-origenes.html
Maribel Piqueras
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