El castillo de la Coracera, en San Martín de Valdeiglesias, se remonta al s XV y todavía conserva la mayor parte de la arquitectura de esa centuria. Lo mandó construir Álvaro de Luna, Condestable de Castilla bajo el reinado de Juan II. En 1434 consiguió de los monjes del cercano Monasterio Cisterciense de Santa María, que ya vimos su importancia en otra entrada http://madridconencanto-siema.blogspot.com/2023/03/monasterio-de-santa-maria-la-real-de.html , que le vendieran el señorío de San Martín de Valdeiglesias. El propio rey autorizó también esa compra. Por tanto, localizó la colina más alta desde donde dominaba el valle del Alberche y mirando también hacia la sierra, en dirección a Ávila, situó la fortaleza símbolo de su dominio en la zona. Atravesando un foso y puente levadizo, te adentrabas en el castillo que constaba de varias líneas defensivas.
Dibujo donde se aprecia el exterior del castillo, con el foso, defensas, muros, torres, patio de armas y torre del homenaje (SIEMA Matritensis)
Foso y puente levadizo que era la tercera línea defensiva para poder entrar en el castillo. Se ven las torres defensivas de la entrada y la torre del homenaje (SIEMA Matritensis)
Detalles de las torres defensivas de la entrada, que permitían un acceso lateral al interior del castillo, por seguridad (SIEMA Matritensis)
Otra de las puertas de entrada sobre el foso desde el exterior (SIEMA Matritensis)
Una vez que pasas al interior del castillo por un punto lateral del mismo encontramos la liza, o paseo intermedio entre ambos muros defensivos. También se perciben las troneras o huecos abocinados abiertos en el muro que permitían disparar los cañones de defensa desde el interior del castillo. Como se puede apreciar en el dibujo y fotografías, el muro exterior es más bajo y estrecho que el muro del patio de armas, aunque también presenta troneras y adarve. El castillo tiene tres cubos, o torres defensivas circulares en las esquinas del patio de armas central. Se cubrían con cadalsos o estructuras de madera para proteger el nivel más alto y permitir a los soldados colocarse allí y vigilar. A la torre de homenaje
se accedía desde el patio de armas, por seguridad, y estaba muy vigilada. Mucho más alta, robusta que las demás y, de base amplia cuadrada, con pequeñas torres circulares defensivas adosadas en las esquinas. En la parte de abajo se situaban las bodegas, almacenes, cuerpo de guardia. Más arriba, el salón y los dormitorios.
Vista desde el muro exterior de la torre del homenaje y torre defensiva a la derecha (SIEMA Matritensis)
Entrada a la torre del homenaje a los piés, desde el patio de armas (SIEMA Matritensis)
Sala sobre las bodegas de la torre del homenaje (SIEMA Matritensis)
Fuertes muros en la torre del homenaje (SIEMA Matritensis)
Interior del salón de la torre del homenaje, con los característicos bancos de piedra adosados a los muros junto a la luz de las ventanas.
Se aprecia el grosor de 3ms de los mismos (SIEMA Matritensis)
Huecos para fuegos en el comedor del salón en la torre del homenaje (SIEMA Matritensis)
Dibujo de la recreación del salón de recepciones y comedor en la torre del homenaje (SIEMA Matritensis)
Interior de la torre del homenaje en la actualidad (SIEMA Matritensis)
Junto al gran patio de armas vemos la capilla y las dependencias para el capellán de la misma. Esta última es una amplia estancia de dos alturas, que utilizan como sala para ver un interesante video sobre la figura de Álvaro de Luna y el castillo. La decoración en piedra que encontramos es típica del s XV. Entre el alfiz de la entrada vemos arcos mixtilíneos y el escudo. La pequeña capilla está toda ella cubierta por bóveda de crucería gótica isabelina.
