Cuando nos acercamos a la calle Desengaño de Madrid llama la atención una fachada de ladrillo con sus torres laterales que recuerda a las iglesias antiguas de algún pueblo, pero no parece estar en la capital de España. Me estoy refiriendo al templo eucarístico San Martín de Tours. En ese mismo solar estuvieron los oratonianos de San Felipe Neri desde 1643 hasta que, en 1660, se trasladaron a la Plaza del Ángel. Después, fue ocupado por los clérigos menores, también llamados caracciolos. Era conocido como convento de Porta Coeli. De principios del sXVIII y relacionado con este último convento, son los relieves de la fachada principal. Esta fachada de estilo churrigueresco, realizada en granito, une la hornacina de la parte superior con la puerta de entrada. El relieve representa al venerable clérigo menor, Juan Agustín Adorno, ante la Virgen de Porta Coeli y fue realizado por el escultor Villabrille y Ron a principios del s.XVIII. La decoración es completamente barroca en la entrada, con los entablamentos partidos, hojarascas, guirlnaldas, conchas y frontón semicurvo partido rematando la escena. La fachada sigue las líneas del barroco religioso madrileño: es un rectángulo en vertical, dividido en tres cuerpos: puerta de entrada, vidriera que ilumina el coro a los pies y frontón triangular rematando el conjunto, que aparece flanqueado por dos torres campanario de terminación recta.
Cubiertas de San Martín de Tours, con las torres campanario y la
linterna barroca que asoma en la cúpula central (Foto SIEMA)
Puerta principal de San Martín (Foto SIEMA)
Detalle del relieve del escultor Villabrille y Ron
(Foto SIEMA)
La dedicación actual a San Martín de Tours viene del s. XIX, cuando se trasladaron aquí los monjes benedictinos del convento de San Martín, junto a las Descalzas. Este antiguo convento, cuyos orígenes se remontan a 1126, fue el más importante convento de Madrid entre los siglos XIV al XVIII. Dió nombre al arrabal de San Martín. José Bonaparte decidió destruirlo y, después, con la desamortización, paso a ocupar en 1836 este antiguo convento de Porta Coeli en la calle Desengaño. En el interior nos encontramos una estructura arquitectónica completamente barroca: planta de cruz latina con tres naves, más elevada la central que las laterales donde se instalan las capillas. El zócalo es de granito y las paredes de ladrillo, pero estucadas en blanco. Destaca la elegancia transmitida por las pilastras de orden gigante, con capitel compuesto y el gran entablamento que recorre toda la parte superior. En los laterales de la nave central encontramos tribunas que se abren sobre ménsulas decorativas. Las cubiertas son abovedadas y una gran cúpula con linterna se abre en el centro del ancho crucero. Esta iglesia fue muy dañada durante la Guerra Civil, cuando le metieron fuego a los lienzos y retablos, además de cargarse el pavimento y torres.
Maravillosas cubiertas del crucero de San Martín de Tours (web png)
Restauración de San Martín en 1994 (Foto SIEMA,
tomada de las fotografías antiguas expuestas en el claustro)
Aquí se pueden apreciar los arcos que separan entre pilastras compuestas, las
tribunas y el entablamento que recorre toda la cornisa (Foto SIEMA)
Vista general de San Martín, con la bóveda central con
lunetos (Foto SIEMA)
Con motivo de la destrucción de su patrimonio en la Guerra Cívil, la decoración actual, salvo el relieve de San Martín, que es del s XIX, realizado por Mariano Bellver, pertenece casi todo al s. XX. Era una iglesia bastante abandonada y destrozada hasta que llegó en 1993 el Papa San Juan Pablo II a Madrid y pidió la existencia de un templo eucarístico en la diócesis de Madrid. El obispo pensó que este templo tan céntrico sería el adecuado y empezaron las labores de restauración que casi han terminado hoy. Sólo queda un poco de la fachada, por eso sus muros y torres llevan un ladrillo moderno en su mayor parte. Así que estaríamos celebrando, en el 2018, el 25 aniversario de este templo eucarístico. Los fondos para la restauración proceden de las cuotas de las propias adoratrices (aquí se creó la Adoración Nocturna Femenina en España), donativos particulares y el arzobispado de Madrid. Como dato curioso decir que Sta. Soledad Torres Acosta, una madrileña fundadora de las llamadas "Siervas de María" se bautizó en este templo en 1826. La pila original se la llevaron a una de las capillas de la catedral de la Almudena.