Vista del patio de armas (SIEMA Matritensis)
Capilla y casa del capellán, con entrada directa al patio de armas (SIEMA Matritensis)
Detalles de los relieves con arcos mixtilíneos y escudos sobre la casa del capellán (SIEMA Matritensis)
Holograma de Álvaro de Luna sobre los muros de la casa del capellán (SIEMA Matritensis)
Capilla, cubierta con bóvedas de crucería góticas (SIEMA Matritensis)Desde lo alto de la torre del homenaje se pueden disfrutar de unas maravillosas vistas de San Martín, por uno de los lados y, justo de frente a la salida de la puerta, los cerros que contienen mucha historia. A la derecha de los montes, a 11km de San Martín, se localiza El Tiemblo (Ávila) y, a la izquierda, el monasterio de Guisando. Los orígenes del monasterio se remontan a la fundación en 1375 de una comunidad bajo la orden de San Jerónimo, formada primeramente por cuatro monjes italianos que se instalaron en una cueva en esos cerros. Una dama de la corte, Juana Fernández, les donó propiedades en dicha zona para construir un monasterio. Se incendió y fue reconstruido en tiempos del rey Felipe II y posteriormente. Reyes y personajes ilustres gustaban de recogerse en el mismo, especialmente en los s XV y XVI. El tratado de Guisando sucedió tras la muerte de Alfonso, hermano de Isabel, con el que ella se había unido en 1465 en una revuelta nobiliaria contra su hermanastro Enrique. Acordaron en Guisando que Enrique continuaría siendo rey, pero Isabel sería nombrada heredera a la corona de Castilla, dejando a un lado a Juana la Beltraneja. Al casarse Isabel con un consorte no acordado, empezó una guerra por el trono castellano, acusando Enrique a Isabel de no cumplir lo acordado en Guisando.
Vistas desde la torre del homenaje hacia San Martín, al fondo la iglesia de la Asunción (SIEMA Matritensis)
Vista de la torre del homenaje desde el adarve o camino de ronda (SIEMA Matritensis)
Otra vista desde la torre del homenaje: cerro de Guisando (1310 ms)
El castillo de la Coracera ha pasado por diferentes usos y propietarios. Durante la Guerra de la Independencia fue ocupado por las tropas napoleónicas, en la Guerra Civil alojó a la legión Condor. Después lo usaron varios propietarios privados, con caballos y uso agrícola también. Hasta que en el 2003 se creó una Fundación por parte del Fernando Cornejo y el Ayuntamiento de San Martín. Hoy en día tiene un uso turístico y cultural. Está muy bien explicada su historia con paneles. Sólo mejoraría las tablas de madera que hay en la terraza de la torre del homenaje, requieren bastante mantenimiento que no se está haciendo. Para más información mirar la web www.castillodelacoracera.com. Pero San Martín presenta también otros lugares de interés, como sus capillas, iglesia de la Asunción, bodegas o alguna antigua hacienda. Algo de todo eso comentaré aquí por si fuera de interés en vuestra visita. Muy interesante la pequeña construcción rectangular del s XV, conocida como Ermita del Ecce Homo, con cornisa de ladrillo y cubiertas de teja árabe, que presenta unas ventanas medievales de doble arcada gótica del s XV, así como las bolas en la cornisa, un adorno típico de tiempos de los RRCC. Hasta el s XVII se uso con la advocación de ermita de Judas Tadeo. Ahora aloja imágenes procesionales de semana santa y se suele abrir el domingo de ramos.
Lateral de la Ermita del Ecce Homo, s XV ( SIEMA Matritensis)
Y como no olvidar el buen vino, con denominación de origen de Madrid, de esta localidad. Visitar y probar el vino de las bodegas las Moradas, o comer en una antigua hacienda, así como las bodegas de Álvaro de Luna, creadas en 1960 y orgullosas de hacer un vino como se hacía en el siglo de oro en su cooperativa. En la antigua hacienda la Coracera, hoy restaurante 7 capillas, se está y se come de maravilla. Sobre una antigua hacienda del s XIX, han sabido mantener el edificio original de dos alturas: techo de vigas antiguas de madera, portalón de granito, cornisa de ladrillo y techumbre de teja árabe, antigua bodega en la parte inferior, etc. Un buen itinerario para estos días de relax. Como siempre recordar nuestra actividad cultural, que sólo publicitamos las visitas guiadas que no son de empresa ni grupos privados, sino aquellas que os podéis apuntar libremente y comenzaremos ya a fines de septiembre en agenda www.siema.es; twitter o instagram @siemamadencanto o facebook Siema Matritensis.
Maribel Piqueras
Buen vino de la zona, las Moradas (SIEMA Matritensis)
Antigua Hacienda la Coracera (SIEMA Matritensis)
Hacienda la Coracera, prensa antigua (SIEMA Matritensis)
Tinajas antiguas en lo que fue la bodega de la hacienda (SIEMA Matritensis)
Antigua techumbre de vigas de madera de la hacienda (SIEMA Matritensis)
Bodega cooperativa de Álvaro de Luna (SIEMA Matritensis)
Bodegas Álvaro de Luna (SIEMA Matritensis)