Relieves del altar mayor: San Martín de Tours con la escena de cortar parte de su capa
para dársela a un pobre (Mariano Bellver, s. XIX) y, en los laterales, figuras modernas que representan los sagrados corazones de Jesús y María (Foto SIEMA)
Detalle conjunto de Bellver (Foto SIEMA)
La decoración añadida a esta cabecera plana recuerda que estamos ante un templo eucarístico, donde se expone el Santísimo las 24h. Por eso los ángeles adorando la Sagrada Forma y los medallones de santos con formas redondas y cálices, todo ello simbolizando la Eucaristía. Las capillas del fondo son las de la Virgen con la Santísima Trinidad y la Virgen del Carmen. A la izda te encuentras primero con una tumba de la niña Alexia (la de la película Camino) ante el cuadro del "Aprendizaje de la Virgen". Después un moderno San Jesús obrero, Cristo crucificado, la Virgen del Rosario y Tobías con el ángel.
Tumba de Alexia (Foto SIEMA)
"La educación de la Virgen" ( Foto SIEMA)
Cristo en la cruz (Foto SIEMA)
Talla de madera contemporánea representando a
Jesús en su oficio de carpintero (Foto SIEMA)
Tobías con el arcángel Rafael (Foto SIEMA)
En el lado derecho no hay capillas porque da a lo que era el convento, con su gran claustro alrededor del patio central. Sí encontramos confesionarios. Ha sido completamente restaurado, así como las salas y dependencias parroquiales junto a él. Desde el interior de la iglesia se pueden contemplar esas galerías a través de unos ventanales. La parte más antigua del claustro son las galerías más cercanas a la sacristía y en ellas se inspiraron para el resto de las galerías. Los muros de ladrillo visto del claustro, sus cubiertas planas con vigas de madera, nos llevan también al s. XVII. Junto a la parte derecha del altar está la entrada hacía esas dependencias.
Parte del claustro y sus cubiertas que se ven desde el interior de las
naves (Foto SIEMA)
Puerta de acceso al convento y claustro (Foto SIEMA)
Galerías del claustro de San Martín, hoy cerradas con cristaleras
entre los pilares de ladrillo (Foto SIEMA)
Este claustro gira en torno a un agradable patio central rectangular, con sus muros de ladrillo, plantas, fuente y hornacina con la moderna Virgen de la sonrisa, como se puede ver en las siguientes fotos de SIEMA Matritensis.
Vista del interior del patio (Foto SIEMA)
Muro del patio con la hornacina de la Virgen de la sonrisa (Foto SIEMA)
Detalle (Foto SIEMA)
Muy interesante también la cripta de San Martín, sencilla, en tonos claros y muy luminosa. Tiene forma de T y, tras pasar unas escaleras y un pequeño patio, nos recibe una imagen de la Virgen de la Soledad o los siete dolores de la Virgen, que suele procesionar en Semana Santa. Después, volvemos a bajar. Centrado, en una hurna, un Cristo yacente del taller de Gregorio Fernández. A los lados de él se sitúan los estantes para los columbarios. También las dependencias parroquiales resultan muy agradables, sencillas, con sobria y elegante decoración y muy limpias. Desde aquí agradezco a Lina su disponibilidad para recorrer ese claustro y cripta. Recordar que podéis seguir nuestras actividades culturales abiertas a inscripciones individuales en Facebook Siema Matritensis, Twitter @siemamadencanto o web www.siema.es .
Maribel Piqueras.
Estado en que se encontraba la cripta antes de la restauración
(Foto SIEMA de las expuestas en el claustro)
Virgen de la Soledad o los siete dolores
(Foto SIEMA)
Cristo yacente (Foto SIEMA)
Interior de la cripta (Foto SIEMA)